- Pronto será el cumpleaños de Noelle. – Comentó Vanessa con un tono suave al resto de los miembros del escuadrón que se encontraban dispersos a su alrededor – Deberíamos prepararle algo.

- ¡Mucha comida! – Gritó Charmy con entusiasmo.

- ¿Segura que va a querer que le preparemos algo? – Preguntó Finral con duda, ganándose una mirada curiosa de todos, en ese momento los miembros más jóvenes estaban en una misión sencilla en otra aldea cercana por lo que podían hablar tranquilamente – Me refiero, los miembros de la realeza suelen preparar grandes fiestas donde invitan a personas pertenecientes a la nobleza.

- Eso ya lo sabemos. – Interrumpió Vanessa murmurando sobre la calidad del alcohol que debía haber en esas reuniones.

- Noelle nunca ha tenido un cumpleaños. – Apuntó Finral irritado por la interrupción – La madre de Noelle falleció durante su nacimiento, era una de las princesas más importantes del reino, era la capitana de las Águilas de Plata fue muy reconocida y alabada por todos, su muerte fue muy triste, cada vez que se acerca la fecha de su fallecimiento los Silva preparan un memorial para su madre.

- ¿Y Noelle?

- Noelle solo tenía que aparecer en el memorial y de forma humilde dar honor a su madre. – Apuntó Finral con tono sombrío – Creo que sería buena idea que le preguntarán su opinión sobre esto.

Todos estaban pensativos mientras reflexionaba sobre las palabras del joven, mientras en otra parte un chico demasiado animado entrenaba con su compañera, Asta había decidido que su mejor oponente era Noelle, creciendo y entrenando juntos habían sido los que más desarrolló obtuvieron con el transcurso del tiempo.

- Bien hecho, Noelle. – Felicitó Asta empapado en agua con una sonrisa orgullosa que tocó el corazón de la joven princesa.

- Por supuesto que soy la mejor, era de esperarse de un miembro de la realeza. – Dijo con su falso orgullo.

- ¿Qué quieres para tu cumpleaños? – Preguntó el adolescente repentinamente.

- ¿Como sabes...?

- Mimosa me dijo. – Contestó con una sonrisa – Los cumpleaños son muy importantes.

- ¿Qué? – Noelle nunca había sentido eso respecto al día de su propio nacimiento, a medida que en todos sus años de existencia le habían recordado de forma constante que su existencia era la causa de la muerte de una persona maravillosa y más útil en todo sentido que ella, no apreciaba su cumpleaños como otros nobles o plebeyos, era doloroso y siempre intento evadir a las personas ese día.

- Yuno y yo no conocimos a nuestros padres biológicos, solo fuimos dejados el mismo día en la puerta de la Iglesia. – Contó con un tono suave y nostálgico – Por eso es el día que celebramos nuestro cumpleaños juntos, con la Hermana Lily y el Padre Orsi, luego llegaron los demás niños.

- ¿Qué hacían? – Preguntó con curiosidad genuina.

- No muchas cosas, no teníamos demasiado dinero como para celebrar nuestros cumpleaños con grandes fiesta, así que muchas veces solo teníamos una comida un poco más abundantes que las diarias, podíamos dormirnos más tardes y cantábamos y bailábamos juntos.

- ¿Sabes bailar? – Cuestionó con burla divertida.

- Claro, la hermana Lily nos enseñó. – Respondió con orgullo extendiendo su mano hacia ella – ¿Te muestro?

- ¿Qué? – Tartamudeo mientras su rostro se ruborizaba violentamente – No hay música.

- No importa, solo tienes que pensar en divertirte. – Asta tomo la mano derecha de Noelle entre la suya mientras comenzaba a tararear una canción antigua de su aldea, dejándose llevar por la emoción siguió sus pasos con facilidad, la danza era una característica propia de la realeza así que siempre se había esforzado en ser decente en esa área, no llegaba a la gracia de Nebra, pero al menos era mejor que Solid.

- Espero que hagas tu mejor esfuerzo, plebeyo. – Comento con una sonrisa divertida, siguiendo el movimiento y la canción producida por el joven ambos empezaron a reírse al encontrarse tropezándose entre ellos, Nero observaba todo desde su posición en el árbol con una expresión neutra.

