Yu Yu Hakusho pertenece a Yoshihiro Togashi.

Este fanfic está situado tres años después del final del manga.


Mal carácter


Hay muchas cosas que no me gustan de mí. Entre ellas, mi cabello. Es castaño, simple. Aburrido. Es igual a miles de otros cabellos existentes. Por eso no me afectó haberlo perdido en aquel incendio de mis catorce años.

Además, estaba salvando a Yusuke. Jamás me arrepentiría de eso.

Pero sí detesto que a mis veintiuno sigo sin controlar demasiado mi temperamento. Cada vez que me dicen algo que no me gusta, exploto. Eso no puede estar bien, ¿verdad?

Sé que he cambiado. Algunas veces Yusuke y yo hablamos sobre eso, y aunque no profundiza más de la cuenta —porque lo cierto es que, si no se trata de sexo, él no profundiza en absolutamente nada—, suele admitir que estoy distinta. "Por lo menos ya no me pegas", anuncia campante. Y claro, tampoco es que me arrepienta mucho de haberlo hecho. ¿A qué niña le agrada ser acosada por su amigo de la infancia? A mí no, al menos. Por eso, bien merecidas tenía esas palizas.

Ahora es diferente.

No lo golpeo, pero reacciono con facilidad a sus comentarios en exceso directos o a sus evidentes falencias como esposo.

Sé que está mal. Bueno, no. A veces está mal. Porque otras está perfectamente bien.

Digo, nadie sabe lo difícil que es estar casada con Yusuke. Escuché que es descendiente del dios de la guerra o algo parecido. En una oportunidad le pedí a Botan que me explicara y lo hizo lo mejor que pudo, a sus maneras. Entendí que en las venas de Yusuke corre sangre mazoku, y aunque no sé muy bien qué significa eso, al menos puedo comprender por qué nunca fue un chico común y corriente.

Viéndolo así, no es tan extraño que se haya enamorado de una mujer como yo. Tengo muchas cualidades, pero mentiría si no admitiera que soy agresiva. Tal vez las batallas serán siempre su estilo de vida, incluso en lo que respecta a nuestra relación.

Pero quiero cambiar. Quiero ser dulce y agradable como Yukina. Quiero ser liviana como Botan, y no molestarme por cualquier tontería. Quiero saber cuándo reaccionar, como Shizuru.

El problema es que no sé cómo. Me enfado antes de pensarlo siquiera.

A Yusuke no le molesta, está acostumbrado. Dice que no me presione demasiado, que tengo suficiente con la universidad. Cuando lo hace, me besa dulcemente en la frente, con un dejo de aceptación incondicional. Lo amo por eso, pero no es la respuesta que necesito. Quiero ser mejor por mí, no solo por él.

Mejor persona, mejor esposa… y mejor madre.

Porque si no corrijo esto pronto, el bebé que está en mi vientre crecerá con una mamá berrinchuda y amargada. Y por ningún motivo permitiré que eso suceda.


Fin