*Contenido 18

*One shot ligado a "Karma"

*Universo alterno

*Yaoi


"La venganza es dulce y no engorda."

—Alfred Hitchcock.


La fiesta de compromiso había llegado antes de lo previsto. Eren e Historia habían acordado dar un festín que, claramente, estaba financiado por la familia Reiss. La misma se llevaba a cabo en uno de sus hoteles de lujo, en el cual habían solicitado que no recibieran más clientes hasta que pasara ese día y, de ese modo, pudieran disponer de todo el edificio sin molestar a nadie.

Esa noche, miles de personas ocultaban sus identidades bajo sus elegantes disfraces: hadas, vampiros, princesas y animales de diversos tipos estaban a la expectativa del gran anuncio de los Reiss.

Historia había elegido un traje de porrista: una falda blanca que cubría sus muslos, una blusa corta que exhibía su envidiable abdomen y su cabello estaba peinado en dos coletas altas.

Una mezcla elegante, sensual e inocente al mismo tiempo.

Por otro lado, Eren no había pensado tanto en el suyo. Él vestía un traje oscuro, una camisa blanca y corbata negra. Además, en sus manos llevaba unos guantes blancos.

Nadie entendía de qué estaba disfrazado.

—Creí que vendrías como un jugador de fútbol—susurró su prometida mientras acariciaba su corbata—, pero me gusta mucho tu elección.

—Bueno, me sentía más cómodo así, Historia—justificó y levantó la mirada hacia los invitados—. Hoy tendremos una noche muy especial —bajó su vista y contempló la sonrisa de ella. Llevó sus manos a su rostro y depositó un sutil beso en su mejilla derecha—. Debemos saludar, ¿no lo crees?

—Mi padre lo hará cuando hayan llegado todos—respondió la rubia mientras intentaba coquetear al Jaeger, llevando sus brazos hacia su nuca—. No sabes cuánto anhelo tener nuestra luna de miel.

Aquella mirada lasciva se tornaba peligrosa. Historia llevaba mucho tiempo enamorada de Eren y que ambos estuvieran a unos días de casarse la ilusionaba más de lo debido. Por varias noches imaginaba al Jaeger sobre su cuerpo, llevándose la virginidad que guardaba exclusivamente para él.

No obstante, Eren no estaba al tanto de ello, ya que la Reiss había salido con otros jóvenes y no tenía idea de su vida sexual.

—Yo también—esbozó una sonrisa forzada y la abrazó para poder huir de otra situación incómoda.

En una rápida inspección, sus ojos se toparon con una silueta que lo había desestabilizado.

Se sentía dentro de una empalagosa película romántica donde el protagonista veía pasar la vida en cámara lenta.

A unos cuantos metros, un hombre llevaba puesto un sensual traje de policía. Su corazón explotaba de emoción al pensar en su cuerpo.

—¿Eren? —Historia trataba de zafarse del fuerte abrazo que su prometido estaba dándole —¡Oye! —cuando volvió en sí, la soltó. Al mirar sus ojos, notó la rabia y el desconcierto de la rubia— ¿Qué te sucede?

—Lo siento, estaba pensando en otra cosa—desvió sutilmente la mirada y aquella siguiente escena terminó por dejarlo aún más absorto.

La Reiss volteó en dirección donde Eren estaba viendo y se percató de la llegada de alguien a quien esperaban, su futura cuñada.

No obstante, al ver al Jaeger en un extraño estado de vacilación, prefirió esperar a que él sugiriera acercarse.

Estaba abrazado cálidamente a su hermanastra Mikasa—ella lo veía con lascivia, Eren la conocía perfectamente—. Levi no perdía ni un solo minuto. De pronto, cuando se percató de la presencia de Eren, el Ackerman se ubicó frente a Mikasa y la besó apasionadamente. Sujetó su cintura y tomó su rostro para intensificarlo.

Al otro lado, Eren no entendía lo que le sucedía. Su pecho dolía, su corazón palpitaba con mucha fiereza y coraje. Su garganta se cerró por completo y no podía tomar una decisión correcta.

—¡Eren! —Historia volvía a llamar su atención y resoplaba ante la actitud del mismo —Iré con mi padre. Si necesitas algo, ve a buscarme—el aludido asintió y vio cómo se retiraba enojada.

Historia ignoraba por completo que su prometido había salido con un hombre.

