MiniFaberry
Summary: Quinn de 3 años, Rachel de 4 años, #MiniFaberry.
Descargo de responsabilidad: no poseo derecho alguno sobre el show y/o sus personajes, sólo la de esta historia que tiene perfecto sentido en mi cabeza y en todo aquel o aquella que decida compartirla conmigo.
Capítulo I: Primer día de clase.
El primer día de clases de su vida, así sería.
- Mamá no quiero ir, no me obligues, soy tu hijaaaaaaaaaa – se quejaba Quinn de tres añitos quién no quería ir al cole, al kínder, ella nunca había ido, así que por eso le parecía raro, Quinn todo un minileoncito, con su cabellito rubio en ondas, sus ojitos color avellana y ese pucherito que tenía y que era muy adorable y desarmador.
Su mamá soltó una risita ante los intentos de Quinn, ella le cargó y le sentó sobre su regazo – bebé, sabes que te amo mucho, mucho.
- Si soy un bebé ¿Por qué voy? – preguntó la nena curiosa.
- Pues por eso, porque eres mi bebé y ya de chiquiita muy inteligente y tienes que serlo más, por eso vas al cole mi amor, aparte van ir muchos niños y niñas, tendrás muchos amiguitos – argumentó su mamá al ver que Quinn trataba de agarrarle, por un lado, de negociar con ella.
- No sé mamá – soltó Quinn tímida rascando su bracito.
- No tienes que tener miedo, que todo lo puedes mi amor – replicó su mamá besando su cabeza y oliendo su champú tan de bebita.
- ¿Y habrá helado? – preguntó levantando su cejita.
Ella sabía que, si hacía algo nuevo bien, sus padres solían premiarle a veces con un helado, aunque sea poquito, para ella, era muchísimo.
- Ok, habrá helado – concedió su mami.
- Yeiiiiiiiii yo mando – soltó ella con una risita levantando ambos bracitos.
- Awww mi vida – le arrulló su madre causándole cosquillas, oyendo su risita tan rica de bebé.
…
Por otro lado, Rachel Bárbara Berry preparaba en su sala de estar sus cosas para el cole, ella muy emocionada estirando sobre el sofá las cosas que iba a usar para su primer día.
- Hay Lee crecen tan rápido, primero era mi bebita y ahora ya se va a independizar – dramático Hiram con una mano al pecho.
- Qué dices amor, si es chiquitita la reina de mi corazón ¡ - soltó él cogiendo a su bebita de 4 años, y dándole vueltas en el aire.
- Ahhhhhhhhhhh papiiiiiii – soltaba ella entre carcajadas de felicidad.
- Ya Lee suelta a nuestra bebita que va a vomitar estrellas sino – decía y eso hacía muy feliz a Rachel al pensar ella que eso podría ser posible.
- Ya ya papás, déjenme ordenar mis cosas – decía Rachel acomodando en su mochila de Wicked, sus colores, su cuaderno, su lápiz que tenía en la punta una estrella, su peluche favorito y cosas así.
Uno de sus papis gravando la preparación antes del siguiente día que sería el primer día de kínder de ella, ya después le pasarían la grabación a Shelby quién era la madre de Rachel y tenía la custodia compartida con ellos, Rachel compartiendo así fines de semana con ella.
- Papi mañana puedo usar ¿mis medias de ovejita? – preguntó con una sonrisa enorme, marca Berry cómo decían sus papis.
- Medias de abejita mi amor, esas que dicen shhhhhh, que zumban así.
- Ah ok, esas quiero – pidió la nena y ellos acordaron que sí, todo para la reina de su corazón.
…
- Mamá quiero usar este polo mañana – pedía Puck, un polo manga cero – así se notarán mis armas – decía flexionando sus bracitos y sus padres se reían ante este adorable nene quién quería pasar por badassness.
…
Al día siguiente Shelby esperaba a los niños en la puerta del kínder, ella era profesora ahí, no iba a ser la profesora de Rachel, ella tenía otra sección, más sí la vería mucho.
- Mamá no quiero ir, quédate con el helado – decía Quinn usando el puchero más desarmador que pudo hacer.
Su mamá reía de la mano de su hijita – si ese ya te lo comiste princesa – decía ella guiñándole un ojo.
- Bueno, entonces te debo un helado – decía la nena debatiéndole a su mami que encantada ponía una enorme sonrisa ante los intentos de negociación de su hija menor.
- Bebé, estarás bien, tu hermana también estudia ahí – dijo por Frannie quién asintió mirando a su hermanita, Frannie tenía ocho años, estaba en tercero de primaria, quedando la primaria al lado del kínder de su hermanita.
- Y si me empujan, y me caigo y me hago yaya, será tu culpa mami – seguía Quinn intentando negociar, ya que, porque ella tendría que ir ahí, si en casa estaba muy bien, a veces con su abu y su perro viejo.
- Vamos listilla – dijo Frannie cogiendo de la mano a su hermana e instando a que la siguiera – si te portas bien, te invito un chocolate.
- Choco choco choco ¡ - empezó a corear Quinn dando pequeños saltitos.
