Code Geass pertenece a Sunrise.

Este fanfic contiene spoilers del final de "Code Geass R2".


Espada


El tiempo no podía empañar el recuerdo de Euphemia de su mente. Su sonrisa jovial, sus largos cabellos... Incluso recordaba como si fuera ayer el descenso de su espada al nombrarlo caballero, resultado de una impulsiva decisión.

Aún conservaba las fotografías y videos que Cecile pudo conseguir de esa ceremonia; y cada vez que podía, pulía el filo de la espada que Euphy usó para sellar su destino y comprometerlo con Britannia. Más aún, comprometerlo con ella, sin importar la sangre que le corría por las venas o su posición como tercera princesa del imperio.

¿Podría perdonarlo por empuñar su espada en favor de Lelouch, su asesino? Quería creer que sí.

A fin de cuentas, su papel como Knight of Zero solo era un preámbulo para la escena final. De momento, restaba esperar cual Judas en Getsemaní.

Euphy era más amable que cualquiera, por lo que no dudaría en sonreírle aun después de confirmar sus pecados, resultados de una prolongada lucha que estaba por acabar. Si era cierto que los muertos podían verlo todo, el pasado, el futuro y las intenciones de la gente, seguro ella sabría que Lelouch tenía una solución al entramado político que beneficiaba a unos, a costa del perjuicio de los numerados como él y muchos otros.

Muy probablemente no estaría de acuerdo con la forma, pero Euphy era una idealista: sus anhelos escapaban de la realidad del mundo. Desde su muerte, él jamás se permitía olvidar eso.

Suspiró en medio de la habitación vacía, frente al filo del arma que lo condujo a tales reflexiones.

No, no podía matarlo con esa espada.

No con la de Euphy, sino con la de Zero.

Después de todo, ese fue el plan que ideó Lelouch desde cierto punto de su triste historia, y si Suzaku tenía al menos una fuerte razón para blandir la muerte en su contra, esa razón bien podía ser la princesa Euphemia. Pero intentaría no hacerlo así. Intentaría dejar de lado el resentimiento y el dolor de su pérdida.

Porque no soportaría que Euphy cargara desde los cielos con ese tipo de venganza.

Tanto él como Lelouch sabían muy bien que no existía otra persona capaz de cometer semejante crimen; que en este caso bien sería catalogado como la salvación de las naciones.

"Pero..."

En el mismo instante en el que lo atravesó con la espada de Zero, supo que rechazaba profundamente ese papel. Quería a su amigo. Y a Euphemia. Por contradictoria que pudiera resultar, esa era su verdad. Lo supo cuando la sangre manchó el blanco impoluto de su traje de emperador y sus ojos se llenaron de lágrimas tras el casco del revolucionario. Deseaba un mundo donde pudiera vivir con ambos, compartiendo en la academia Ashford como un grupo de adolescentes normales. Era todo cuanto quería.

Lástima que nació Kururugi y enumerado.

Al asesinar a sangre fría al amigo que le arrebató a su amada, al concretar lo que podía ser un acto de justicia, lo que sintió estuvo lejos de ser satisfacción. Todo parecía ser una burla del destino.

Y, sin embargo, también sabía que solo él merecía cargar con semejante culpa. Solo alguien capaz de asesinar a su propio padre; alguien que no podía morir, aun deseándolo, merecía vivir ese tormento.

"Es tu castigo", había dicho Lelouch. Y vaya que lo necesitaba.


Fin