Eren no podía controlarlo. Su sangre hervía de ira y mucho más después de que no habían vuelto a hablar después de su fogoso encuentro en el antro.

Levi, su amante del pasado, había prometido que le devolvería todo lo que había sentido después de haber sido traicionado por Eren, pero no supuso que se atrevería a tanto.

"¿Así me harás pagar por haberte engañado con Historia? Realmente se siente bien feo estar del otro lado. No lo soporto, me hiere y me enerva."

Cuando estaba decidido a enfrentarlo, la voz de Rod Reiss lo detuvo. Este lo llamaba para que estuviera junto a su hija en el centro de la atención.

—¡Eren! Ven por favor... —solicitaba el hombre a través del micrófono.

El aludido comenzó a caminar entre las personas y se ubicó junto a su prometida. No estaba nada cómodo ante la situación, pero debía fingir.

Ella se aferró rápidamente a su brazo mientras regalaba una hermosa sonrisa a los invitados.

—Quiero agradecerles por su asistencia—comenzó diciendo Rod—. Estoy muy contento de que mi hija Historia se case con este humilde muchacho... —palmeó a Eren y añadió: —Así que, de corazón, les deseo que sean muy felices y—dirigiendo su mirada al público— ¡a ustedes les doy la bienvenida a esta fiesta!

De inmediato, las luces bajaron su intensidad dando lugar y apertura a la fiesta.

Historia se había encargado de contratar a uno de los mejores disc jockey de la ciudad, atrayendo el rotundo éxito al ambiente musical.

—¿Bailamos, Eren? —inquirió la joven Reiss, tendiendo su mano hacia su prometido.

Aunque no estaba nada conforme con su matrimonio, existía una química muy fuerte entre Eren e Historia en la pista de baile. Siempre se complementaron perfectamente, causando envidia en las miles de parejas que los veía bailar en el antro.

Comenzaron con una sensual pieza de bachata, enamorando a quienes se encontraban a su alrededor. Historia tenía un estilo muy sofisticado y único entre todas las mujeres. Eren, por su parte, era el mejor compañero que la Reiss había tenido a lo largo de su vida. Él emanaba una esencia indescriptible ante ella.

Pese a tener el amor y el deseo de Historia, Eren no estaba conforme. Siendo franco, estaba inquieto y muy molesto.

Fue en ese momento cuando volvió a divisar a Levi junto a Mikasa.

No podía creer que el Ackerman bailara tan bien. De hecho, estaba asombrado por sus sensuales movimientos de cadera que terminaba distrayéndolo más de la cuenta. Él mordía su labio inferior y se aferraba con fuerza al cuerpo de su hermanastra.

"¡Maldita sea! ¿Cuánto tiempo tendré que soportar esta humillación?"

Luego vio cómo Mikasa llevaba sus manos hacia una de las piernas de Levi, intentando arrebatarle el arma que cargaba allí. Él sonrió y sujetó su muñeca. Se acercó hasta su oído y mientras le susurraba, sus ojos se enfocaban en Eren.

Era la prueba contundente de que Levi estaba vengándose de su amor de la manera más cruel vista. Aunque nadie más supiera de su relación, Eren sabía perfectamente que el Ackerman estaba provocándolo.

En el instante que Levi alejó su rostro de Mikasa, ambos caminaron tomados de la mano, en dirección al pasillo donde se encontraban el salón contiguo.

Sin siquiera pensarlo, Eren soltó a Historia y se mezcló entre la gente antes de perder de vista a Levi.

El cólera lo guiaba. Su aroma estaba disperso entre el gentío, pero podía percibirlo claramente. Su cuerpo era atraído fuertemente hacia el Ackerman y no podía hacer nada contra ello, ya que sus sentimientos negativos y los celos cegaban su existencia.

Cuando Historia perdió de vista a Eren, se resignó a bailar junto a su padre. Él la veía con preocupación y sabía que algo no marchaba bien entre ellos. No obstante, se mantenía neutral para evitar que su hija se frustrara sin una razón de peso.

—¿Eren no se siente bien? —inquirió en voz baja mientras la abrazaba.

—Debe estar nervioso. Es eso, estoy segura—fingió.

Porque más allá de cualquier capricho, Historia presentía que alguien más poseía el corazón de Eren.

[...]

