Descargo de responsabilidad: Obviamente no soy dueña de los personajes y la trama original de Percy Jackson, así como todo el Riordanverso, eso le pertenecen al tío Rick, si fuera por mí Jason seguiría vivo y Nico jamás hubiera sufrido tanto.

Antes que nada, admito que tengo una especie de crush con el asesino de peluches y nunca voy a superar su muerte, no me juzguen. Así que por eso les traigo algo de Octachel cursi, tonto y sin mucho sentido. En este AU Octavian no murió en La sangre del Olimpo, sino que sobrevivió y fue castigado por su comportamiento durante la guerra... pero también tiempo después fue obligado a trabajar con Rachel para interpretar los Libros sibilinos que Ella, la arpía, aprendió de memoria. Y al final terminó enamorándose de la Oráculo.

— Hey, Dare —Era pasado medio día y rachel iba rumbo a la casa grande para conseguir un almuerzo tardío cuando escuchó que la llamaban, era Octavian. Otra vez la llamaba por el apellido, por más que Rachel ya se había cansado de decirle que no lo hiciera. Era molesto, no es que para él significara nada, como semidiós no tenía idea de quien era su padre o cuán importante era en el mundo mortal, pero que usara su apellido siempre le recordaba el trato diferente que recibía por ello fuera del campamento mestizo. Además, últimamente pasaban tanto tiempo juntos que Rachel simplemente no entendía por qué le costaba tanto llamarla por su nombre de pila.

— ¿Y ahora qué quieres, Octavian? —Rachel se volteó para encarar al Augur, que parecía disfrutar sacarla de quicio siempre. Llevaban meses trabajando juntos por orden de Quirón y Reina, sin conseguir muchos progresos en nada. Normalmente pasaban toda la mañana, y algunos días también la tarde, trabajando en los fragmentos de los libros sibilinos que tenían. Pero ese día ambos habían estado de acuerdo en dejarlo más temprano de lo normal y Rachel se había pasado el resto de la mañana en su cueva, inmersa en sus pinturas, y quería seguir así por el resto del día. Había tenido suficiente de la quejas del chico por el trabajo que hacían para un día.

— Oye yo... solo quería que me acompañaras —Octavian hizo un gesto para que lo siguiera, señalando el bosque, en la dirección contraria a la de su cueva, que era de donde había venido el chico. Se veía algo... ¿Nervioso? ¿Era por otra pesadilla? ¿O alguna profecía nueva? Los poderes proféticos de ambos estaban en una mala racha en ese momento, y lo único que funcionaba de maravilla en ambos, lastimosamente, era lo que sea que estuviera causando sus contantes pesadillas. Pesadillas del tipo no-normal, pero sin ningún mensaje o sentido aparente, o por lo menos no uno que ellos hubieran encontrado hasta el momento. Cosa que lo hacía todo aún más frustrarte.

— ¿Por qué? —Tenía que admitir que cada vez se llevaban mejor, lo que significaba que por lo menos ya no querían matarse todo el tiempo, aunque siempre terminaban encontrando una razón para discutir. Con los días de convivencia obligatoria, muy al pesar de ambos, descubrieron que les era fácil hablar con el otro de cosas que normalmente no hablaban con nadie más. Al principio eso solo significaba profecías y pesadillas. Luego, de alguna forma que Rachel culpa principalmente a las noches en vela por culpas de las pesadillas, fueran hablando de cosas más personales, hasta que llegaron a los miedos y relaciones familiares difíciles. Antes de darse cuenta de lo que hacían, ambos habían derramado los detalles más duros de sus vidas al otro, y por alguna razón, hacerlo los hacía sentir mejor.

— Solo sígueme ¿Sí? —Rachel no supo descifrar su expresión, y probablemente él tampoco la de ella. Puede que sonara molesta pero realmente no lo estaba, o por lo menos no mucho y no con él, estaba confundida y eso la molestaba... bueno ÉL la confundía, y eso la molestaba. De todos modos lo siguió por el bosque alejándose cada vez más del campamento. Estuvieron caminando en silencio durante un buen tramo hasta que ella suspiró y decidió que ya le dio suficiente oportunidad de hablar, y está claro que él no tenía la intención de hacerlo.

— Bien, ¿A dónde vamos? —preguntó con genuina curiosidad. Es decir, él la estaba guiando por el bosque ¿Debía preocuparse de que acabaran perdidos?

— Ya lo veras —Su tono le pareció algo complacido, y tampoco supo si alegrarse o preocuparse por ello. ¡Dioses! ¡Ella nunca sabía nada junto a Octavian! Desde que lo había encontrado en la cima de la colina mestiza hacía dos meses, el día en que Quirón y Reina les explicaron a ambos porqué querían que trabajaran juntos, Octavian no hacía más que desconcertarla.

Al final llegaron a donde él había preparado un picnic, con la manta extendida en el suelo y una canasta bastante cargada con frutas y emparedados, y la simple explicación de que solo quería hablar, una conversación tranquilidad y sin "nadie" que los molestara. Y eso fue lo que hicieron por bastante tiempo... hasta que finalmente él la besó, y sin pensarlo dos veces, ella respondió al beso...

Hacía tanto tiempo de eso...

— ¿En qué piensas Red? —la voz de Octavian la devolvió a la actualidad.

— En nada Ian... solo trataba de encontrar algo que pintar, pero no se me ocurre nada ahora.

Rachel hizo a un lado los lienzos y paletas de colores que había esparcido a su alrededor. Sus pensamientos siempre regresaran a ese día cuando nada más la inspiraba a pintar, lo que normalmente la ayudaba a dar vida a una nueva pintura. Después de cinco años seguía funcionado, una idea vino a ella, pero decidió dejarla para el día siguiente. Con una sonrisa en los labios se levantó del piso en el que estaba sentada y fue a sentarse en el sofá desde el que Octavian la miraba. Él cerró el libro que había estado leyendo antes y lo hizo a un lado mientras Rachel se acercaba más a él, acurrucándose a su lado y posando la cabeza en su hombro derecho. Un brazo le rodeo los hombros y la acercó más a él mientras Rachel cerraba los ojos y disfrutaba del momento. Solo llevaban dos meses viviendo juntos en esa casa, pero a veces aun le maravillaba pensar en ella como su hogar. Aun le maravillaba recordar el largo camino que hicieron juntos luego de ese primer beso.

Bueno, espero que les guste, me divertí bastante escribiendo esto. Octachel siempre fue y será uno de mis ships preferido y por fin me animé a publicar algo de ellos, aunque sé que no a muchos les gusta y probablemente muy pocos lo lean. Déjenme un comentario tanto si les gusta como si tienen alguna crítica, todo es bienvenido y me gusta saber lo piensan de mis historias.