- ¡Te ves muy linda cuando sonríes, Noelle! – Exclamó Asta con absoluta naturalidad – Debes sonreír más.

- Tonto. – Noelle se separó con el rostro completamente rojo y balbuceando – Nunca he celebrado mi cumpleaños – Confesó después de un breve silencio.

- ¿Por qué?

- No quiero hablar de eso. – Negó con la cabeza retrocediendo en sus emociones reprimidas.

- Está bien. – Aceptó el muchacho sin presionarla sabía por el ki que Noelle estaba nerviosa y se había entristecido – Pero Noelle yo estoy muy feliz de que hayas nacido y si puedo celebrar tu cumpleaños lo haremos, así sea algo simple. – La muchacha abrió mucho sus ojos por la forma en que sus palabras tocaron su corazón con calidez.

- Debemos poder celebrar tu cumpleaños. – Intervino Nero tomando su forma humana – Que una descendiente del Príncipe no haya celebrado su propio nacimiento es algo inaudito.

- ¿Nero?

- Eres un miembro de los Toros Negros... ¿En verdad crees que no están planeando algo para ti? Eres importante para todos aquí.

Noelle asintió demasiado conmovida para hablar, sin embargo, había tomado una decisión en su corazón, esa misma noche le pidió a Finral que la llevará hasta el Palacio Silva, estaba inquieta por lo que iba a pedir, pero quizás con los últimos sucesos no sería tan extraño que le aceptará la petición.

El Mayordomo se sorprendió cuando se acercó a él para pedirle que le entregará lo que le correspondía por su cumpleaños, nunca lo había solicitado, nunca había organizado una fiesta de cumpleaños o alguna fiesta de té así que el hombre mayor no sabía cómo contestarle, por supuesto, al ser una princesa tenía una manutención que estaba destinada a cubrir sus necesidades, pero no esperaba que la adolescente lo solicitará.

- ¿Qué sucede? – Nebra llegaba por el pasillo con algunos documentos en sus manos, Noelle se mantuvo firme en su sitio sin saber que contestar.

- La Señorita Noelle está solicitando el dinero asignado para su cumpleaños. - Respondió el Mayordomo con serenidad, ignorando a la adolescente para concentrarse en la mujer adulta.

- ¿Qué esperas para dárselo? –Replicó con un gesto desdeñoso que sorprendió a ambos – No le hagas perder el tiempo.

- Gracias, Hermana Mayor Nebra. – Dijo Noelle antes de seguir al hombre al interior de la oficina donde estaba preparando todo, ella nunca había dispuesto de su dinero de forma directa siempre había sido a través de la criada o de algún sirviente de mayor rango.

- Debe firmar aquí, Señorita Noelle. – Una vez terminado todo el papeleo le entrego una bolsa con una abundante cantidad de dinero – Si quiere realizar invitaciones o alguna comida en especial debe entregar un petitorio para que sea aprobado con algún tiempo de anticipación.

- Entiendo, gracias.

Vaciló en el pasillo antes de dirigirse hacia el retrato de su madre, podía ver qué estaban arreglando el palacio para el memorial de su muerte, cada año era igual mientras todos se vestían de negro y plata su cumpleaños solo sería recordado por los Vermillion, quienes en un pequeño gesto le darían alguno que otro regalo.

Sacudió su cabeza alejando los pensamientos negativos no sé dejaría deprimir en esta ocasión, sabía la verdad sobre lo sucedido con su nacimiento y estaba dispuesta a vengarse de la causante del sufrimiento de su madre y del suyo propio sin embargo sus pensamientos de venganza tendrían que esperar.

El día de su cumpleaños amaneció muy temprano en su habitación de la base, escucho varios golpeteos en la puerta antes de que Vanessa abriera la puerta y se le lanzara encima para darle un cálido abrazo, desde la puerta Grey y Charmy esperaban para darle sus propios saludos matutinos.

- Feliz cumpleaños, Noelle. – Corearon todos con una emoción tan honesta y alegre que se le hizo un nudo en la garganta.

