Día 1: Una nueva vida

Una noche tormentosa donde solo se escuchaba la lluvia cayendo y el ritmo del croar de las ranas... Algo estaba a punto de ocurrir.

¡Tuuummm!

Una especie de oveja, su lana era de un color dorado intenso aparte de llevar unos extraños accesorios con él, había caído del cielo provocando un sonido de choque que cualquiera podría haber escuchado, y eso pasó, una chica salió corriendo de su casa para acercarse a la extraña creatura y ver que sucedió.

Chica: ¡Ah!, ¡es un monstruo!... ¿Qué haces aquí en el pueblo...?

Pero solo el silencio fue lo que le respondió.

Chica: Oh no... Pareces herido, no te preocupes, cuidaré de ti...

La chica arrastro a la pequeña oveja dentro de su casa para evitar que siguiera debajo de esa intensa tormenta.

Anciano: ¿Qué pasó?

Después de que entro, un hombre de edad avanzada dentro de la casa se percató de lo que estaba pasando.

Anciano: ¡¿?!, ¡Oye!, ¡es un monstruo!

En su rostro se notaba el disgusto de que esa creatura estuviera dentro de su morada.

Chica: Sí, lo es.

Anciano: ¡¿Qué está haciendo en mi casa?!

Chica: ¡Está herido!, ¡necesita ayuda!

Anciano: ¡Bueno, podrías ayudarlo en cualquier otro lugar!, ¡¿por qué lo arrastraste hasta aquí?!

Chica: ¿Debería haberlo dejado fuera con lo que llueve?... Bueno, lo cuidare yo. No voy a dejar que te moleste.

Resignado, el hombre acepto de mala gana y la chica llevo a la pequeña oveja arriba de las escaleras para dejarlo sobre una cama para que descansara.

Chica: Jeje, deberías estar bien por la mañana.

...

La noche había pasado, la tormenta se había detenido, los sonidos que se escuchaban anteriormente ya no lo hacían, y en la cama donde se encontraba nuestro peludo amigo, algo estaba ocurriendo.

¿?: ¿Eh...?

Después de que unos extraños brillos y destellos salieran de su pequeño cuerpo, ya no se podía ver aquella oveja, en su lugar estaba un chico, parecía tener entre unos 17 años, su altura estaba alrededor unos 1.75m, tenía el cabello rubio y largo, y poseía unos ojos color azul profundos, además de vestir unas ropas un poco extrañas que abrazaban su complexión delgada.

¿?: ¿Qué está pasando...?

El peculiar rubio comenzó a analizar donde se encontraba viendo la pequeña habitación y tratando de recordar algo, sentía un gran dolor en su cabeza y solo tenía una pregunta en su mente.

¿?: ¡Espera!, ¡¿dónde diablos estoy?!

Después de haber pegado ese grito de confusión, salió corriendo de la casa sin poner atención a si alguien podría haberlo visto, estaba totalmente confuso, por lo que en realidad no avanzo mucho una vez que salió de aquel lugar.

¿?: ¿Por qué salí corriendo?... Todo esto... Se siente como un extraño sueño...

Una vez que salió de sus pensamientos, logro percatarse de que alguien estaba frente a él.

¿?: ¿Hmm?, ¿quién es?

Chica calmada:...

¿?: Um, hola...

Chica calmada:...

Quien estaba frente a él, era una chica, parecía de la misma edad que él y era un poco más baja de altura, por sus hombros caía un hermoso cabello carmesí y en su rostro se podía apreciar unos ojos celestes que miraban al chico con curiosidad, además de que se podía ver como sus orejas terminaban en pequeñas puntas y que su ropa parecía una usada para trabajar.

El rubio estaba a punto de intentar hacer una pregunta cuando noto como la pelirroja pasó a un lado de él con la intención de marcharse del lugar, y este solo podía ver como comenzaba a alejarse.

¿?: ¿Acaso fue algo que dije?

