"NUEVA OPORTUNIDAD"
PRIMERA PARTE
Sentía como su cabeza empezaba a dolerle, eso de dormir en una silla ya no era divertido, debería empezar a dormir en una cama.
Levi empezó a levantarse sobando sus ojos para abrirlos en su totalidad, al principio debió acostumbrarse a la oscuridad, cuando sus ojos observaron el lugar en el que estaba se sintió algo confundido.
Recordaba haberse quedado dormido en su silla como todas las noches, en su recamara, una habitación alumbrada por un par de velas, con una cama, un escritorio, un pequeño armario y la puerta que era la entrada a su baño. Pero definitivamente esa no era su recamara en el cuartel de la brigada. Él estaba en una silla, sí, pero su escritorio estaba repleto de varias cosas que desconocía, un monitor con un teclado (a lo que el llamo 2 pedazos de tablas con cosas), muchos libros y cuadernos, lapiceros, accesorios de librería.
Giro para ver que más había en aquel cuarto, vio una cama muy grande con una cubierta de color azul marino, almohadas aparentemente muy suaves, frente a su cama otra tabla (televisor) y varias cajas, entre grandes y chicas (DVD, Equipo de sonido, juegos de video, Play station), también había un armario algo grande, una puerta que supuso era para el baño, algunos estantes con más libros y discos (pequeños retazos de tablas) y adornos.
El lugar en el que se encontraba era 4 veces más grande que su recamara en la legión.
¿Dónde demonio estaba?
Se levantó y camino hacia su cama, a cada lado un pequeño mueble con tres cajones, encima de uno estaba una cajita que no era otra cosa más que un despertador y un portarretrato doble, podía ver en este un dibujo de el mismo, y en la otra una foto suya junto a la cuatro ojos. Estaban mirando a la cámara, el serio como siempre y ella colgándose de su cuello con una mano y con la otra haciendo una señal de V con los dedos, sonriendo, aunque todo era extraño, lo más extraño fue que la tenía abrazada de la cintura con ambas manos, podía ver la señal de posesividad en ese gesto.
Como carajos la cuatro ojos lo convenció de dejarse pintar así, peor aun abrazándola. No la abrazaría jamás, menos si no se bañaba y eso ocurría con frecuencia.
La puerta sonó y la manija se movió.
- Hijo...
Levi sintió como su corazón se detuvo al reconocer aquella voz.
- ¿Te quedaste dormido?
Levi no sabía que decir, que hacer, ni siquiera sabía si todo aquello era real.
Su madre.
Su fallecida madre estaba allí, frente suyo, mucho mejor de como la recordaba, con la piel pálida y el cabello largo y negro, con esos ojos que siempre lo veían con amor, pero su semblante era distinto, estaba más rosada y bien vestida, pero lo mejor, estaba viva.
- Mama... – dijo apenas y pudiendo pronunciar una palabra
Sus ojos se le llenaron de lágrimas.
- ¿Tuviste otra pesadilla cariño?
Levi corrió hacia su madre y le rodeo los brazos para abrazarla, dejando que las lágrimas afloraran, sin importarme mostrarse serio e inmutable, estaba llorando y le valía dos pepinos quien lo viera, tenía a su madre en frente, viva.
- Mama...
Su madre le devolvió el abrazo, arrullándolo, acariciando su cabello. Dios mío como la extraño.
Vivió sin ella la mayoría de su vida y la extraño todo el tiempo, siempre culpándose de no ser lo suficientemente grande o fuerte para protegerla, cuantas veces deseo tenerla así, a su lado, poder abrazarla. Poder decirle lo mucho que la amaba, lo mucho que la necesito.
- Tranquilo cariño, estoy aquí...
Levi se siguió aferrando a ella, no quería soltarla, tenía miedo, miedo de que si la soltaba ella desaparecería y se haría humo, como en los sueños que tuvo.
Ella lo llevo hasta la cama y se sentaron ambos, el abrazándola y ella acurrucándolo.
