"INSTINTO CARNAL"

· No estoy seguro de esto

· Calma enano, es solo un experimento mas

Como acabe siendo el conejillo de indias de la cuatro ojos.

Pues…

/Flashback*

· Levi!!!!

Estaba sentado en mi silla, rellenando unos papeles que Erwin me había dejado, cuando su estridente voz lleno toda mi habitación. Suspire derrotado, de seguro ya venia a contarme sobre su nuevo experimento o simplemente a atormentarme con historias y curiosidades sobre titanes.

· Que pasa ahora cuatro ojos – le dije rendido, dejando de escribir

· Hoy me sucedió algo muy extraño con Moblit

· Define extraño

Para que la loca de los titanes llamara algo extraño, bueno entonces si debía ser algo muy extraño.

· Estaba en mi habitación cambiándome y Moblit entro

· Espera – acaso estaba a punto de decir lo que pensaba que iba a decir – te vio desnuda?

Hanji soltó una risotada, como si algo de lo que dije fuera una broma.

· De que te ríes gafotas! – le grité

· Es que hubieras visto tu rostro – dijo ella estaba riendo de nuevo, pero creo que algo en mi mirada la hizo callar – ya no te esponjes!

· Sigue hablando

· Si, si – continuo – no me vio totalmente desnuda, ya tenia el pantalón puesto, solo me vio en sujetador

· Quieres que lo golpee?

Ese idiota iba a aprender a la mala, que cuando quiera entrar a un cuarto debe tocar la puerta primero.

Estaba a punto de levantarme, pero la gafotas inútil me sujeto de mis hombros y me volvió a sentar.

- No quiero que lo golpees – dijo

- Te gusto que te viera semidesnuda verdad?

Aquello sonó con mas desdén del que tenia planeado, pero no lo podía evitar, me molestaba, me molestaba mucho y me molestaba aun mas, que la tarada de la cuatro ojos estuviera tan suelta de huesos.

- No, claro que no me gusto! – dijo ofendida, eso me tranquilizo, solo un poco – lo que sucede es que estado pensando en algo

- En que?

- En hacer un experimento

Hanji se levanto del respaldo de la cama donde se había sentado.

- Mírame – me dijo, pero yo ya la estaba mirando

- Ya – respondí

- Y?

- Y que? – no entendía

Hanji dejo caer su cabeza.

- Hay enano, todo te lo tengo que explicar!

- Pues si tuvieras la amabilidad de ser mas directa podría entenderte, te encanta irte por la ramas, no tengo un traductor de Hanji aquí!

La gafotas volvió a reír

- Podría crear uno – dijo

- Y ahora de que hablas?

Nuevamente mi gran amiga la tonta cuatro hojas, se desviaba de su idea original y para variar no la entendía.

- Un traductor de Hanji! – dijo feliz

- Por dios! – dije pegándome un sape en la frente – sabes, yo tengo la culpa, jamás debí darte de comer, los animales callejeros se encariñan fácilmente

- Oye! – ahora fue ella la que me dio un sape en la frente

- Ya cuatro ojos!, rebobina y vuelve a tu idea principal

- Ah?

Hay dios por favor dame paciencia!, porque si me das fuerza la mato!

- Ya recordé! – dijo feliz

- Entonces termina de explicarte de una buena vez y déjame seguir trabajando

- Si, si, entonces cuando me vez, que es lo primero que miras?

- Tus gafas – dije – están sucias!

- No enano! – otro sape – me refiero a mi cuerpo, como mujer, te parezco fea?

Esa pregunta fue demasiado directa, yo y mis consejos.

- No eres la mujer mas hermosa de la isla – dije – pero no eres fea tampoco

No mentía, la cuatro ojos no era fea, sobretodo cuando se bañaba, le gustaba el olor de su cabello, el mismo le había regalado un champú con olor a fresas, porque sabia que era su fruta favorita y su mejor amiga Nanaba le regaló un gel de ducha con el mismo olor. Cuando ella venia a invadir su espacio personal, debía hacerlo después de bañarse, sino el no la aceptaba, cuando dormían juntos le encantaba el olor que emanaba, la rodeaba con sus brazos y su insomnio desaparecía…

Basta Levi!, me dije a mi mismo, focus!

- Eso es un buen comienzo – dijo ella poniendo una cara medio extraña

- Un buen comienzo para que? – pregunte con algo de miedo, no me gustaba cuando hacia esos gestos

- Si a ti – me dijo señalándome – siendo lo extremadamente prejuicioso no te parezco fea, pues con los demás será mas fácil

- Los demás?, espera prejuicioso?, que carajos estas pensando hacer?

Hanji puso otra vez esa mirada de demente, estaba muy asustado y algo dolido, no era prejuicioso.

- Voy a demostrar, que una chica como yo, puede ser sexy y conquistar a cualquiera persona que quiera!

Aun procesaba cada palabra que esa gafas de mierda dijo.

- Que?!! – grite

Ella solo sonreía de manera demente e ingenua a la vez

Ahora estábamos en su cuarto, le había robado ropa a Nanaba y tenia que aceptarlo, le quedaba muy bien.

- Quédate quieto! – me dijo cuando trate de levantarme de aquella silla

- No, ya no quiero jugar

- Bueno – se levanto

La muy maldita se había sentado encima mío, vistiendo una blusa top, y un falda corta, su cabello estaba suelto y recién lavado, recuerdan que ya había mencionado lo bien que huele, pues…

- Entonces buscare a Erwin!

