Disclaimer

Halo ni sus personajes me pertenecen, son propiedad de 343 Industries y sus asociados, solamente me hago responsable de mi personaje original, Idara Arcturus.

Nueva Alejandría, también conocida como "La Joya de la Corona".

Ubicada en Reach, siendo parte de uno de los planetas con mas poderío militar, social y económico de todas las colonias humanas.

Alienigenas y humanos vivian en paz y armonía, juntando sus culturas, lenguajes y tradiciones en una sola e incluso mezclándolas, creando algo nuevo e impresionante para cualquiera que llegara por primera vez a esta ciudad.

Con excepción del caso de nuestra protagonista, Idara Arcturus, a la cual ya no le sorprendia nada pues ella había viajado por numerosos planetas y colonias humanas como parte de sus misiones como parte de la ONI y de la UNSC.

Pero ahora le tocaría trabajar en equipo, algo que no estaba acostumbrada para nada, incluyendo el hecho de que también tendría un lugar decente en donde dormir, bañarse y comer que no fueran las antiguas barracas en las que comúnmente estaba hospedada cuando era desplegada por toda la galaxia.

Todo su proceso de inmigración se llevo a cabo con normalidad y tranquilidad a pesar del hecho que ahora tendría una residencia temporal, algo que tampoco había tenido desde hace bastante tiempo. Al recoger sus pertenencias de la banda transportadora designada, salió por una de las puertas de aquel aeropuerto para buscar un medio de transporte que la llevara a lo que seria la dirección de su nuevo departamento.

Al encontrar un taxi, solamente le extendió el papel donde se mostraban las calles y el numero de aquel edificio que se encontraba entre la gran cantidad de edificios que tenia esa megápolis. El camino fue demasiado callado, pues ella había sido siempre una persona de mas acciones que palabras.

Al bajar todas sus pertenencias, pago y vio como se retiraba del lugar con un rostro neutro, tomo sus pertenencias y se dirigió a recepción, lugar en donde le indicaron el piso en donde estaría ubicada, indicaciones básicas para llevar una buena relación con sus vecinos y su tarjeta de acceso al complejo, también le habían informado que disponía con un lugar en el estacionamiento subterráneo, sacándole una risa interior a la joven de largos cabellos blancos.

Al ver como se abrieron las puertas del elevador, subió sus cosas y activo el botón que dirigía al elevador hasta el piso 80, siendo este uno de los últimos de aquel edificio que parecía estar sobre las nubes.

Al escuchar el típico ding en su piso, se dispujo a bajar sus pertenencias y dirigirse a la única puerta que sabían que no tendría una sorpresa esperandola en su interior, pudiendo abrirla con su tarjeta de acceso y viendo que se encontraba en una oscuridad que a ella le encantaba, así como un poco de polvo acumulado gracias al nulo uso de los muebles.

Coloco sus cosas junto al sofa mas grande que se podía ver con la escasa luz que se filtraba por las cortinas y decidió abrir estas para conocer un poco mas el lugar.

Al ver como la luz se hacia en la habitación, pudo ver que se trataba de un salón completamente equipado como para albergar en el una fiesta de unas 20 personas, así como los diferentes equipos electrónicos con los que disponía, un gran balcon con vistas increíbles del cielo y una pared intermedia de la cual se podía ver un poco la cocina, la cual estaba enseguida del televisor.

Se dirigió a la cocina mientras observaba la decoración del lugar, pareciéndole bien a su gusto debido a que la mayoría tenia colores blancos y negros que combinaban. Cuando llego, pudo observar que era una cocina integral completa y agradecio el hecho de que tuviera microondas y cafetera en ella. Tomo un vaso de agua y siguió descubriendo los rincones de aquel departamento que fácilmente podría ser una casa para al menos 3 personas.

Mientras degustaba la bebida sin sabor, también observaba los alrededores del cual seria su hogar, no sabia cuanto tiempo exactamente, pero si sabia que se veía demasiado cómodo y elegante para un agente especial, sin contar le hecho de que aun no conocía su cuarto, el baño y la oficina.

Cuando termino, coloco el vaso en el lavavajillas, dado que aun tenia que descubrir los cuartos mencionados anteriormente, así como empezar a desempacar todas sus cosas y sin contar el papeleo que le quedaba por hacer antes de empezar con su nuevo trabajo en unos cuantos días.

