Dr. Stone no me pertenece es propiedad de Riichiro Inagaki y Boichi, yo sólo tomo prestado a los personajes para fines de esta historia.
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Capítulo 1.
—Tu padre va a matarte.
La declaración de Chrome eriza el pelo de la nuca de Kohaku, ella mejor que nadie sabe cuán certeras son esas palabras. Pero a pesar de ello, como el espíritu fuerte que es, Kohaku levanta la cabeza mirando a su amigo de la infancia con confianza y determinación.
—Mi padre no tiene por qué enterarse de esto —ella esconde las inseguridades que luchan salvajemente por salir a flote durante la conversación debido a la intensa mirada de la cual es foco de atención—. A menos que alguien le cuente al respecto ¿no es así Chrome? —Hay un énfasis en la pregunta y una amenaza implícita.
Una certera amenaza que Chrome puede dilucidar incluso con la escasa luz del sol que arponea una brecha entre las persianas que cubren cada una de las ventanas de su laboratorio. El científico mira las manos de Kohaku apoyadas con firmeza sobre sus ahora escasas caderas y luego las dos llamas azules gemelas parpadeando en las profundidades de sus ojos, es admirable la fortaleza de esta mujer pero incluso él puede atisbar la incertidumbre y la furia en esa mirada.
Chrome se pregunta ociosamente ¿en qué está metiéndose? Suspira con resignación, a pesar de todo, ella es su amiga de la infancia y la hermana menor de la mujer que ama.
—Y bien ¿Qué piensas hacer al respecto? ¿Qué vas a decirle Kokujo cuando pregunte por el padre de ese niño? —El joven señala con descaro el prominente vientre de su amiga.
—Le diré que fue inseminación artificial, que mi hijo no tiene un padre. —Y ella se esfuerza por mantener la compostura y no sonar irritada por la imprudencia de Chrome.
El científico se limita a suspirar para sus adentros antes de soltar una carcajada sin humor ante lo absurdo de la situación.
—Te fuiste de casa durante tres años, no has hablado con tu padre durante ese tiempo y ahora le mentirás sobre tu embarazo ¿vas a mentirle a Ruri también?
La sola mención de su hermana quiebra algo en Kohaku y la hace vacilar al respecto, mandando toda la determinación por el caño. No, ella no quería mentirle a nadie… sin embargo…
—Fue un accidente, consecuencia de una noche de alcohol con Mozu —la vergüenza tiñe ligeramente sus mejillas—. Ambos nos embriagamos después de uno de los entrenamientos y entonces tuvimos relaciones, a la mañana siguiente no pude recordar lo que sucedió hasta que lo encontré en la cama conmigo.
— ¿Mozu? —Chrome está más que horrorizado por la confesión—. ¡Kohaku él es un completo imbécil!
—Lo sé. Estaba tan enojada con él y conmigo misma por ser tan estúpida.
— ¿Por qué no te protegiste? Al menos con una píldora.
—Mozu me aseguró que había usado protección —Su tono aunque serio, escondía resentimiento—. Honestamente no estaba muy segura de ello pero no quise pensar más al respecto y opté por olvidar lo que sucedió. Pero ese bastardo me mintió, me enteré después del embarazo cuando comenzaron los malestares y ya era demasiado tarde para hacer algo al respecto.
No es como si incluso pudiera hacer algo al respecto, una solución como esa no era una opción para ella.
Chrome, llegado a un punto muerto de la conversación y sin saber qué más hacer o decir, aparta la mirada de ella y se enfoca en el rayo de débil luz solar que se cuela y baña una de las frías baldosas del suelo. Él no se esperaba esto, al menos no de la fuerte y feroz chica que él conoció desde su infancia… pero no la juzga, él no es ningún verdugo para asumir semejante papel.
— ¿Mozu lo sabe?
—Por supuesto que lo sabe.
Esa no era la respuesta que el científico estaba esperando, en realidad estaba esperando todo lo contrario.
— ¿Entonces por qué tú…?
— ¡Ja! escucha Chrome —Kohaku se deshace lentamente de la silenciosa infelicidad acumulada sobre la charla, adquiriendo una renovada confianza—. No quiero a Mozu en mi vida y es algo que le dejé muy en claro a pesar de que accedió a hacerse cargo del bebé. Hasta yo sé que eso sería una excusa suya para seguir frecuentándome. Es un bastardo mujeriego en todo el sentido de la palabra, incluso después de que me aseguró que se haría cargo lo encontré con otra mujer.