El salón contiguo era uno de los pocos lugares que utilizaban los clientes del hotel. El mismo fue pensado como un sitio donde pudieran llevarse a cabo obras teatrales y, asimismo, proyecciones de películas. Era un lujo que sólo los Reiss proveían y lo que más los destacaba.

Eren se detuvo en medio de las butacas. Frente a sus ojos se encontraba un telón rojo que estaba completamente cerrado. Sin embargo, detrás de él podían oírse sonidos incinuosos.

Los gemidos de una mujer y un extraño chapoteo lo desconcertaba. Su vena frontal estaba a punto de explotar y, por esa razón, decidió confrontar a Levi.

Subió al escenario cuán fiera embravecida y corrió el telón bruscamente. La sorpresa que se llevó era tan inmensa que no tuvo tiempo de pensar en lo tonto que se sentía en ese momento.

Lo que sus ojos veían era un reproductor de música, el mismo del cual salía el audio que incomodaba al Jaeger.

—¿Qué pasó? ¿Has venido por mí? —la sensual voz de Levi estaba detrás suyo y, a su vez, sintió algo frío que recorría su abdomen.

Al bajar la vista, notó que el Ackerman jugueteaba con el revólver sobre él.

—¿Dónde está Mikasa? —inquirió con nerviosismo— Necesito hablar con ella.

Levi comenzó a reír y sujetó sus muñecas. Luego, lo empujó sutilmente hasta que perdió el equilibrio, quedando de rodillas en el suelo.

—¿Acaso quieres verme la cara de imbécil? —sin que pudiera resistirse debido al fuerte agarre del Ackerman, Eren fue esposado— ¿No recuerdas que te dije que sufrirías lo mismo que yo? —susurró y lamió el lóbulo derecho de su oreja.

Reducido ante su imponente sensualidad, Eren se resignó a ser castigado por Levi. El Ackerman dio media vuelta y se ubicó de cuclillas frente al rostro del Jaeger. Esbozó una sonrisa juguetona y sujetó su mentón, elevándolo hasta su altura.

—Tú... —recriminaba el más joven— Podías hacerlo con cualquier mujer, pero no con ella—apretó su mandíbula y frunció el ceño— ¿¿¡¡Por qué tuvo que ser Mikasa!!??

—Te conozco perfectamente, Eren—respondió con seguridad —. Sabía que no te afectaría en lo más mínimo si me veías con cualquier otra mujer —sus manos soltaron el rostro del mismo y fue hasta su camisa, la cual iba desabotonando lentamente—. Pero también sabía que estaba arriesgándome a que simplemente me ignoraras.

El juego de Levi resultó ser una trampa donde Eren había caído sin más. Estaba seguro de que así sucedería, por eso apostó a los celos.

—No lo puedo creer... —Eren dejó caer su cabeza y comenzó a reír— Así que finalmente volví a caer ante ti.

—Tú quieres casarte con esa niña rica por quien sabe qué conveniencia, pero tu cuerpo te lleva a mí, una y otra vez—sus manos acariciaban su abdomen—. No puedes negarlo, aún me deseas y no te importa nada, ni siquiera que Historia descubra tu sexualidad...

Su prometida no estaba segura de ello, pero presentía que Eren ocultaba algo.

—Te recuerdo que no fui yo quien le ocultó a la gente que me gustaban los hombres—argumentó, tocando un tema sensible para el Ackerman—. Yo estaba dispuesto a todo por ti, pero me abandonaste apenas me viste con Historia.

Levi frunció el ceño y le dio una bofetada al Jaeger. Entre gruñidos de ira y desesperación, sujetó al más joven de la camisa que llevaba abierta y lo acercó a él.

—¿Y pretendías que yo fuese el plato de segunda mesa mientras esa mocosa disfrutaba del principal? —bufó— ¡Ella será la segunda porque yo seré la prioridad en tu cama! —lo empujó hacia el suelo y comenzó a hurgar en sus bolsillos.

—Tú eres un... —de pronto, sus palabras fueron silenciadas debido al efusivo beso que invadió sus labios.

Ambos estaban igual de encolerizados. Levi no soportaba que Eren estuviera al lado de Historia. De hecho, imaginar que él se acostaría con ella lo volvía loco. El Jaeger, por su parte, temía que el Ackerman sintiera atracción por las mujeres, omitiendo todo lo sucedido entre ellos.

Su orgullo era muy sensible y ambos debían afrontar sus sentimientos.

