Bueno iniciamos fic nuevo, créditos al Kōhei Horikoshi por sus hermosos personajes, yo solo hago que se ame y tengan hijos.
ADVERTENCIA: esta historia tiene mucho Occ, los héroes no serán tan rectos como en el anime, trate de mantener las personalidades pero hay cambios que ayudan al desarrollo de todo el fic. Van a ver algo de violaciones no explicitas, pero todo tiene un fin que se ira explicando con el paso de los capítulos, si no es de su agrado pueden dejarlo.
Gracias a mi beta por su tiempo, en leer todas mis locuras y corregirlas.
Que placentero era ver al alfa más amado por el viejo de esa manera, jadeando de dolor, sus manos sujetando con fuerza su cabeza, tratando de entender porque la vida era una mierda con él, con su familia, podía estar lloviendo, pero veía como las lágrimas caían por esos ojos heterocromáticos, el viejo lo había vuelto a hacer, había roto a otro hijo Todoroki.
—Déjame ayudarte a ser libre – le dijo acercándose, de una u otra manera era su hermano menor, no quería verlo sufrir más – te enseñaré a sentirte que tienes un propósito en este mundo, más que solo complacer al viejo.
—¡Cállate! – golpeó su mano que había dejado en su hombro – tú solo eres un sucio villano, no eres nada mío.
—¿Estás seguro? – vio la duda, en ese rostro lleno de dolor - ¿Qué pasaría si te digo que soy tu hermano mayor?
—¡Mientes! – su mano estaba sujetando su garganta y pecho, ahí seguía el dolor – él dijo que habías muerto, junto con mi madre en un accidente y …
—¿Y le crees? – que divertido era verlo así, agazapado como un gato perdido – nuestra madre está internada en un hospital – le extendió un papel, él lo tomó, sus ojos se abrieron – él nos ha mentido a todos desde siempre, usó a nuestra madre y cuando dañó a su niño perfecto la desechó.
Y ahí el grito que tanto le gustaba escuchar, toda esa frustración y dolor estaba saliendo, lo vio sujetarse con fuerza su frente, mientras su qurik salía con fuerza, un lado de hielo, otro con fuego, pero grande fue su sorpresa cuando de cada lado de su frente empezaron a salir unos hermosos cuernos, eran negros con vetas de colores, de su lado derecho donde estaban los colores de su madre, era azul y del lado izquierdo que representaba a su asqueroso viejo era rojo.
—Lo voy a matar – lo escuchó decir, supo que el primer paso de la liberación estaba listo – lo destruiré, lo llevaré a la desesperación más grande.
—Eso me gusta hermanito – pero cuando giró su rostro, siguió viendo que no confiaba en él – oye tranquilo, hablo en serio – se quitó la sombrilla, dejó que el agua tocara su cabello, dejando ver el blanco característico de la familia, con puntas rojas – ves, no miento, soy Todoroki Touya, otro experimento fallido de nuestro viejo.
Lo vio levantarse, de inmediato lo abrazó, desde hacía demasiado no sentía esa demostración de afecto, no permitiría que nadie más lo tocara, porque ese joven era su hermanito, aquel que nunca vio crecer, aquel que pudo cuidar desde la distancia, aquel que solo vio en una linda cobija blanca con osos en nubes, su querido hermano menor Shouto.
—Hagamos esto juntos – sabía que las lágrimas no habían dejado de caer, porque la voz salía quebrada – salvemos al mundo de los falsos héroes.
—Hagámoslo – ahora tenía un aliado y fuerte líder – lideremos el cambio.
Al separarse vio la determinación en esos hermosos ojos, y estaba dispuesto a llegar a los límites con tal de hundir a ese ser llamado héroe.
Había pasado un mes desde que se encontró con su hermano mayor, honestamente fue y era la mejor experiencia que había tenido en su corta edad, había aprendido a dominar su lado izquierdo su fuego era intenso bastante curioso porque podía ser tan rojo como la sangre o azul como el hielo, lo cual ayudaba cuando hacían sus movimientos.
