Preparen sus plumas y teclados Semana IchiRuki 2021
La Semana IchiRuki 2021 de Seireitei Discord Server será del 16 al 22 de mayo. #irweek2021
Día 7: Shiba Ichigo.
Sinopsis: Rukia lee los perfiles de sus potenciales pretendientes tratando de no escoger ninguno, hasta que su hermano le impone el de un tal Shiba Ichigo, aunque el perfil viene sin fotografía, cuyo nombre le recuerda a un par de amores de juventud.
— ¿Qué te parecen, Rukia?— Preguntó Byakuya a su hermana menor, que seguía revisando las muchas carpetas negras que llevó consigo al restaurante.
— No lo sé, Nii-sama, son demasiados— Dijo sin saber qué hacer, esto era demasiado repentino para ella.
— Rukia, no tienes que casarte con ninguno, sólo ir a una cita con uno o dos de ellos.
— P-pero...
— Fue idea de Ojii-sama, o corremos el riesgo de que alguno de los ancianos insista en comprometerte con alguien a la fuerza.
Rukia comenzó a ojear las carpetas otra vez. Algunas no venían con fotografías o los nombres eran pseudónimos, un requisito de la agencia para disminuir las predisposiciones y discriminaciones hacia algún usuario. Ella ni siquiera sabía que la habían metido al registro de Omiai hasta que después de que terminó de cenar.
— Mmm...— Ella no estaba de acuerdo en eso, pero su abuelo consideraba los omiai como una buena forma de distraer a los ancianos, no podrían comprometerla si ella no estaba disponible. No por nada él seguía siendo el consejero principal de su hermano, el actual líder del clan familiar— De acuerdo, aunque sigo pensando que soy muy joven para un omiai.
— Lo eres— Concordó con ella—, preferiría que primero terminaras tus estudios de doctorado.
Rukia sólo tenía veintinueve años y estaba a mitad de su tesis sobre Defensa de las infancias y adolescencias en situación de orfandad y asilo político, no tenía tiempo de pensar en novios estorbosos, bastante trabajo tenía en la asociación civil en la que colaboraba.
— Este no— Hizo una carpeta a un lado— , este tampoco— Hizo otra a un lado—, ni este... o este...— Así siguió un buen rato revisando y descartando carpetas y perfiles por una media hora.
— Rukia, descartaste todas las carpetas de candidatos— Dijo Byakuya.
— ¿Qué quieres que haga, Nii-sama?
Byakuya soltó un largo suspiro, sabía que no sería fácil hacer que Rukia aceptara un omiai. Seguía enganchada con su novio del bachillerato. Las citas que había tomado durante sus primeros años de universidad nunca llegaron a nada. Aun recordaba los nombres de varios de los chicos que llegaron a recogerla a la mansión: Renji, que se había vuelto su asistente y quedó sólo como amigo de Rukia; un tal Hisagi, que a pesar de su mala pinta no era un mal tipo, pero su interés de ser oficial de policía se comía todo el tiempo de la relación; Ashido, que se fue de intercambio a Alemania y se casó con una chica que conoció a la semana de haber llegado; el tal Grimmjow, con el que llegó más lejos, incluso vivieron juntos unos meses, hasta que él la engañó y embarazó a una tal Nell. Ok... Rukia no se equivoca en no querer a ningún hombre en su vida.
— Bien, Rukia, hagamos un trato— Aunque aún así tenía que hacerla ir al omiai.
— ¿Qué clase de trato, Nii-sama?— Preguntó precavidamente.
— Asiste a un omiai, uno solo, y yo me encargaré de deshacerme de los ancianos.
— ¿Estás seguro, Nii-sama?— Dijo ella, sintiendose victoriosa— Acepto, pero ya no queda ningún candidato posible.
— Oh, sí que queda uno— Sacó de su portafolio una carpeta y la puso sobre la mesa—. Tenía la sospecha de que serías muy quisquillosa así que reserve uno que no podrás rechazar. Es el perfil más completo de todos y el único que, a mi parecer, cumple con todos los requisitos podríamos pedir tú o yo.