Eren estaba desesperado. Su cuerpo estremecido solamente quería tocar el de Levi y, al estar esposado, no podía cumplirlo. No obstante, que el Ackerman tuviera el control total de la situación, lo estimulaba.

Levi llevó su rostro hasta su cuello y lo mordisqueó sutilmente. Demostraba su molestia y sus deseos de venganza a través del placer.

—Levi... Por favor... —suplicaba entre jadeos.

Sabía que Eren no soportaba la provocación ni los juegos previos. Era consciente de que estaba proporcionándole la venganza más dulce que pudo haber pensado.

—Recuerda que te he dicho que el juego cambiará... —afirmó y lo ayudó a levantarse del suelo— Tú sentirás lo mismo que yo, incluyendo las mujeres que me rodeen.

Sujetó su brazo y lo llevó hasta donde se encontraba un diván. La escenografía mostraba que todo lo que allí estaba era referido a una obra teatral donde abundaba la psicología y las terapias.

Lanzó sutilmente a Eren contra el mismo, dejándolo boca abajo. Se acercó hasta él y aflojó su pantalón. Acarició su abdomen y el Jaeger jadeaba.

Desde su posición, Levi humectaba sus labios cuán mosca al frotar sus patas en pos de un plan magnífico.

Eren no tenía ni remota idea de lo que el Ackerman había planificado.

—¿Qué harás conmigo? —inquirió en voz baja.

—Recuerda... —al quitarle los zapatos y el pantalón, Levi fue arrimándose contra él— Tú serás quien adquiera mi papel, Eren.

Quitó las esposas y giró su cuerpo. Nuevamente volvió a besarlo apasionadanente mientras se deshacía de su camisa, quedando completamente desnudo mientras su amante aún conservaba todas sus prendas.

—No es justo que yo sólo pague por esto... —no pudo terminar su frase debido a que el Ackerman había sujetado su miembro con fuerza.

Detrás de una maquiavélica sonrisa, se ocultaba un nuevo placer.

—Cállate —lo soltó y nuevamente volteó su cuerpo. Comenzó a besar su nuca, bajando lentamente por su espalda.

Aquella sensación lo tenía en constante tensión. Quería cortar el hilo, pero eso significaría que Levi se alejaría de él para ir con Mikasa, algo que no podía soportar.

—No te muevas y relájate... —advirtió mientras acariciaba sus muslos.

¿Qué era aquello que estaba pensando? Levi ni siquiera estaba a la par suya.

—Levi... —de inmediato, una extraña pero placentera sensación invadió por completo su interior.

Era pequeño, pero muy práctico. Un juguete con el cual podría torturarlo hasta que él pidiera por el suyo. Quería divertirse viendo como Eren se retorcía de placer.

—¿Qué...? Esto... —ni siquiera podía hilvanar las ideas que inundaban su mente.

Todo su ser estaba inmerso en las aguas del placer. Su cuerpo estaba a merced de las vibraciones de un juguete que fue colocado lentamente dentro suyo, esperando alcanzar el cielo gracias a sus extravagantes funciones.

Aquella excitación era completamente nueva, descontrolada y demasiado deliciosa. Su miembro estaba al borde de la explosión, pero realmente quería continuar sintiendo eso.

Los jadeos no se hicieron esperar. Los gemidos guardaban miles de sentimientos que ocultó por mucho tiempo. Eren estaba al borde del colapso mientras Levi disfrutaba de la función.

Mordía sus labios, quería masturbarse. Sin embargo, si lo hacía, perdería detalles de su amante. Estaba seguro de que Eren disfrutaría del momento.

—Levi... No puedo... —gemía y tapaba sus labios.

—No lo ocultes—se acercó a su oído y murmuró—. Adelante, muéstrame que esto no significa nada y que ella es mejor que yo.

—¡No puedo! —suplicaba y gruñó mientras comenzaba a masturbarse.

Levi sonrió. Podría verse cruel, un verdugo que se regocijaba de la agonía de su víctima.

Cuando Eren alcanzó el infierno de la trampa, sus manos se encontraban bañadas de su esencia. Aquella por la que miles de veces había derramado en soledad, mas ahora su musa estaba detrás suyo.

Levi quitó el estimulante que lo llevó al inframundo y volteó en su dirección para encontrar una explicación coherente a lo que había experimentado.