Pero ahora estaba sentado en un lujoso restaurante junto con su viejo, cosa que le daba muy mala espina, porque solo se reunían cuando él quería algo conveniente para su familia.
—Me quiero ir - le dijo mientras cruzaba sus brazos - tengo cosas más importantes que hacer, que estar esperando.
—Sean bienvenidos - ahí giró su rostro, vio a toda la familia Yaoyorozu - me alegra que pudieran venir, estoy muy emocionado.
Por la puta mierda, eso no era bueno, seguramente era el único que no sabía lo que estaba pasando pero podía deducirlo por el sonrojo que llevaba su compañera de clase, y no había salida.
—Esta unión traerá grandes beneficios para ambas familias - dijo su viejo con una gran sonrisa, dándole la mano al hombre - espero que podamos llegar más alto.
—Y así será Endeavor san - que la tierra se abriera y se lo tragará, ahí de nuevo su libertad estaba siendo tomada.
Sacó su celular y escribió rápidamente a su hermano.
Nii san
Haz explotar lo que quieras, ¡ahora!
¿Qué pasa hermanito?
Solo hazlo y que sea cerca del hotel del que te hablé anoche.
¿Te están comprometiendo o algo por el estilo?
Carajo, ¡sí!
Y ahí los mensajes terminaron, sabía que su compañera le estaba hablando, pero su cabeza estaba en otro mundo, estaba planeando cómo salir de esa estúpida situación, a ver solo tenía 17 años, en su cabeza no estaba planeado casarse, menos con ella.
—Escuché que un prodigio de I Island vendrá a presentarse - habló la madre de su compañera - nos gustaría que fueran con nosotros.
—Será todo un placer, iremos con mucho gusto ¿verdad? - él solo afirmó, ahí podría encontrar algo interesante, poder saber quien dirigía ese lugar - ¿Cuándo será?
—Esta noche en el Tokyo Dome - habló su compañero, ahí se exaspero, que mierda estaba haciendo su hermano - aquí están las boletas.
Las extendió, cuando su viejo las tomó las explosiones empezaron a retumbar por toda la zona, las sirenas de las ambulancias y policías hicieron presencia sintió satisfacción, su hermano era bastante eficiente, su viejo y los demás salieron por la puerta principal, su compañera de clase se fue detrás de ellos.
—Oye hermanito ven - tomó la maleta que él le entregó - dime quien es ahora tu futura esposa.
—Momo Yaoyorozu - respondió, se colocó la máscara, dejó salir sus cuernos - ahora vamos, quiero verlos danzar en desesperación.
—Jajaja me encanta oírte decir eso - le sonrió, salieron del lugar.
Siempre que hacían un alboroto en las calles se colocaba su máscara, dejaba salir sus cuernos, sus guantes negros y su traje camisa roja chaleco, corbata y pantalones negros, pero como esa era una situación atípica, simplemente se colocó su largo gabán.
—Mira lo que te conseguí - le entregó un arete, el cual fue colocado con maestría en su oreja - oprímelo.
Y cuando lo hizo, se dio cuenta que todo su cabello se volvió negro.
—Me agrada, ahora vamos y hagamos brillar este lugar.
Que divertido era enfrentarse a esos héroes, eran débiles y lo que más le gustaba es que una joven bastante loca se había unido a ellos, su nombre Himiko Toga, sus habilidades eran increíbles, tanto que empezaba a respetarla.
La gente corría desesperadamente, varios héroes quedaron con su marca, una que solía dejar para tener en cuenta e investigarlos; lo malo All Might llegó, con él presente solo quedaba irse, él era otra historia.
—Todoroki sama, eres increíble - la joven lo abrazó, dejó un beso en la mejilla de su máscara - ¿ahora qué debo hacer?
—Quiero que te infiltres en las diferentes agencias de las que pudieras acceder a su sangre - ella aplaudió emocionada - busca toda la información y guardarla, la analizaremos luego veremos a quien debemos juzgar.
