Hey, pueden considerar esto como ajeno a mis demás historias si quieren, solo es algo para matar el rato, espero sea de su agrado, les reitero es importante que me sigan y lean mis otras historias, vamos a ello.

Una chica de cabello blanco con un mechon rosado, vestida con una blusa celeste de tirantes y pantaloncillos blancos, descansaba en la mesa de su sala, su lenguaje corporal desprendía nada mas que pura ansiedad, tomo su taza llena de humeante te con el objetivo de calmarse, en su intento de llevar la taza a sus labios esta se tambaleo derramando algo del mismo sobre la mesa y su pantorrilla.

"Tsk~" un quejido de dolor salió, tomo un solo sorbo y dejo la taza en la mesa antes de levantarse y buscar una toalla, limpio la mancha de la mesa y se aseguro de no haber manchado sus pantaloncillos.

El timbre de la puerta de su departamento sonó, se dirigió a paso veloz a atender, se detuvo frente a la puerta y se preparo para lo que venía, no quería abrir de inmediato o sabría lo desesperada que estaba.

Abrió la puerta y dejo ver al individuo en cuestión, Shirou Ogami.

"Llegas tarde" Dijo ella haciendo claro su disgusto.

Este no respondió, permaneció estático frente al marco.

Su porte era el mismo de siempre, su mirada seria y gestos neutrales que no dejaban ver mas allá de lo que había afuera, ella lo llamaba ser aburrido y monótono.

"Pasa" Dijo sin mas, ella lo guio a través de la sala hasta una puerta en especifico, su habitación.

Al cruzar se toparon con la penumbra, el escaso sol daba su despedida en el horizonte, por lo cual la noche estaba por dar su paso en escena.

Nazuna se quedo ahí dándole la espalda al individuo en su habitación, no importaba cuanto se preparará, nunca estaría lista para el siguiente paso.

"¿Qué esperas?" Dijo sin mirar al hombre albino que seguía detrás de ella, parado ahí como si fuera lo mas normal del mundo.

"Regla número uno, no tocarme sin mi permiso" Repitió sus palabras como si fuera una grabadora, incluso en esa voz de hielo podría detectar algo de burla.

"Tsk" Chasqueo la lengua, odiaba que fuera tan altanero cuando estaban a solas.

"Bien… puedes tocarme" Dejo salir esa frase como un suspiro, el mayor se acerco a ella por la espalda y llevo sus manos al borde de su blusa, la tomo y la levanto, ella coopero levantando los brazos dejando que la prenda se deslizara, esta fue a parar a una silla en otro lado de la habitación, fue el turno de sus inferiores, tomo sus pantaloncillos blancos y los deslizo hacia abajo, levanto un pie y luego el otro dejando escapar la prenda, se quedo en su ropa interior blanca a una distancia comprometedora del mayor, eran un bra y unas bragas sencillas.

El se despojo de su abrigo, guantes y su polera negra, ella no podía verlo, pero recordaba como se veía con su torso desnudo bien formado y pálido.

No importaba cuantas veces pasara por esto, seguía siendo vergonzoso, tembló al sentir las manos del lobo subir sobre sus pechos, sintiendo su forma y masajeándolos "Ngg~" se retorció mientras pronunciaba un gemido ahogado, ambos dedos índices del mayor se infiltraron en las copas llegando a sus pezones "Ahh~" cerro los ojos ante el contacto directo, haciendo círculos en su aureola, jugando con ambos pezones pasando sus dedos por encima y apretándolos, el juego siguió por unos segundos mientras ella se sentía abochornada, las manos del Lupino abandonaron su juego decidiendo a ir por el seguro de su prenda, no opuso ninguna resistencia, segundos después sintió que su bra perdió la tensión que lo aseguraba a su persona, apenas levanto los brazos la prenda cayo al suelo, sus manos volvieron a sus pechos esta vez ejerciendo un juego mas directo.