Confundido de que haya dicho o hecho algo que la molestara, había decidió dejarla ir y seguir investigando donde se encontraba, hasta que escucho una voz por el lugar donde la pelirroja se estaba alejando.

Chica: Buenos días, Raven.

Raven: Buenos días...

El rubio logro ver a una alegre chica de cabello naranja que llevaba una linda corona de flores entre sus manos y escucho como llamaba a la pelirroja por el nombre de Raven. Al igual que la pelirroja, perecía tener su misma edad y altura, pero con actitudes completamente opuestas, además de que en su ropa podías ver flores a donde sea que miraras.

Chica: No suelo verte normalmente cerca del árbol.

Raven:...

Chica: ¡Ah!

Mientras el rubio centraba su atención en la "conversación" de ambas, la pelinaranja se dio cuenta de su presencia y se acercó a él.

Chica: ¡Hola!, no creo que nos conozcamos. ¿Cuál es tu nombre?

Saludo al rubio con una gran sonrisa mientras la brisa de la mañana hacia que su cabello se moviera ligeramente.

¿?: ¿Eh?, ¿mi nombre...?

Justo cuando el rubio estaba por decirlo, se percató de que ocurría algo extraño

¿?:...

Chica: ¿Pasa algo?

¿?: Sí... No puedo recordar mi nombre...

La confusión se podía ver por toda la cara de la pelinaranja.

Chica: ¿No puedes recordarlo?, ¿por qué no?

¿?: No... No puedo recordar quien soy... Ni mi nombre... O de donde soy...

Chica: ¡¿Quieres decir que tienes amnesia?!

?: jaja, supongo...

La preocupación acababa de volver al rubio, además de que una cara de no saber qué hacer se formaba en la pelinaranja mientras la chica pelirroja los miraba con curiosidad a la distancia.

Chica: ¡Oh no!, ¡¿qué deberíamos hacer?!

Pero antes de que cualquiera contestara algo, la pelinaranja salto sorprendiendo a ambos espectadores.

Chica: ¡Espera!, ¡tengo una idea!... Raven, ¿puedo pedirte un favor?

Raven: ¿Un favor...?

Chica: Sí. Te lo voy a explicar...

Entonces comenzó a relatar lo que estaba en su cabeza.

Chica: Hmm... Bueno, primeramente, como no sabemos tu nombre, ¿cómo deberíamos llamarte?

Se lo dijo al rubio que tenía una cara de confusión en su rostro, así pasaron unos segundos hasta que este hablo.

¿?: Hmm, ¿qué tal... Blake. Llámame Blake.

Chica: Jeje, ¿Blake?, ¡qué nombre tan llamativo, muy varonil!

Blake: Jeje... Qué bueno que te guste.

Después de esa pequeña presentación, la pelinaranja volvió su vista hacia la pelirroja.

Chica: Ahora, Raven... Sobre ese favor... ¿Podrías llevar a Blake al árbol Sharance?

Raven: ¿Qué?, ¿yo...?

Chica: Sí, tú. ¿Podrías hacerme ese favor?

Raven:...

Después de un pequeño silencio incomodo que duro unos segundos, la pelirroja dio su respuesta.

Raven: Está bien...

Chica: Jaja... Muchas gracias, Raven... Entonces voy a ir a ver a mi abuelo... Volveré en un rato.

Blake: De acuerdo...

Entonces se fue corriendo en la dirección por donde llego anteriormente dejando una nube de polvo en el lugar que estaba antes, quedando el rubio y la pelirroja en un profundo silencio.

Blake: Entonces... ¿A dónde vamos?

Raven: Por aquí...

La pelirroja comenzó a subir unas escaleras que al parecer llevaban a un enorme árbol que era más grande de lo que pudieras imaginar, su tronco era gigante y las hojas de este eran de color rosado y se podía respirar un aroma fresco en el ambiente, el rubio se quedó unos segundos apreciándolo y sorprendiéndose de lo grande que era.

