Disclaimer: Los Teen Titans no me pertenesen.
[...]
Mosca.
Era como una mosca, revoloteando entre la basura haciendo nada más que molestar. Exacto, eso era Red X. Una molesta mosca absurda igual que su existencia. Había llegado a la conclusión de que Red X era más que fastidioso, incluso más que una piedra escondida en el zapato.—Juro que lo voy a ahorcar.—Murmure, tratando de liberarme de esa equis pegajosa. ¿Porque Robin había creado algo como esto? Refunfuñe aún más molesta.
—Hazlo con tu piernas, linda.—Dijo, colgado boca arriba como una araña.
Podía ver su sonrisa maliciosa oculta detrás de su macara. Quise gritar de la ira.
—¡Suéltame!—Comencé, pataleando de un lado a otro.
Sabia que era casi como un chiste lo que estaba haciendo. Se supone que tenía fuerza sobrehumana, podía levantar un maldito edificio, pero no podía desatarme de una cinta pegajosa. Me veía patética.
Tome una respiración, concentrándome en calmarme, después de todo, mis poderes venían de mis emociones.
—Suéltame.—Volví a reclamar, dejando de forcejear, permitiendo que el enmascarado se acercara más.
—¿Porqué?—Preguntó, con ese tono de voz petulante que era casi imposible de pasar por desapercibido.
—Porque...—Fruncí el ceño.—porque tengo que volver con mi equipo.—Demande, y lo vi directamente a los ojos.—Suéltame, tengo un deber que cumplir.
—¿A si?—Se alejo de mi, balanceándose y callando de pie.—Y si te suelto ¿qué obtengo a cambio?
Arrugue el entrecejo y levante el mentón, haciendo que mi cabeza chocara contra la pared.
—Mejor déjame aquí.
Escuche su risa distorsionada y un par de zapatos caminando.
Apreté los puños, preparada para cuando el se acercara y darle un buen puñetazo en la mandíbula.
—¿En serio quieres quédate sola, atada y en un callejón en medio de la noche?—Estaban frente a mi, extendido sus brazos dramatizando la situación.
—Puedo con el frío.—Comenté, desviando la mirada.
Quizás si aumentaba mi calor corporal esta cosa se derretirá.
—Pero no con los borrachos.—El puso una mano en su cadera, y con la otra negó varias veces.—Mira, te propongo que a cambio de dejarte libre e ir con tu noviecito, tu...mmm—Su mano se movió hasta su mentón, pensativo.—Hagas algo, por mi, obviamente.
Noviecito Quise quejarme, pero no lo hice.
—No pienso darte información sobre nada.—Avise de ante mano. Si quería escapar, sería mejor entretenerlo.—No sería mejor, algo como...¿tener una cita?
Note como sus hombros se enderezaban de golpe y dejo ambos brazos colgando al lado de sus caderas, sorprendido.
—¿Hablas en serio?¿Saldrías con un villano como yo?—Volvió a dramatizar, poniendo una mano en su pecho.
—No eres un villano.—Susurre.
Podía ser una mosca, pero no era malo, al menos no tanto como el resto del equipo creía y era en lo único con lo que estaba en desacuerdo. Red X no era un villano.
—Entonces ¿que soy?
Lo miré, analizando su máscara de calavera y su capa negra y desgastada danzando a sus espaldas.
—Eres un chico con ciertas habilidades que robo un traje y hace monerías.
El volvió a reír, esta vez pude sentir un escalofrío en mi espina dorsal. El dio unos cuando pasos y quedó frente a mi, a la estatura de mi cabeza, era sorprendente comoa pesar de estar unos cuantos centímetros del suelo (teniendo en cuenta mi altura) el era más alto que yo. Creo que me había acostumbrado a pensar que todos los chicos de la tierra medían lo mismo que Robin.
—¿Entonces hago monerías, eh?—Levanto su mano y paso uno de sus dedos por mi mejilla, delineando el relieve de mis pómulos.