—Será todo un placer y …
—¿Qué vas a hacer con el compromiso? - Dabi preguntó mientras le pasaba un cigarrillo - no creo que quieras casarte mucho menos con una princesita.
—Es lógico que no - dio una bocanada sintió cómo su garganta se quemaba, era agradable - les seguiré el juego, lentamente los investigaremos y si debemos sacarlos, pues no creo que sea la gran pérdida.
—Bien - su celular empezó a sonar, vio el número - ¿el viejo?
—Si, hagan silencio - dejó salir el humo del cigarrillo y contesto - viejo, ¿qué pasa?
—¡Dónde demonios estás! - trató de calmarse, sino sus cuernos jamás desaparecerán - te estoy buscando, ¿estás herido?
—Claro que no - respondió como siempre, tratando de ignorar esa preocupación sin sentido - salí por la parte de atrás, según los maestros no debemos usar nuestros poderes sin la licencia.
Vio a Dabi cubrir su boca para no reírse, su viejo le hablaba de la reunión de esa noche, que fuera en un buen traje y que llegará puntual, lo que él se preguntaba era, ¿por qué mierda tenía que gritar?, podía darle la información sin hacerlo y después colgó.
—Maldita sea, odio estas cosas - dijo, fue al armario buscando algo decente - solo porque viene alguien de I island es que me presento, quiero recolectar información, a ver si podemos infiltrarnos en algún momento.
—Ponte esto Todoroki sama - dijo Himiko mostrando un traje bastante interesante - estaba caminando por Ikebukuro y lo vi, me pareció que se vería fantástico en ti.
—Gracias - dijo tomándolo, se fue al baño - Dabi, quiero que hagas contacto con esos idiotas de la liga de villanos, escuché algo interesante, quiero corroborarlo.
—¿Los tomarás como tus súbditos? - le sonrío al espejo, no solo sus súbditos, los utilizará hasta que sus huesos quedaran polvo - iré como me pides, ¿qué hay de ir a la agencia del viejo?
—Déjame planearlo mejor - salió luciendo increíble, esa mujer tenía buen gusto - ahora si me permiten tengo que ver al famoso prodigio.
Salió después de peinar su cabello hacia atrás, lavar bien su boca y quitar todo rastro del cigarrillo.
Era la primera vez que regresaba a Japón, ya ni recordaba cómo se veía ese lugar, sólo recuerdos vagos, dolorosos y sin emociones, un rostro y voz bastante fuerte que solo lo llamaba "maldito Deku", un apodo por el que jamás pudo olvidar Kacchan, rogaba a cualquier dios que lo estuviera escuchando que jamás le permitiera verlo.
—¿Estás listo? - preguntó su mánager, él solo afirmó - colócate la peluca y espera a ser presentado.
—Si.
¿Cuánto más dolor debía soportar?, estaba harto de estar en ese lugar, de ser un conejillo de indias, de soportar cada abuso que se les ocurría con su cuerpo, solo para crear algo que proteja a los héroes, pero no había salida, a nadie le importaba y tendría que aguantar.
—El día de hoy tenemos el honor de presenciar a un prodigio en canto, su voz a encantado a todo el mundo - escuchó a la heroína Midnight, tenía una voz agradable - denle un fuerte aplauso a la mariposa de la noche, su nombre artístico Namida* chan, cantando un fragmento de la flauta mágica.
Se colocó la peluca, empezó a salir, llevaba un vestido azul claro y oscuro, formando pliegues que parecían de una mariposa, se sujetaba a su cuello con elegantes bordados simulando pequeñas ramas, con las luces brillaría hermosamente, su espalda estaba descubierta pues sus alas estaban allí, sus ojos estaban cubiertos por la máscara de mariposa, la que siempre debía usar.
La música hizo presencia, los aplausos cesaron, imaginaba que era por su apariencia, tomó aire se permitió cantar con todo su odio, con todo su dolor, recordando cada lágrima que ha derramado. No sabía porque le habían puesto a cantar esa canción, pero era agradable para él, demostraba disimuladamente cuanto estaba odiando al mundo.