- Amores, una foto – les pidió y ambas se pararon juntitas, Quinn todavía un poco nerviosa por quedarse ahí.
- Saca la lengua Quinnibear, así – pidió Frannie mostrándole caras graciosas que le hicieron reír – ahora tienes cuernos – dijo poniéndole encima de su cabeza.
- Noooooooooo no tengo cuernos, soy un león, argggg arggg – rugió el leoncito y en ese instante Judy tomó fotos, sus hijas se veían espectaculares.
Frannie caminó de la mano de Quinn y su madre aprovechó que estaba distraída para irse al auto, sino no podría, ya veía ella a otros nenes hasta colgándose de las piernas de sus padres para no quedarse.
Judy corrió a su auto y desde ahí se quedó mirándo a sus niñas.
- Miss Corcoran le regalo a este leoncito – dijo Frannie señalando a Quinn que abrió los ojos enormes de la sorpresa.
- No Annie no, soy tu hermana, soy tu hermanaaaa – pidió ella con su muy adorable puchero.
- Es una broma leoncito, si te regalara, quién me ayudaría a comer tocino sino.
- Tocino, tocino ¡ - empezó a corear Quinn lamiéndose los labios de lo rico del tocino, Frannie volteó los ojos y su miss se rió felizmente.
Frannie entonces le cargó de un lado como si fuera una maleta – listo miss, me voy con mi equipaje que habla.
- Las maletas no hablan Annie – refutó Quinn.
- Cállate maleta, no hables – soltó con Quinn riendo y cubriendo con dos manitas su boquita de la risa.
Frannie caminó a su salón con Quinn.
- Frannie, no te lleves a mi maleta parlante – pidió la profe riendo y con ella riendo, Quinn también rió, ahora se sentía un poquito mejor, más libre, sin tanto miedo como antes.
Frannie le acompañó a su salón.
- Siéntate ahí Qunnibear – le acompañó a su silla – voy a estar justo al otro lado, si pasa cualquier cosa vengo por ti, es más en el recreo comemos juntas ¿va? – pidió y Quinn asintió frenéticamente, su mami le había mandado trocitos de tocino de lonchera, junto a trocitos de manzana y un yogurt – miss me la mira – la encargó a miss Corcoran.
- No doy clases a ese salón, pero por supuesto – acotó la maestra siendo ella monitora por ese día, los profes turnándose para ello.
Afuera del salón…
- Mamiiiiiiiiiiiiiii ¡ - gritó Rachel con su enorme mochila corriendo de manera graciosa, Shleby le cargó en sus brazos dándole besitos en su carita.
- ¿Listo mi panecillo?
- Sí mami, muy lista – dijo optimista la nenita.
- Ayyy mi amor, voy a llorar – susurraba Leroy.
- Contente bebé, contente – decía Hiram – no llores porque nuestra niña no va a querer quedarse sino.
Shelby los miraba conteniendo su sonrisa, ambos eran papás adorables dejando a su hijita en su primer día de clases.
Muchas fotos después, Rachel se quedó con Shelby, ella llevándole de la mano a su salón de clases.
- Judy, que bueno verte, supongo que también es el primer día para Quinn – dijo Leroy limpiándose una lágrima derramada a Judy quién estaba recostada sobre su auto mirando la entrada del kínder.
- Ayyyy me siento una mala madre – dijo ella ahora siendo dramática con una mano al pecho.
Hiram soltó una gran exhalación que ni sabía estaba conteniendo, Leroy acarició su espalda él añadiendo – no eres la única Judy, no eres la única – siendo para ellos muy pesado el dejar a sus hijas en un lugar nuevo, por más que sabían los tres que Shelby estaba ahí cuidándolas.
Los tres con sonrisas a fines se fueron a tomar un café y unas tortitas.
…
- Siéntate ahí mi cielo – pidió la profe Kate, ella de tez clara, cabello castaño, ojos color miel con motas de marrón, ella muy guapa, a Rachel.
Rachel se sentó a unas cuantas carpetas de Quinn, ambas en la segunda fila.
Todos los nenes estaban sentados en una carpeta individual, ya que aún no se conocían, ya cuando se conocieran se sentarían con su amiguito o amiguita.
- Mira mis armas – dijo Puck flexionando sus bracitos haciendo reír a todos incluida la maestra por la adorabilidad del peque que tenía un peinado Mohawk.
- Hola a todos, vamos a hacer un círculo ¿ok? – pidió ella acomodando las carpetas para que todos se miraran – vamos a presentarnos, yo empiezo. Hola a todos.
- Hola miss – repitieron ellos.
- Hola mis amores, mi nombre es Kate, soy su profesora, tengo 30 años – un coro de "ohhh" ante su edad que a su pensar era mucho, ya que ellos tenían entre 3-5años – me gusta el sol, las flores, una soda, listo, ahora ustedes, cada uno, empezando por ahí, vamos amor – pidió a Puck que levantaba su manito.
- Ok,ok, soy Puck, tengo así – señaló su manita indicando 5 años - me gusta el yogurt y los carros.
- Muy bien – dijo la profe aplaudiendo pidiendo que otro niño o niña siga.
