Descargo de responsabilidad: Los personajes pertenecen a Marvel y DC cómics. No tengo ánimo de lucro.


Spiderman estaba a las puertas del hospital. Había hecho esto muchísimas veces, nunca era una buena señal que un niño pidiera verle mediante la fundación Make a Wish, pero era aún más inusual que Sandman, el mismo padre de la niña ingresada, fuera el que le había buscado, causando estragos y alborotos, ya que era la única forma de localizarle, porque lo único que quería su hija, antes de morir, era conocerle. No era ninguna broma, aunque así lo había creído durante la primera hora, pero al ver la desesperación del hombre, el miedo en sus ojos, empezó a preguntarse si aquello era real. Ahora lamentaba el tiempo perdido, cuánto había visto al villano, Sandman y no al padre asustado que realmente era y que no dejaba de tomar malas decisiones porque no veía otra manera de curar a su hija. Tan centrado estaba en sus propios problemas, que Peter se había olvidado de que los villanos también eran personas y como tales, tenían familias. Podía simpatizar con Flint en estos momentos. Su tía May estaba envejeciendo y con ellos, sus problemas económicos crecían, a pesar de su carencia de dinero y sus intentos por mantener la economía familiar estable.

La mayor pesadilla de Peter Parker, su peor miedo, era precisamente el que estaba atravesando Flint Marko en estos momentos: la pérdida de un ser querido y no poder hacer nada para ayudarle a salvarle.

Respiró hondo para calmarse. Varias veces. Después, con pulso firme, lanzó su telaraña para colarse por la ventana de la niña. Le gustaba crear una buena impresión.

Esto ya lo había discutido con Batman en varias ocasiones. Porque ambos tenían villanos moralmente ambiguos con problemas con los que podían simpatizar. Batman tenía a Mr. Freeze y él a Sandman. Y como héroes, ambos tenían amigos multimillonarios. Batman a Bruce Wayne y él a Harry Osborn. ¿El motivo por el que no les pedían ayuda? Hasta ahora, Peter creía que era porque no quería meter a Harry en todos los líos de Spiderman, ni tener que depender de su dinero, por eso ni siquiera le contaba sus propios problemas económicos, ni los problemas de salud de su tía. Hasta ahora, Peter había creído que esa era la razón por la que había rechazado trabajar para Oscorp o Stark industries. Ahora Peter ya no estaba tan seguro. Por primera vez, estaba reconociendo lo estúpido que había sido al rechazar esos empleos que le podían haber solucionado un montón de problemas, sobre todo a su tía. ¿Qué importancia habría tenido trabajar para su mayor enemigo? Si él no había sabido quién era Spiderman en aquel entonces.

A veces, Spiderman se dejaba influenciar por sus mentores, como Tony Stark o Batman, quienes preferían distanciarse de sus villanos, aunque su causa fuera digna de luchar por ella. Intentando imitarles, o quizá, su deseo de ser un buen héroe, uno querido y respetado, Spiderman se olvidó de ser un héroe para todos aquellos que le necesitaban, independientemente de las malas decisiones que tomaran y se concentró en ser el héroe que todos querían que fuera, olvidándose de una minoría que jamás podría acceder a la heroicidad y no porque no pudieran hacer un buen acto, sino porque su fama y renombre ya estaban manchados y eran irredimibles para la sociedad y para el resto de los héroes; sus villanos.

A veces, Peter Parker podía ser demasiado irresponsable en sus decisiones. ¡Qué diría su tío Ben si le viese!

- ¡Estás aquí!-la voz entusiasmada de una niña le sacó de su ensimismamiento.-Soy Penny Baker. ¡Y soy tu fan!

- Encantado de conocerte, Penny.-dijo Spiderman.

Observó a su alrededor. Sandman estaba sentado en el sillón del rincón, al lado de la televisión. Le miraba y Peter se asustó de su mirada, porque vio esperanza en ella, como si Spiderman tuviera la cura para la enfermedad de Penny. Eso hizo que se sintiera aún peor, porque se había presentado con las manos vacías, ni siquiera la había traído un peluche. No había nada, excepto su presencia.

- ¡Viniste!-dijo Marko estupefacto.-Nunca pensé que vendrías.

Hubo un silencio entre ellos, sólo roto por la película de la televisión. Las palabras de Sandman eran ciertas. Peter no tenía la intención de venir, había sido simple curiosidad, comprobar si su villano le estaba mintiendo o no. Pero no podía reconocerlo, esa era su carga para llevar, ya había causado demasiado daño. Porque si en todos los encuentros que había tenido con Sandman le hubiera dejado llevarse algo de dinero, por mínimo que fuera, hubiera pedido ayuda económica o mágica a los héroes, o no hubiera rechazado sus oportunidades laborales por orgullo, quizá Penny Baker se podía haber salvado.

"No puedes salvar a todos" le había dicho Batman. "Siempre habrá alguna baja". "Resolver los problemas de los demás no es la solución". "Siempre habrá alguna excusa para la villanía".

