Disclaimer: El mundo de Harry Potter no me pertenece, todo es obra de J.K Rowling. El culto hacia Morrigan, así como la diosa en sí, pertenecen a la cultura y la mitología irlandesa. Es una historia sin fines de lucro.
Queen of Crows
La Reina de los Cuervos
• Capítulo I •
Call of The Raven
Junio, 1996
Pero el Mortífago al que Hermione acababa de dejar mudo dio un repentino latigazo con la varita y un haz de llamas de color morado atravesó el pecho de Hermione. La chica soltó un débil: «¡Oh!» de sorpresa, se le doblaron las rodillas y se derrumbó.
— ¡HERMIONE! (1)
Se despertó de golpe en una habitación a oscuras, con un grito ahogado tan fuerte y desesperado que inmediatamente sintió la garganta irritada. Por un momento no pudo recordar que había pasado: Sirius en peligro, el viaje al Ministerio... ¿y después? Hizo un esfuerzo por recordar, obligándose a ignorar el palpitante dolor de cabeza que se estaba desarrollando debajo de sus sienes. Los recuerdos comenzaron a volver, borrosos y ajenos, como si fueran de años pasados y no de la noche anterior. Todo había sido una trampa, una emboscada para obtener una supuesta profecía. Las imágenes inundaban su mente como los rápidos de un río, Lucius Malfoy y otros once mortífagos persiguiéndolos por el ministerio; la pelea en la Cámara del Tiempo; la cabeza de Rabastan continuamente envejeciendo y rejuveneciendo. Recordaba salir de ese lugar hacia algún tipo de oficina, Jugson y Dolohov obstaculizando el camino, el intercambio de hechizos y por último...
— Dolohov... —Se llevo una de sus manos hacia el pecho, justo donde las llamas purpuras habían atravesado su cuerpo. Podía sentir los vendajes bajo la camisola y en un arrebato que luego le pareció inapropiado, Hermione se preguntó si habría quedado alguna horrorosa cicatriz.
Sentada en la camilla, sus ojos recorrieron la estancia. Sabía que se encontraba en la enfermería del castillo, la cuestión ahora era encontrar respuesta a los miles de preguntas que saltaban en su cabeza como los globos de dialogo de una historieta muggle. ¿Cómo había llegado allí? ¿Qué había ocurrido? ¿Cuánto tiempo llevaba inconsciente? ¿Estaban todos bien? ¿Sirius? ¿Harry? El incesante palpitar en la sien se intensifico, obligándola a recostarse nuevamente y cerrar los ojos por unos momentos. Estaba mareada y tenía el cuerpo cubierto de una fina capa de sudor frío. «Son solo los remanentes de la maldición, son solo los remanentes de la maldición»
Repitió aquello como un mantra, buscando calmar sus ansiedades y miedos. Confiaba en los remedios de la Sra. Pomfrey y sabía que, llegada la mañana, la bruja se encargaría de curar aquella enorme jaqueca y les daría explicación a sus malestares. Sí, todo estaría bien. Todo estaría...
Entonces el dolor se intensifico, algo en su cabeza exploto con una fuerza inmensurable y el interior de su cuerpo se prendió en llamas...
El dolor era desconcertante y cegador...
Durante un tiempo que pareció no acabarse nunca, estuvo bajo una tortura ardiente, un inacabable momento de dolor. Los dedos abrazadores del fuego incineraban todo a su paso. Quiso gritar, retorcerse entre las sabanas y pedir clemencia por su alma, pero por más que lo intentase, ninguna de sus partes anatómicas respondía al mensaje que su cerebro intentaba enviar. Comenzó a faltarle la respiración y el fuego en su interior comenzó a concentrarse en algún punto detrás de su esternón, quemando sus pulmones y corazón con una intensidad de mil soles.
«Todo acabará pronto, a chuisle mo chroí (2)»
A pesar de la protestante fe que practicaban sus padres, Hermione no era una persona realmente religiosa, su mente práctica siempre había preferido la evidencia y el método comprobable de la ciencia. No obstante, en aquellos momentos de ardiente tortura, rogo a los cielos que le permitiesen abrir los ojos y ver el rostro de quien la acompañaba; ponerle un rostro a aquella desconocida y melodiosa voz. Quiso ser razonable, enfocarse en los hechos más que en la fe, pero el fuego infernal que devoraba su cuerpo evitaba el paso de cualquier pensamiento razonable y se vio obligada a creer en una fuerza superior, algún ser que apagase la hoguera o diera fin a su vida. Si Dios existía, esperaba que escuchara su plegaria.