- Gracias. – Dijo con una sonrisa amable intentando devolver parte de la emoción que le entregaban.

- Haremos un desayuno especial para ti, Noelle. – Expresó Charmy con una mirada brillante en sus ojos.

Vanessa le ayudo a vestirse con su ropa usual, ató su cabello en una trenza desde la parte superior de su cabeza mientras ambas se reflejaban en el espejo la mujer pudo notar una mirada de incertidumbre en los ojos más jóvenes.

- Estamos felices de que estés con nosotros, Noelle. – Murmuró abrazándola suavemente – No permitas que nadie te haga sentir menos ¿De acuerdo?

- Si. – Afirmó.

Una vez que llegaron a la sala fue recibida por una bonita decoración en negro, plata y oro, la mesa estaba servida con sus platillos favoritos y un pastel impresionantemente decorado, Charmy había aplicado sus mejores habilidades para estar a la altura de la realeza.

- Muchas Gracias. – Murmuró con la voz llena de sentimientos encontrados, nadie mencionó nada sobre la forma en que su tono se quebró, en cambio le ofrecieron diferentes regalos que no esperaba recibir, todos parecían preocupados de que no fuera suficiente sin saber que ella atesoraría dentro de su corazón cada pequeña cosa que le entregaron.

Uno de los mejores regalos que recibió fue de parte de Asta y Nero quienes le entregaron un peluche de conejo negro, con un aspecto adorable y al mismo tiempo algo siniestro, justo como le gustaba, también atesoro un broche de un gusto exquisito que le entregó su Capitán, se veía costoso y delicado.

- Espero que esté lo suficientemente bien para que no te avergüence. – Dijo con una voz amable mientras dejaba caer su mano sobre su cabeza.

- Es perfecto, Capitán. – Noelle sonrió de forma cálida mientras le ofrecía la decoración para que la colocará en su cabello.

Una vez que terminaron de desayunar y de compartir el pastel, colocaron música para que pudieran bailar, más que algo elegante parecía un montón de personajes extravagantes moviéndose de un lado a otro con el ritmo de la música, se empezó a reír con gusto a medida que la mañana pasaba, el memorial de su madre siempre era realizado en horas de la tarde por lo que al menos esas horas podía celebrar su nacimiento.

Vanessa cambio sus ropas por unas más elegantes, vestida de negro, plata y oro para mostrar de forma correcta el luto, el broche para el cabello que le había regalado Yami fue suavemente colocado en el inició de la cola de caballo que Grey le realizo hábilmente, era la primera vez que se veía tan hermosa vistiendo de los colores del duelo, incluso cuando era niña siempre la vistieron de forma que no resaltará mucho en cambio su escuadrón quería que todos notarán lo hermosa que era y la belleza dentro de su vida.

- ¿Quieres que te acompañe? – Preguntó Yami una vez que la vio entrando en el salón, Finral sería el encargado de llevar a Noelle hasta el Palacio.

- No hace falta, Capitán. – Negó preocupada de las reacciones que tendrían sus familiares por su presencia, aunque todos los capitanes tenían una invitación abierta para honrar a su madre. – Yo... Estaré bien. – Declaró extendiendo su mano hasta tocar el collar de un toro negro decorado de oro, un regalo muy especial entregado por Finral.

- Entonces, es hora de irnos. – Anunció Finral que había cambiado sus ropas por unas más formales, solo por si ocurría la casualidad de que necesitara quedarse.

- Noelle. – La mano de Asta se cerró sobre la muñeca de la adolescente – Estamos aquí para ti y somos felices de que hayas nacido, no olvides eso. – Una sonrisa extensa y cálida se formó en su rostro mientras la dejaba ir.

Nozel estaba inquieto mientras revisaba los últimos preparativos del memorial, no había escuchado a los sirvientes hablar de lo que haría Noelle para su cumpleaños, incluso el mayordomo principal solo le informo que su hermana se llevó el dinero asignado sin mediar más palabras y no presentó ningún presupuesto así que no sabía que sucedía, no tener conocimiento de algo le causaba incomodidad, suspiró mientras observaba como Nebra intentaba acomodar la corbata de Solid en un moño limpió, ambos estaban pulcramente vestidos de negro y plata, los símbolos tan característicos de su familia se mostraban en sus cabellos y orejas.

