Luego de que Kishibe le hubiese entregado la nueva Makima, que ahora se llamaba Nayuta y se fuera sin más, se resignó. Como si dejarle a cargo una niña a un adolescente que sigue aprendiendo a vivir, fuese una magnífica idea.

Aunque lo más probable es que el viejo se la hubiese dejado por su repudio a Makima. Es lo que termina pensando Denji, echándose en la banca en la que yace sentado teniendo en mano las correas de todos los perros de Makima y el gato de Power, mientras Nayuta acaricia en silencio a los perros.

Y mientras están ahí sumidos en la calma de ese momento, Denji dirige la mirada al cielo con resignación por la nueva tarea asignada.

Sumiéndose pronto, en un riachuelo de pensamientos y recuerdos.

El estar en estos instantes en la tranquilidad del parque, cuidando de los perros y el gato de Powy con Nayuta, su nueva compañera, era casi parecido a un sueño-pesadilla tirando a fantasías. Pues sí hacía un recuento de su vida de porquería, sus primeros sueños-deseos fueron comer tostadas con mermelada para luego pasar a desear un par de pechos, para querer salir y tener sexo con muchas chicas.

Y es que, de pasar a tener sólo a Pochita como su mejor amigo. Pasó a conocer a más personas, unas relevantes y otras no tanto.

Siendo las relaciones más destacadas, Aki y Power. A quienes consideró amigos, y a quienes quiso más de lo que creyó.

No quería ponerse triste o jodidamente sentimental, pero de verdad los extrañaba. Mucho.

Los regaños, las comidas y silencios melancólicos de Aki.

Y las ocurrencias, mentiras cambiantes y los cariños raros de Power. Dejándole nada más que a Nyako y una promesa de reencuentro.

(Qué lástima que sólo podría volver a ver a Powy, y no al amargado de Aki).

Suspiró, echando la cabeza para atrás mientras cerraba los ojos un rato. Porque debía estar al pendiente de Nayuta.

Aunque pensándolo bien, ¿Debería comprarle una correa también a Nayuta para salir?

Alzó ligeramente la cabeza, dándole un pequeño vistazo. Nayuta seguía con los perros.

... Tal vez, sí la compraría. Sólo por si acaso.

Volvió a su posición original, mirando otra vez el cielo.

Se sentía un poco solo, sí. Pero estaría bien.

Es decir, tenía una jauría de perros, a Nyako y ahora, a Nayuta. Y siempre, tendría a Pochita con él.

Era el Chainsaw Man, tenía un deber que cumplir así como también, una promesa que cumplir.

Y también, tenía una nueva vida por delante.

Denji, estaría bien.

(... O eso esperaba).


Nota: No sé por qué pero, me dio por escribir un poco del final de la primera parte. Aunque no sé qué tan bien haya escrito esto, meh.