"Ahnnnn~" Estaba dándole forma a su modesto busto, manteniendo un tacto gentil, pero a la vez atrevido, Shirou empezó a guiarla a la cama, ella solo se dejo llevar.

El se sentó en el borde y ella en sus piernas.

Ahí continuó con su pequeño masaje, se suponía que ella no debería sentir nada, pero estaba sintiendo, sus pechos eran sensibles a su tacto, suspiraba y gemía ocasionalmente, pudo sentir su aliento en su cuello, pudo verlo, su cara estaba cerca, la chica acerco su cara a la suya pero el se alejo dejándola con un sentimiento de rechazo "Regla numero dos, nada de besos" el repitió de nuevo, la chica se mordió la lengua, no segura si era para evitar levantar la regla o como represalia por haberla inventado en primer lugar.

El detuvo su juego de manos, probablemente se aburrió de el.

No hizo nada mas, Nazuna capto el que estaba esperando.

"Si si, puedes seguir" Rodo los ojos, odiaba que fuera tan literal.

Sus manos escaparon de su busto y delinearon sus caderas hasta llegar a sus bragas, ella estaba ardiendo en expectación.

Una sola de sus manos entro debajo de la tela, cruzo su depilado pubis y llego a su lugar mas precioso, un solo dedo atravesó los pliegues de sus labios inferiores "Naahhh~" una vez que entro en su coño, empezó a moverlo dentro, esto era diez veces mejor que hacerlo ella misma, el no tener el control de lo que estaba dentro de ella… era excitante a un nivel aterrador.

La tomo de los hombros y la llevo a recostarse sobre el excesivamente mullido colchón, la chica extendió las piernas mientras el deslizaba sus bragas a lo largo de ellas, sus pies le dieron una despedida a sus bragas que ahora viajaban al suelo.

Estaba completamente desnuda, Shirou paso ambas manos por su pierna derecha hasta llegar a su entrepierna, reanudo su actividad, pero esta vez con dos dedos "Oh~ Annngg~ Ah~" la chica zorro se aferro a la sabana.

"Ahhh~!" Doblo ambos dedos tocando su punto dulce, siguió así hasta que la chica estaba temblando y desbordando en jugos de amor, doblo sus pies y recibió su primer orgasmo de la noche mientras su forma animal tomaba su lugar "!Ngaaaaaaaaaahhhh~!".

Ahora estaba jadeando en la cama, con las piernas abiertas mientras desbordaba fluidos vaginales.

Abandono su dilatada y sensible vagina haciéndola sentir que podrían seguir con el juego previo un poco mas (Regla número tres, nada de lamerme o besar mi cuerpo, es asqueroso) Si, en aquel entonces debió sentirse muy inteligente, ahora sentía que se había disparado en el pie, pero su cara se caería de vergüenza si le sugería que estaba curiosa por el sexo oral.

Sintió a Shirou moverse junto con el sonido de la tela deslizándose, se había despojado de sus inferiores, ahora los dos estaban desnudos.

Seguía el evento principal, había sido tan fugaz, tal vez podría… no.

Se dio la vuelta y se coloco en cuatro, sobre sus rodillas y apoyada en sus manos, sintió el dedo de Shirou en su espalda, este la empujo hacia abajo haciendo que su cara tocara la almohada y terminara apoyada en sus codos, hubiese reclamado, pero mentiría si dijese que no le gustaba mas así, separo sus muslos exponiendo su coño, le dio una caricia traviesa con su dedo indicé haciéndola temblar.

El empujón en la entrada de su vagina anuncio la llegada de Shirou a sus puertas, su pene deslizó dentro con relativo esfuerzo llegando a lo mas profundo de ella.

No, para ella esto no era nuevo, pero era mejor cada vez que ocurría.

Empezó a moverse, embistiendo a una velocidad considerable desde el inicio, deslizándose por sus muros húmedos aumentando las sensaciones con la fricción de su coño.

Los choques con su posterior la hacían moverse hacia adelante en cada embestida, su respiración se agitaba gradualmente mientras sonidos obscenos escapaban de su boca.