Noelle todavía no aparecía lo que estaba causando cierta preocupación en su persona, Alana, un miembro lejano de la rama secundaria de su familia estaba vestida de forma elegante para entrar tomada del brazo de Solid, una posición que le correspondería a su hermana menor, pero en vista de la manera en que la presentaron a la sociedad, Solid se negó rotundamente a ser su escolta, la niña había entrado al Salón en soledad desde su primeros pasos.

Nunca se interesó en preguntar si su hermano estaría genuinamente interesado en la muchacha o si la chica en cuestión solo estaba detrás de un matrimonio para mejorar su posición política, lo que si le molestaba y estaba seguro de eso era de la presencia de Aleph Kira, un hombre de unos veinticinco años sobrino directo del Rey actual y su posible heredero, su magia de luz era impresionante pero poco trabajada y tosca, el joven nunca había participado en una lucha real.

- Ya era hora. – Comentó cuando un portal se abrió cerca del fondo del pasillo, la hermosa adolescente atravesó el portal de la mano del joven mago espacial.

- Vendré por ti más tarde, Noelle. – Dijo con un sentimiento de estar fuera de lugar.

- Gracias, Finral. – Respondió ofreciendo una sonrisa tranquilizadora luego su mirada se posó en su familia, podía sentir la sorpresa y la impresión que dejaba en ellos.

- ¿No te parece que es irrespetuoso llegar tarde? – Pregunto Aleph cruzando sus brazos, si pensaba que conseguiría alguna respuesta por parte de ella solo se ganó una mirada rápida sin interés.

- Noelle. – Nozel advirtió su falta de modales sin demasiado ánimos, aquel joven no le agradaba en lo más mínimo.

- Buenas tardes, Hermanos Mayores. – Saludó formalmente con una reverencia apropiada solo que sus movimientos no tenían la misma rigidez que en años anteriores, en cambio se veían fluidos y llenos de seguridad.

- Llegas tarde. – Mencionó Nebra con cierta sorpresa.

- Hasta donde sé no he nacido todavía. – Apuntó con calma, ciertamente había celebrado su cumpleaños en horas de la mañana, pero su nacimiento sucedió a las tres de las tardes acompañado del retumbar de las campanas.

- ¿No estás siendo grosera? – Gruñó el hombre rubio con cierto desagradó – Deberías sentirte halagada de que te permita ir de mi brazo a la ceremonia...

- Me niego. – Replicó con rapidez – No pienso entrar al memorial de mi madre del brazo de alguien que nunca ha hecho nada más que vivir de su riqueza sin proteger al reino, prefiero entrar sola como siempre lo he hecho.

Aleph no pudo evitar poner una cara de tonto mientras Solid Silva intentaba no reírse escandalosamente de la forma en que la adolescente había hablado con todo el tono altivo de su posición, considerando que apenas logró algo de relevancia en las últimas semanas era divertido de ver, Nozel en cambio estaba tan horrorizado como fascinado, Noelle no era ni siquiera la sombra de la niña de sus recuerdos, la mujer en crecimiento frente a él tenía mucho valor y confianza en sí misma.

- Bien dicho, Noelle. – Mereoleona se acercó con una sonrisa salvaje mientras con una delicadeza que no esperaba coloco su mano sobre el cabello plateado de la niña – Eres la niña amada de tu madre, y debes luchar por superarla así que desperdicios como este no pueden verse junto a tu lado.

- ¿Disculpa? – Aleph parecía ofendido en todo sentido.

- Me parece que escuchaste a mi hermana, Lady Acier es una persona muy respetada e importante para nuestras familias por lo que agradeceríamos no tener ningún altercado. Las familias Silva y Vermillion honraran está ceremonia. – Diciendo estas palabras Fuegoleón entro en su campo de visión acompañado de Leopold que vestía un traje elegante quien además de haber peinado su cabello rebelde extendió una mano hacia Noelle.

- Como los más jóvenes debemos apoyarnos mutuamente. – Dijo mientras la joven aceptaba su invitación colocando su mano sobre la suya, Leo era honesto y el tipo de persona que decía lo que pensaba sin ningún filtro así que aceptando su sinceridad sabía que podía confiar en él.

