Hoy vi una vez más esta maravillosa serie, y no me resistí a hacer este fic, que espero que sea de tres capítulos a lo sumo. ¡Disfruten de la lectura!
Disclaimer: 'Anne de Green Gables' y 'Anne With a E' no me pertenecen, sino que sus respectivas creadoras.
Una heroína de verdad
Capítulo I
Por E. Waters
Lo cierto era que Anne siempre había soñado con ese momento.
Sus inocentes labios posados con los de él, su corazón latiendo de la más pura dicha, su pecho agolpándose de unas sensaciones a las cuales ella simplemente podía definir cómo 'exquisitas', además de como los dedos de los dos se enredaban entre sí, la joven sentía que ella sólo podría considerarse como una verdadera heroína si ella daba ese paso…
Si ella daba su primer beso.
—¿Estás ahí, Anne? —la melodiosa voz de su mejor amiga hizo que la muchacha de rostro pecoso saliera de sus constantes divagaciones, y es que para ella este tema era de suma importancia.
—Oh, claro que sí, Diana —sin embargo, aunque los chispeantes ojos azulosos de la muchacha se posaron sobre el pálido rostro de la otra niña, era más que evidente que ella no estaba en el presente, sino más bien en un lugar mucho más lejano, en su propia cabeza—. Sólo pensaba en el libro que el profesor nos dio a leer.
—¿Hablas de 'Romeo y Julieta'? —la joven de profundos ojos negros alzó con curiosidad una ceja, y es que si bien el comentario de su amiga sonaba de lo más lógico, 'algo' le decía que no estaba siendo del todo sincera en sus palabras.
—¡Claro que sí! —Anne incluso sonrió — ¿No piensas que es sumamente trágico, pero romántico su final…? —su voz adquirió cierto entusiasmo — ¡Ya me gustaría que mi vida terminara de esa tan elegante forma!
Entonces Diana se limitó a asentir calladamente con la cabeza y darse por complacida de la respuesta de su mejor amiga, puesto que sonaba perfectamente como esta misma pensaba, y que por lo cual todo estaba bien…
Aún cuando Anne no dejó de pensar en lo que era, en la actualidad, su mayor problema.
Fue cuando llegó el momento en el cual la campana sonó indicando de esta manera que la jornada escolar de aquel día recién estaba comenzando, a lo cual las dos jóvenes, siempre con los brazos tomados entre sí cómo era comúnmente en ellas, ingresaron a la aula de clases, sentándose también como era lo usual una al lado de la otra.
Y por primera vez desde que Anne Shirley Cuthbert había hecho ingreso a la escuela primaria, no puso atención a lo que el profesor enseñaba, estando tal vez demasiado sumida en sus propias cavilaciones.
¿Acaso nadie podía comprender que estaba realmente en una situación de extrema gravedad?
—¿Anne…? —nuevamente la voz susurrante de Diana llegó a sus oídos — ¿Estás ahí, Anne? —repitió esta misma.
—¿Uhm…?
—Anne Shirley Cuthbert —otra vez la joven escuchó su nombre, pero no de parte de su mejor amiga, sino que del propio profesor Phillips —¿Serías tan amable de retomar la lectura desde donde la señorita Barry la dejó?
—¡Oh, claro! —entonces la chica dio casi un brinco en su silla, sosteniendo el libro que correspondía a la asignatura de historia — Canadá fue fundada el año…
—¡Incorrecto!—la voz del señor Phillips sonaba incluso un tanto burlesca, como si disfrutara poner en vergüenza a la chica — Por lo que veo, señorita Shirley, usted no ha aprendido nada de conducta desde llegó a Avonlea —Anne quiso defenderse, pero el profesor fue mucho más rápido que ella —. Vamos, levántese y escriba 'No debo dejar de prestar atención en clases'.
Sabiendo perfectamente bien que no sacaría absolutamente nada con rebatirle al profesor, la chica decidió hacerle caso e hizo lo que el señor Phillips le indicaba.
Pero ella no dejó de pensar en ningún momento acerca de cuándo, cómo y con quién sería su primer beso, y en lo que menos esperó llegó el momento en el cual la campana sonó una vez más, pero esta vez dando inicio al receso.
Y cosa extraña, la niña no dijo palabra alguna al momento en el cual ella, junto a Diana y las otras chicas, estaban consumiendo su merienda, y al parecer nadie lo notó…
Nadie, exceptuando a su mejor amiga.
—Anne, ¿estás bien? —fue lo que dijo la muchacha, cuando ya ella y la otra niña, tomadas del brazo como era lo típico, se encontraban caminando hacia sus casas, una vez que ya las clases de ese particular día habían finalizado —Desde que comenzó el día que estás… 'rara —Diana la miró con genuina preocupación —¿Ha pasado algo en Green Gables acaso?
—¡No! —se apresuró a responder Anne —Es sólo que… —y la joven desvió por un breve instante su mirada de la oscura de Diana, llegando incluso a suspirar.
—¿Es sólo qué…?
—Creo que jamás llegaré a ser una heroína de verdad —dijo trágicamente la niña, a lo que la chica de cabello azabache quiso decir algo, pero Anne velozmente se adelantó a sus palabras — Nadie querrá besar a una niña tan fea cómo lo soy yo, Diana.