Quiso irse, pero la tome de la mano y la obligue a sentarse nuevamente encima de mí.

- Ya te dije que no!

- Entonces colabora!

- Esta bien

Maldita cuatro ojos!, maldita Hanji!, quería ir a seducir a Erwin, ya que parecía el mas serio e incapaz de ser seducido; sus palabras no las mías, pero estaba loca si pensaba que la iba a dejar salir así vestida, menos ir con Erwin a "seducirlo". Estaba muy molesto, por eso no pensé en lo siguiente que le dije.

Prueba conmigo, le dije, ya no podía arrepentirme, ella sonrió y acepto feliz.

Su plan de seducción empezaba modelando delante de mí, sentándose a mi lado y soltando su cabello de manera seductora, según ella Nanaba le había enseñado aquello.

Nota mental, tenia que alejarla de esa rubia pecadora.

Y después de dejarlo totalmente sonrojado, me preguntó si sentía algún cambio en mi. Pues que te diré cuatro ojos, tengo un gran cambio creciendo justo en estos momentos, pero no me atrevo a decírtelo.

No, fue lo único que respondí, mintiendo obviamente, pero aquello no la desanimo, la contrario, dijo que ahora debía sacar el arsenal.

Debí darme cuenta en ese momento que estaba perdido.

Ella se sentó en la cama, frente a mi, cruzo las piernas descaradamente frente a mi!!!

Por dios!, podía ver sus muslos color chocolate brillar, esa piernas volverían loco a cualquiera, y la muy maldita quería hacer esto con Erwin!

Estaba por darle una buena gritada, estaba excitado, pero también estaba molesto, que carajos pasaba por su cabeza cuando pensaba en hacer ese tipo de experimentos.

En ese momento de levanto y camino hacia mi, sentándose encima mío, lo cual me dejo sin palabras.

- Que se siente – me dijo con una voz muy suave

Maldita, ya había perdido la cuenta de cuantas veces maldijo a Hanji. Pero si 1000 veces maldita, acaso no se daba cuenta de lo sonrojado que estaba, de lo nervioso que lo ponía.

- Que reacción buscas obtener – le pregunte tratando de que mi voz saliera correcta, pero era imposible ocultar los temblores

- Algo que me muestre que ya fuiste seducido por mi

La muy hija de su mama, lo decía así suelta de huesos, como si el hecho de que estuviera encima mío, hablándome al oído fuera lo mas normal del mundo.

- Pues no – mentí otra vez

- Entonces – dijo ella – mi última carta, sino funciona dejare el experimento

Si!, eso era lo quería, porque iba haber un gran problema si se le ocurría hacerle lo mismo a Erwin o a cualquiera en el cuartel. Un problema como ellos muriendo por sus manos.

- Y cual es tu…

Hanji no me dejo terminar, cogió mi cabello para que yo tirara mi cabeza hacia atrás, no lo entendí al principio, pero cuando sentí sus labios en mi cuello, perdí totalmente el control sobre mi persona.

Hanji una vez me dijo, que en el fondo somos animales que rigen bajo instintos, el nuestro en su mayoría era el de supervivencia, pero también existía el instinto carnal, ese que despierta en el animal macho cuando encuentra su hembra. Y cuando eso pasaba la mente del macho se nublaba, con la idea de marcar a su hembra y copular.

Pues, justamente eso me paso.

Mi instinto carnal afloro y se apodero de mi, en mi defensa, Hanji fue la que despertó al dragón, yo estaba de lo mas tranquilo rellenando mi papeleo.

- Ah…

Pude escuchar el gemido de su boca, recuerden que hable del instinto carnal, pues una vez que Hanji empezó a besar mi cuello, yo rodee mis brazos por su cintura y la levante, no para alejarla, lo cual hubiera sido lo mas racional. Sino que la levante para arrojarla a la cama, conmigo encima.

En una forma de venganza, mi macho interno abrió aquella blusa de un tirón, los botones volaron no se a donde, la verdad es que no me importo, estaba concentrado besando la piel expuesta. No me reconocía, estaba siendo controlado por el animal interior.

- Levi…

Un gemido mas de la cuatro ojos, pero esta vez acariciaba mi cabello.

Subí mis besos por su cuello, respirando si aroma, aquello me tranquilizo, debía hacerlo o terminaría forzándola, jamás me perdonaría aquello.

- Cuatro ojos – le dije con la respiración entrecortada, aún escondiendo mi rostro en su cuello – perdón…

Ella siguió acariciando mi cabello.

- Fue mi culpa – dijo ella – perdón enano, esto se me salió de las manos

Yo me acurruque mas encima de ella, aspirando el aroma de su cabello y su piel.

- Estas mejor? – me pregunto

- Solo un poco mas – le pedí

- Como desees

Ella me abrazó también, debía ser muy incomoda aquella posición, lo sabia, pero no quería apartarme. Su piel, su aroma, todo en ella me atraía como un imán.

- Entonces – le escuche decir – pude seducirte?

Levante mi rostro para mirarla, ella sonreía, el sonrojo en su rostro aun no la abandonaba y podría jurar que era lo mas hermoso que vi en mi vida.

- Hiciste mucho mas que eso

Acaricie su mejilla con mi nariz de manera dulce y la bese.

Ahora como le digo, que me enamoró.