- Estás realmente hermosa, Noelle. – Kirsch la alabó escaneando su ropaje de pies a cabeza – Deberías decirnos quien es tu estilista.

- No lo haré. – Negó con una sonrisa, obviamente Vanessa se negaría a realizar cualquier tipo de trabajo para ellos en cambio su mirada se concentró en Mimosa – Estás preciosa.

- No tanto como tú. – Mimosa abrazo a su prima en un gesto cálido – Feliz cumpleaños, Noelle.

- Gracias. – Respondió, no esperaba que alguien la felicitara en ese momento, pero después de eso Leo se unió al abrazo con entusiasmó.

- Por supuesto una vez que termine esto tendremos una aventura juntas. – Mencionó Mereoleona con una gran emoción que pareció intimidante.

- Lo agradezco, Lady Mereoleona, pero ya tengo algo que hacer el resto del día. – Respondió intentando no menospreciar a la mujer mayor, sus hermanos parecían interesados, aunque no lo bastante cómodos como para preguntar.

- Es hora de comenzar, Maestro Nozel. – Indicó el Mayordomo con suavidad.

- Por favor acompaña al duque a su lugar en los asientos. – Señaló al hombre rubio que le dedicó una mirada rencorosa – Comencemos. – Nozel estiro su mano para que Nebra la sostuviera antes de besarle el dorso, luego la dejo que se apoyará en su brazo, ambos eran los que guardaban mayores recuerdos en su corazón sobre su madre fallecida.

Solid permitió que la joven tomara su brazo, aunque su mente parecía estar en otro lugar, Leo beso la mano de Noelle antes de sonreírle, el resto de los Vermillion le dedicaron una expresión amable antes de que tomarán sus lugares justo antes de salir la voz masculina del menor de los Silva se dejó escuchar.

- Feliz cumpleaños, Noelle.

- Gracias, Hermano Mayor Solid.

El memorial siempre consistía en recordar la forma en la que Acier Silva vivió, sus éxitos, sus batallas y sus grandes aportes al Reino, el viudo permanecía distante de sus hijos, mientras que sus abuelos maternos permanecían en silenció.

Noelle siempre había tenido miedo a sus familiares desde los ancianos hasta los más jóvenes la despreciaron por la circunstancias de su nacimiento, pero por primera vez se sentía segura de sí misma así que manteniendo su rostro altivo escuchó las palabras dichas por todos los presentes con la dignidad propia de la realeza.

Una vez terminada la primera parte de le permitió ser libre para saludar a los invitados, sin embargo, prefirió quedarse a un lado en compañía de Mimosa que sostenía su mano con suavidad al menos hasta que Nebra se acercó a ellas despidiendo a la pelirroja.

- Feliz cumpleaños, Noelle. – Pronunció al mismo tiempo que extendía una pequeña caja hacia ella envuelta en un papel de terciopelo negro.

- Gracias. – Dudó un poco al sostenerlo en sus manos, pensó que sería mejor abrirlo en un espacio más privado sobre todo cuando su padre llamó a la mujer.

- ¿Cuándo nos vamos? – Preguntó Leo con una sonrisa ya empezaban a marcharse los invitados.

- Finral debe estar por llegar pronto.

Dicha estás palabras un portal se abrió en una esquina del pasillo, el joven miembro de los toros negros la saludo acompañado del capitán del escuadrón que fumaba su cigarrillo, antes de que pudieran irse Nozel se acercó hasta ellos.

- Noelle. – Llamando el nombre de su hermana ignoró el saludo del otro capitán, quería decirle muchas cosas y felicitarla por su cumpleaños, pero sus ojos rosa se clavaron con fuerza sobre los suyos – Disfruta el resto del día.

- Nozel quiere decir: ¡Feliz cumpleaños, hermana! – Dorothy quien había sido invitada y estaba durmiendo durante la ceremonia apareció de repente junto a Nozel, el hombre se sonrojo levemente por las repentinas palabras que salieron de sus labios.

