Secretos de mi memoria

Capítulo I

¿Qué es el amor?

"Vaya, ¡Qué día!" Pensaba mientras salía de la escuela con una enorme sonrisa en el rostro y con la emoción a flor de piel... ¿Qué había pasado? Resulta que hoy cumplo 5 años de iniciar mi vida laboral como docente... Y lo mejor de todo que han sido en esta misma escuela y muchas mamás se acordaron de felicitarme y darme uno que otro regalito, entre flores y chocolates, que por si no lo saben... ¡me encantan!

Estos detalles me llenan el corazón, sé que algunas mamás de mis alumnos creen que son muy seria con ellas, pero creo se dan cuenta del amor y compromiso que tengo hacía sus hijos y eso es lo más importante…

En fin, iba cruzando la salida de la escuela mientras pensaba en estos momentos tan lindos cuando escucho el claxon de un auto que reconocí inmediatamente.

- ¡Amor apúrate! - me dijo haciendo señas desde el auto - Sabes que debo ir a dejarte a tu seminario y regresar a mi trabajo – me sentía tan contenta en este momento que no me molestó su presión ni la falta de ayuda - ¡wow! ¿todo eso te dieron hoy? - me dijo asombrado y con una gran sonrisa - ¡Felicidades corazón! - dijo mientras sacaba una caja de mis chocolates favoritos.

- ¡Muchas gracias amor! - respondí emocionada dándole un pequeño beso - No pensaba que te acordarías que es un día especial para mí - en verdad me sorprendió... pero así es él, puede ser muy despistado pero de vez en cuando tiene sus momentos... él: mi novio Souma.

- Claro que sí amor, toda la semana estuviste hablando de ello - dijo con una enorme sonrisa mientras ponía en marcha el auto - pero bueno, hay que darnos prisa que aún debo llegar al hotel, te conté que mañana llega el dueño ¿no? todos están trabajando en friega para darle la bienvenida jaja - bueno hasta ahí llego el encanto, no tenía por qué sorprenderme, era habitual que él siempre hablara de su trabajo, de sus compañeros, en fin, de sus asuntos mientras que los míos pasaban a segundo plano siempre...

Empecé a observarlo mientras me contaba los detalles de la visita de su jefe, los errores que cometían sus compañeros (que aparentemente era con frecuencia), en fin, el mismo tema de siempre... mientras lo observaba las dudas que había tenido los últimos meses (por no decir el último año) empezaron a surgir nuevamente en mi mente... ¿de verdad lo amaba? digo, tenía claro que lo quería ¿cómo no sentir cariño por él? a fin de cuentas llevábamos alrededor de 4 años de relación... y ¡claro, ya sé! el cliché es que "el hombre" sea el que no recuerda las fechas ni los aniversarios, pero en nuestra historia yo era la de mala memoria, pero ¡no me juzguen! tengo una justificación...

La realidad es que desde el inicio todo fue muy confuso, me es difícil (por no decir imposible) identificar cuando empezamos a andar "en serio"... después de todo y siendo sincera probablemente si tuve algo de responsabilidad en ello...

En ese entonces tenía 24 años, hacía menos de un año que había terminado la carrera, inicié mi vida laboral y por primera vez empecé a sentir libertad al empezar a ganar mi propio dinero ¡y quería comerme el mundo entero! quería conocer nuevas personas, vivir nuevas experiencias... siempre fui muy hermética con mi vida personal y no estaba dispuesta a privarme de la libertad por tener una relación seria con alguien.

Pero a los pocos meses de haber iniciado mi trabajo en la escuela apareció Souma en mi vida, era parte de un equipo de arquitectos y administrativos que venían a construir una serie de edificios y salones en la escuela además de techar los espacios recreativos, como se imaginan era un proyecto grande que implicaría su presencia por varios meses... conforme aumentaba la convivencia empezamos a salir en grupo varios de los compañeros de trabajo, algunas veces a comer, de antro y a beber... en fin, nos gustaba divertirnos.