¿Por qué habría decidido escucharle? Por su culpa, Penny moriría en una semana. Cuando eso pasara, Spiderman iría a Gotham y se aseguraría de hacer entrar en razón a Batman, aunque tuviera que pelear contra él. Y si no lo conseguía, iría a por Bruce Wayne y pediría ayuda para Mr. Freeze. Pero no moriría otro inocente por su omisión.

- Os dejaré solos.-dijo Marko. Le dio un beso en la frente a su hija y salió de la habitación.

Penny le miraba expectante y por primera vez, Peter no sabía qué hacer. La música de Frozen resonaba en la habitación y se le ocurrió una idea. Había traído un compuesto que hacía sus telarañas duraderas. Le hizo un muñeco de Sandman a Penny, uno que no se desintegraría. Era un muñeco blanco, algo pegajoso, pero no pareció importarle. La niña estaba feliz y eso era lo que contaba. Chilló, emocionada y Peter se asustó de que vinieran los médicos o enfermeras por el alboroto. Nadie entró, ni siquiera Sandman. Realmente debía confiar mucho en Spiderman, aunque Penny estuviera chillando.

- Gracias por venir ¿sabes?-dijo Penny una vez que se calmó. Agarraba ese peluche como si realmente pudiera desaparecer si lo soltaba un instante.-Sé que papá hace cosas malas, que lucha contra ti.

- Es un buen hombre.-dijo Spiderman.-Aunque haya tomado malas decisiones. Todos cometemos errores, incluso yo.

- Quería verte para pedirte un favor.-dijo Penny mirándole fijamente, intentando ser seria, pero en realidad se vislumbraba inocencia.-Quiero que cuides de él cuando yo muera.

- ¿Cómo?-Eso, Peter no se lo esperaba. Había madurez en sus palabras y decisiones, una niña tan pequeña no debería ser tan madura ni responsable. Pero la enfermedad te obliga a madurar, aunque uno no quiera.

- Mamá le culpa. Se fue hace un año. Nos dejó a papá y a mí.-dijo Penny.-No aceptaba el hecho de que no me curaría, que no hubiera suficiente dinero para el tratamiento. Papá no tiene a nadie más, sólo a mí. Se pondrá muy triste cuando me haya ido. Quiero que tenga un amigo, uno que esté ahí para él. ¡Y tú eres amigo de todos!

Debajo de su máscara, Peter lloraba. Sabía todo eso, porque estaba actualizado de la vida de sus villanos, pero nunca antes se había entrometido. Nunca le había dado importancia. En el fondo, no se había preocupado por ellos, sólo por la prensa y por él mismo.

- Lo prometo, pequeña.-dijo Spiderman. Se quitó la máscara, como signo de confianza. Quería que Penny viera a quién estaba confiando la seguridad de su padre.-Me llamo Peter Parker.

- ¿El fotógrafo del Bugle?-Penny se rio, fuerte y con ganas.

Peter la escuchaba alegremente, sabiendo que había tenido pocas oportunidades para reír en su vida. Estaba feliz de haber hecho feliz a la niña. ¡Y oye! Penny entendía la broma, que era una de las razones por la que se había desenmascarado. Los medicamentos la hacían dormir, Peter lo sabía, por eso, salió silenciosamente cuando Penny sucumbió al sueño, después de haber estado luchando durante veinte minutos por mantenerse despierta. Volvió a enmascararse y salió silenciosamente de la habitación. Encontró a Flint Marko afuera, con la cabeza apoyada contra la pared, al lado de la puerta. Estaba llorando.

- Hacía tiempo que no la escuchaba reír.-dijo Marko mirándole.-Los medicamentos la cansan mucho y cuando no, tiene dolores. Son escasos los buenos momentos. ¡Gracias!

- En realidad, no hice nada.-dijo Spiderman.

- Hiciste mucho más de lo que crees.-dijo Marko.-Estoy agradecido y no puedo pagarte. Ni siquiera deberías estar aquí. Soy tu enemigo.

- Durante mucho tiempo he dejado que lo fueras y no te he visto como una persona.-respondió Spiderman.-Lo siento.

Marko apoyó una mano sobre su hombro. Ninguno de los dos se alejó de allí hasta el amanecer. Habiendo reflexionado toda la noche, Peter Parker mandó un mensaje a Lex Luthor. "Necesito hablar contigo" había escrito a las cuatro de la mañana. "Es urgente".

¿Por qué Luthor? Quizá fuera porque había pasado por una experiencia similar a la de Penny y podría tener la cura o conocer a alguien que la tuviera. Pero había sido una decisión tomada desde la racionalización y con su intuición y sentido arácnido. Quizás, sólo quizás, Penny Baker tenía alguna esperanza. Mientras tanto, no le diría nada a Sandman, no quería darle falsas esperanzas en caso de que realmente no hubiera ninguna.