Sentí mis piernas temblar del nerviosismo ¿qué estaba haciendo?¿y porque yo aún no atacaba?
—¿Eso significa que soy un mono?—Una risa amenazó con salir, apreté la mandíbula negando cualquier demostración de gracia.
—Aléjate.—Hable, o eso intente, ya que salió más bien un susurro casi inaudible.
El pegamento rojo comenzaba a derretirse y a deslizarse por mi ropa, llegado al suelo dejando pequeñas gotas rojas.
Red X miro hacia abajo y esa fue mi oportunidad de oro para golpearlo, quizás dejarlo inconsciente y entregarlo a las autoridades. Pero no lo hice.
—Niña astuta.—Con su dedo levanto la gota y la examino.—Nunca dejas de sorprenderme.
Y volteo a verme y otra vez sus hombros se enderezaron abruptamente.
—¿Sigues aquí?
—¿Eh?—Pestañe un par de veces, y levante mis brazos, la cinta se deshizo con facilidad, echando humo y un olor horrible, quemando mis fosas nasales.—¿Que es esto?—Enseguida lleve una mano a mi nariz.
—Si te soy sincero, yo tampoco lo sé.—El me dio una mano, y yo la tomé, finalmente liberándome de la pared.
Nos quedamos en silencio.
De pronto, me di cuenta de la situación.
—Entonces, ¿tenemos una cita este viernes?
Solté su mano de golpe y lo miré enfadada. Mis puños se convirtieron en dos llamas ardientes, advirtiéndole que lo mejor sería correr, porque realmente no quería atraparlo.
—Ya veo, quizás el sábado sea mejor.
—Estoy reconsiderando la idea de dejarte escapar, Red X.—Dije, tomando altura. Ahora yo sobrepasaba su cabeza.
—Perfecto, te veo el sábado, linda.—Y desapareció, teletransportandoce a algún lugar lejos de aquí.
¡Por X'hal!
Me dejé caer al sucio suelo de aquel callejón en que me había atrapado con su estúpida equis.
Los chicos ya estaban por llegar y sería mejor para mi pensar en una excusa rápida del porque Red X había logrado escapar.
"El fue muy rápido y se tele transportó antes de pode hacer nada." o quizás "En realidad el me atropo y luego me libero, pero ahora tengo una cita con el este sábado. Por esa misma razón lo deje escapar", no, sin duda alguna la primera era una opción viable.
Además, ¿porque estaba diciendo, no, pensando en tener esa cita? El no me había liberado como había dicho, yo misma utilice mis poderes para hacerlo, el solo me había dado una mano, literalmente.
Me quejé en voz alta.
—¡Starfire!—La voz de Robin hizo eco en el estrecho callejón.
En menos de lo esperado había llegado a mi lado y tomo mis hombros, mirándome con su ceño fruncido denotando preocupación.
—¿Estas bien?¿te hizo algo?
Sonreí y asentí con la cabeza, levantándome del suelo junto a él.
—Maldito pervertido.—Comentó Cyborg, llegando a nuestro lado.—¿Segura de que estas bien?
—Si, estoy bien, no me hizo nada.—Los tranquilice, pasando una mano por mi cabello.
—Es la primera vez que Red X intenta secuestrar a alguien.—Dijo Robin, tomando su frente.
Secuestrar era una palabra muy fuerte y errónea para decir en este caso.
Quise decir que fue un accidente, que yo me lance hacia Red X cuando intento huir y ambos terminamos tele transportándonos. Pero no pude, me conforme con fruncir el ceño. Si decía algo estaba expuesta a recibir algún tipo de clase sobre moral de Robin y no estaba de humor para escuchar eso.
—Quien sabe si no lo hizo ya con otras personas.—Cyborg se metió a la conversación.
—Chicos, ¿podríamos volver a la torre?—Pregunté, tomando el brazo de Robin para que me escuchara.
—Claro, solo...—Frunció el ceño y finalmente asintió.