Poco a poco el empezó a mostrar mayor interés en mí, siempre procuraba ser atento y conversar la mayor parte del tiempo conmigo, desde el inicio se me hizo guapo y atractivo, tenía una encantadora sonrisa y un gran porte, además siempre me hacía reír así que la pasábamos muy bien en cada salida, nunca llegué a pensar que buscaba algo más, nunca hasta que nos besamos por primera vez...

Habíamos salido de antro como solíamos hacer cada quincena (claro, después de cobrar jaja)... como siempre él se ofrecía a irnos a dejar a cada una de las chicas a nuestras casas, y como en tantas otras ocasiones fui a la última que pasó a dejar, la noche había sido muy divertida incluso venía aún con la euforia de la música combinada con un poco de alcohol... él me ayudó a bajar del auto y en ese momento me besó, mientras tanto yo me dejé llevar por la inercia del momento, me despedí y él se marchó... a la mañana siguiente recordé todo lo sucedido y lo bien que la pasé incluyendo el beso aunque tampoco hubiera sido algo que me quitara el sueño.

El lunes siguiente en el trabajo él se veía nervioso y apenado, al finalizar las clases aprovechó para acercarse a mi salón y platicar de lo ocurrido - Himeko, quiero disculparme contigo por lo del sábado pasado, espero no haberte ofendido - de primer momento me sonrojé ya que no me lo esperaba, pero inmediatamente solté una pequeña risa, nunca lo había visto tan serio y avergonzado. - No se preocupe Arqui, creo fue la inercia del momento, pero no me ofendió ¿cómo cree?, a final de cuentas fue una noche muy divertida - dije quitándole la importancia.

- La cuestión es que... desde hace semanas quería decirte que me gustas mucho Himeko y pensaba que podríamos salir juntos, solo los dos... - nuevamente me agarró de sorpresa, después de un pequeño titubeo le contesté que en este momento no buscaba ninguna relación, que disfrutaba salir a divertirme y que de momento solo eso podía ser, vi un poco de decepción en su mirada pero inmediatamente se repuso y con su encantadora sonrisa contestó que estaba bien y que esperaba para nuestra próxima salida.

Después de aquel día él se siguió comportando atento conmigo y en cada salida yo era el centro de su atención y claro, me hacía sentir especial, en algunas ocasiones y estimulados por el alcohol volvimos a besarnos pero de ahí no pasaba, después de unas semanas volvió a insistir en que saliéramos juntos y poco a poco empecé a ceder... hasta que se volvió algo frecuente y "de repente" ya éramos novios...

Debo decir que, a pesar de sentirme a gusto con él, de reír y divertirme mucho ¡aún me resistía a tener una relación!, no estaba acostumbrada y tampoco dispuesta a comportarme como la clásica novia... no comprendía por qué quería que lo acompañara cada domingo a sus partidos de fútbol, ¡ni siquiera me gustan el fútbol! ¿cuál era su afán de que lo acompañara a todos lados? por Dios, ya nos veíamos lo suficiente de lunes a viernes en el trabajo y también al salir de la escuela, ¡incluso los sábados! si no era salida grupal con los compañeros, éramos solo él y yo... es por eso que cad meses al sentir esa falta de espacio terminaba por cortarlo, diciéndole que una relación tan formal no era para mí, por su lado el insistía en que le diera la oportunidad pero, al menos en esos momentos, me mantenía firme y terminábamos...

Entonces se preguntarán ¿por qué volvía a regresar con él? la realidad de las cosas es que era muy difícil tener que convivir con él prácticamente todas las semanas después de terminarlo, ya que su alegría se esfumaba y pasaba a ser una persona totalmente triste y gris... tanto le afectaba la ruptura que los compañeros constantemente le preguntaban qué le pasaba... debo aclarar que siempre fue un caballero y nunca habló mal de mí... pero curiosamente eso me hacía sentir peor, ya que me sentía como la peor villana de la historia y a final de cuentas cuando volvíamos a salir, me volvía a insistir y yo volvía a acceder...

