-¡James! ¡Sirius! Vengan aca ahora mismo.

El grito de una cierta pelirroja se esuchó por toda la casa.

-Oh no Canuto, creo que este es nuestro fin- suspiró uno de los 3 jovenes que se hallaban en el segundo piso.

-Ni lo digas Cornamenta, fue un gusto conocerte.

Ambos se abrazaron mientras fingían llorar, gritando que era su fin y que eran muy jovenes como para morir.

-Serán idiotas, bajen ya- dijo una voz mientras los empujaba por las escaleras.

-Lunatico por favor, no nos hagas esto, nos matará.

Ambos se resistían al hombre que los empujaba pero decidieron bajar al final después de varias amenazas de quitarle la moto voladora a uno y la escoba último modelo que acababa de adquirir el otro.

-Vaya, al fin bajan

Una joven pelirroja bastante atractiva con los ojos verdes brillantes se encontraba de pie con un bebé en brazos, no podría tener más de 20 años.

-Perdona Lily, sea lo que sea te juro que nosotros no fuimos esta vez- dijo uno de los jovenes acercandosé a ella y poniendo un brazo en sus hombros.

-Black, da un paso atrás.

El joven que se había acercado retrocedió escondiendosé detrás del sofá. Era muy atractivo al igual que los otros dos, esté tenía el cabello un poco más largo que los otros dos, ojos grises y llenos de diversión.

-Lily tranquila amor, nosotros no hemos hecho nada...

-Un paso atrás tu también Potter.

El mencionado se fue a esconder atrás de el joven Black, este tenpia el cabello negro y ojos cafes brillantes.

-¿Qué fue lo que hicieron Lily?- dijo el último de los jovenes, calmado mirandola.

-No lo sé, Remus. Encontré esto en la puerta mientras salia a regar las plantas.

Lily apuntaba una caja quue se hallaba en la mesa, ninguno de los jovenes se había percatado de ella.

Eran tiempos oscuros, sin duda, los mortífagos acechaban a todo el mundo y no había forma de saber las tacticas que usarían, por lo que Lily no quería estar sola cuando abriera la caja, por si se trataba de magia oscura.

-¿Quieres que la abramos?- dijo James ahora acercandose a ella y abrazandola por la cintura.

-Pues no se que otra cosa pordíamos hacer...

Remus se acercó a la caja mientras que todos sacaban su varita a excepción de Lily que tenía al bebé en brazos.

James se colocó adelante de ella, dispuesto a protegerla a ella y a su hijo si algo sucediera.

-A la de 3

-3... 2... 1...

Los 3 con un movimiento de varita abrieron la caja y entonces...

Todo se puso en blanco.

Bueno, estoy de vueltaaaa

Borre todas las historias que tenía y he decidido empezar una nueva, desde cero y con otra mentalidad y es que bueno, tenía como 14 años cuando empecé a escribir, ahora soy mas maduro y creo que no doy tanta pena ajena... creo yo.

Pero bueno en fin, actualizaré más seguido y... ¡Que vivan los merodeadores!