Al terminar, se inclinó dando el silencioso agradecimiento, mientras salía los aplausos iniciaron, no valían para él porque él tampoco tenía un valor como persona, solo era un objeto para hacer dinero.
—Te felicito - le dijo el doctor Megumi, con una sonrisa asquerosa - como siempre haces un increíble trabajo.
—Gracias doctor - lo dijo mientras se quitaba la máscara - ¿Cuándo volveremos?
—Será algo difícil - abrió lentamente sus ojos, viendo al hombre - ha llegado una carta de unos villanos, te tienen en la mira.
—Que mal - ojalá lo encontraran rápido y lo mataran, acabarían con su sufrimiento - ¿así que debo esconderme?
—Algo así - ese hombre como siempre, seguro estaba buscando la manera de sacar dinero - irás a una escuela de héroes, aprenderás de ellos y así estarás protegido.
—Bien - pero esa respuesta no pareció agradarle, porque lo tomó de sus alas - duele.
—No mientas - que cruel eran esas palabras, porque eran ciertas, ya nada le dolía - no te atrevas a escapar, ahora cámbiate.
Pero antes de soltarlo, arrancó sus alas luego salió con ellas, veía como la sangre caía por el pequeño pedazo que quedaba, se cambió lo más rápido que pudo, salió corriendo del lugar, necesitaba aire o enloquecería.
Corrió por los pasillos, encontró la salida de emergencia, solo recibiría unos cuantos azotes por su osadía de salir de ahí sin permiso, más sabiendo que los villanos lo estaban buscando.
Cubrió su rostro, quería llorar, pero era imposible, sus lágrimas se habían secado, tomaba aire para tratar de tranquilizarse, pero sabía que sin un medicamento apropiado esa ansiedad jamás se iría.
—¿Te encuentras bien? - una hermosa voz hizo presencia, así que lentamente giro su rostro y lo observó - estas sangrando, ¿necesitas ayuda?
Negó con fuerza, sabía que sangraba también que sanaría pronto, se permitió detallarlo, un hermoso cabello divido en dos colores, igual que sus ojos, tenía un traje blanco marfil, con una blusa azul claro, un gabán negro igual que sus guantes, era muy elegante.
—Sanará pronto - afirmó, volvió a cubrirse el rostro - lamento si te preocupé, puedes …
Pero sus palabras murieron cuando esas fuertes manos lo tomaron del rostro y lo obligaron a verlo, no veía el acostumbrado miedo a su apariencia, al contrario, parecía que estaban viendo algo interesante.
—Quien se iba a imaginar que la mariposa de la noche fuera un hombre con hermosos ojos - ahí se preocupó, era la primera vez que alguien lo reconocía, siempre al verlo cerraban sus ojos, solo disfrutaban de su voz - eres todo un espectáculo, ¿ahora dime cuál es tu qrick?
—Yo …
—¡Ahí estas! - escuchó la voz de uno de los enfermeros - el doctor Megumi está buscándote como loco, serás regañado.
El joven vio como le colocaban ese horrible collar y cadena, se veía como un perro, pero no era una mala descripción, porque desde que lo recuerda esa ha sido su vida, agradeció que estaba en las sombras donde ese idiota no lo vio y lo agradecía, ellos serían capaces de matarlo, inclinó su cabeza, pero al hacer eso vio como sus cuernos caían y más sangre aparecía.
—No podrás ir con estos a clases - ahí estaba él, con esa voz desagradable - ahora entra, no podrás comer por desobedecerme.
Lo miro rápidamente antes de ingresar, ese joven seguía con esa expresión neutra en su rostro, parecía un bello cuadro, creado por los dioses.
*Namida: lagrimas
Bueno hasta aqui el cap, espero fuera de su agrado si es asi, háganmelo saber, me hace feliz leer sus comentarios.
Dejo el link del video, de lo que canta Izuku, recuerden que pueden encontrarlo en el grupo de Facebook
watch?v=4t8rjAtktBc
Sin más, Ame las ama.