Bastaron unos minutos, para que Levi se sintiera algo mareado, de pronto varios recuerdos vinieron a su cabeza. Los recuerdos de una vida, que era suya, pero no lo era al mismo tiempo.
Desde que tenía uso de razón, su madre a su lado, junto a ella dos hombres, uno de cabello negro, que reconoció como Kenny, quien se había enterado era su tío, el otro hombre tenía el pelo rubio, su padre, los tres le sonreían.
Nuevamente Levi de unos 6 años entrando a un lugar con muchos niños, la escuela, pudo ver y reconocer a Erwin, Mike, Nanaba de niños, crecieron juntos a su lado, miro a su alrededor y allí estaba ella Hange, quien lo miraba con curiosidad y una enorme sonrisa, a su lado Moblit, siempre junto a ella.
Las imágenes pasaron Levi con 13 años reunidos en una mesa de la escuela con todos sus amigos, a su lado Hange, quien le tomaba la mano y el solo se sonrojaba. Unas imágenes más de él declarándosele a Hange y ella aceptando ser su novia.
Imágenes del velorio de su padre, Levi tenía 15 años, lloraba, su madre también lo hacía, a su lado Hange tomando su mano, dándolo el apoyo que necesitaba, alrededor sus amigos, Erwin, Mike, Nanaba y Moblit.
Nuevamente imágenes pasaron, Levi con 18 años, posando con Hange para una foto que su madre les iba a tomar, el con un traje negro y ella con un vestido azul hermoso, su cabello recogido en un moño, pero con varios mechones sueltos, lo que la hacían aún más hermosa.
Levi de 19 años ingresando con Hange a la universidad, aquel recuerdo era del día anterior.
Ahora lo entendía, había reencarnado.
El cruel destino le regalo una nueva oportunidad, para poder ser feliz.
Tenía a su madre, pero perdió a su padre, suponía que tenía a Kenny, tenía a sus grandes amigos y tenía una novia.
Hange Zoe...
- ¿Ya te sientes mejor? – le pregunto su madre
- Si – dijo soltándose de ella – lo siento, no quise asustarte
- No te preocupes, hace tiempo que no tenías ese tipo de pesadillas – le acaricio el rostro – pero tu madre siempre estará para cuidarte
- Lo sé, gracias mama
Ella le sonrió, amaba verla sonreír.
- Hanji llamo para avisar que llegaba en una hora
- ¿Vendrá?
No, él no estaba listo para verla, aún tenía que asimilar todo con referente a ella.
- ¿Te olvidaste que hoy saldrían?
- No – respondió rápido – es solo que estoy muy cansado
- Cariño – le dijo su madre – sé que te aburren ese tipo de fiestas, pero Hange ha logrado la beca que tanto lucho por conseguir, deberías salir y celebrarlo con ella
- ¿Beca?
Lo recordaba, la sucia cuatro ojos, se mató estudiando para un examen, quería conseguir la beca en biomedicina.
- Todo el mes te escuchaba quejarte de que la extrañabas, de que querías verla, pero ella estaba estudiando
¿El hizo eso?, ahora que lo recordaba, sí.
- Ahora que puedes salir con ella hazlo
- Está bien mama, voy a alistarme
Ella sonrió y se levantó.
- Te dejo, estaré abajo en la cocina por cualquier cosa
- Gracias mama
Ella le volvió a sonreír y salió, cerrando la puerta tras ella.
Levi se recostó en su cama, esta era muy suave.
No podía dejar de pensar en su relación con la cuatro ojos, con Hanji.
¿Cómo había terminado enamorándose de ella?
Tampoco se mentiría diciendo que jamás sintió nada por ella. Si ella le gustaba, le gustaba su sonrisa, su manera de ser, así de loca y rara, aunque le molestaba en exceso su falta de higiene, pero si era sincero, no le importaba cuando ella venía a dormir a su lado. Y no es que hayan tenido ninguna relación de pareja, solo que ella siempre se quedaba en su cuarto hasta tarde trabajando o simplemente conversando y siempre terminaban durmiendo juntos, aunque lo hacían de manera separada, al final terminaban despertando abrazados.