Hundió la cara en su almohada, algo no se sentía bien, se sentía demasiado simple, demasiado monótono, ella sabia lo que era, Shirou tenia ese toque que ella misma estaba negando…. Al demonio.

Se giro sobre su propio cuerpo y quedo frente al lobo "Creí que no querías contacto visual" Ella misma había roto la cuarta regla.

"Cállate, olvídate de eso, hazlo rudo, ¡no te contengas!"

No iba a decir que no, les dio un tirón a sus muslos y la atrajo hacia el, reanudaron su coito esta vez siendo mas rudo, con estocadas mas profundas, habían roto dos reglas, pero le importaba un bledo, lo quería cerca.

"Dame un beso"

Levanto una ceja "¿Segura?"

"¿Te parezco insegura?"

Solo estaba dándole rodeos, se inclino y unió sus labios con ella, después de tantos encuentros habían tenido su primer beso, era una estupidez, se estaba perdiendo de un mundo entero.

Jugaron con sus lenguas, Shirou exploraba su boca a fondo mientras ella se dejaba invadir, esto era lo que faltaba, tal vez luego podrían explorar otro territorio.

Shirou subió la velocidad acercándola al orgasmo, no tardo en llegar al borde, toco el techo y finalmente tuvo una descarga de placer crudo y primigenio.

"AHHHHHH~!" Aunque el venirse adentro no estaba prohibido, rodeo sus piernas en su cintura para evitar que intentara escapar, Shirou gruño placenteramente liberando su semilla y rellenando a la chica como un panecillo.

Una vez completado el trabajo saco su pene de dentro de la chica, dejando un hilo de fluido en su separación.

La chica respiraba agitada mientras intentaba recuperarse…

Tres meses atrás… Shirou estaba parado en su camerino, había llegado ahí por un recado de Michiru, ella estaba en el suelo con sus dedos en su coño, aun con el vestuario de su ultimo numero, un vestido rojo con detalles amarillos, el pánico reflejado en ella y la mirada desviada de Shirou en pura vergüenza, pudo haber gritado o lanzarle algo para que se fuera, pero no lo hizo.

Su cuerpo le exigía algo y Shirou lo tenia, los estúpidos "Inhibidores" que vendían en la farmacia apenas y la ayudaban a bajar el picor en su rojo y dilatado coño, en ese momento su cuerpo llamo a Shirou por medio del olor que se propagaba por el aire y sorprendentemente el respondió de manera gratificante, ella no lo rechazo en ese momento ni por un segundo.

Pero todo tiene consecuencias, después de coger como conejos en su camerino, llegaron las dudas y la culpa.

Mas culpa por su parte y puras inseguridades de ella, estaba convencida de que todo había sido un arrebato, pero aun así nunca le dijo que estaba feliz de que el hubiese respondido a su llamado, aun así, se dio el lujo de enfadarse con el y culparlo.

Pero al final, por mucho que se eludieron un segundo encuentro se dio, ella lo llamó, reglas fueron impuestas por ella, todos los encuentros posteriores a ese se volvieron fríos y sin sabor, tenían transiciones emocionales que ni uno o el otro entendía, a veces ella estaba de mal humor y el solo estaba neutral, a veces el era extrañamente dulce y ella se sentía confundida, otras el estaría de mal humor y ella en una especie de arrebato intentaría ser amable con el para mejorar su humor, también estarían ambos de mal humor solo cogerían y se irían apenas terminaran, otras veces muy raras y únicas, ambos actuarían como si realmente fueran amigos, pero al final siempre terminarían igual.

Muchas veces le dijo que estaba harta, que lo consideraba repulsivo o molesto, el también solía decirle que era una loca y una mocosa insoportable.

Pero ella siguió buscándolo e incluso el a ella a veces.

Estos sucesos la dejaron varada en la situación actual.

"¿Seguro que no quieres quedarte? Puedo hacer café"

Seguían desnudos, Shirou se había puesto de pie, la chica estaba sobre la cama, jugando con un mechón de su cabello.