Poco a poco, mientras el fuego aun ardía en su interior, el aire fue impregnándose de un sinfín de peligrosos, pero extrañamente exquisitos olores. El afrutado y picante aroma de la belladona y la florar fragancia de la artemisa danzaban en un seductor vals acompañados de la suave y almendrada esencia del endrino y el almizclado perfume de la sangre de drago. El complicado baile la distrajo un poco del castigo bajo el que se encontraba y como por arte de magia —o tal vez un vívido instante de locura — Hermione pudo darles forma y color a los aromas. Los convirtió en figurillas humeantes de colores exóticos y pudo ver como el patrón de sus movimientos formaban triquetas celticas en el fondo oscuro de sus parpados.
«Todo acabará pronto»
Entonces el fuego desapareció de sus extremidades, concentrándose en un abrazador castigo sobre su corazón. Sus latidos se aceleraron y el peso sobre su pecho se volvió insostenible, cortando su respiración. ¿Qué habría hecho para merecer tal castigo? ¿Así acabaría todo? ¿Es que no habría nadie en aquella enorme ala que pudiera venir al rescate de su alma?
En un último intento por desesperada ayuda, logró abrir los labios y dejar escapar un agarrador grito de dolor. Su cuerpo comenzó a responder a las órdenes desesperadas de su cerebro, pero el fuego interno, que no hacía más que aumentar, solo le permitía retorcerse con desesperación entre las sabanas de aquella camilla. El mismo infierno abrazaba algún punto detrás de su esternón, haciendo trizas las delicadas membranas de su corazón y evaporando el poco aire que lograba aspirar hacia sus pulmones.
— Agárrela con fuerza, Sr. Potter.
¿Potter? ¡Harry!
Como si de un hechizo se tratase, Hermione logró abrir sus parpados de golpe. La luz del sol naciente se colaba por los ventanales de la Enfermería e irritó sus pupilas. Sus irises buscaron con desespero la mirada esmeralda de quien fuese su mejor amigo, encontrándola en su costado derecho. Sentía su cuerpo retorcerse bajo las manos de Harry, quien sujetaba sus muñecas para mantener su cuerpo estable.
— Hermione...
Sus pupilas dilatadas y la expresión en su rostro delataban un estado de asombro y preocupación que Hermione no pudo ignorar. ¿Qué pasaba con ella?
— Harry...
Su voz fue apenas un susurro, un último intento de pedir ayuda. Entonces, las llamas alcanzaron su máximo punto y el mundo a su alrededor desapareció tras una explosión interna proveniente de aquel lugar extraño donde el fuego se había concentrado. Aquel infierno se llevó todo a su paso, dejándola inconsciente e insensible a todo estimulo. Su alma, la esencia de todo su ser, tan intangible y etérea, se desvaneció tras un suspiro.
Así es como aquella mañana del 19 de junio de 1996, Hermione Jean Granger, la bruja más inteligente de su edad, dejo de existir...
~Ω~
(1) Extracto: Líneas originales del quinto tomo de la saga Harry Potter.
(2) A chuisle mo chroí: Expresión de origen irlandés que significa "Pulso de mi corazón." Puede acortarse a "a chuisle" si se habla directamente a una persona o "mo chuisle" si se habla de una persona, como la leyenda de una foto.
Author's Note: Lo sé, llevo probablemente dos años desaparecida, si no más. No voy a hacer larga la nota con un montón de excusas, solo voy a pedirles disculpas por mi desaparición. Vuelvo con un plot bunny que espero se convierta en algo más. No tengo nada específicamente planeado, es solo algo que no dejaba de rondarme en la mente y tuve que sentar a escribirlo. Quiero seguir desarrollándola, pero mi trabajo actual no me permite ponerme fechas limites de actualización para 2 historias, así que subiré cuando tenga el 2do capitulo listo que puede ser la semana que viene o dentro de un mes.
Queen of Crows ha tenido muchísimas versiones. Comenzó siendo una historia sobre una visita al pasado y hoy en día es otra historia totalmente diferente. Está versión es la definitiva. Es una historia que quiero que esté llena de simbolismo, especialmente girara alrededor de la cultura celta. Quiero aclarar que no me estoy beneficiando en ningún sentido económico, es más un tributo a una cultura que me fascina y una figura mítica a la cual no solo me siento muy atraída sino a la que también respeto muchísimo. Espero poder hacerle justicia y tratarla con el respeto que se merece.
Por otra parte, también conseguirán la versión en inglés de esta historia aquí en Fanfiction y ambas versiones también se encuentran en AO3, bajo el mismo seudónimo.
Y por ultimo, y como siempre, estoy buscando betas, tanto para Queen of Crows como para mis traducciones de Shaya.
PTP: Yo prometí no dejar está traducción incompleta y no lo haré, la semana que viene tendrán nuevo capítulo y espero seguir con actualizaciones regulares.
Gracias por su eterna paciencia. Los adoro,
Lyanna Malfoy
"Quoth the Raven, Nevermore"
