Renuncia de derechos: Harry Potter y todo su universo son propiedad de J. K. Rowling, empleo parte de ello sin fines de lucro. Por otra parte, la trama y algunos detalles sí son míos, por lo que me reservo su uso.

Advertencia: debido a la naturaleza del mini reto, este fic es un AU (Universo Alternativo), que se deriva de la premisa "ciertos personajes (entre ellos el que elegí) vivieron en la época que escogí".

El presente texto participa en el mini reto de abril de "La Copa de la Casa 2020–2021", del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".

Época seleccionada: Regencia (1811–1820).

Personaje seleccionado: Nymphadora Tonks.

Extra utilizado: 100 palabras.


Mente y corazón.

Abril de 1812.

—Si bien entiendo tu predicamento, no veo motivo para preocuparse.

Claro, Isla no lo entendería, ¿por qué se molestó Dora siquiera en contarle?

Sencillo: ella era la prima inteligente de la familia de su madre (y su favorita, pero no se lo diría).

—Permíteme recordarte que, a diferencia tuya, carezco de belleza y una bóveda familiar a la cual sacarle provecho —masculló, mirando a su alrededor para confirmar que nadie les prestara atención en aquel tranquilo rincón de la biblioteca—; además, sigo sin creer que sea precisamente Leopold Hitchens quien te dé su apoyo. Nunca he acabado de entender cómo es que son amigos.

—Me sorprende —Isla dejó de sonreír para mirarla con extrañeza—. Es simple: a diferencia de otros caballeros, Hitchens piensa por sí mismo y sabe asociarse con quien mejor le parezca, incluso si es una mujer. Nuestro acuerdo nos da beneficios a ambos hasta que cada uno consiga vivir por su cuenta.

—Lamento si te molesté de alguna manera, solo intento…

—¡Mis primas favoritas! ¡Permítanme hacerles compañía!

—Gracias por el cumplido, Sirius, pero seguramente has venido por un asunto específico.

—Isla, querida, el día que te equivoques, yo estaré por casarme —un joven alto y de sonrisa fácil, muy parecido a Isla, se sentó junto a ella, casi frente a Dora—, así que iré al grano, ¿tienes aquí esa novela de la que me hablaste la semana pasada?

—¿Cuál? Mencioné al menos tres, Sirius.

—Bueno, entonces las tres. ¿Me las prestarías?

—¿Para qué quieres tú un montón de páginas muggles? Apenas logré condensar las entregas de la más reciente.

—Solo me interesa una, esa de las hermanas, ¿sabes cuál?

Isla compuso una expresión pensativa, antes de que se iluminara su rostro y rebuscara entre sus cosas, sacando en poco tiempo un libro de cubierta marrón.

—Espero que no uses Sentido y Sensibilidad para una de tus… desventuras, ¿me harías el favor?

—Puedo intentarlo. ¡Nos vemos! ¡Saludaré a Remus por ti, Dora!

¡Si no fuera un pecado y una complicación, Dora mataría a su primo!

—Creo que Sirius adivinó tu predicamento, porque te aseguro que yo no le dije nada.

—Te creo, Isla. Además, mi natural e inconveniente torpeza también me delató.

—Según sé, Lupin es todo lo que la casa de Gryffindor se enorgullece de alardear. Eso lo hace un buen partido para mí.

—¡Pero ha ignorado cada intento mío de entablar conversación!

—Estuve allí, querida, sé de lo que hablas —Isla suspiró y comenzó a reunir sus pertenencias—. Te diría que eres impaciente, pero la verdad, Lupin me recuerda algo de una de mis novelas…

—¡No, Isla! ¡No una de esas novelas tuyas!

—Esta era bastante buena —defendió Isla enseguida, por lo cual Dora mejor no replicó—. Verás, Lupin me hizo pensar en un personaje del que piensan que es «demasiado mayor para casarse».

—¡Lupin no es demasiado mayor! ¡Tiene tu edad!

—No, pero tengo la impresión de que, de alguna manera que no entendemos, Lupin piensa así de sí mismo. No es por ti, estoy segura, así que deberías seguir intentando un acercamiento.

—¿No se verá muy atrevido de mi parte?

—Dora, somos brujas. Si bien compartimos normas sociales con los muggles, eso no significa que debamos seguirlas todas. Si no, ¿cómo es que prácticamente me voy a convertir en una descarada libertina al mudarme con una familia desconocida al graduarme?

—¡Tú no eres…!

—Exactamente. Solo ten en mente el no hacer nada realmente impropio y eso te salvará de situaciones inconvenientes.

—Gracias, Isla. Realmente eres la del gran intelecto aquí.

Isla sonrió con cariño, notó Dora, pero también con inmensa satisfacción.

—&—

Bienvenidos sean a la participación de abril la Copa, espero que la hayan disfrutado.

El mini reto esta vez consistía en que eligiéramos una época y dijéramos "sí, me gusta, ahora haré que el personaje X viva en estos años que claramente no son los suyos". Uno de los detalles a tomar en cuenta era que el personaje no viajó en el tiempo ni nada parecido, realmente debía pertenecer a la época elegida en el universo del fic, así que primero, tocó elegir un periodo que me inspirara algo y luego, ingresar allí a mi protagonista.

Como dicen mis notas iniciales, tomé la Regencia, periodo del no leí demasiado para esto, solo lo suficiente como para estar segura de los respectivos años y bueno, fue una excelente excusa para que mi protagonista elegida (Nymphadora) conviviera con otros personajes que de otra manera, ni habría conocido. El reto no limitaba a tu protagonista como el único en cambiar de época, así que claro, volví a Isla la prima favorita de Dora, y Sirius tenía que aparecer por ahí, lo que me llevó a insinuar, de pasada, que no es el único Merodeador al que cambié de siglo (cofremuscof).

Dato curioso aparte: el que Isla sea aficionada a las novelas muggles es un canon mental mío... y la mejor oportunidad para mostrarla como admiradora de Jane Austen que sí, publicó sus obras precisamente en los años de la Regencia (la mencionada Sentido y Sensibilidad salió en 1811, en realidad y es la que cita Isla al hablar de Remus).

Cuídense mucho y nos leemos a la próxima.