- Hola, soy Finn, como el Finn de una historia – dijo y eso hizo reír a todos – juego futbol, me gusta el arroz con pollo que hace mi mamá.
La profe y todos los nenes aplaudieron, ellos siguieron presentándose.
- Hola soy Santana Lopezzzzzzzz, tengo 5 años, me gustan los peces.
- A mí los patos – dijo Brittany sentada delante de Santana, ella se quedó mirándole sonriente, Brittany era muy bonita ante sus ojos – soy Brittany S. Pierce como la cantante que me gusta.
Los nenes se quedaron pensativos – si es igual a la cantante – razonó una muy adorable Mercedes.
Todos los nenes muy bellos.
Después le tocó el turno a Rachel – soy Rachel Bárbara Berry tengo 4 añitos y dos papás y una mami, eso es súper.
Quinn pensó que sí, eso era súper, su papá daba los mejores abrazos del mundo y tener dos, pues alucinante, toda una pasada.
- Yo soy Quinn, hola – eso nomás dijo ella era muy tímida.
- Me gusta Quinn, es un nombre muy bonito, parece Queen – reina en inglés, dijo Rachel sonriéndole y Quinn se puso muy rojita ocultando su carita detrás de su cuaderno con dibujitos de Olaf, Rachel hizo un gesto confuso, la profe sonrió ante tanta belleza de los cuchis. Finn intentó llamar su atención haciendo caras graciosas.
Todos los nenes y nenas se presentaron, después de ello cantaron y bailaron todos juntos, incluída la profe.
Eso les gustó mucho a los niños, era divertido ir al colegio.
…
A las 11am, sonó la alarma para el recreo.
- ¿Qué es eso? – preguntaron los niños.
- Eso es la alarma del recreo, ahora mis niños vamos a comer la lonchera, vengan hagamos un trenecito, van a comer afuera dónde hay mesas y mucho grass – pidió la profesora conduciéndolos a todos como un tren cantando, todos muy felices
Ella los condujo al patio, ellos se acomodaron en dos mesas para comer su lonchera, de otros grados también salieron.
Frannie se fue a comer junto a su hermana – sólo por hoy Quinnibear, mañana me voy con mis amigos y tienes que hacer los tuyos ¿entiendes? – pidió y Quinn con temor asintió, ella era muy tímida y Frannie se dio cuenta de eso.
- Hey Satanás, ven aquí – pidió
Santana riendo por la palabra vino - ¿qué quieres?
- Hey, ¿acaso así se responde?
- Así respondo – dijo inocentemente para después ambas reír, Santana era un caso, ella era todo lo opuesto a Quinn.
- Aquí cuida a mi Quinnibear y puede que te invite mi yogurt.
- Vale, pero lo quiero adelantado – negoció la pequeña sosteniéndole la mirada.
- Vale – acordó Frannie, Quinn mirando el intercambio como partido de ping pong.
Frannie se quedó un rato antes de correr junto a sus amigos.
- Quinnibear ¿me invitas tu tocino?
- No tocino no, fruta.
- Quiero tocino.
- No, fruta.
- Tocino ¡
- Fruta ¡
Ambas se sostuvieron la mirada, ninguna quería ceder.
- Sanny dame tu yogurt – Brittany cogió su yogurt y Santana asintió, Quinn quiso también y Santana le dio una palmada suavecita en su mano
- Sólo Britt – acotó ella.
Quinn asintió y siguió comiendo su tocino, estaba muy rico.
- Vamos a jugar Quinnibear – pidió Santana empezando a correr por el grass.
- Vale – soltó la nena persiguiéndolas en las chapadas, sólo un ratito porque después se cansó, ellas eran muy rápidas, ambas de 5 añitos.
Quinn dando fuertes respiraciones se recostó en un árbol a mirar la laguna dónde ahora Britt arrojaba pan a los patos, Santana a su lado.
Rachel estaba comiendo junto a su mamá.
- ¿Qué te parece el colegio mi amor? – preguntó mirándole con mucho amor.
- Está bien, me gusta – dijo con gran sonrisa contándole todo lo que habían hecho, el canto, el baile, todo.
- ¿Has hecho amigos mi vida? – preguntó
- No sé – replicó ella levantando sus hombros un poco triste, en su pequeña experiencia, cuando sabían que tenían dos papás, los niños después se apartaban, eso puso triste a Shelby, no era culpa de los niños, sino de algunos padres, no todos, que eran muy imbéciles.
- Amor, tú eres genial bebé, sólo han pasado tres horas, encontrarás muchos amigos mi vida – dijo Shelby animándole, Rachel asintió, eso podía ser – mira mi vida, mira a quién quieres que sea tu amiga o amigo y después vas a hablarle, yo estaré aquí mirándote.
- Ok – se propuso ella con gran sonrisa mirando al chico alto que le miraba sonriente, era Finn – vamos ahí – dijo mirando a su conejito de juguete y ambos fueron hacia allá.
…
Nota:
- Bienvenido a una historia corta #Always Faberry
- Esta historia tendrá 4 capítulos.