Sabia lo que iba a decir. Me iba a preguntar como Red X había escapado o porque lo había dejado ir, en cambio, el simplemente apretó sus labios en una línea recta, y aunque intentara disimularlo sabia que estaba enojado.
—Lo siento.—Dije, el me miro de reojo.—No se escapará para la próxima.
—Hey, no, no, está bien.—El negó rápidamente.—Es solo que me fastidia como hace para no dejar ninguna sola pista. Tu no tienes porque disculparte.
Ladee una sonrisa que el devolvió.
Me sentía como una mentirosa, aunque no hubiera mentido, más bien estaba ocultando cierta parte de la historia, aunque, ¿quién necesitaba saber sobre los constantes coqueteos de el ladrón? Suspire estresada. No había necesidad de sentirme de esa manera. Aunque si debía sentirme estúpida, había dicho lo de una cita solo par ganar tiempo ¿porque me importaba tanto?
Rece a X'hal esa noche para pedir que la mosca no volviera.
Supongo que no me escucho.
—Te odio.—Dije, nuevamente atrapada entre la equis y la pared.
—Sabes que me amas, linda.—El comentó mientras se balanceaba de un lado a otro, lo suficientemente fuerte como para que todos escucharan.
La vergüenza se apoderó de mi mejillas y volví a patalear.
Centre mi fuerza en mis ojos, haría lo que no pude ayer y lo golpearía. No solo porque ahora había intentado robar un banco, también por hacer ese tipo de comentarios tan vergonzosos.
Dispare y lo golpee justo en el pecho lanzándolo lejos, atravesando las grandes pilas de dinero.
Utilice la misma técnica de aumentar mi temperatura corporal para derretir la equis, solo que esta vez lo hice más rápido y logre alcanzarlo justo cuando estaba por levantarse.
—Creo que no nos dio tiempo de organizarlo bien.—El se levanto dando una pirueta.—¿Que te parece el sábado a las siete?
Gruñí y encendí mis manos. El río por lo bajo.
—¡Vamos, Star!—Escuche el grito de aliento de Chico Bestia desde el otro lado, que permanecía atado junto a Raven.
—¿En serio vamos a pelear?
Y no me moleste en contestar en voz alta, los primeros golpes dirigidos a su rostro lo hicieron. El los esquivo con agilidad, incluso más de lo que me gustaría admitirlo. Solo que yo era más fuerte.
Un golpe a puño cerrado se estampó contra su costilla, el se dobló al instante tomando mi muñeca y doblándola en el momento, llevando todo mi cuerpo a estamparse contra el piso. No le di la satisfacción de verme derrotada.
Levante las piernas y las enrolle alrededor de su cuello, impulsándome hacia arriba y derribándolo. El cayo de bruces al suelo, yo pude anticipar la caída.
—Wow, ¿sí te acabas de dar cuenta, verdad?—Sus guantes negros tomaron mis tobillos y los levantó, echándome hacia atrás.
Rápidamente lance una patada que choco contra su mandíbula, sonreír de satisfacción.
—¿Te gusta verme sufrir?
—Te lo mereces por ser un tono.—Ambos nos levantamos, nuevamente listos para atacar.
Pero cuando volví a pestañear el había desaparecido.
—Te quiero hoy, alas doce en el parque central.—Susurro en mi oído. Jadee en respuesta.—Adiós, linda.
Y desaprecio, desvaneciéndose como una nube.
Hoy. Parque central. A las doce.
Mis sentidos desaparecieron tan rápidos como un chasquido. Apenas y era capaz de reconocer que ya estábamos volviendo a la torre, con un Chico Bestia emocionado relatando la pelea y un Robin echando humo por las orejas porque no había podido participar en la misión, ya que Raven lo había tele transportador al otro lado de la ciudad por accidente.
—Como sea.—Robin se cruzo de brazos. Un gesto que me pareció gracioso.—¿Dos días seguidos? Eso es extraño.
No hacia falta aclarar de que estaba hablando. Apreté mis piernas y miré hacia la ventana.