Se dirigió a la puerta que se encontraba a la izquierda de una intersección de 3 puertas, solamente para encontrarse con lo que seria su actual habitación, una muy diferente a lo que comúnmente estaba acostumbrada en el campo de batalla.

Esta contaba con una cama tamaño queen size en la cual fácilmente cabian tres de su persona, con cobijas blancas y grises, dos mesas de noche color gris a los lados, una gran vista enfrete de la cama opacada por las cortinas que se encontraban cerradas y un gran closet que abarcaba toda una pared.

Salió, solo para encontrarse que la puerta que se encontraba a la izquierda, la dirigía al baño, el cual tenia en su interior una tina con ducha, una cabineta completa llena de diversos artículos y unos cuantos objetos que le daban un toque demasiado elegante para su gusto.

Al salir y observar la ultima puerta que le faltaba por abrir, pudo sentir como un pequeño escalofrio recorría su columna vertebral, indicándole que algo no estaba bien con este ultimo cuarto.

Toco su espalda baja, solamente para sentir el relieve de su arma, una M6G, para poder sentir un poco de seguridad ante un ataque armado de algún intruso, y abrió la puerta, solamente para encontrarse un gran área vacia, pero pudiendo ver que detrás de dos biombos, se encontraba una computadora junto con otros muebles.

Lo primero que noto y que se le hizo extraño, fue el hecho de que las cortinas de esta habitación se encontraban abiertas y no lo contrario, como le había pasado con el resto de las habitaciones y como la silla del escritorio se encontraba de espaldas a ella, mostrándole la piel negra que recubría el marco de madera de la misma.

Decidió acercarse para ver si todo se encontraba bien y dar el hecho de que simplemente su imaginación le había jugado una mala pasada, hasta que vio que esta empezaba a girar lentamente.

"Me alegro que al fin haya llegado y con bien, teniente Una voz se dejo escuchar al dar vuelta a la silla.

Rápidamente desenfundo su pistola y apunto al desconocido "¡Identificate!" Pregunto mientras veía al desconocido que se encontraba en su silla, su cuerpo en posición de ataque.

El desconocido se sorprendió un poco ante tal acto "Wow, wow, wow" levanto ambas manos lentamente "Tranquila, no soy tu enemigo" Se levanto del escritorio "Solo quería dar una bienvenida personalizada al nuevo miembro del equipo NOBLE, además, soy la persona encargada de traerte a este planeta" Su mano derecha descendió lentamente, para extenderla en la dirección de la pelo blanco.

Esta poco a poco empezó a descender el arma, sin abandonar su posición de ataque y con el ceño fruncido "No debería asustar a alguien de esa manera, si no, pudiera haber disparado sin haberlo pensado dos veces, comandante" Comento con un tono tranquilo y un poco irritado a la vez gracias a la invasión de su espacio personal. Enfundo su arma para solamente corresponder el saludo del que seria su nuevo superior y compañero de equipo.

"Parece que alguien hizo su tarea" Una media sonrisa apareció en el rostro del comandante ¨desconocido¨.

"Me gusta estar preparada para cualquier situación" Coloco su mano izquierda en la cintura "Además, tenia que conocer al menos las caras del equipo" Cruzo las manos sobre su pecho "Nunca llegaría a un nuevo lugar sin conocer a alguien primero".

"¿Eso paso con tus otros equipos?" Pregunto mientras salía del escritorio.

"Nunca he tenido otros equipos, siempre he trabajado por mi misma" Su postura se relajo "Siempre que llegaba a un nuevo lugar, alguien de la UNSC me esperaba en el puerto espacial o aeropuerto".

"Ya veo" Suspiro "Eso no te servirá mucho que digamos aquí, ahora tienes un equipo y trabajamos como uno" Se dirigió a la puerta "Empiezas pasado mañana, en tu escritorio esta la dirección de la torre de la UNSC" Salió de la habitación cerrando la puerta tras de si, la ojos grises solo suspiro cuando escucho la puerta principal cerrarse.