"Aun tengo trabajo en casa, tengo que volver"

Hizo un puchero, se sentía incompleta aun si se habían dado rienda suelta al final.

"¿Cuándo volveremos a reunirnos?" Pregunto intentando no sonar mas interesada de lo necesario.

"Tal vez nunca… "

Nazuna detuvo todos los movimientos de su cuerpo, incluso por un momento pensó que su corazón se detendría.

"No hablas enserio… "

"Claro que si"

"Pero… ¿¡Por qué!?" Se puso de pie dando un pistón en la alfombra.

"No estamos juntos ni nada por el estilo, podría causarte problemas, además ya pareces mas controlada ¿no?" Se agacho buscando uno de sus calcetines

¿Aun seguía pensando en eso? Después de follarla tantas veces ¿El creía que aun había un objetivo detrás?

"¿Eso que importa? Te estoy dejando tener tu camino conmigo ¿No es suficiente?" Tenia que controlarse, empezaba a sonar histérica.

"Me dejaste besarte HOY, dijiste que odiabas estar en celo y que no podías esperar a sacarme de tu vida"

"Eso fue antes…"

"Como sea, volverás a la normalidad, deberías estar feliz por eso…" Ya tenia todas sus prendas, solo faltaba su abrigo junto a la puerta, se vestiría en el baño y saldría lo mas rápido posible… o al menos eso quería que ella pensara.

Justo como lo esperaba… la chica le tomo de la muñeca y detuvo su avance en seco.

"No, no quiero… no quiero volver a la normalidad, simplemente no puedo, no después de todo lo que pasamos, por favor, no me hagas volver!" Suplicó… nunca creyó que le suplicaría en todo el tiempo que habían tenido encuentros.

Encontró lo que buscaba, vulnerabilidad, después de actuar todo poderosa y presumida sobre el, era un festín para los ojos verla así.

"¿Y que obtengo yo?" Pregunto fingiendo ser inaccesible.

"No tendrás que seguir ninguna regla, no te limitaré, no mas"

"Me deshice de tres por mi mismo, eso ya no tiene mucho valor ahora"

"¿Que quieres entonces?" Realmente no podía pensar en nada, el no buscaba dinero o algo así.

Sin darse cuenta le había dado la abertura que quería, busco entre su gabardina y sacó algo que la confundió enormemente.

"¿Que se supone que significa eso?" Pregunto ingenua, el mayor camino hacia ella con la correa y el collar rojos en la mano.

"Te quiero a ti… "

Oh.

Bueno, ahora lo entendía mejor… una parte de ella quería responder con toda la indignación del mundo, pero toda la resistencia en su cerebro se había esfumado hace tiempo, así que no había nada de ego limitando sus acciones ahora.

"Okay" Para cuando lo dijo Shirou ya estaba asegurando el collar en su cuello

"Bien… "

Prácticamente la lanzo a la cama, justo ahora podía pensar que nunca tuvo la intención de irse, ¿pero que importaba? sintió un tirón en la correa roja, Shirou la atrajo hacia sus labios, recibió gustosa el beso de nueva cuenta, tenia una experiencia casi nula besando, por lo cual se resigno a recibir y ser buena, Shirou mordió su labio inferior suavemente, la redujo manteniéndola contra el colchón, soltó sus labios dejando un rastro de saliva, se dirigió a su cuello, le dio una lamida seguido de una mordida leve que la hizo gemir, la coloco en su regazo antes de tomarla por los costados, empezó a levantarla mientras degustaba cada parte de ella, a sus pechos les dio un par de besos para luego moverse a su ombligo haciéndole cosquillas, esto era el cielo, se sentía como un juguete sexual, la sentó sobre sus hombros mientras sin ninguna vergüenza empezó a darse un festín con su lugar mas privado, introdujo su lengua en su entrada invadiendo cada rincón de su coño, ocasionalmente besaba sus labios inferiores o tiraba de ellos con sus dientes desquiciando a su compañera, ella rodeo su cuello con sus piernas y sujeto su cabello temerosa de caerse, noto lo cerca que estaba de tocar la carpa absurdamente decorada sobre su cama, debió quitar esa cosa hace años.

