Disclaimer: Los personajes de este drabble le pertenecen a la Mangaka Rumiko Takahashi, en cambio la trama salió exclusivamente de mi mente loca e inspirativa. No se aceptan copias/plagio del mismo.

Summary: [OU] Su miraba abatida era el resultado del azote de recuerdos que se reproducían sin cesar al visitar el pozo cada tres días. La melancolía volvía y la única solución que hallaba era aferrarse a la promesa de volver a reencontrarse con su amada.


Melancolía

Por: Aida Koizumi


Sus pies se desplazaban sin que su voluntad se lo pidiera, guiándolo por aquel camino cotidiano. Las estructuras de los árboles y el paisaje verde ya se los sabía de memoria, recordándole que estaba sumido en una ilusión que su corazón anhelaba.

Al llegar al destino, la cruda realidad le pegó de golpe en su pecho. De pronto la opresión característica se instaló en su corazón y sus ojos se oscurecieron ante la melancolía que lo envolvía.

El desgaste de la madera ya era notorio en la estructura que parecía tambalearse con el pasar de los años. Algunas plantas se enredaban en las pequeñas ranuras, dándole un tono más vivaz al añejo lugar.

Él se sentó sobre el césped, en su típica posición, y observó abatido la oscuridad dentro pozo. Allí las horas pasaban y las estaciones cambiaban, como su semblante que de a poco se apagaba

Su mente solía viajar entre recuerdos y sus sentidos se intensificaban al querer percatarse de cualquier cambio en el ambiente. Necesitaba alguna señal que le de esperanza para seguir luchando contra el tiempo; su mayor enemigo.

Creía haber vivido momentos y experiencias terribles —que lo perturbaron de por vida, resguardando su corazón en una coraza similar al acero— pero la distancia y su ausencia terminó sentenciado su estado anímico deprimente. Muchos ya no lo reconocían; sus orbes del color del alba se oscurecieron, filtrando la opacidad y la melancolía en ellos. Sus sonrisas eran escasas, similares a las muecas del pasado. Las solía reservar cuando los recuerdos azotaban su mente sin piedad, recordándole que ahora debía vivir de ellos para que su corazón no frenara sus latidos.

Ni siquiera los brillantes luceros plasmados en el oscuro firmamento lograban darle una señal. Él sólo era testigo de ellos, mientras susurraba en silencio todas aquellas dudas que deseaba expresarle si tan solo su imagen fuera real y no producto de una ilusión tortuosa.

«¿Qué estarás haciendo en estos momentos?»

InuYasha contaba los días que pasaban sin poder verla, al igual que lo hacía cuando ella se iba a su época a combatir contra aquellos demonios llamados exámenes. Sin pensarlo esos días se convirtieron en años, tres para ser exactos, pero él nunca perdió las esperanzas. Siguió firme ante la decisión que su corazón le susurraba porque del otro lado del pozo se encontraba el regocijo que lo mantenía vivo.

Debía ser fuerte porque él decidió esperarla, aunque los años pasaran. Porque juraba que Kagome se encontraba de igual manera: anhelando el día en que sus miradas se reencontrasen y sintiendo sus acelerados latidos al unísono.

El tiempo los separó y solo él los volverá a unir.

Tan pronto lo descubrió, se aferró a aquel pensamiento con determinación y solidez: sus fuertes corazones lograrían soportar la ausencia del otro y no vivir por siempre en una ahogante melancolía.

Y con aquella promesa —rozando el quiebre de sus emociones que solía esconder bajo la mentira de su sereno rostro—, susurró hacia la sombría profundidad, atrincherando aquellas palabras como si fueran el mejor calmante para su agónico estado:

—Solo espera un poco más, Kagome…

Fin


Notas de autor; Originalmente, este relato no estaba pensado. Recuerdo que vi un fanart en Twitter y quise describir levemente lo que vivió InuYasha durante la ausencia de Kagome. Como a varios les gustó, decidí extender el relato y escribir un drabble, el cual lo publiqué en mi pagina de Facebook. Finalmente, lo pulí un poco más para poder compartirles la versión final por acá.

A pesar de ser un relato corto, me gustó como quedó. Incluso les mencioné que planeo retomar la idea y profundizarla para el prologo de un futuro fanfic.

Les quiero comentar que, gracias a mis seguidores y amigas de Twitter, me nominaron a "Mejor persona de los fanfics del fandom" y gané dicha categoría. Creo que no tengo palabras suficientes para agradecerles todo el apoyo que me dieron. Tiene mucho valor sentimental para mí ya que a veces me cuesta creer todas las palabras hermosas que me dicen, ya sea por acá, en mi pagina de Facebook o fanpage como en Twitter e Instagram. Por eso, este relato está dedicado a ellos, en especial a mis reinas de Twitter. Sin ellas, mi 2021 no seria lo mismo. Las amo.

Espero que les haya gustado este relato, pueden dejármelo saber en los comentarios.

Se me cuidan mucho, bellezas.

Con amor, Aida K.