Observo la habitación con mas detalle para después tomar la tarjeta que solamente indicaba la dirección y el nombre del director de zona "Coronel Urban Holland" y el grupo que tenia bajo su comando y al terminar de leerla, la coloco en el bolso de su chaqueta.

Se dirigió de nueva cuenta a la sala, donde observo que había varias cajas con las pocas pertenencias que tenia en su posesión y abrió una de ellas, viendo libros, baratijas y uno que otro recuerdo que tenia de las tantas colonias en las que había estado.

Empezó a abrir las demás cajas y a acomodarlas en los lugares que correspondían, también haciendo nota menta de las cosas que le harían falta y que tenia que ir a comprar a un centro comercial, así como el hecho de que tenia que pasar por un supermercado, pues su refrigerador estaba vacio, pero eso lo haría el día de mañana, después de un merecido descanso.

Al terminar de acomodar las cosas restantes de las cajas, las doblo una por una para depositarlas en un rincón de su oficina, aun sabiendo el hecho de que no duraría mas que un par de meses ahí.

Tomo un largo baño y después de colocarse su pijama, ordeno algo de cenar y mientras esperaba a que llegara, empezó a leer uno de los tantos libros que se encontraban en la repisa junto a la televisión. Cuando llego, empezó a comer mientras veía la tele, para al terminar limpiar todo y dedicarse a descansar.

No despertó hasta pasadas las 10 de la mañana y todo gracias a que el sol empezaba a molestarla directamente en la cara. Al estirarse, tomo su celular y empezó a revisar las diferentes notificaciones que tenia, así como para enterarse de las diferentes tendencias que había actualmente.

Al rato se levanto y cerro las cortinas, decidió buscar un cambio de ropa limpio y ahí se dio cuenta de que también tenia que cambiar un poco su armario, aunque eso era lo que menos le importaba, pues no duraría mucho en ese planeta, como era de costumbre.

Y aunque la UNSC lo sabía, poco le importaba.

Después de cambiar sus ropas y lavarse cara y dientes, se dirigió a su refrigerador a tomar las sobras de su cena de ayer para sentarse en el comedor y terminarlas mientras observaba las noticias locales y el clima, viendo que este era muy diferente con respecto al ultimo lugar al que fue enviada.

Al terminar de comer, lavo lo que utilizo y tomo su celular y llaves para apagar todo y salir del departamento, tomando el elevador para dirigirse al lobby del complejo departamental.

Salió y observo que el día estaba soleado y sin ninguna nube de por medio, seria habitualmente el día perfecto para ir de compras o ir a un parque a pasar el tiempo con tu pareja o amigos a platicar y ponerse al corriente con su día a día, pero ese no era su caso.

Se coloco sus auriculares y empezó a recorrer las diferentes calles y recintos que le daba la ciudad y todo esto para encontrar un centro comercial en donde supliría las cosas que le hacían falta del día de ayer, así como para comprar víveres y otras cosas que la ayudarían a sobrepasar el poco tiempo que pasaría en lo que de seguro la volvieran a llamar para ir a no se donde en algún rincón de la galaxia.

No falto mucho tiempo para encontrar un centro comercial sin necesidad de tomar algún taxi o tren, así que entro a el y lo primero que compro fue un café helado para después recorrer todas las tiendas con las que contaba el recinto, encontrándose con unas que la ayudarían bastante para obtener lo que le hacia falta en su casa, pero primero decidió recorrerlo todo completamente y ver cuales eran las primeras tiendas para visitar y las cuales encontraba interesantes.

Entro a una tienda de decoraciones y cosas para el hogar y empezó a ver lo que iba a pedir para que se lo entregaran en su departamento. No tardo mucho en ordenar y pagar lo que se llevaría ese mismo día y como ya no encontraba sentido buscar alguna otra cosa, decidió que era tiempo para regresar a su departamento sin antes no pasar por el supermercado para comprar algo de comer durante los siguientes días.

Al llegar, acomodo todo en su lugar, incluyendo lo que le había encargado de la tienda de decoraciones y muebles en la que había estado antes, dándole tiempo para ir a relajarse un poco en el gimnasio que se encontraba en el complejo departamental y la cual tenia una excelente vista a la piscina techada del complejo, para terminar su día con una cena simple y una buena serie en su televisión sin saber lo que le esperaría en su primer día de trabajo.