Aclaraciones: • Este fic se desarrolla en un mundo paralelo y a medida que avance la trama los personajes se verán ubicados en épocas muy diferentes a la inicial. Este es mi primer fanfic por lo que les pido paciencia, agradecería enormemente sus comentarios.
• La historia me pertenece en su totalidad y no está permitido el plagio, adaptación, modificación ni publicación por parte de otros usuarios. Los personajes no me pertenecen por lo que doy los créditos a su respectiva autora por ellos.
• Este fic está escrito en In media res "por el medio". Es un SessxKag, espero que lo disfruten.
Condenada a estar sin ti
Capítulo 1: Abismo.
A veces desearía que nada de esto hubiese pasado, quisiera poder retroceder el tiempo y que la tragedia nunca hubiese llegado a nuestras vidas... Desearía despertar de esta maldita pesadilla que nos ha condenado, todo por errores que nosotros no cometimos...
Un alma en pena, en eso se había transformado desde aquel incidente que los marco para siempre. ¿Quién podría haber imaginado la vil trampa que les tendería el destino? Nadie, pues no se puede predecir lo impredecible, cuanta felicidad manchada por la oscuridad del abismo al cual ella fue arrojada, su mente agonizante se preguntaba ¿con qué fin se traía un ángel al mundo sabiendo que acabaría convertido en un hijo más de las penumbras? Nunca sabría la respuesta.
Sus pies descalzos se habían acostumbrado al dolor de aquel camino espinoso y ardiente, ni siquiera sabía cuánto tiempo transcurrió desde aquella vez, tan solo era rodeada por una oscuridad infinita en la espera de nuevas almas a las que guiar hacia las puertas del inframundo.
Para ella el tiempo se detuvo, ya no envejecía y tan solo su cabello continuaba creciendo sin parar, sin embargo, a pesar de esto el dolor jamás desaparecería de su corazón. Cada segundo se consumía en la misma secuencia sin novedad alguna, a menudo añoraba la muerte aun sabiendo que le era imposible morir sino hasta el día en que otro pobre desgraciado tomara su lugar.
Y así continuaría su penitencia esperando su juicio final en el cual dictaminarían si dejarla en libertad o recibiendo el mismo castigo que las demás almas, claro que pagando una deuda no suya sino heredada.