Shirou le dio una mordida juguetona a su clítoris "Gahhhnnn~!" La había acercado mas al limite, Nazuna solo podía jadear y gemir, había olvidado como reclamar.

"Eep!" Sintió algo entrar en su culo, había introducido un dedo, tembló un poco, se sentía extraño pero la combinación de sensaciones era interesante.

"Ahhh~ Ahhhh~ AHHhhhnnnn~!" El juego despiadado de Shirou la llevo al orgasmo de nuevo, este era el mejor que había tenido hasta ahora, Shirou disfruto de la esencia liberada por la pequeña zorra, con una sonrisa boba se dejo llevar de nuevo al colchón, menos mal, le daba miedo estar tan arriba.

El mayor le dio la vuelta de un tirón, de nuevo estaba de perrito, la correa solo aumento el efecto del morbo sobre ella, el mayor metió su pene en el coño de la chica zorro sin pensárselo mucho, con la lubricación de ella por su reciente juego fue sencillo, se acerco a su sensible oreja "¿Como te llamaban en el culto?" Se sintió incomoda por evocar tan malos recuerdos, miro en otra dirección "No me acuerdo… " *Slap* "Ahh! ~ Oye!" una nalgada le recordó su posición.

"Respuesta equivocada" Su voz de hielo le dio un escalofrío.

Lo pensó un poco, ¿era tan raro querer otra nalgada? Tenia miedo de despertar algo raro en ella.

"Enserio… no lo recuerdo, fue hace cinco años…" *Slap* "NGGHHH~" mordió la almohada, esto era tan bueno.

Un tirón en su cola le advirtió, lo que seguiría si volvía a mentir… Nazuna sonrió en sus adentros.

"Vamooosss ¿no me crees?" *Slap* "C-creo que tal vez era…" *Slap* "Aqu-uel me llamaba…" *Slap* Sus caderas se debilitaban con cada azote, Shirou la dejo temblorosa y sensible, de no tener pelaje su piel seria de un lindo color rojo.

"Desse Louve… era Desse Louve" Había un límite para que tanto castigo podía recibir su culo, pero… *Slap* "Ahhh~! ¡Oye! ¡ese es el verdadero!" Chillo mirando al mayor enfadada, este le dio una mirada desaprobatoria.

"El otro… "

La chica lo pensó con detenimiento… ah cierto.

"Dama del lobo plateado… "

"Exacto, suena como un titulo apropiado… aunque "dama" suena mucho para ti en este momento ¿que seria mas apropiado?" Una caricia maliciosa en su trasero la hizo temblar, no quería mas nalgadas…

"¿Y bien?"

"… "

"… "

"¿Puta del lobo plateado?" Unió sus dos dedos de manera inocente mientras desviaba la mirada, Shirou no creía que hubiese una manera tan tierna de decir "Puta".

"Buena chica… parece un buen nombre, es apropiado para mi pequeña mascota" La palabra mascota hirió su ya de por si mallugado orgullo, pero también la estímulo mortalmente.

Le dio una embestida, el tacto con su irritado trasero tuvo un efecto adicional.

"Esperaba "Zorra del lobo plateado" pero ese me gusta mas" Otra embestida.

Odiaba que le llamaran "Zorra" por varias razones, pero viniendo de el sonaba tan sexy, otra embestida.

Y otra, otra mas, empezó a moverse en vaivén, se sentía mil veces mejor que en sus viejos encuentros.

Mordió su almohada de nuevo buscando reducir los ruidos que producía, Shirou tiro de la correa sacándola de su escondite.

"¿Cuál era la última regla?"

"Eh… esto… no me acuerdo del orden, pero… ¡Eeepp!" Shirou empezó a acariciar su glúteo derecho haciendo énfasis en lo importante que era responder y bien.