—Bueno, eso es todo—Levi colocó el pequeño vibrador dentro de una bolsa y lo guardó en su bolsillo—. Debo irme, Mikasa debe estar esperándome...

De pronto, fue detenido por Eren. Levi volteó y notó su disconformidad en su rostro.

Aún no se vestía y sus ganas de devorarlo aumentaban cada vez más.

—¿Qué fue esto? ¿Por qué no lo hiciste tú? —inquirió.

—Este es el primer paso de mi venganza. Tú elegiste casarte y buscarme a mí como tu amante—acotó—, eso me da derecho a recordarte el motivo por el cual no puedes soltarme.

—Pero tú tampoco me rechazas, no te entiendo... —apretaba su brazo— Explícame, ¿qué quieres de mí?

Levi suspiró y se acercó a Eren. Sujetó su rostro y sonrió.

Debía jugarse la última carta antes de retirarse de la jugada.

—Quisiera ocupar su lugar y olvidar mis prejuicios—resopló—. Tú me haces feliz, me das placer y tranquilidad. No necesitaría más que eso, pero tú tienes otras prioridades y simplemente decidí tomarme esta atribución antes de soltarte definitivamente.

—¡¡¡No quiero que me dejes, no de nuevo!!! —espetó. Por primera vez, pensó de manera egoísta.

—¡¡¡No seas hipócrita!!! —frunció el ceño—Apenas salgamos de aquí, tú volverás a tu aburrida vida junto a tu prometida y yo a mi rutina de verte a su lado.

—¡¡¡No es cierto!!! Por favor, créeme, Levi—exclamó con desesperación. Pensó un instante y añadió:—¡¡¡Huyamos de aquí!!! —propuso —Iré a vestirme y nos iremos bien lejos tú y yo. Me importa muy poco lo que piensen de mí.

—¡Pero...! —al ver la determinación del Jaeger y la rapidez con la que se vestía, lo desconcertaba— ¿Qué hay de esta farsa?—miraba hacia todos lados, tratando de encontrar una explicación.

—¡¡No me importa Historia ni su estúpido dinero!! —una vez que subió el cierre de su pantalón, miró con seriedad al Ackerman—¡Te quiero a ti y sólo a ti! —se colocó la camisa sin abotonarse y tomó la mano de Levi.

Lo llevó corriendo por el hotel, mezclándose entre la multitud.

No le importaba nada.

—¡Espera! Tú no irás a tirar todo... —musitaba agitado.

"No te comprendo, Eren.

¿Qué es lo que te motivó a decidir por lo nuestro?"

—¡¡¡A la mierda mi estúpido compromiso!!! —gritó cuando atravesó el salón principal—¡¡¡Te amo a ti, Levi!!! No necesito nada más en mi vida. Lo he decidido...

La música y las luces tenues los cubrían. Nada de lo que Eren expresaba lograba ser audible entre los invitados, mas aquella escena donde el Jaeger estaba con la ropa mal puesta, sudado y de la mano del acompañante de Mikasa fue vista por la persona que menos debía hacerlo.

En un instante, el mundo perfecto de Historia Reiss se detuvo al notar la sonrisa, determinación y posterior huida de Eren.

Con sus ojos inundados en decepción, decidió darle la espalda a toda la sociedad y retirarse al baño.

En el camino, se cruzó con Mikasa.

—Historia, ¿te sientes bien? ¿puedo ayudarte en algo? —inquirió con preocupación.

La Reiss desvió la mirada y esbozó una sonrisa fingida.

—Dime, ¿a dónde está tu acompañante? —inquirió con angustia.

—¿Levi? —sonrió—Él debe estar con el amor de su vida. No lo culpo, él merece ser feliz...

—Entiendo—resignada, dejó caer unas lágrimas y añadió: —Con que así son las cosas...

Historia dejó sola a Mikasa y corrió hacia el baño. Allí se encerró para ahogar las penas de haberse ilusionado con un amor no correspondido.

El amor es cruel.

[...]

—¿Por qué me traes aquí? —preguntó Levi luego de que Eren detuviera su vehículo en la mitad de la ruta.

—Porque estamos solos, lejos de todos y quisiera al menos un poco de paz—miró al Ackerman y sonrió—¿Me acompañas?

El aludido asintió y ambos bajaron del automóvil. Eren tomó la mano de Levi y volteó a verlo.

Sus orbes brillaban bajo la luz de la luna. Era hipnotizante y Levi estaba seguro de que podría estar en medio de alguno de sus sueños.

