Ladies and Gentlemen!
Creo que puedo mencionar que estas historias, serán escritas conforme avance en el juego. Ahora puedo comprender como es que a muchas personas, realmente les parece lindo la pareja entre Lumine y Tartaglia, sé que hay algo más ahí, entre ellos dos que realmente, es tan hermoso y ahora pude observarlo con mis propios ojos el porqué entre estos dos, ese algo es capaz de convertirse en algo maravilloso. Creo que ya estoy regresando a las mismas palabras ¿Ustedes no lo creen? Es que siendo sincera, no hay otras palabras con las cuales, el querer describir a los mismos.
It's time to read!
It's showtime!
Aclaración: Genshin Impact no me pertenece. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.
Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.
-Yo también tengo un hermano que proteger
Fueron aquellas palabras que escucho Tartaglia al momento que ambos se quedaron observando como aquel barco iba a su destino, una pequeña persona se despedía de su enemiga mientras alzaba el pequeño muñeco que se encontraba entre sus brazos. Lumine alzaba su mano para poder despedirse de Taucer con una pequeña sonrisa en su rostro. Claro, por más que él hubiera querido esconderse, al final, todo era en vano cuando ella había sentido su presencia que no dudo en voltear disimuladamente a verlo.
Paimon volaba cerca del puerto para poder estar un poco más de tiempo antes de que el barco se perdiera así que ella no se daba cuenta de lo que estaba pasando a sus espaldas.
-¿Y luego? -Pregunto visiblemente cansado para solo mirar como su hermano menor se iba, al menos quería quedarse en lo que desaparecía y volver con su vida normal.- ¿Qué fue lo que paso?
Un corto silencio se formo. Lumine solo suspiro antes de sentarse, jugar un poco con sus pies hacia adelante y atrás. Sentir el frio aire de la noche, escuchando el ruido de aquel tranquilo mar y al final, fue que volvió abrir los ojos y miro aquellos ojos azules del conocido como Childe. Una sonrisa triste apareció en ella, era demasiada notoria aquella tristeza que realmente se pregunto si era aquella misma heroína que cada encuentro que tienen, ha sido capaz de derrotarlo.
-Nos separamos -Dijo con pesar.- Todos se dan cuenta en cuando me conocen, no soy de este mundo -Acomodo sus traviesos mechones rubios detrás de su oreja.- Antes de llegar aquí, mi hermano y yo, nos habíamos encontrado con una diosa desconocida, nuestra misión principal era derrotarla pero ella -Cerro los ojos por un momento, movió su cabeza de un lado a otro y al final, saco todo el aire que se encontraba dentro de su pecho.- Tomo a mi hermano y lo desapareció frente a mis ojos sin poder tener la oportunidad de hacer algo por él -Hizo sus manos puño, arrugando un poco su vestido.- Pelee con todas mis fuerzas pero fue inútil, ella gano, me quito todo mi poder y caí en este lugar
-Eres capaz de dar esta impresión y quizá algo más -Se encogió de hombros.- No eres una persona normal porque tu fuerza y la visión que tienes, es muy diferente de lo que se encuentra en ese lugar, mucho menos, sabemos algo más sobre ti o tu raza, ni siquiera soy capaz de investigar qué edad es la que tienes -Se quejo un poco al intentar moverse.- ¿Fue de esta manera en la que te encontraste con tu compañera?
-Yo la salve -Soltó una suave risita ante aquel recuerdo.- A cambio, me está enseñando todo sobre este mundo desconocido, me enseño que no está mal en confiar en las personas, apoyarme un poco en las mismas aunque también tienes que sacar ese esfuerzo por protegerla de aquellos enemigos que son capaces de encontrarse en mi camino, este mundo no era tan malo como me lo imaginaba que me alegro encontrarme con Paimon, me ayudo a salir a una nueva aventura en lugar de quedarme sin hacer nada -Alzo la vista al cielo.- Pero…
-¿Pero?