"No uses tu forma Beastman" Su memoria obtuvo el incentivo que necesitaba.

"¿Por…?"

"Te ves aterrador… y viejo" Temía que eso ultimo le comprara otro correctivo.

"Es la única regla que no hemos roto ¿Te molesta?"

"Me tienes con una correa ¿a este punto aun me pides permiso?" Dijo algo sarcástica.

"Quiero tu permiso esta vez…"

Se lo pensó un momento, podría preservar algo de su orgullo si… espera, cual orgullo?

"Si porque noaaaAHHHHHH~!" Pudo sentir el cambio en Shirou, no por sus manos ahora con garras, no por el peso en la cama, el mayor cambio que Nazuna sintió fue la expansión en sus paredes vaginales, jadeo un par de veces haciéndose a la idea de lo que estaba ocurriendo.

Las embestidas se hicieron mas rápidas, ahora estaban en una carrera, una en la que Nazuna estaba siendo arrastrada por Shirou hasta la meta, solo podía sujetarse y gemir de placer.

Levantó la mirada, se asusto por lo que vio, del otro lado de la habitación había un espejo… esa era ella, su cara contorsionándose por el placer mientras gemía y suplicaba por mas, con un collar y una correa roja, se veía tan patética…. Y lo adoraba.

Shirou la llevo hasta el final, sujeto uno de sus pechos y la hizo voltear para besarla de nuevo, en una ultima estocada ambos llegaron al orgasmo, libero su semilla dentro de ella una vez más, cualquier ruido que pudo haber hecho fue silenciado por el Lobo, un hilo de saliva quedo entre ambos.

Shirou abrazo a la chica y la acerco a el.

Pero un nuevo cambio en su cuerpo le encendió todas las alarmas.

"¿¡Te estas poniendo duro otra vez!?" Se alarmo, si seguían se volvería loca.

"Nudo… " Shirou dijo monótono, como si hubiese hecho algo por accidente.

"¿¡Nudo!? ¿¡C-como los perros!? ¡N-noooooo! uughhhghhhh~ Sniff~" Nazuna lloriqueo mientras se resignaba a su destino, Shirou la acarició para darle algo de confort.

Pico el bulto en su vientre mientras se dejaba consolar, seria difícil acostumbrarse y lo peor era que quería que volviera a pasar.

"Hmmmp, ¡M-más te vale quedarte! Ya hiciste y deshiciste todo lo que quisiste conmigo, al menos quédate esta noche y consuélame, hic~" Un beso en la nuca la detuvo.

"Esta bien, esta bien, mocosa mimada, me quedaré… lo prometo…" Se dispuso a dormir, el nudo no cedía así que lo mejor seria esperar con la almohada, la trajo consigo y los cubrió a ambos con las sabanas.

"Y-y tienes que quedarte hasta que me despierte… nada de dejarme despertar sola y desnuda en la mañana" Su tono empezaba a volverse el de una niña caprichosa.

"Aja…" Afirmo buscando acomodarse en la estúpidamente mullida cama ¿como dormía en esta cosa sin despertar debajo de la cama?

"También hazme el desayuno…" Dijo con un puchero.

"Claro… ya que" En algún momento tuvo que cocinar, no era una habilidad que estuviese fuera del alcance de alguien de mil años.

"Quiero panqueques… " ¿Era su novio o su nana?.

"¿No quieres también que te ponga un pañal?" Amenazo sarcástico.

"…" Esa cara era la de alguien quien amenazaba con llorar.

"Panqueques, claro, ya duérmete…" La abrazo, ella sujeto sus ligeramente fornidos brazos a su alrededor, ambos empezaban a ceder al mundo onírico.

"Oh, Ogami, ¿salió temprano esta mañana?" Gem saludo al recién llegado, eran las once…

"¿Ehm? Oh si, fui a dar una vuelta… " Era un regalo del cielo que no supieran que no había puesto un pie ahí en toda la noche.

Solía llegar tarde cuando las patrullas o el trabajo eran mas exigentes de lo normal, decidió tomar la excusa.