Rukia hizo el ademán de tomarlo, pero Byakuya le arrebató la carpeta.
— ¡Nii-sama!— Reclamó la joven.
— No podrás rechazarlo porque no vas a verlo.
— ¿Entonces cómo quieres que vaya con él? ¿Quieres que vaya a una cita a ciegas? ¿Con un desconocido?
— Con un desconocido no, tendrás una cita con Shiba Ichigo.
— ¿Shiba Ichigo?
Shiba Ichigo.
Shiba.
Ichigo.
Rukia no dejaba de rumiar ese nombre.
Nii-sama le dijo que el apellido era un pseudonimo. Uno que no le gustaba, le recordaba a Shiba Kaien, un maestro con el que salió una vez en una cita que ella creyó romántica. Atento, educado... casado... separado, según él, pero no dejaba de hablar de su esposa ni tardó en regresar con su esposa cuando ella le dijo que estaba embarazada... ugh, mejor no recordar ese casi error... Aunque, al menos, le pidió perdón y le dijo que era un imbécil que había estado pasando un bache muy profundo con su esposa cuando perdieron a su primer hijo...
No recuerdes eso— Se dijo a sí misma, porque Miyako Shiba era una de las mujeres más lindas que le tocó conocer, porque Kaien le presentó a su mujer... ¡Dios, hasta en eso era un caballero!
Y al trío que la invitaron fue interesante... ¿a quién engañaba? Fue explosivo, el segundo mejor sexo de su vida.
Lo bueno es que Byakuya nunca se enteró de eso porque los habría destruido, aunque para ese punto ya no era su profesor. Se los topó hace unos seis meses, ya iban por su tercer hijo y todos eran hermosos.
Y luego estaba el nombre de Ichigo...
Oh, Ichigo— Su primer novio, su primer amor, con quien tuvo sus primeras relaciones sexuales... y los mejores orgasmos de su vida... ningún otro hombre después de él la hizo sentir que el mundo temblaba sólo con un beso.
Y cuando usaba sus dedos— Rukia casi gimió al recordar las travesuras que hacpian en el techo de la escuela cuando nadie los veía—. Si tan sólo no se hubiera tenido que mudar... Deja de pensar en eso, mujer, vas a tener una cita con otro Ichigo. Bueno, sólo es una cita— Se dijo a sí misma— Después de eso podré enfocarme en mi tesis... que tiene tres meses sin avanzar...
Rukia estaba en el parque infantil Kobato, en la zona de juegos infantiles, ya que quedaba como un punto intermedio entre su trabajo, el Shiba Ichigo (el trabajo que fuere) y el restaurante al que irían.
Ya era algo tarde y ya no había niños en el parque, aunque sí había parejas sentadas en las bancas porque era un buen punto para platicar sin muchos distractores una vez que los niños se iban a casa.
— Ya es tarde— Notó Rukia después de ver su reloj, ya casi eran las 8—, Shiba Ichigo debería de estar esperándome... o tal vez se fue...— Ella llegó tarde—... aunque estoy segura de que le avisé de que teníamos que cambiar la hora de la cita y reagendara la reservación...
Tenía que presentarse una emergencia con uno de los niños con los que trabajaba...
— Nii-sama me va a matar— Gimió Rukia en desesperación mientras se sujetaba la cabeza...
— ¿Kuchiki, eres tú?— Preguntó una voz que tenía más de una década sin escuchar.
— ¿Eh?— Ella giró y se topó con el Ichigo que no pensó que volvería a ver.
— ¿Ku-kurosaki?— Frente a ella estaba él, Kurosaki Ichigo, su novio desde la secundaria hasta el bachillerato, y con el que terminó por causas ajenas a ellos.
— ¡Eres tú, Rukia!— La llamó por su nombre y la abrazó por todos los años que pasó sin verla.