La última vez que regresamos acontecieron muchas cosas en mi vida, lo más fuerte y relevante: el accidente de mi hermano, el menor de la familia, mi consentido... no ahondaré en ello, al menos no por ahora, solo diré que fueron momentos difíciles para mí y sí, Souma estuvo ahí... fueron semanas de estar en el hospital turnándome con mi mamá por el cuidado de mi hermano, después otras tantas semanas de rehabilitación... Souma no siempre sabía que decir para levantarme el ánimo pero debo decir que su permanencia empezó a ser un bálsamo para el dolor, para el cansancio, poco a poco empecé a confiar en su presencia... a partir de entonces nunca lo volví a terminar, no sé si fue por agradecimiento, lo que sé es que de un momento a otro me había acostumbrado a su compañía, incluso empecé a interesarme más en sus gustos y actividades que antes me parecían aburridas...

Así fue pasando el tiempo hasta el día de hoy, la costumbre aumentaba junto con el cariño, pero... ¿había amor? ¡Ni siquiera estaba segura de comprender lo qué es el amor! comprendo lo que es la pasión, el deseo, el apego, la costumbre... pero, en serio ¿Eso es sinónimo de amor?...

Hace mucho tiempo leí una frase que decía "no puedes amar a quien no conoces" y quedó grabada en mi memoria incluso una parte muy profunda en mí me decía que esa afirmación era real y en este caso ¿yo lo conocía? ¿sabía lo que había en sus pensamientos más profundos? ¿comprendía sus temores más arraigados? ¿sabía la razón que lo hacía aferrarse a mí como si fuera su última tabla de salvación? ¿Cuál era la razón por la que criticaba constantemente a sus actuales compañeros de trabajo? ¿era solo por su enorme egocentrismo? o tal vez ¿tenía un complejo de inferioridad que trataba de compensar de esa manera? definitivamente sentía que ¡no lo conocía!

Y ¿qué era lo peor de esto? ¡qué él tampoco me conocía!... tal vez amaba a la Himeko de sus fantasías, esa imagen idealizada que había construido él mismo, pero definitivamente no me conocía... y no era su culpa, la verdad es que jamás le había dado la oportunidad de confiarle más allá de mis ideas superficiales, nunca le permití ver mi vulnerabilidad, de hecho a pocas personas se los he permitido, en muchas ocasiones ni a mi propia familia, con ellos siempre jugué a ser la hija y la hermana perfecta, siempre tratando de ser ese apoyo que mi madre necesitaba y el mejor ejemplo para mi hermano, a ellos menos que a nadie podría confiarles mis debilidades, mis miedos, mis frustraciones o mis confusiones... jamás quise pasar por ese dolor de verme exhibida o de permitirle a alguien tener herramientas para lastimarme... desde la partida de mi padre decidí nunca mostrar debilidad y si no lo hacía con mi propia familia mucho menos lo haría con alguien ajeno a ella…

Volviendo al presente, me di cuenta que faltaba poco para llegar al salón donde se realizaban los seminarios de "la semana de la inclusión" en la que habría una serie de conferencias y talleres enfocados a hablar sobre la educación para personas con discapacidad, era obligatorio para todo el personal de la escuela asistir en contra turno y a pesar de eso la capacitación constante era una de mis fuentes de satisfacción...

Mientras mi novio entraba al estacionamiento recordé a esas pocas personas que habían tenido la oportunidad de ver más allá de mi fachada de chica fuerte, sobre todo a esas amistades que habían podido traspasar mis barreras... y de pronto una imagen asaltó en mi memoria, era la imagen de alguien que hace tiempo no recordaba... la recordé a ella...