—¡Pero si tú no eres fea, Anne! —fue lo que primero atinó a decir la otra niña, abriendo mucho, pero mucho su mirada — Además, ¿qué tiene que ver dar besos con ser 'heroína de verdad'?
—¡Ay, mi querida Diana! —nuevamente la muchacha utilizó ese dramático tono de voz en sus palabras — Todas, pero todas las protagonistas de las historia que hemos leído en la escuela, en algún momento han dado un beso —soltó un sonoro suspiro — Pero claro, tú no tendrás problema… de seguro que más de un chico querrá besarte.
—¡No digas eso! —sin poder evitarlo, las blancas mejillas de ella adquirieron cierto rubor — Además, por ahora esas cosas no importan —la joven sonrió ampliamente, y hasta se tomó la libertad de tomar las manos de su mejor amiga entre las suyas — Aparte, tú eres mucho más delgada que yo.
Y cuando la muchacha dijo esto último, las miradas de las dos se encontraron y las dos estallaron de risa.
Pero aunque Diana y ella siguieron tomadas de la mano hasta el momento en el cual ambas debían de tomar rumbos distintos, y aunque las dos hablaron de cosas que no tenían relación alguna acerca del asunto de los besos, Anne siguió pensando en el tema.
¿Y si ella nunca llegaba a ser una heroína…?
Los días pasaron, las semanas pasaron, pero aún la niña de trenzas y sonrisa desaliñada no dejaba de pensar en el tema, a pesar de que aparentemente Diana lo había olvidado, en vista que ninguna de las dos volvió a mencionarlo.
Aún cuando era un tema de suma urgencia para ella.
—Supongo que jamás podré lograrlo —dijo Anne pensando en voz alta, cuando se encontraba ya en Green Gables, en su habitación, después de que las clases de ese día ya habían dado a su fin — Y que seguramente tendré que limitarme a ver cómo las otras chicas de la escuela se convierten en heroínas —soltó un trágico suspiro —, bueno, ya veré cómo me las arreglo.
Y Anne en ese instante se convenció a sí misma que intentaría sobrellevar su no tan romántico destino, y que habían cosas más importantes que ser una heroína…
Hasta que claro, llegó el momento en el cual una de las chicas de su misma clase, durante la merienda de ese día, mencionó que ya había dado su primer beso, por lo cual ya había dejado de ser una niña y ser así toda una mujer.
Y Anne, como era lo esperable, no reaccionó de la mejor manera.
—Yo… me tengo que ir —dijo ella, balbuceando en el acto, tomando así de una manera un tanto torpe sus cosas, sólo para después salir disparada hacia la salida del salón de clases.
¿Acaso nadie comprendía por la terrible situación que estaba pasando…?
—¡Anne!
Al alzar su mirada, lo primero que la muchacha se encontró fueron los inconfundibles ojos negros de Diana, los cuales mostraban una preocupación genuina, y la muchacha se recordó a sí misma que después de todo, ella y la chica eran 'almas gemelas'.
—¡Anne! —volvió a repetir la muchacha — ¿Estás bien?
—¡Ay, Diana! —exclamó dramáticamente la joven, lanzándose a los brazos de la chica — ¿Por qué el Destino me tiene que castigar de tan desdichada forma? —y hasta llegó un punto en el cual muchas lágrimas comenzaron a escurrir por sus pecosas mejillas — ¿Será que es castigo por tener este pelo de zanahoria y esta cara toda manchada?
—¡Pero si a mí me gusta mucho tu color de cabello! —se apresuró a decir la chica de piel pálida y hoyuelos— Es mucho más distintivo que el color del mío, que es tan negro y sin gracia.
—Eso sólo lo dices porque eres mi mejor amiga —la joven se separó ligeramente de la figura de Diana, para así mirarla directamente a la cara, todavía con su cara empapada de lágrimas —De seguro que si tú fueras un chico, me encontrarías fea y poco agraciada.
—Bueno, pero no lo soy —Diana ahora posó delicadamente su mano sobre las mejillas de Anne, y seguidamente quitó un par de lágrimas de estas mismas —. Para mí, Anne, serás siempre la muchacha más maravillosa del mundo.
Entonces Anne se separó aún más de la figura de la joven, y fue cuando su mirada con la de ella se conectaron, y el corazón de la muchacha latió de una forma tan, pero tan fuerte y vigorosa, que sintió hasta que en cualquier momento este podría salir de su pecho.
¿Cuánto ella estaba dispuesta a dar, con tal de ser una heroína…?
—¿Anne…? —fue el nombre que emergió de los delgados y delicados labios de Diana, a lo cual no recibió respuesta alguna —¿Anne…? —volvió a repetir ella, sintiéndose incluso un poco nerviosa, en vista que su mejor amiga la estaba observando con una intensidad jamás antes vista.
Las torpes manos de Anne posadas con cierta inquietud sobre las elegantes mangas del vestido azulado de Diana, la mirada chispeante de Anne puesta fijamente sobre la mirada de negruzca de Diana, y siendo su cercanía cada vez más, más próxima entre las dos, Anne supo que el momento había llegado…
El momento en el cual podría finalmente ser una heroína de verdad.
¡Y eso! Les agradecería muuuuuuucho sus reviews, para así poder continuar con la historia. Nos estamos leyendo ^-^
