No podían hacer más que correr, penetrando en la densa jungla desconocida cada vez más y más, mientras ella utilizaba su trigger Scorpion para cortar la vegetación. Cómo pudo salir tan mal, si tan solo lo hubiera escuchado en ese momento, pero su terquedad fue más fuerte y dio a descubierto su grupo, haciendo que se separen y empezando la cacería contra ellos. Si tan solo fuera otra persona la que hubiera dado las ordenes en vez de él.
El dúo pronto llegó a una catarata y aprovecharon para trazar un plan de escape.
—Llegaran en poco tiempo, pongamos cables alrededor para entorpecerlos y sigamos avanzando —sugirió Osamu.
—Digo que los enfrentemos acá —respondió Katori, no podía aguantar que el cuatro ojos le ordene.
—No, no sabemos nada de ellos, es muy peligroso, deberíamos tratar de conseguir un poco más de información si queremos enfrentarlos —abrió los brazos alteradamente, el sonido de las cataratas era muy fuerte haciendo que tenga que gritar, cosa que no le agradaba en nada a la chica.
Pateo una piedra —De todas formas nos van a alcanzar, al menos pongamos una pelea antes de eso. Yo pondré una pelea, tu solo mira —quería tentarle a una situación desfavorable, pero sabía que tenía razón Mikumo, aun así, no paraba de irritarle.
Osamu no podía creer que siguiera comportándose de esa manera después de que ella estropeara toda la misión y por su culpa estaban así. Tomo un respiro, trato de tranquilizarse y afianzó su voz —Mira por tu culpa estamos en esta situación, así que por lo menos trata de hacerte responsable.
Fue visible como las palabras hicieron mella en ella —¿Y? ¿Tienes una mejor idea? Ellos conocen toda esta zona, igual si siguiéramos corriendo nos alcanzarían tarde o temprano —se acercó a él para estar enfrente suyo, al llegar recordó lo que le dijo y suspiro, no quería decir lo siguiente, pero logro tragar parte de su orgullo—. Si se te ocurre algo ya dilo que no hay mucho tiempo ... y te sigo.
No trato de tentar a su suerte y dejo de lado sus deseos de decirle a Katori que repita lo último, se puso una mano en la barbilla y comenzó a cranear. Así como dijo, sus buscadores los alcanzarían si seguían corriendo, tacho ese plan en su mente. Si daban pelea acá, aún con ellos haciendo un perfecto trabajo en equipo sería difícil, no sabían la cantidad de enemigos ni tampoco que tan fuertes eran, lo tacho también.
Bajo la cabeza para mirar el agua correr y precipitarse hacia abajo, eso le prendió la lámpara —Ya sé —exclamo energético, golpeando las manos en forma de martillo.
Katori puso las manos sobre su cadera —Ya era hora cerebrito, que se te ocurrió?
—Sígueme —dijo Osamu y antes de adentrarse entre los árboles, se dio la vuelta—. Por favor.
Paso un tiempo hasta que llegaron sus captores, revisaron todo el lugar con drones. Encontraron ramas y hojas rotas en un lado, también había cables dispersados en todo el lugar adentrándose en la jungla.
—Estan cerca, ¡Vamos! —comando a los demás siguiendo el camino.
Katori y Osamu estaban suspendidos por una cuerda debajo de las cataratas. A pesar de la fuerza del agua, lograron sujetarse. Cuando se fueron del lugar sus captores, esperaron un tiempo más antes de subir.
Para la chica le pareció una eternidad, no pudo aguantar fruncir el ceño cuando la agarro de la cintura para saltar.
—No hacía falta que me agarres, yo también podía sujetarme de un hilo por mi cuenta —espeto Katori mientras trataba de secarse.
—Lo siento no había tiempo, además quería usar el menor espacio posible —se disculpó Osamu haciendo una reverencia, sabía que la chica no le apreciaba ni un poco.
Evitó hacer contacto visual con su compañero —Bueno no importa, tu plan funciono —se dio cuenta que fue muy dura con el sin que lo merezca, era ella la que merecía el mal trato por toda esta situación—. Gracias —dijo bajando su tono y mirándolo de reojo.
Osamu la miro un rato, por un momento le pareció otra persona la chica enfrente suyo, al parecer ya se estaba ganando su confianza.
—No es nada, pero hay otro problema —dijo Osamu, se frotó la cabeza a la vez que salía de su cuerpo trion—. Me quedé sin trion...
Era el turno de Katori de estar muda, devuelta le empezó a parecer irritante su compañero. En una situación de vida o muerte y el inútil se queda sin trion. Se llevo las manos a la cabeza e hizo sonidos incomprensibles de la frustración, mientras que Osamu trataba de hacer el menor ruido posible.
Siguieron avanzando hasta llegada la noche, gracias a los conocimientos de el chico pudieron hacer una suerte de campamento, la madera de los árboles era muy similar al de la Tierra, construyeron una tienda e hicieron una fogata pero evitaron hacerla muy grande, no querían llamar la atención de nadie cerca.
Se turnaron los dos, ella salió de su cuerpo de trion a la vez que él se puso el suyo.
—Espero que te dure más esta vez —comento la chica a la vez que quitaba una manta de su mochila para taparse y después se sentó al lado de la fogata, hacía mucho frío esa noche.
