Gibbs entró al bullpen de NCIS por tercera vez esa semana...sin casos. Necesitaban uno con urgencia..no pedía que una ola criminal se desatará, es más hasta un maldito robo a un marine sería magnífico en estos momentos. Miró a sus jóvenes agentes que parecían frustrados y aburridos de tanta burocracia.
McGee estaba tecleando en su computadora con furia, de ser posible los botones ya se habrían hundido hasta el suelo, Ziva veía su pantalla con una aburrida concentración, Kate su SFA miraba su blog de dibujos como pidiendo inspiración de alguna parte.
— Buenos días. — Saludo mientras se sentaba tras su escritorio. Kate alzó su cabeza y la miró con esperanza.
— Buen día, jefe. — respondió McGee sin apartar la atención de su trabajo
— Gibbs. — asintió la israelí.
— Dime...— Gibbs miró a Kate y se mantuvo en silencio invitándole a continuar — hay algún caso...
— No. — negó el marine y vio la mirada de esperanza de Kate apagarse, los hombros de sus otros dos agentes cayeron decepcionados.
— Quizá Kate teme que sus habilidades de campo se congelen — fue el tono burlón de Ziva.
Gibbs sonrió
— Oxiden — corrigió Kate con un tono engañoso y dulce, McGee se carcajeo sin restricción.
— Se..lo que sea. — restó importancia al asunto Ziva.
Todos continuaron con su aburrido papeleo, los ruidos distintivos de fondo de la oficina era lo único que se escuchaba mientras trabajaban, hasta que sonó el celular de Gibbs. El equipo en estas semanas se había vuelto un experto en identificar cuando sonaba que alzaron sus miradas esperanzas al marine, él sonrió ladino.
— Gibbs — contestó y miró al equipo regresarle el gesto — Bien— colgó y se levantó para correr a la oficina de Vance.
—¿Algún caso..? — fue la voz de Kate a lo lejos
— Pronto lo sabré..— continuó su andar a la oficina del director. Subió las escaleras de dos en dos, una vez frente a la puerta e ignorando a la asistente de Vance entró sin tocar, la puerta se cerró tras él.
— Adelante agente Gibbs — lo recibió el tono sarcástico del director. El hombre señaló la silla frente a el.
— Ve directo al grano Vance.
— Hay un marine muerto...— Vance jugó con el palillo de dientes y no dio señales de continuar.
— ¿Y..? — grupo Gibbs pensando que nada de esto tenía sentido — Debieron llamarme a mi..así que dime ¿Que tiene este de especial?
— Nada, nada. — negó mientras descarta el palillo en el bote de basura — Solo qué será diferente ...
— ¿Qué significa eso..?
— Significa que trabajarás con los detectives...además no estarás a cargo . — soltó el director sabiendo cuánto desagrada al marine trabajar en conjunto.
— Es nuestra jurisdicción...— gruñó el marine — No necesito a dos idiotas detectives tratando de impresionar. Los quiero fuera del caso. — exigió
Vance alzó una ceja y negó — Son órdenes del SecNav. — vio la mirada de desconcierto en Gibbs — Se que estás desconcertado. Pero no puedo hacer nada, Jarvis dijo que eran los mejores. "Lo mejor de lo mejor" — se detuvo — Tienes que trabajar con ellos o estás fuera del caso.
Gibbs lanzó un gruñido pero asintió, él necesitaba estar fuera de la oficina y su equipo también...si tenía que trabajar en conjunto lo aceptaría con tal de dejar la burocracia de lado, claro pero con una condición — Mi equipo vendrá conmigo. — fue más una afirmación que una petición.
El director aceptó — No lo harías de otra manera. — deslizó unas carpetas hasta Gibbs, que las tomo — examinen el caso en lo que llegan. Dile a tu equipo que haga las maletas, después de todo no saben cuánto tiempo estarán allí. — afirmó.
— ¿De qué diablos estás hablando Vance?
— El caso. — apuntó las carpetas como si estás fueran a susurrar la respuesta — Es en Baltimore.
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Gibbs salió de la oficina de Vance sin decir nada y bajó con rapidez los escalones. Cuando estuvo frente a su equipo repartió las carpetas correspondientes a cada uno, dejándolas caer con violencia en el escritorio de cada uno. McGee fue el primero en saltar asustado y alzar la mirada. Sus dos compañeras fueron más reservadas con su reacción, los tres miraron a su jefe.
— ¿Que significa esto Gibbs? — Kate se levantó y tomó la carpeta y la agito en el aire.
— Un caso. — simplificó — Preparen sus maletas, nos vamos. — no dejó espacio a más.