— Ichigo— Estaba sorprendida, ella lo hacía en Inglaterra o Canadá, o a dónde hubiera tenido que ir para atender la enfermedad de su madre.
— Me alegro tanto de que seas tú— Dijo sin romper el abrazo.
— ¿Q-qué haces en Japón?— Ella también apretó el abrazo.
— Regresé... hace como un año...
Pasaron unos minutos, así, en silencio, quietos y sin soltarse el uno al otro, recordando los viejos tiempos antes de que la madre de Ichigo presentara problemas de salud.
— ¿Qué haces aquí a esta hora?— Preguntó Rukia después de romper el abrazo.
— Tenía que verme con alguien aquí, pero me retrasé por culpa de una cirugía que tuve que hacer de emergencia, ¿y tú qué haces aquí?
— Yo también tenía que verme con alguien aquí, pero yo creo que ya se fue.
— Que mala suerte... ¿era tu esposo?
— No, nada de eso— Se puso roja y su voz se volvió un hilillo—, ni siquiera tengo novio...— Rápidamente recuperó la compostura—. Seguramente tu esposa debe de estar por llegar.
— ¿Eh? ¡No! ¡No estoy casado!— Dijo, casi gritando— ¡Y tampoco tengo novia!
— ¡Oh!
Guardaron silencio los dos porque en el fondo eso le producía mucha alegría.
— ¿Era una cita importante?— Preguntó Rukia.
— No creo, Oyaji, me avisó tarde y creo que olvide cambiar las reservaciones del restaurante— Ichigo se rascó la cabeza, dándole poca importancia a la situación.
— Yo tampoco avisé al restaurante y creo que no recibió mi mensaje...
— Perdimos nuestras respectivas citas.
— Eso parece— Concordó Rukia— Bueno, será mejor que me vaya a casa...— Aunque no se movió de su lugar ni un milímetro, especialmente cuando el estómago de ella comenzó a rugir vigorosamente.
— Vaya, vaya, enana, sigues sin alimentarte a tus horas, por eso es que no creciste nada desde la escuela, ja, ja, ja...— La molestó de la manera en que solían hacerlo cuando eran novios.
— ¡No te burles, idiota!— Se dio la vuelta para irse, pero no avanzó lejos porque la burla de Ichigo se detuvo cuando a él también le rugió el estómago— Conque tú tampoco comes a tus horas, ¿eh?
— Tuve una cirugía de cinco horas— Se excusó, pero tenía tiempo que no se alimentaba como debía—. Cerca hay un puesto de ramen, ¿te gustaría cenar conmigo?
— Claro, ya que perdí mi cita— Dijo mientras le tomaba del brazo.
Después de cenar y unas cuantas copas de más, no recuerdan bien cómo, terminaron en el departamento de Ichigo, recordando viejos tiempos y redescubriendo el cuerpo del otro.
Tardarían meses en darse cuenta de Shiba Ichigo era el pseudónimo que Ichigo escogió en la agencia matrimonial
Notas:
Sí Rukia tuvo todos esos novios, con todos se acostó y sí pensaba hasta casarse con Grimmjow, pero él la tuvo que cagar. Con Kaien salió cuando estaba haciendo la maestría, no lo crean depredador, el sexo ya dfue después, y fue idea de Miyako.
Ichigo también tuvo muchas novias, él tiene treinta y dos.
Kobato's Children playground: La ubicación existe, la escogí porque queda cerca de una primaria y una escuela de enfermería, cerca de ahí se encuentra la asociación en la que Rukia trabaja (esa sí es ficticia); el Hatsidau Rehabilitation Hospital, donde trabaja Ichigo; y, relativamente, cerca de Kozue, el restaurante donde habrían tenido su cita.
Kozue: de acuerdo a internet, es un restaurante de lujo de comida japonesa tradicional encima del Park Hyatt Hotel y tiene una vista muy bonita de la ciudad... según las fotos de internet.