—Bastardo.
—Exacto. Estar con Mozu o siquiera tener que convivir con él por el bebé sería desesperante, cuidaré de este niño por mi cuenta y papá no tiene por qué enterarse de todos los detalles.
Chrome nunca ha sido bueno en descifrar a otras personas y en especial a esta mujer, sin embargo él se da cuenta de algo que pasó desapercibido cuando Kohaku entró a su laboratorio: ella estaba rota. De alguna manera, durante los últimos minutos de su conversación ella estaba dejando entrever una faceta muy escondida de su hasta entonces inquebrantable personalidad; es sutil, apenas una grieta por la que se derrama inseguridad, frustración y una necesidad de compensar un error que le ha costado el rumbo de su vida.
—Sabes que soy pésimo mintiendo y aún así acudes a mí para contarme todo esto. Podría intentar mentirle a Kokujo pero nunca le mentiría a Ruri. —El tono simple y llano con respecto a Ruri es la confirmación de que no dice más que la verdad.
Y ella lo comprende.
Lo más cercano al amor romántico que Kohaku ha experimentado en su vida es el amor que Chrome profesa por Ruri, es lo más puro y hermoso que conoce. Sin embargo el amor y las relaciones no es algo en lo que esté interesada o quiera para sí misma.
—Sé que no eres el tipo de hombre que le mentiría a Ruri-nee y es algo que aprecio. Sin embargo si acudo a ti para contarte esto es porque eres la única persona a la que le puedo pedir este favor.
— ¿De qué favor estás hablando?
A través de la distancia que los separa, los ojos de Kohaku se encuentran con lo de Chrome antes de hablar.
—Quiero que me alquiles tu antiguo apartamento, al menos hasta que pueda encontrar otro lugar para vivir.
Oh, la comprensión golpea al científico, entonces es eso. Él sacude la cabeza pensando sobre su viejo apartamento, el que ya no ocupa desde que se mudó con Ruri cuando decidieron convertirse en pareja. En término simples, el lugar se encuentra deshabitado y bastaría sólo una limpieza para hacerlo habitable, Kohaku es quizá su mejor amiga de la infancia y la persona que a pesar de todo, siempre aprobó e incluso colaboró para que Ruri y él estuvieran juntos… realmente no hay mucho qué pensar al respecto.
—Puedes quedarte todo el tiempo que necesites Kohaku, en realidad no te cobraré por ello, eres mi amiga así que piensa en ello como un favor por los viejos tiempos. —Chrome arrastra las palabras suave y alegremente en contradicción con el sentimiento sombrío de la situación.
La boca de Kohaku se arquea en una sincera sonrisa.
—Te devolveré el favor. —promete ella.
Un murmullo silencioso proveniente de Chrome y se extiende por la habitación como el sonido de una ola retrocediendo, pero Kohaku es incapaz de descifrar las palabras.
Decidiendo que ha perdido parte del tiempo de trabajo en la conversación con Kohaku, el científico mueve a un lado los apuntes que estaban sobre una de las mesas del laboratorio para guardarlas; quizá podría trabajar en ellas más tarde o al día siguiente siempre y cuando su molesto colega tiránico no presione al respecto.
Conversan un poco más para ponerse al día sobre los planes de matrimonio que tiene Chrome para Ruri, así como el tiempo que le falta a Kohaku para el nacimiento de su bebé. Por el momento la propuesta está en planeación y la sorpresa no se hace esperar cuando la chica le comenta que el bebé nacerá en tres semanas más; se hacen los planes para la mudanza hacia el apartamento y Chrome le sugiere a Kohaku regresar por la llave al día siguiente cuando ésta le asegura a él que por ahora está quedándose en uno de los hoteles cercanos al centro de la ciudad.
Kohaku se despide del científico reiterando una vez más un agradecimiento por su comprensión y por el enorme favor que está haciéndole, ella promete que dirá la verdad en algún momento pero no ahora. Con esa promesa flotando en el aire ella se retira del laboratorio para hacer los preparativos de la mudanza.
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Kohaku mira hacia el edificio de Ishigami Corp con un suspiro de cansancio, se perdió tanto en la conversación con Chrome que no midió el tiempo. Su reloj marca las 2:00 pm y el inicio de una tarde calurosa.
Apenas logra dar un par de pasos hacia la acera cuando un fuerte dolor la obliga a soltar un pequeño grito ahogado y a doblarse sobre sí misma para sostener la parte baja de su vientre. El dolor se repite como una reacción en cadena que le impide seguir avanzando.