Blake: ¡Wow!, ¡que enorme árbol!... Um, creo que debería seguirla...

Después de que el rubio subiera todas las escaleras no pudo encontrar a la pelirroja, en su lugar se encontró con una puerta que al parecer llevaba al interior del árbol y se dispuso a entrar.

Blake: ¡Wow!

Una vez en el interior, pudo ver que en realidad si llevaba dentro del árbol y había lo que se podría decir una casa con las cosas básicas para vivir.

Blake: ¡Esto es increíble!

Raven:...

Mientras el rubio estaba perdido apreciando todo el lugar, la pelirroja comenzó a alejarse de él nuevamente.

Blake: Ah, ¿te vas?

Raven: Sí. Mi trabajo ya está hecho.

Una vez que salió esa respuesta casi robótica de ella, el silencio se hizo presente una vez más.

Blake: ¿Por qué me trajiste aquí...?

Raven: También me lo pregunto... Ahora que he acabado, me voy.

Pero antes de que siquiera llegara a la puerta, se vio un destello naranja entrar por la misma a toda velocidad.

Chica: ¡Ahh… Ahh… Ahh!... Perdona por hacerte esperar, Blake.

Blake: No te preocupes, no llevo mucho tiempo esperando

Después de los jadeos de cansancio de parte de la pelinaranja, esta comenzó a hablar de nuevo.

Chica: Entonces, ¿qué te parece la casa?

Blake: Es muy... Única... Nunca había visto una casa dentro de un árbol antes...

Chica: ¡Genial!, ¡aquí es donde te vas a quedar, así que me alegro!

Blake: Sí, ya que me voy a quedar aquí, es... Espera, ¡¿qué?!, ¿quedarme aquí?, ¿de qué estás hablando?

Una cara de confusión, sorpresa y un poco de terror se mostraba en el rostro de nuestro rubio.

Chica: ¿Ah?, ¿no te lo dije?... ¡Vas a vivir aquí a partir de ahora, Blake!

Blake: ¡Espera, ¿cuándo decidimos eso?!, ¡no recuerdo esa conversación!

Chica: ¡Exactamente!, ¡hay muchas cosas que no recuerdas!, ¡no sabes ni quién eres, ni que estás haciendo aquí!

El rubio justo sintió un golpe bajo por ese comentario y mostro una cara deprimida mientras hacía círculos en el suelo con su dedo a la vez que una pequeña nube negra estaba sobre su cabeza.

Blake: Sí, supongo que tienes razón en eso...

Chica: Además, creo que hay una razón para que acabaras aquí, Blake.

Blake: ¿Enserio...?

Chica: ¡Sí!, ¡quizás el dulce olor de las flores te ha traído aquí!

Una pequeña gota de sudor podía verse en la frente del rubio y en la pelirroja que llevaba todo el tiempo en silencio escuchando la conversación.

Blake: D-De todos modos, ¿estás segura de que puedo vivir aquí...?

Chica: ¡Claro!

Aunque él no recordara nada, estaba seguro de que la sonrisa en la cara de la pelinaranja era la más brillante que el rubio había visto en toda su vida.

Chica: ¡Incluso mi abuelo me dio permiso!

Blake: ¿Tu abuelo?

Chica: Sí. ¡Mi abuelo es el alcalde del pueblo!, ¡así que no te preocupes, y siéntete como en casa!

Blake: Jeje, muchas gracias.

Chica: Ah, por cierto, soy Shara, y la de allí es Raven.

La pelirroja solo agacho un poco su cabeza en forma de saludo hacia el rubio y la pelinaranja volvió a hablar de nuevo.

Shara: Déjame darte la bienvenida al pueblo de Sharance.

Raven: Encantada de conocerte...

Blake: ¡Encantado de conocerte también, Raven!

Tal vez debido a la gran sonrisa en el rubio, la pelirroja volteo su cabeza quitando su atención sobre ella y volviendo a quedarse en silencio.