— ¿Que..? — fue Ziva
— Vamos a Baltimore...— miró a su equipo que permanecían de pie, como congelados. — ¡¿Que están esperando, vamos?! — eso pareció despertarlos de su ensoñación por qué comenzaron a tomar las pertenecías necesarias de sus escritorios. — Llegaremos al lugar de cada quien en el camino. — finalizó.
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Les tomó un poco más de tiempo llegar a Baltimore debido a que tuvieron que pasar a tomar unas cuantas prendas a sus respectivos hogares, pero ya estaban aquí. El sol del mediodía cayó en sus rostros y Gibbs se cubrió con una mano. La estación de policía estaba frente a ellos, un hombre de entre los cuarenta salió del lugar y se dirigió a ellos.
— Ustedes deben ser de NC...— se detuvo como pensado lo que seguía después de esas dos letras.
— NCIS — terminó Gibbs por el — Agente Gibbs, Todd, McGee y David — dijo mientras señalaba a cada uno.
— Danny Prince — ambos hombres se estrecharon brevemente las manos. Pronto el detective los estaba dirigiendo dentro de la estación. Los llevó a una amplia oficina que parecía pertenecer a alguien más.
— Supongo que saben algunas cosillas del caso — Prince hizo un gesto desinteresado hacía la pizarra que había al fondo — Pero unos cuantos detalles más no caen mal a nadie — agregó
Gibbs decidió dejarlo para cuándo el otro detective llegará — Me gustaría examinar el caso con el otro detective, cuando aparezca. — miró a Prince — Usted está a cargo. — afirmó Gibbs.
Prince se encaminó tras el escritorio y se desparramó en la silla, después subió los pies al escritorio y sonrió.
— Quizá..— había duda en su voz y Gibbs supo que mentía. Sus pensamientos fueron confirmados cuando otro detective se adentro a dejar unos cuantos archivos en el escritorio, alzó una ceja a Prince.
— Tomando libertades, Prince. — miró algo en el escritorio y Gibbs dirigió su mirada a dónde él. El detective sin identificar dejó los papeles y volteó una placa que estaba al revés y sonrió.
Sargento Anthony DiNozzo
— No diré nada. — comenzó el hombre señalando a Prince que inmediatamente se puso de pie y sacudió el escritorio — Si no le dices al sargento que voltee su placa. — finalizó y salió del lugar.
— ¿Que tienes de malo..? — pregunto McGee
— Nada. — alzó Prince los hombros — Es cosa de DiNozzo agrego con amargura.
— Bien. Ahora sí llamas a tu sargento y le pides que se digne a aparecer para comenzar con el caso. — dijo Kate cruzada de brazos
— De acuerdo...— fue interrumpido por el detective que salió hace unos minutos.
— Tu línea se está volviendo loca, quizá sea otro cadáver.— dijo
— Muy bien, gracias. Iré ya Atwater. — se encaminó a la salida y los dejó.
— Jamás había visto tanta falta de interés de alguien a cargo. — dijo Kate a nadie en específico.
— Eso explicaría el tono amargo de Prince.— dijo McGee
— No lo creo...— fue la voz de Ziva que miraba la pizarra con atención — No habría tantos detalles específicos si no le importará...— todos se dirigieron a dónde ella y miraron.
Gibbs supo que la israelí tenía razón, había toda clase de notas adheridas a las fotos y flechas que apuntaban a los lugares correspondientes. La letra era un poco ilegible pero entendible.
— Podría ser otra cosa...— comenzó McGee
— Sea lo que sea no justifica su falta de puntualidad. — gruñó Gibbs frustrado al no tener respuestas de la persona a cargo de esto. — Además estamos aquí para resolver un caso, no para sacar conclusiones de un desconocido...
— Hey siguen aquí — afirmó Prince como si fueran a escaparse — Tenemos otro cuerpo, vamos. — se encaminó al escritorio y garabateó algo en un papel que lanzó con descuido. — Ya nos alcanzará DiNozzo— su desinterés era obvio.
/
Estaban en el bosque.
El cuerpo de un marine alto estaba tirado boca arriba en la hierba. La sangre se esparció debajo de su corpulento cuerpo, estaba fresca. El marine al igual que el de los archivos tenía una enorme herida de bala en el mentón y se extendió hacia arriba. Parte de su cerebro estaba esparcido en la hierba, no había signos de lucha. Además estaba desfigurado, habían cortado todos sus dedos..estaba mejorando.
— ¿Alguna identificación Ziva?— pregunto Gibbs a la israelí que buscaba en el coche del muerto.
La primera diferencia con el primer cadáver.
El auto.
— El asesino quizá se llevó un recuerdo. — aventuró Ziva
— No quiere que lo identifiquemos. Podría no ser un marine — Apareció Kate a su lado — No hay casas a la redonda, eligió un buen lugar.
— Si. Y no solo eso ...tenemos una bala perdida — dijo Prince mirando con detalle el cuerpo — Me atrevo a decir que es bueno...