—Yo también espero... —dijo Osamu no tan seguro, su entrenamiento aún no consiguió colocar sus niveles de trion al nivel promedio que tenían los agentes de Border.
Rascándose la cabeza, se preguntó cómo vino a parar en un lugar así y con Mikumo para variar, su suerte no podía ser peor, a todo esto, se le sumó un rugido de su estómago. Deseo con todas sus fuerzas que Mikumo no lo haya escuchado, agarro su mochila y quito una lata de frutos secos, no era mucho, pero eran mejor que nada.
Osamu trato de contener su risa y miro a otro lado cuando escucho eso, estaba tan perdido en sus pensamientos qué solo algo tan inesperado le quito de ello.
—¿Tienes hambre? —pregunto para hablar de algo, no podían pasar todo el tiempo evitándose el uno al otro.
—Si, en todo el día no comimos nada —respondió Katori llevándose unas frutas a la boca—. Me sorprende que tú no tengas.
—Creo que por toda la situación me quito el apetito.
—Y que lo digas, todo el tiempo estás pensando poniendo esa cara.
—¿Eh? ¿Qué cara? —pregunto curioso.
—La cara de "que haría Jin si estuviera acá" mientras tocas tu barbilla —dijo Katori llevando su mano a su barbilla imitandolo.
Osamu se empezó a reír ante la imitación de su compañera —Es que, él siempre está un paso adelante y tiene mucha más experiencia que yo en casi todo, creo que sí pienso de esa manera puedo hacer las cosas mejor —se sinceró mientras alzó la mirada para ver las lunas en el cielo.
Otra vez, no podía evitar sentir irritación cuando decía cosas como esas, pero ya sabía porque la molestaban tanto. Ella quería también poder dar lo mejor de sí misma, pero era sujetada por su falta de motivación, interés y orgullo. Sentía celos de él y del tesoro que tenía, el poder hallar sentido a su esfuerzo, ella quería también algo así.
Siguió la mirada de su compañero para toparse con la noche más hermosa que vio, las dos gemas del cielo teñían la noche de verde y rojo, acompañadas de las estrellas que no hacían más que agregar magia al paisaje. Daría lo que fuera por tener una cámara ahora.
—Es hermosa —pensó en voz alta Katori.
—Si, nunca vi nada igual —comento también Osamu apreciando la noche, al momento le rugió también el estómago, se dio la vuelta y se encontró con la sonrisa burlona de su compañera.
—Quien era que no tenía hambre? —pregunto Katori con un tono chillón.
—Me atrapaste —replico a la vez que se rascaba la parte de atrás de su cabeza. Cuando iba a buscar algo para comer en su mochila, se interpuso la mano extendida de la chica sujetando la lata de antes.
—Ten —insistió para que agarre—. Fue lo que sobro y mejor lo que comes así no se desperdicia.
Sin poder negarse, acepto la ofrenda —Gracias Katori —le dedico una sonrisa de agradecimiento.
No sabía que mosca le pico, pero rápidamente la chica aparto la mirada, la sonrisa de Mikumo le agarro por sorpresa y también no sabía cómo actuar cuando le agradecían.
Buscando algo con lo que entretenerse, quito del bolsillo su trigger y empezó a buscar la manera de contactarse con sus compañeros o con la base, fallando a cada intento. Algo hacia interferencia con sus comunicadores en este lugar. Guardo su trigger y bostezo mientras estiraba los brazos, ya era bastante tarde y todo el día fue muy intenso, mañana va a ser igual o peor.
Ya con algo de sueño, se levantó y se dirigió a la tienda, tenía que aprovechar todo el tiempo que tenía para descansar y recuperar fuerzas.
—Voy a dormir, que no se te ocurra holgazanear —comento Katori, sabía que eso era imposible, de lo poco que lo conocía, Mikumo era lo suficientemente sacrificado y que, si era por él, se quedaría haciendo guardia todo el tiempo que ella quiera descansar.
—Te aviso cualquier cosa, que descanses Katori —dijo su compañero dedicándole otra vez una sonrisa, maldita sonrisa, pensó ella mientras se introdujo a la tienda.
Trato de conciliar el sueño sin éxito, algo no la dejaba dormir. Abrió sus ojos y miro el techo de la tienda, al momento supo que era y se quería morir, golpeó el suelo con la mano por la frustración y vergüenza.
—Es en serio? —se dijo así misma.
Se levantó y quito la cabeza fuera de la tienda para encontrarse con la mirada de Mikumo, quien estaba parado enfrente. Ya había apagado la fogata y solo cenizas quedaban, la luz de las lunas igual dejaba distinguir en gran parte las cosas.
—Oh, Katori, ¿pasa algo? —pregunto extrañado.
Contempló la cara de su compañero por un tiempo, su expresión poco a poco cambiaba a una de preocupación ante la inexpresiva de Katori.
Tomo un gran respiro, este no era su día —Mikumo —dijo en un bajo tono.
—Sí? —respondió preocupado, flexionando un poco los hombros.
—Buenas noches —termino Katori sin esperar respuesta del muchacho y entro a la tienda, ni un poco era su día.
Osamu perplejo, se quedó mirando dónde estuvo su compañera solo para responder tardíamente —¿Buenas noches?