Shara: Ahora, déjame explicarte los muebles que tienes en tu nueva casa, ¡ven, sígueme!

La pelinaranja fue corriendo directamente junto con el rubio detrás de ella, hacia una especie de cofre de madera en una esquina de la sala.

Shara: Este es tu baúl, puedes guardar armas, armaduras, objetos, herramientas y otras cosas, no te preocupes por lo pequeño que se ve, en realidad esta imbuido con magia y es capaz de almacenar muchas cosas, pero el espacio no es infinito, recuérdalo bien. Puedes guardar los objetos que no sueles usar en él.

Blake: Espera, ¿qué quieres decir con que está imbuido con magia?

Shara: ¿Acaso tampoco recuerdas lo que es la magia?

Blake: No, lo siento...

Shara: Bueno, eso te lo puedo explicar más tarde. Espero que hayas entendió como funciona el baúl.

Blake: No te preocupes, lo tengo.

Shara: ¡Perfecto!, entonces continuemos. Lo siguiente seria... ¡La nevera!

El rubio estaba pensando en que menciono la nevera como si fuera lo más emocionante del mundo mientras se daba cuenta de que la pelirroja seguía en el mismo lugar en silencio. La nevera era un poco más grande que el rubio, y era de un material como el acero y de color gris.

Shara: En ella puedes almacenar vegetales, frutas, pescado, semillas y comida... ¿Estas interesado en la cocina, Blake?

Blake: ¡Lo estoy!

Shara: ¡Genial!, si alguna vez preparas algo, espero que lo compartas conmigo... Y si alguna vez quieres instalar una encimera, puedes hacerlo aquí.

Lo decía mientras apuntaba la zona vacía a un lado de la nevera.

Shara: ¡Si tienes una encimera, puedes cocinar!, habla con el chef del pueblo. Puede ayudarte a conseguir una y otros utensilios que necesites, deberías hablar con el cuándo tengas oportunidad... Continuemos.

Y así el rubio la siguió hasta la otra punta de la habitación hacia un objeto que estaba sujeto a la pared.

Shara: En este calendario se muestran todas las fechas de los festivales del pueblo, deberías ver cuando se celebran, ¡o podrías perdértelos!, también puedes marcar los cumpleaños de la gente que conozcas, ¡así que pregunta todos los que puedas!, hablando de eso, mi cumpleaños es el 11 de la primavera y el de Raven es el 29 de la primavera, espero que no lo olvides y asegúrate de darnos algún regalo, jeje.

Blake: Jeje...

No sabía por qué, pero el rubio se aseguraría de no olvidarlo por su propio bien.

Shara: Ahora continuemos, lo siguiente supongo que te será de utilidad.

Se dirigieron hacia otro lugar de la habitación en frente de un pequeño tronco con lo que parecía una libreta encima de él.

Shara: Este es tu diario, pensé que deberías escribir en él para que no olvidaras algo más otra vez, jeje.

Blake: Me asegurare de usarlo...

Las pequeñas bromas de la pelinaranja sacaban una gota de sudor al rubio.

Shara: Y por último... ¡La cama!... Y eso es lo que es, una cama, no tiene mucho misterio, jeje. Cuando duermas en ella recuperaras la energía que has perdido durante el día.

Aunque pareciera que las explicaciones no deberían ser necesarias, el rubio se aseguraba de no olvidar nada de lo que escuchaba.

Shara: ¡Ah!, ¡deberías escribir en tu diario, así no olvidaras lo que aprendiste hoy!

Blake: Pero yo ya...

Shara: Nada de peros, anda, hazlo de una vez.

Blake: Está bien...

Y así pasaron unos minutos mientras el rubio escribía en el diario lo que había hecho ese día... Sin que supiera lo que le deparaba el futuro y todo lo que iba a vivir a partir de ese día.

[Progreso guardado. Felicidades por el inicio de tu nueva vida]