Pero nunca hablaban de aquello, solo seguían como siempre.
Levi nunca tuvo el coraje de decirle lo que ella le hacía sentir, como hubiera podido hacer, si vivían en un mundo terrible y cruel, de que valía si le confesaba sus sentimientos?, si en cualquier momento ambos morirían, porque cargarse en las espaldas más dolor.
En aquel mundo, en esa isla rodeado de titanes, de traidores y de enemigos, no podía haber felicidad, mucho menos para ellos, eran guerreros.
Pero este no era aquel mundo, la nueva oportunidad que le otorgaron, fue renacer en un mundo donde su mayor responsabilidad en ese momento era estudiar y amar a su novia.
Su novia. Una sonrisa se colocó en su rostro.
Se levantó para ir al baño, debía ducharse y alistarse, Hanji llegaría en menos de una hora.
Justo cuando caminaba hacia la ducha vio algunas fotos polaroid pegadas a su pared, en estas se mostraban varias con Erwin, Mike y Moblit, algunas con Nanaba, con su madre y su tío, pero había más fotos con Hanji, ella riendo, ambos abrazados, mirándose, besándose y una foto de ella que reinaba en la pirámide, ella de 19 años sonriendo con una mano en su mejilla.
Levi recorrió la foto con su dedo, como si la acariciara.
Gracias... pensó. Estaba muy agradecido con el creador o el que se encargaba de decidir el futuro, pasado y presente de todos, por haberle regalado esa nueva oportunidad, después de tanto dolor y sangre, tenía a su madre, a sus amigos y a Hanji.
- Gracias – volvió a decir, pero esta vez en voz alta
Se metió al baño, debía apurarse, Hanji llegaría en menos de una hora.
Levi salió de su cuarto ya listo, al bajar vio a su madre en la mesa de la cocina picando un poco de perejil.
- Estas muy guapo – le dijo regalándole una sonrisa
Levi se había esmerado, poniéndose un pantalón negro, no tan ajustado y una camisa blanca que le entallaba perfecto a su cuerpo.
- Gracias – algo avergonzado – ¿viene alguien a cenar? – le pregunto
- Tu tío traerá Uri y pensé en preparar una rica cena
- Uri? – dijo recordando – Uri Reiss?
- Si, su amigo de infancia, ¿lo recuerdas?
- Si
Si lo recordaba, pero en esta vida, en la anterior solo escucho hablar de él, de la misma boca de Kenny, en su lecho de muerte. Así que el destino también fue generoso con él, eso estaba bien.
- Hanji debe estar por llegar
Levi asintió, estaba ansioso por verla.
La puerta sonó, Levi corrió para abrirla.
- Han... - dijo pensando que la vería – Kenny...
- Que es esa manera de recibir a tu adorado tío – le dijo el mayor a su lado un chico de cabello castaño casi rubio – ves cómo es de cruel el enano – le dijo a Uri
- Hola Levi – le saludo Uri – me da gusto verte
- Igual – respondió el – ¿no piensas pasar? – le pregunto a su tío
- Si solo te dignaras a moverte – le dijo este
Levi se movió dejando pasar a la pareja de amigos, iba a cerrar la puerta cuando alguien apareció lanzándose a sus brazos.
- Levi!!!
Aquel grito, al igual que la calidez de aquel abrazo lo reconoció al instante.
- Hanji...
Levi envolvió sus brazos alrededor suyo, sintiendo su cuerpo, sintiendo sus latidos y oliendo el aroma que emanaba de su piel, era ella, más joven, pero era ella, su loca, amada y adorada Hanji.
Gracias... dijo nuevamente en su mente, Gracias por esta nueva oportunidad.