— Bueno o no mi trabajo es ponerlo tras las rejas. — dijo — Ahora sí alguien se dignara a llamar a Ducky para saber que le toma tanto tiempo... — Gibbs se callo y miro a lo lejos, eso atrajo la atención de Kate.
Un chico que parecía recién salido de una riña cruzó la cinta policiaca. A pesar de todo estaba bien vestido, llevaba puestos unos pantalones de mezclilla color negro un cinturón sostenía la prenda en sus delgadas caderas, además traía en conjunto una camisa casual blanca y encima una chaqueta de algodón color gris además de unos zapatos de vestir. Tenía el cabello sobre la cara y estaba pálido. Parecía un chico que iba a una fiesta...
— ¿¡Que demonios...niño!? — grito Gibbs mientras se dirigía a detener al chico, su equipo junto a Prince le siguió. — ¿Que estás haciendo?
El joven alzó una ceja como si esa fuera la pregunta más estúpida — Cruzó la cinta...obvio. — dijo y termino por pasar la cinta, Gibbs puso su palma en el pecho del niño.
— No se permiten civiles
— Estás irrumpiendo una escena del crimen — dijo Kate y sonrió — Obvio..— el tono de la mujer fue sarcástico.
Ziva y McGee se miraron pero mantuvieron silencio dejando la situación en las manos de Gibbs y Kate. Más no se fueron, miraron la escena.
— Qué demonios...— la mirada del joven fue confundida — ¡Oh! — exclamó con una repentino entendimiento que solo él captaba y sonrió.
— ¡Lárgate de aquí niño! — grito frustrado Gibbs
Y el equipo sabía que esa fue la gota que colmó el vaso, la paciencia de Gibbs no era su fuerte, si le añadidas que el encargado del caso aún no aparecía y a este joven entrando en la escena era mucho para procesar en un solo día.
El entusiasmo se fue del rostro del joven y miro Gibbs...los ojos del joven eran verdes e intensamente serios de pronto — Eso no se va poder. — dijo y sus pómulos marcados fueron más notorios cuando dijo lo siguiente — Y no me iré. — peino su castaño cabello hacia atrás y sus pómulos fueron más filosos, además de resaltar el moretón que lo adornaba.
— Déjate de tonterías...
— Soy el encargado de este caso...y ningún engreído agente de NCI...no se que me echara de mi propia escena de crimen. — eso dejo mudo a Gibbs.
Y como no, el joven no aparentaba más de veinte años. Y aunque sus expresión era tenaz, su rostro aún tenía un tinte de adolescente. Quitó la mano de Gibbs de su pecho de un manotazo y se le enfrentó..y es que a pesar de ser más joven era mucho más alto que el marine.
— Mientes — soltó Kate con agresividad
— Eres demasiado joven...siquiera pasas los veinte.— dijo Ziva que miraba muy a detalle al recién llegado.
— Tengo treinta y dos...— afirmó seguro — Aunque no lo parezca. — Miró a Prince que estaba cruzado de brazos y negó con vehemencia.
— Mintiendo de nuevo...— dijo el detective alzando una ceja.
— Bien...treinta. — susurro lo último
— Inténtalo de nuevo...
— Bien, bien tu ganas. — miró a Gibbs y sintió las miradas de los otros clavadas en el — veinticuatro. — admitió al final y pareció dolerle ese echo.
— No era tan difícil admitirlo ¿Verdad? — suspiro — No sucederá de nuevo. — le restó importancia Prince
— Fue más difícil de lo que crees Prince...
— Aww vamos Sargento...
¿Sargento?
Eso fue como un click en el equipo de Gibbs y el mismo...¿No podía ser verdad..? Este niño el sargento de Prince..parecía recién salido de la maldita universidad a pesar de haber afirmado tener veinticuatro años..era ocho años más joven que Kate e incluso Ziva y McGee tenían seis años más que el, definitivamente esto era alguna clase de enfermiza broma, pero entonces recordó lo que el ahora identificado DiNozzo dijo después de que Gibbs lo intentará echar...
"— Soy el encargado de este caso...y ningún engreído agente de NCI...no se que me echará de mi propia escena de crimen. — "
Y diablos, quería gritar.
Aunque no fue necesario su equipo se encargó inmediatamente de ello, sus voces demostraban un tinte de enojo,irá y frustración de que alguien más joven estuviese a cargo.
— ¡Sargento!
Esta historia ya la había escrito hace mucho, en mis inicios aquí..pero la pasé a borradores. Sentía que le faltaba detalle y personalidad, ahora que soy un poco mejor en esto decidí volverla a publicar, claro editada y considero yo mejor escrita.
Espero que esto sea del agrado de los que les gusta mis historias de NCIS. Déjenme saber que piensan de ella, adiós.