- Gracias, Hermano Mayor, Capitana. – Noelle hizo una reverencia y se marchó atravesando el portal con sus primos para evitar la situación incómoda de su hermano.

- Deberías ir con ella. – Comento Dorothy con una sonrisa.

- ¿A dónde?

- A su fiesta de cumpleaños. – Respondió Fuegoleón.

- ¿Fiesta de cumpleaños? – Cuestionó con cierta sorpresa.

- Si, Leo y Mimosa fueron invitados. Dado que parece ser algo más de adolescentes rechazamos la oferta.

- Fuego rechazo la oferta, yo todavía voy a ir. – Comento Mereoleona con una sonrisa salvaje – Los chicos de Yami saben cómo divertirse.

- No hagas un desastre, Hermana.

- Eres demasiado preocupado, me iré a cambiar y me voy.

- ¿Vamos? – Insistió Dorothy jalando de la tela de su capa.

- No he sido invitado... – Dijo en voz baja deteniendo la mano de la mujer que picaba su costado con movimientos rápidos y repetitivos.

- Nozel. – Una mujer de edad avanzada con las mismas características físicas de su madre se acercó hasta él, a su lado Solid tenía una expresión de enojó muy poco controlada.

- Abuela. – Antes de que su compañera pudiera decir algo apretó su mano en una señal que esperaba comprendiera – ¿Que ha sucedido?

- Solid ha rechazado de forma grosera la propuesta de matrimonio de Alana. – Informó con un tono de desaprobación muy acentuado.

- No recuerdo que esa propuesta se hubiera colocado sobre la mesa en algún momento, Solid tiene libertad de negarse. – Señaló Nozel.

- ¿Esa es tu respuesta? Tus hermanos están siendo negligentes con sus responsabilidades, Nozel. Nebra ni siquiera tiene un compromiso planificado, no estás casado y tus hermanos menores son irrespetuosos. Nada más mira la forma en que Noelle vino vestida.

- No había nada inapropiado en la vestimenta de Noelle. – Frunció el ceño repasando toda la ceremonia, Noelle no había tenido ni un solo error de protocolo.

- Toda la existencia de Noelle es inapropiada, pero acudió vestida de esa forma tan llamativa al memorial de Acier. – Dictaminó de forma molesta – Y se ha marchado demasiados pronto.

- Noelle saludo formalmente a todos los invitados...

- Su deber es quedarse en el memorial desde antes de comenzar y hasta que acabe el día para que...

- Hoy es el cumpleaños de Noelle. – Mencionó Solid con un tono quisquilloso, particularmente no tenía una buena relación con sus abuelos maternos así que siempre terminaba siendo reprendido por ellos.

- Es el día de la muerte de mi hija.

- Y el día del nacimiento de nuestra hermana. – Replicó Nozel intentando no enfadarse – Abuela, sé lo que todos pensamos y sufrimos en este día, pero Noelle ya no es una niña, se ha convertido en una persona reconocida por el Reino.

- ¿Tan poco te importa la muerte de tu madre, Nozel?

- Cuidado, Señora. – Dorothy dio un paso al frente con una mirada amenazante en sus ojos – Lady Acier era la persona más amada en el corazón de Nozel, no se atreva a poner en duda sus sentimientos.

- ¿Quién eres, niña? – Gruño la mujer dedicándole una mirada desdeñosa.

- Soy Dorothy Unsworth, la Capitana de los Pavos Reales. – Respondió con un tono más gélido de lo que alguna vez le había dedicado a alguien.

- ¿Una de los que fueron poseídos por los elfos malditos? – Nozel podía sentir la forma en que estaba culpándola por su posesión durante la batalla de los elfos, el tema de los poseídos seguía siendo algo muy delicado entre la nobleza y la realeza.

- Como muchos otros nobles. – Apuntó dando un paso al frente.

- ¡Madre! – Una mujer de cabello plateado y ojos rosados de unos cuarenta años se acercó hasta ellos – Deja a Nozel y a los niños en paz, hoy es un día especial para ellos.

- Aria.

- Vayan a celebrar el cumpleaños de su hermana menor. – Ánimo con una sonrisa amable – Acier estaría encantada de ver lo increíblemente fuerte que se han vuelto.