Hola mis amigos, soy Yuzu

Una vez más traigo otro escrito y claro el Kyosaya no podía faltar. En esta ocasión les traigo las complicaciones que se tienen para planear una boda perfecta y que mejor ejemplo que ese par de idiotas que tengo grabadas en el corazón.

Espero que lo disfruten

Yuzu y fuera

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Solo querían casarse. Enamorarse había sido tan fácil, permanecer juntas había sido tan fácil. Entonces, ¿Por qué planear una boda era una de las cosas más complicadas y estresantes imaginables?

-¡Aaaaaaaaah!- Kyouko suspiró ante el sonido de su amada gritando de frustración por décima vez ese día, seguido de su cabeza golpeando la pared. La pelirroja se acercó detrás de ella y le dio unas palmaditas en el revuelto cabello azul.

-¿Algo mal?

-¡El aeropuerto acaba de llamar, el vuelo de mis padres se retrasó dos horas y las reservas para cenar son para siete y ya son dos y no están aquí!- Las palabras dejaron a Sayaka apresuradamente- Y se me acaba de ocurrir, ¿Y si ni siquiera quieren teriyaki? Papá ha estado tratando de controlar su peso últimamente, y mamá... ella puede ser tan exigente. Ohhh, qué me hizo pensar que esto era una buena idea, ¡Deberíamos cancelar y quedarnos en casa y yo puedo cocinar para todos nosotros!

Kyouko tomó a la peliazul en sus brazos, frotando su espalda para calmarla.

-¿De verdad crees que cocinar una gran cena para nueve personas es lo mejor que puedes hacer en tu estado actual, cariño?- Presionó un beso en su frente- Relájate. ¡Te vas a dar canas con todo este pánico!- Sayaka jadeó.

-¡No pensé en eso!- Kyouko puso los ojos en blanco.

-Sayaka, detente. Mira, tus padres llegarán aquí en un montón de tiempo, y el restaurante sirve muchas cosas diferentes para que tu papá pueda comer ligero y tu mamá pueda comer lo que le guste. Y estaremos en casa en un montón de es hora de que Hitomi y Kajimou vuelvan con su hijo

-Cómo hizo-

-Pensé que lo sacarías a relucir tarde o temprano- La pelirroja sonrió.

Sayaka se relajó un poco, pero su rostro aún estaba tenso.

-Pero las flores… Y nuestros vestidos, y las damas de honor y el catering. Al menos deberíamos…

-¡No te preocupes! Todo es…- Justo en ese momento sonó el teléfono, Kyouko lo cogió y la floristería estaba gritando una especie de disculpa

-(Todos nos hemos quedado sin lirios azules, nos faltan rosas, nunca lo estaremos capaz de cubrir el pasillo como querías, ¡lo sentimos mucho!)

Cuando el color desapareció del rostro de la peliazul, Kyouko supo que no tenía que decírselo.

-Genial, ¿Ahora qué vamos a hacer por las flores?- Enterró su rostro en el pecho de la pelirroja con un gemido- Ohhh mierda, ¿Por qué esto tiene que ser tan difícil?

Y una vez más Kyouko estaba frotando su espalda y acariciando su cabello hasta que se calmó.

-Nos queda una semana. Todo va a estar bien

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-¡ARGH! ¡¿Por qué diablos no han llamado todavía las empresas de catering?!

Tres días antes de la boda, los vestidos estaban en un estado perpetuo de "casi terminados", Madoka y Homura acudían a todas las floristerías de la ciudad en busca de ayuda y los proveedores de catering aún no habían respondido a la llamada de Kyouko sobre agregar otra bandeja de uvas rellenas. Y ya dejada la orden, Hitomi, a los cuatro meses de su segundo embarazo, de repente los anhelaba en todo momento.

Al menos Sayaka estaba más tranquila de lo que había estado en los últimos días. Tener a sus padres aquí pareció ayudarla.

-Puedo hablar con ellos, si lo desea- dijo Mami.

En ese momento, Homura entró con un bulto en los brazos: ¡Esmoquin! Al menos esos se adelantaron a lo previsto. Kyouko suspiró aliviada, tomó el paquete y lo puso sobre la mesa.

-Por favor, hazlo- murmuró- Desearía que Sayaka y su mamá ya regresaran del pasillo…

Lo hicieron, eventualmente, y esta vez fue el turno de Sayaka de acariciar el cabello de Kyouko y escuchar su despotricar y desvariar. El estrés comenzaba a afectar a todos los demás; Homura estaba empezando a arrepentirse de haberse involucrado a pesar de los mejores esfuerzos de Madoka para convencerla de que era algo bueno, el grupo de Kajimou estaba discutiendo sobre en qué tecla tocar la música, y Hitomi estaba tan cohibida ahora que estaba mostrando, se mantuvo hablando de dejar que Madoka ocupe su lugar como dama de honor, para gran preocupación de la peliazul.

-Quizás deberíamos fugarnos- suspiró Kyouko

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La noche antes de la boda, todo encajó de alguna manera. Los proveedores de catering sí proporcionaron otra bandeja de hojas de parra rellenas, las chicas lograron reunir todas las flores que necesitaban, la banda finalmente acordó la clave correcta y los vestidos llegaron en perfectas condiciones. Lo mejor de todo para Sayaka, Hitomi había vuelto a aceptar su posición como dama de honor; Mami había estado más que contenta de dejar que el vestido fuera un poco por la cintura.

Y luego llegó el momento en que la peliazul caminó hacia ella, vestida de blanco brillante y sonriendo alegremente. Su mano apretó la de Kyouko, se miraron a los ojos y sabían que valía la pena cada momento de estrés y locura de los días anteriores.

Y todo en los días, semanas, meses y años siguientes por el resto de sus vidas.