Otro corto silencio se formo. Lumine solo bajo la vista, observaba a lo lejos como Paimon se había encontrado con unos pequeños niños y jugaba con los mismos. Cuando la pequeña acompañante se detuvo a mirarla, no dudo en alzar la mano para saludarla, misma acción que imitaron los pequeños niños. La de cabellos dorados no dudo en devolverles el saludo. Tartaglia miraba todo con atención, incluso, miraba con atención los movimientos de la misma, tan delicados y finos que era imposible que fuera la misma chica que blandía una espada para poder derrotar y proteger a los que ella quería. Aunque siendo sincero, él estuviera haciendo lo mismo aun cuando se trataba de sus pequeños hermanos. Su pequeña compañera continuo jugando con los pequeños niños, así dejando una vez más, en aquella platica que estaban teniendo ellos dos.
-Siento que es mi hermano el que falta en este mundo, siento que hay muchas cosas que no soy capaz de comprender -Dijo con tristeza.- No pude hacer más para ayudarle, para protegerlo, me siento como una inútil y ahora sin mi poder -Soltó un gran suspiro. Subió sus manos rápido para cubrir su rostro y quitarse aquella traviesa lagrima que se había asomado. Childe abrió los ojos, un tanto apenado, miraba a otro lado mientras rascaba su nuca un tanto nervioso.- Siento que no seré capaz de proteger a este mundo -Su voz empezaba a romperse.- Aun cuando algo dentro de mi me dice que mi hermano se encuentra en este lugar, es imposible, no lo puedo ver, lo siento pero no lo veo por más que desee ¿Cómo podre ser fuerte cuando no soy capaz de proteger lo que tanto amo? Quizá solo es suerte la que tengo
Tartaglia soltó una carcajada, provoco que Lumine le miraba de mala manera, dejando al descubierto que sus ojos se encontraban un poco rojos como sus mejillas rojas. No era justo que cuando le estaba contando algo importante, este solo empezara a burlarse de ella. Estuvo tentada a sacar su espada pero la mano de él, la detuvo.
-¿En serio estás diciendo eso? -Comento con ironía.- ¡Eres la rival más fuerte que me ha tocado enfrentar! Si dices que este no es tu poder, ni siquiera me puedo imaginar cómo eras realmente, antes de todo esto, debiste ser alguien más fuerte -Rechisto, un adorable puchero fue capaz de aparecer en el rostro de la chica que en el momento, desapareció cuando el más joven de los Fatui, le otorgo un pañuelo. Un tanto temerosa, es que lo tomo.- No soy bueno para decir esto pero eres una chica bastante fuerte y valiente, aun cuando no pudiste proteger a tu hermano, te esfuerzas por proteger a las personas de este mundo, serías capaz de romper tus propios huesos solo por la seguridad de los mismos -Sonrió, Lumine lo miraba con atención.- Es probablemente lo que más odio de ti pero es quizá, lo que más admiro -Se cruzo de brazos.- Eres capaz de decir lo que piensas, de comportarte como una princesa burlona, engreida, buena para nada y despistada pero eres capaz de decir aquella dura verdad que a todos nos cuesta mencionar -Soltó una carcajada.- Eres capaz de perdonar a tipos como yo y dejar a un lado todas estas diferencias porque fuiste capaz de proteger a mi hermano menor aun cuando yo soy la persona más peligrosa y él bastardo que no puede dejar de mentir porque no quiere ver a su hermano menor desilusionado
-No eres tan malo como lo mencionas
Childe abrió los ojos sorprendido para ver a la chica sonreír, sus mejillas rojas y la tierna manera en que lo miraba. No podía evitar sentir algo más en ese frio corazón que hace mucho tiempo, se encargo de sellar.
-¿Ahora estas tratando de consolarme?
-No -Movió su cabeza de un lado a otro para volver a negar.- Es solo que no es justo que te describas de esa manera cuando realmente, eres alguien más, solo no quieres que nadie descubra tus debilidades, no quieres que lo utilicen a su favor y tú caigas más en aquella desesperación que cubrirá algún día tu corazón -Suspiro.- La manera en que lo proteges, la manera en que mientes por aquella buena razón, todo es para evitar arruinarle su infancia, para proteger aquella tierna sonrisa, es aquello lo que te brinda fuerza, eso es realmente admirable, ahora comprendo mejor el origen de tu fuerza -Soltó una suave risita.- Eso es lo más noble que he visto
El de elemento agua se quedo congelado ante aquellas palabras. Rasco su nuca un tanto nervioso, nunca creyó escuchar aquellas palabras viniendo de su más grande rival, aunque de alguna manera, aquello fue realmente convincente que solo siguió pensando que la chica era demasiado fuerte, quizá aun no se ha dado cuenta, quizá aun le falte un poco más pero sin duda, le gustara ver los resultados en otro enfrentamiento. La vio levantarse, estirarse un poco y bajar sus manos a sus caderas.