—A partir de hoy cambiarán las reglas del juego... —espetó.

—Es lo que dije, mocoso. No creas que siempre te saldrás con la tuya—reprochó el Ackerman, haciendo que el más joven riera—¿Qué es lo gracioso, idiota?

Lo que más amaba era su extraña forma de expresarse y su peculiar sentido del humor.

—Me río porque volví a salirme con la mía al traerte conmigo —se ubicó frente a Levi y agregó: —. Estoy dispuesto a todo por ti. No me importa mi familia, ni el dinero de los Reiss. Quiero ser feliz y el único que puede darme eso eres tú.

Aunque quisiera ocultarlo y negarlo, Levi era muy sensible cuando se trataba de sentimientos. Eren siempre lograba tocar su corazón gélido con sus cálidas palabras de amor.

—Tú nunca cambiarás... —se adelantó y besó sus labios con premura. Al alejarse, añadió: —Que te quede claro que ahora yo te dominaré. Me cansé de ser el dominado.

—Pero debo asumir que verte como sumiso es muy excitante, dado que tu carácter es completamente diferente en la cama que en la realidad —bromeó y recibió un golpe en su brazo.

El recordar cada expresión de Levi al momento de tener relaciones lo volvía más adicto. Avergonzado, el Ackerman trataba de no imaginarse en esos momentos.

—Tú también te ves demasiado delicioso cuando te someto a mis encantos. Quisiera ver más de eso... —enarcó una ceja.

—Pues, por mí no hay problema. Tenemos este lugar desolado y mi automóvil, tú decides... —sonrió.

Ángel caído dispuesto a llevarlo con él al infierno...

—Preferiría que sea en un lugar más propicio, pero tu vehículo es bastante tentador... —respondió siguiendo su juego.

Nuevamente, sus labios volvieron a fundirse en un intenso beso.

Cargado de pasión, celos que fueron dejados de lado y sentimientos que crecían conforme pasaban los minutos; un sabor amargo que se convirtió en dulce gracias a la decisión de Eren.

—No volveré a dejarte ir, Levi—susurró y abrazó al Ackerman—. Perdóname por todo el daño que te hice...

—No te perdonaré, maldito mocoso—respondió de inmediato mientras se aferraba al cuerpo del Jaeger—. Sólo lo haré después de cobrarme mi venganza.

—¿Aún sigues en ese plan? —espetó y rió.

—Por supuesto, te demostraré que puedo darte el placer que te mereces...

—Acepto gustoso—respondió —. Por cierto, debí decirte que ese traje de policía me vuelve loco—suspiró —. He cometido un robo y vengo a entregarme—levantó sus muñecas hacia Levi.

—Dígame, ¿qué fue lo que robó?

—Su corazón y no quiero devolvérselo—ambos sonrieron.

—Deberá acompañarme...

De inmediato, Levi tomó su mano y corrieron juntos hasta su automóvil.

Estaban felices y disfrutaban del momento.

Se sentían unos adolescentes disfrutando de su primer amor. Nada volvería a opacar su felicidad.

Eren dejó todo para apostar por el amor de Levi y él, a cambio, desquitaría su rabia en sus encuentros sexuales. Sólo así podría sentirse bien consigo mismo y volvería a confiar en su corazón.

El amor, la pasión... Todo vale cuando dos corazones se conectan a lo largo del tiempo.

Las personas no podrán romper ese vínculo ni ellos volverían a negarse a amar nuevamente.

Porque la dulce venganza de Levi acabaría siendo una adictiva droga que lo llevaría hasta el paraíso. Eren, por su parte, disfrutaría ser la manzana que lo condenaría a vivir desterrado junto a él, disfrutando de los placeres carnales que el Ackerman podría darle a cambio.

—Fin.


Muchísimas gracias por llegar hasta aquí!

Tuve muchos comentarios positivos en el one shot "Karma" y se los agradezco mucho.

Esta historia surgió a partir de un sueño que tuve después de publicar dicho one shot y estuve esperando algunos días para escribirla.

(Imaginen que yo no pude participar del delicioso)

En fin, esta historia es participante del concurso de parejas de Shingeki no kyojin del grupo "El rincón de las diosas creativas". Espero que les haya gustado!

No sientan pena en comentar (vamos, escriban todo lo que sintieron)

Espero que lo hayan disfrutado.