—Si...—Pude sentir la mierda de Cyborg, rápida y disimulada. No para mí.
Apenas el auto había estacionado, me apresure a subir a mi cuarto.
Mire el reloj, eran las cuatro de la tarde, faltaban otras ocho horas para que dieran la doce y me sentía explotar.
¿Porque estaba pensando en eso? No, peor aún ¿estaba yo realmente pensando en ir al parque central?
Modere mi respiración.
Nadie me estaba obligando a ir, no tenía porque ponerme nerviosa porque no iría. Eso era obvio ¿cierto? Yo era un supe heroína y el...el...
Me dejé caer en mi colchón. Se supone que ambos éramos de bandos diferentes, dos mundos completamente diferentes (literalmente) ¿Estaba bien que yo me hiciera amiga de Red X?¿Acaso los superhéroes podían ser amigos de los villanos? Entonces, mi cerebro se prendió.
Red X no era un villano. Me recordé.
Y ahora, gracias a ese recordatorio, me encontraba en el borde de la ventana, a punto de saltar para dirigirme al parque central.
Tenia que ser precavida en estos instantes, no me arriesgaría a pasar por la sala principal y que Robin o quien fuese me encontrase escabulléndome por ahí, para luego preguntar que estaba haciendo, porque sabia de ante mano que yo era un fiasco para mentir.
Respire hondo, alejando todos esos pensamientos, y salte por la ventana, prendiendo un vuelo silencioso hacia la ciudad.
Las dudas me invadieron a mitad de camino ¿estaba haciendo bien en ir? Red X no era un villano, era un ladrón ¿acaso ambas definiciones significaban lo mismo? ¿Y si era una trampa? No sonaba como algo así, y de todas formas ¿porque Red X intentaría hacerme algo? Mordí mi labio inferior dándome cuenta de que era demasiado tarde para dar la vuelta.
Opte por sobrevolar las puertas del parque, intentado hacer el mínimo ruido posible, lo cual era algo bastante estúpido ya que nadie se encontraba en medio de la noche en el parque.
Inspeccione los alrededores dando unos cuantos pasos hacia adelante, alcanzado la zona de juegos.
—No pensé que vendrías.
Solté un chillido que tape rápidamente con mi boca.
—Por X'hal.—Voltee hacia atrás, encontrando su máscara de calavera, sentado en la cima de un tobogán.—¿Que--?
—Hola.—Saludo, bajando del tobogán y caminando hacia mi.—Debería alegrarme de que hayas venido.
—¿Porque me pediste que viniera?—Pregunté, frunciendo el ceño.
—¿Porque tu viniste aquí?—Preguntó, contrarrestando mi pregunta.
Iba a decir algo, pero en el momento no se me ocurrió nada para decirle. Porque no eres un villano, esa no parecía una respuesta válida.
—Tenía curiosidad.—Lleve mis manos detrás de mi espalda. Por lo menos no era mentira.
—¿Y si te secuestro ahora mismo?¿O si te hago algo?¿enserio arriesgarías tu vida solo por curiosidad?
Me enfadé un poco, solo un poco.
—¿En cerio me crees tan débil? No permitiría que me hagas algo como eso antes de que te rostizara por completo.—Y para dar énfasis a mis palabras, levante uno de mis puños a la altura de su pecho.—Además, tu no harías cosas como esa.
—¿Como lo sabes?
Realmente no lo sabia, solo lo dije porque así lo sentía. Me conforme con alzar mis hombros.
—¿Que quieres?
Ahora el alzo los hombros, caminando hacia los columpios.
—La verdad, no pensé que vendrías, asique no tengo nada preparado.—Confesó y se sentó en uno, comenzando a balancearse.
Yo imite sus movimientos y me senté en una de las hamacas al lado de el.
—Me gustan las cosas espontáneas, por lo tanto, creo que esta bien así.—Lo mire de reojo. Su máscara no me permitía leer sus expresiones, o siquiera ver su rostro.
—Puedo soportar antifaces, no mascaras.—Dije, señalando su cara.