-¿Y qué es lo que harás ahora?
-Seguiré protegiendo a las personas -Comento sin dudar.- Me hare más fuerte para poder un día, encontrar a mi hermano y protegerlo - Lo miro, miro el pañuelo en su mano y lo guardo en uno de los bolsillos de su traje.- Te lo regresare junto con algo más, una pequeña recompensa, gracias por escucharme
-Gracias por cuidar a mi hermano -Menciono Tartaglia.- Es lo menos que puedo hacer cuando decidiste seguirme el juego, cuidarlo y protegerlo aunque fue un tanto difícil
-Es lo que se hace con la familia -Sonrió Lumine con aquellas palabras.- Se cuán importante es la familia, lo viví con mi hermano y lo estoy viviendo con todas las personas que se atraviesan en mi camino -Subió su mano a su pecho.- Cada uno de los amigos que he hecho, cada uno de los aliados que estoy haciendo en este transcurso, incluso -Se dio media vuelta para compartirle un poco más de aquella sonrisa.- Incluso con los enemigos que he perdonado y que he ayudado para cuidar a su travieso hermano menor -Soltó una suave risita, Tartaglia solo se quedo mudo.- Aun cuando digas esas cosas de ti, yo estaré aquí para enfrentarte, para ser tu rival como también, para ser tu amiga -Se acerco cuidadosa al mismo y como si se tratase de un ataque sorpresa, es que ella le dio un suave y tierno beso en la mejilla del mismo.- Aun cuando me odias y yo te odio, al final, siempre nos unirá un solo camino, el de proteger a los que amamos
-¡Lumine!
El grito infantil de Paimon fue aquello lo que interrumpió aquel dulce momento. Sin poder decir algo más, Tartaglia solo observo como aquellos cabellos dorados se alejaban mientras se balanceaban en su rápido correr. Al final, fue que ella se dio media vuelta para sonreírle una vez más y despedirse del mismo para irse con su compañera hacer alguna que otra misión para seguir fortaleciéndose.
El joven líder solo se quedo en silencio, con aquellas palabras rondando por su mente que al final, no pudo evitar sonreír al mismo tiempo que cubría su rostro, sentía sus mejillas calientes y estaba más que seguro que no se estaba enfermando por sobre esforzar su cuerpo ante los deseos infantiles de su hermano menor, una carcajada fue lo que se escucho en ese momento mientras alzaba el rostro y miraba aquel cielo estrellado de Liyue.
-Tenía razón -Murmuro.- Ella es increíble
Una vez que el barco había desaparecido, se levanto con cuidado mientras sentía aquella calidez en su mejilla. Suspiro antes de borrar aquella sonrisa para poder continuar con su trabajo. Tenía razón aquella chica, se encontrarían muchas veces en su camino porque había algo más que los unía. Y tal vez, solo al final descubrirá el porqué su pecho se sentía tan cálido, el porqué su corazón no podía dejar de molestarle porque de alguna manera, solo quería seguirla, quería saber que era lo que se tramaba.
Quizá era un sentimiento más allá de una familia. Pero por el momento, solo quería ser eso, una familia, solo eso.
¡Muchas gracias por leer!
Si les soy sincera, puedo mencionar que me encanto estos dos. Puede que se odien pero al final en cuentas, tienen algo que los relaciona, algo que comparten y es que cada uno, quiere proteger a los que ama. Esa es la manera en que yo los veo. ¿Y ustedes? ¿Qué más me podrían decir de estos dos?
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¡Nos vemos a la próxima!
Atte.: AnZuZu Dragneel
Fecha: Martes 13 de Abril de 2021