Ella se da cuenta y piensa que el dolor de espalda que ha tenido toda la mañana no es simple casualidad.
—No ahora —murmura con dificultad—. Faltan tres semanas, no puedes nacer ahora.
El pensamiento más lógico es regresar con Chrome o pedir una ambulancia, sin embargo en última instancia antes de revisar la pequeña mochila que lleva consigo recuerda que ha dejado el celular cargándose en el cuarto del hotel.
No hay tiempo para golpearse mentalmente y reprenderse por ser tan tonta.
El hospital más cercano está a media hora de ese edificio, piensa. Aguantando el dolor decide llamar un taxi, las cosas no son tan sencillas y pronto se da cuenta de que no tiene suerte tratando de llamar la atención de alguno.
Ella sisea de dolor cuando las contracciones se hacen más fuertes.
Tragándose su frustración mira a su alrededor y la gente pasa de ella sin acercarse en su auxilio. Maldición. Pero no demora mucho en fijarse en el auto estacionado a sólo un metro de ella ni en el conductor del vehículo que parece simplemente estar mirando algo en su teléfono celular, con la decisión tomada y siendo esta su única oportunidad, Kohaku se acerca con dificultad hacia el automóvil.
Sin tomarse la molestia en preguntar, abre la puerta trasera alertando al conductor cuando una pequeña alarma se enciende y se apaga con rapidez.
—Por favor necesito ir al hospital, estoy a punto de dar a Luz. —clama.
El conductor, cuyos ojos se habían oscurecido alarmantemente cuando la intrusa abordó sin previo aviso, ahora está mirándola consternado y muy confundido.
—Oye ¿qué crees que estás haciendo? —él medio sisea—. ¿Quién eres y…?
Antes de que pudiera terminar, Kohaku lo interrumpe cuando ya no pudo ahogar otro grito de dolor.
— ¡Ahora, sólo llévame al hospital acabo de romper la fuente! —Tras la explosión, un jadeo de dolor acompañado de más gemidos incómodos llenan el ambiente.
— ¿Qué clase de fiera eres tú? —suelta el joven con un tinte de sarcasmo, sus ojos descansan sobre ella ya no con hostilidad pero tampoco sin indulgencia.
— ¡Sólo cállate y conduce!
Otro grito reverbera en la parte de atrás.
—Diez mil millones por ciento una Leona entonces. —el lado bastardo sale a relucir.
— ¡No soy una leona! Cabeza de cebolla…
Divertido con la situación, el hombre ajusta el retrovisor para tener una mejor vista de la pequeña intrusa en la parte trasera de su auto. Sus oscuros ojos rojos se estrechan con diversión antes de poner en marcha el vehículo, podrá ser un idiota a veces pero su lado medianamente humano le dice que debe ayudar a esta desconocida mujer.
—Sólo usa la técnica de respiración leona, como lo practicaste en las clases de maternidad.
—Que no me llames así, me llamo Kohaku —ella se queja enviándole una mala mirada a pesar de la incómoda posición en la que se encuentra en el asiento trasero—. Y yo nunca tomé esas clases. —aprieta los ojos como si con eso pudiera amortiguar el dolor.
No lo hace.
—Entonces creo que tendrás que aguantar el dolor del parto activo hasta que lleguemos al hospital —su mirada a través del espejo es seria e indescifrable—. Tardaremos al menos media hora si logramos evitar efectivamente el tráfico, lo que equivaldría a 1800 o 2700 contracciones en ese lapso de tiempo.
Esto es peor de lo que él pensaba. Dejando a un lado su afán por hacer enojar a esta mujer, pisa el acelerador a fondo al comprender que no tienen suficiente tiempo.
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Continuará…
N/A:
Me siento muy nerviosa por escribir esto, la primera aportación que hago para la shipp y porque no hace mucho que entré al fandom.
Este es un UA que surgió de una idea random después de ver una escena de la película "Mira quién habla", obviamente no será lo mismo pero me gustó la idea de un romance Senhaku con un bebé que no sea del cebollín XD
A lo mucho tal vez tendrá sólo tres o cuatro partes con algo de drama… ya veré sobre la marcha 7u7
Espero que el capítulo sea de su agrado y de antemano un agradecimiento a quienes le den una oportunidad a esta historia
:3 Nos vemos en la próxima actualización.