—¿Hablas en serio?
Yo me reí por el tono en que lo dijo.
—Si, es raro no poder ver a la otra persona cuando esta en frente tuyo. Bueno, no verle el rostro.—Corregí.
—¿Por eso no usas nada?—El señaló mis ojos.
—Mm...no lo veía necesario, soy la única pelirroja en la ciudad.—Fruncí el ceño y tome un mechón de mi pelo.—Bueno...con este tono.—Volví a corregir, ya que nadie en esta ciudad tenía el pelo rojo, de forma literal.
—Podrían pensar que eres una chica con mucho sentido de la moda.—El se alzó de hombros.—Quizás podrías iniciar una tendencia de teñirse el pelo de rojo.
Alce una ceja ante su comentario.—Nunca he pensado en una identidad secreta.—Confesé.
—¿Porqué?
Nunca me cuestione eso exactamente. Robin siempre llevaba un antifaz, pero dudaba de que en algún momento se la sacara, entonces ¿para que quería una identidad secreta?
—No lo se, no me veo en la necesidad. Eso creo.—No le di mucha más vueltas al asunto.
Patee el suelo tomando carrera así poder darle fuerza al columpio, logrado que me llevara más alto. Reí divertida, sintiendo mi pelo rebotar en mis hombros y el viento de la noche golpear mi rostro.
—Eres como una niña.—Susurro, aunque pude escucharlo perfectamente.
—¿Disculpa?—Cuestione con falsa indignación.
—Dije que pareces una niña.—Repitió, dejando los pies en el suelo.—Puedes volar, la cosa más increíble del mundo, pero te emocionas cuando el columpio está a punto de dar la vuelta completa, lo cual es similar a volar para los niños.
Lo miré sin tener idea de lo que estaba diciendo, pero parecía una explicación lógica.
—Aprecio la diversión de la tierra.—Comenté, y el columpio dio la vuelta completa. No pude evitar pegar un pequeño grito.
Cuando caí al suelo arenoso de rodillas solo pude escuchar la risa de Red X a mis espaldas.
—¡Deja de reírte!
—¡Debiste ver tu cara!—El me señaló y se dobló de la risa.—¡Y como caíste al suelo!—Volvió a reír más fuerte. Y ahí me di cuenta de que su voz no traía ningún tono extraño, era una voz normal.
—¡Para!—Me levante y le di un leve empujón, volviéndome a sentar en el columpio.
Mordí el interior de mi mejilla, riéndome por lo bajo. Tenía que confesar que si había sido gracioso.
El silencio reinó unos segundos después. Uno que se limitaba al ruido de los pequeños insectos que se escondían entre los arbustos y muestra propia respiración, quizás en el leve ruido de los autos pasar. Un silencio extrañamente cómodo.
—Tu voz.—Dije, volteando la cabeza para encontrarlo mirándome.—No tiene ese tono extraño.
—Al fin te das cuenta.—Fruncí el entrecejo, el volvió a soltar una risita.—Pensé que podíamos conocernos de apoco.
—¿Que quieres realmente Red X?—Pregunté, cediendo paso a mi curiosidad.
—Llame X, mis amigos me llaman así.—Cambio de tema, yo rodé los ojos.
—Que tu nombre verdadero sea Red X es tan real como si me llamara Starfire.
—¿Ese no es tu nombre real?—Solté una risita y negué con la cabeza.
Sinceramente, no sabia que estaba haciendo. Estaba hablando con el enemigo, la persona con la que Robin tenía una enemistad enorme y con el ladrón del traje e identidad de Red X y pensarlo de repente no sonaba tan mal.
—No...¿en serio crees que literalmente hablando, mi nombre 'estrella de fuego'.—Hable entre risitas.
—Bueno, si, no.—Esa vez fue mi turno de reírme.
—Como sea, no trates de cambiar el tema.—El se enderezó y tomo con amabas manos las cadenas de el columpio.