"El almuerzo casi esta listo, debería tomar asiento" Melissa ofreció atentamente.

"Pare en una cafetería antes de volver, no tengo hambre, pero gracias" Odiaba mentirles a los mayores, pero no les diría que había ido a llenarle el tanque a una chica toda la noche y había almorzado con ella la mañana siguiente.

Camino hacia su oficina y se adentro en ella, ahí estaba esperándolo la chica tanuki que jugaba con una consola portátil.

"Hey… " Saludo desde el sofá, estaba vestida con su uniforme de Baketball, probablemente venia de su práctica.

"Hey… " camino al armario, saco la correa y el collar de su gabardina y los arrojo adentro.

Eso le trajo recuerdos salvajes de esta mañana.

"Nooooooo" Nazuna intentaba alejar a Shirou que aun intentaba quitarle el estúpido collar.

"No puedes salir con eso, pensaran que eres un bicho raro" Recriminó mientras forcejeaba con ella, esta le daba manotazos en respuesta.

"¡Dijiste que era tuya! además ¡tu usaste uno igual por casi un siglo!" Touche.

"Si lo eres, pero ¡por favor dame la cosa!" forcejearon en el suelo por casi veinte minutos

Al final pudo hacer un trato para lograr que se lo quitara…

Suspiro antes de ir a su sofá, la chica Tanuki le hizo un espacio.

"Creí que tu y los chicos tenían practica..." dijo tomando el libro que había dejado a medio leer la ultima vez.

"Se salieron dos jugadores, estamos de nuevo faltos" La chica sonaba frustrada.

Tener un equipo de Basketball era problemático si eran el único equipo en la ciudad, cualquier equipo humano se la pensaría antes de desafiar a Beastmans a un encuentro deportivo, todos preferían el Baseball o las peleas clandestinas… no podía esperar la temporada de Baseball.

"De todos modos" Bajo el juego "Donde estuviste anoche, me aburrí yo sola" La chica Tanuki reclamo mirando al mayor.

"Por ahí… " no quito la mirada del libro…

La chica no tomo eso por sentado, se acercó con la imitación de lobo para darle una olfateada, el tipo no se inmutó.

Michiru tuvo una imagen a detalle de la noche anterior.

Una risita maliciosa sonó junto a el.

"¿Tu y Nazuna se divirtieron jugando?" Ese tono coqueto y empalagoso… lo volvía loco.

"Te has vuelto buena con esa forma" Suponía que eso era un "Si"

Lo abrazo por detrás, se acerco a su oreja "¿Cuándo podremos jugar los tres?" susurro en el mismo tono.

"La vi muy flexible anoche, tal vez pronto" Dijo sonriéndole en complicidad, la chica le dio un beso antes de echarse sobre su regazo y reposar.

Imaginando el como seria cuando le contaran todo a la ingenua idol, también el cómo sería su primera probada de Nazuna, la emoción la estaba matando.

Por ahora se conformaría con coger con su nada honesto novio, mientras que el se encargaría de contaminar a su mejor amiga hasta atraerla a su pozo de diversión.

Chismografo.

Esto ocurre en un espacio distinto a Mingling of the Fox, digamos que esta burbuja de tiempo es más para depravados.

Nazuna sabe que Michiru y Shirou están juntos, se siente culpable, pero pues…

Shirou fue y le dijo a Michiru desde su primer encuentro con Nazuna, aun si hubo tensión al inicio realmente el par se hizo rápido a la idea, ahora todo es un esquema de ellos dos.

Porque Michiru es tan abierta al respecto… digamos que aun si ama a Shirou ella enserio quiere una probada de su mejor amiga… más que por Shirou es por ella misma.

Bueno, ya saben, si hay más Lemon o no todo depende de la recepción de la historia, también si habrá o no continuación, si quieren pueden dejar una critica o comentario de cualquier tipo, de esa manera se que no escribo solo para mí.

Espero verlos en otra historia.