Hola, mis amigos. Soy de nueva cuenta Yuzu-chan

Otra historia Kyosaya más a mi cuenta y esta vez esta será luego de la ardua batalla que tuvo Kyoko contra Octavia con el fatal desenlace para ambas pero un bonito comienzo entre ellas.

Muy bien chicos, que este par de idiotas se empiecen a amar o de lo contrario no les doy otra no más porque…

Como sea, que lo disfruten

Yuzu y fuera

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Estaba oscuro y frío. Apenas podía escuchar ningún sonido excepto el latido final de su corazón, haciendo eco en las paredes distantes y finalmente cayendo en el silencio cuando dejó de existir.

¿Qué estaba haciendo ella aquí? No podía recordar por qué estaba envuelta por la oscuridad. Solo tomó unos momentos antes de que sus recuerdos comenzaran a fluir hacia ella. Sobre su padre. Sobre su vida. Su caza de brujas. Cómo terminó todo. Y lo más importante, ella.

Ese pequeña idiota de cabeza azul que había sido tan estúpida al cambiar su vida por ese niño bonito, pensando que él la amaría a cambio. La pelirroja supo que no era cierto desde el principio cuando se enteró por primera vez del deseo de los demás, porque ella también había tratado de ayudar a alguien cercano a ella, y solo le salió por la culata, dejándola sola y distorsionada. No podía permitir que eso le sucediera a esta chica.

Esta chica… de cabello azul… Como el cielo y como el mar…

Esa chica… quién brillaba tan intensamente en sus ojos. A diferencia de cualquiera que hubiera visto, Sayaka Miki era diferente. De cualquier otra chica humana o mágica, en cualquier sentido, Sayaka era preciosa para ella.

No importaba lo estúpida y tonta que hubiera sido para proteger al chico que amaba, Kyoko habría hecho cualquier cosa para mantenerla a salvo. Pero en cambio ella había fallado. Y ahora ambas estaban muertas y solas. Una vez más, estaba sola, apartada de todo lo que amaba y apreciaba con todo lo que tenía.

Fue entonces cuando escuchó un suave llanto proveniente de una pequeña distancia. Inmediatamente giró la cabeza en la dirección de los gritos y se dirigió hacia ellos. Desde una esquina de color negro, vio un mechón de cabello azul claro y corrió a la vuelta de la esquina para encontrarla.

Allí estaba sentada esa chica de brillantes cabellos, agachada en un rincón, con la cabeza en las rodillas y las lágrimas fluían suavemente por sus piernas. La pelirroja se acercó a la chica y se agachó frente a ella, mirándola suavemente con sus ardientes ojos rojos. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro mientras envolvía sus brazos suavemente alrededor de la pequeña figura de la niña.

Un pequeño jadeo salió de la boca de la peliazul y lentamente miró hacia arriba para ver a la lancera envuelta alrededor de ella, abrazándola. La espadachina trató de hablar, pero no salió nada,

-Yo-yo…

Kyoko sonrió más, acercando a Sayaka

-Está bien ahora, estoy aquí Sayaka…

La aludida envolvió sus brazos alrededor de la pelirroja, acercándola

-¡K-Kyoko!- Ella gritó, las lágrimas corrían por su rostro.

La mencionada puso su rostro en el otro, secándose las lágrimas suavemente con el pulgar,

-Oye, está bien. Vas a estar bien- Su rostro emitió su pequeña sonrisa habitual antes de decir- Ahora podemos estar juntas, ¿De acuerdo?

Sayaka asintió y se aferró más a Kyoko mientras ayudaba a la chica de cabello azul a levantarse y tomaba su mano entre las suyas, volviéndose hacia ella.

-Vamos a ser felices ahora, no más brujas, no más tristeza, no más nada, solo tú y yo

La espadachina abrió la boca para hablar

-Depende…- Olió antes de volverse hacia la lancera y juntar sus narices.

La pelirroja sonrió, un pequeño rubor aparente en sus mejillas

-¿Oh, sí? ¿Oh qué?

-Depende si no comes toda mi comida, eso es lo que te pido- Sayaka emitió su propia sonrisa.

La pelirroja negó con la cabeza y puso los ojos en blanco

Lo que sea, nena- Ella sonrió y presionó sus labios contra los de la otra gentilmente, el beso solo duró unos segundos antes de que se alejara

-Te amo Sayaka

La aludida sonrió y apretó la mano de la otra "

-Te amo también Kyoko