—No lo se.—Alce una ceja y el me miro, bueno, mejor dicho volteo su rostro enmascarado hacia mi.—Me pareces linda y dije todas esas cosas para molestar al Chico pájaro, pero realmente no se que estoy haciendo.
Me sorprendí. Abrí la boca para decir algo pero no salió nada, comenzaba a creer que Red X tenía el poder de hacerme quedar sin palabras.
—Ni siquiera se porque te invite aquí y lo que es mucho más preocupante es el hecho de que tu si hayas venido.—Me señalo de forma acusadora.
—No iba a venir.—Dije, captando su sobresalto.—Pero me recordé que tu no eres...ya sabes, ¿un villano normal?—Y ahora si me sentía estúpida.
Alzo una ceja, o me imaginé haciéndolo y me encogí de hombros.
—¿Villano normal? Pensé que dijiste que tenias curiosidad.
—Eso también, pero, bueno, los demás no crees que seas diferente a los chicos de la Colmena.—Dije, pateando la arena bajo mis pies.
—Pero tu si.—Se adelanto a decir.
Solté un suspiro antes de seguir.—Si. Nos ayudaste de una u otra forma a veces, a tu manera, pero lo hiciste y ahí ciertas cosas que me hacen creer que no eres tan malo como dicen.
—¿Atraparte e intentar chantajear no es tan malo para ti?
—He sufrido cosas peores que un chantaje.—Dije, mirando al cielo recordando por un momento a mi hermana.—A demás, creo que todas las personas merecen una segunda oportunidad.
—Eso significa que la cita sigue en pie.—Resoplé y el soltó una risa.
—Dijiste que no tenias idea de lo que estabas haciendo.—Solté, el alzo sus manos.
—Dije que me parecías linda y si de todas formas no aceptas una cita conmigo lo harás en un futuro de una u otra forma.—El se levanto, caminando hacia los banquillos. Me levanté rápidamente para seguirlo.
No sabía de que estaba hablando pero opté por decir lo obvio.
—Esa cita que dijiste en un principio no es válida, yo me liebre sola.—Demande, el siguió de largo.
—Entonces, querida llamada no Starfire ¿te gustaría ir conmigo a alguna parte el Sábado a las...seis? —El tomo mi mano y la sostuvo frente a lo que supuse serían sus labios.
Pestañe un par de veces, incrédula, no por que el en serio estaba diciendo eso, sino por mi propia respuesta.
—Esta bien
El planto un beso en mi mano y dejo de inclinarse para mirarme, recordandome que el era más alto que yo.
—Nos encontramos aquí a esa hora, y por favor, no uses ese traje y tampoco intentes delatarme.—Dijo, comenzando a alejarse.
—¿Ya te vas?
—Se esta haciendo tarde, y supongo que no quieras tener problemas con tus amigos.—El se volteó a verme antes de despedirse con la mano.—Nos vemos en sábado, linda.—Y desaprecio.
—No lo voy a hacer.—Susurre, mirando mi mano.
¿Que estaba haciendo? No podía creer que me haya tomado tan en serio un comentario que yo misma hice.
Una cita ¿porque se me ocurrió eso?¿no era mucho más fácil entregarle información falsa? Solté un suspiro, exhausta.
Red X, un ladrón que hacia cosas buenas de vez en cuando, ni blanco mi negro. Una mosca molesta y un chico que al parecer no tenía ni idea de lo que estaba haciendo.
Quizás si era un buen chico, o lo que sea detrás de esa máscara de calavera y tal vez yo era la única que estaba dispuesta a conocerlo.
Una cita...ahora no sonaba tan mal esa propuesta, aunque no estaba consciente de las consecuencias.
[...]
Últimamente me he interesado en este ship, que es tan maldita mente bueno, y esta muy infravalorado.
Esto surgió principalmente como un One-Shot, pero ahora estoy considerando darle uno o dos capítulos más, porque...¿StarXRedX shipper? Como sea. ¿Que piensan sobre esto? Solo quiero decir que he estado practicando mi forma de escribir.
;)
