Autor Original: SeedPlanter

ID: 7148558

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Kaito está nada menos que aturdido cuando se da la vuelta justo a tiempo para sentir la suave presión de los labios de Gakupo contra los suyos, y en un momento de conmoción mutua, ninguno de los dos se mueve. Sin embargo, una vez que se rompe el hechizo, ambos se alejan el uno del otro. Kaito se limpia frenéticamente la boca con la parte de atrás de la manga, como si al hacerlo lo suficiente, desharía el horrible error que acaba de suceder.

"Oh, lo siento" dice Gakupo en voz baja, luciendo algo avergonzado y con un tono un poco más rosado en sus mejillas de lo habitual.

Kaito, por otro lado, se ha puesto rojo como una remolacha y apenas puede vocalizar la respuesta sin aliento "…Mm, s-si…yo también…" incluso siendo un joven atractivo de veinte años, Kaito es completamente inexperto en el departamento de sexo en general, y mucho más con los hombres. Ciertamente, en su caso, es por elección: podría tener cualquier número de parejas que quisiera, pero siempre ha preferido concentrarse en sus otros intereses más importantes en la vida, como cantar, bailar, amigos y helados. Debido a esto, este beso accidental es el contacto más íntimo que Kaito ha tenido con otra persona, así que por supuesto lo deja sintiéndose completamente nervioso.

En los días siguientes, Kaito está molesto con lo imperturbable que parece Gakupo a la luz del incómodo incidente. Gakupo parece haber vuelto a su estado normal en unas pocas horas, y no muestra ningún signo de angustia duradera por lo sucedido. En cambio, interactúa con Kaito de la misma forma que siempre. En marcado contraste, Kaito todavía lucha con el recuerdo de lo que sucedió, torturándose a sí mismo reproduciéndolo en su mente una y otra vez. Kaito aún no puede hacer contacto visual con el otro hombre por más de un segundo antes de sonrojarse, darse la vuelta e intentar distraerse con alguna tarea servil que pretende haber llamado su atención.

Unos días después de 'el incidente', Gakupo se acerca a Kaito de su manera habitual y amistosa que últimamente ha comenzado a enfurecer al joven: ¿cómo es que tiene que ser el único que sufre tanto por esta terrible experiencia, mientras que Gakupo puede continuar con su manera alegre de ser como si no pasara nada?

"Acabo de terminar una grabación y realmente no tengo planes para el resto del día" dice Gakupo con una leve sonrisa "Si tampoco tienes nada más que hacer, estaba pensando que tal vez podríamos salir a tomar un helado"

Kaito entra en pánico ante la sugerencia "Uh, lo siento. Tengo… planes, hoy más tarde" responde casi instantáneamente, pensamientos terribles de una hora agonizante de tensión, momentos incómodos e intentos desesperados por evitar el contacto visual con Gakupo llenando su mente atribulada.

Y sin embargo, Kaito se arrepiente de su apresurada respuesta con la misma rapidez cuando ve el destello de decepción en el rostro de su amigo. Ciertamente, Gakupo debe haber comenzado a notar cómo Kaito lo ha estado evitando recientemente, y – Kaito decide – seguramente no tiene ni idea de porqué o qué ha hecho mal para provocar ese tipo de reacción. Los dos salían con bastante frecuencia antes, y solo hace una semana Kaito nunca habría rechazado la oportunidad de salir con Gakupo, especialmente con la promesa de un helado.

Por fin, Kaito decide que un error de un segundo no será suficiente para estropear una amistad decente "Pero, por otro lado, seguramente podría postergar la mayor parte hasta mañana" concede Kaito. Incluso mientras hablaba, Kaito todavía dudaba interiormente sobre su decisión. Pero por la hermosa sonrisa que florece en los rasgos de Gakupo – e invocando un inusual pero agradable aleteo en el pecho de Kaito – sabe que tomó la decisión correcta.

Mientras se dirigen hacia la heladería, Kaito observa a Gakupo discretamente. Se da cuenta de que su amigo lleva un atuendo un poco más informal hoy: en lugar de su atuendo tradicional de samurái, usa pantalones negros con una cadena plateada que cuelga del costado, una camisa de vestir negra – los tres botones superiores están desabrochados, según nota Kaito con un sonrojo – con una corbata suelta de color violeta claro y un chaleco blanco. Su pelo lavanda está en una trenza suelta que cuelga sobre su hombro izquierdo, cuyo extremo llega casi hasta sus caderas , con muchos mechones largos que han quedado sueltos colgando alrededor de su rostro. Kaito siempre ha preferido los atuendos más casuales de Gakupo, ya que los samuráis parecen demasiado extravagantes para la personalidad tranquila y relajada de Gakupo. Mirándolo ahora, Kaito se da cuenta de cómo estas ropas más ajustadas parecen apreciar un poco mejor la forma de Gakupo, también…

En cuanto este pensamiento cruzó por su mente, Kaito apartó la mirada de su amigo y se reprendió a sí mismo. ahora sabe con certeza que la próxima hora más o menos será muy difícil para él, de hecho.

Al final de su reunión, en última estancia, Kaito está contento por su decisión de salir con Gakupo. Las cosas no salieron tan mal como temía, y gradualmente, a lo largo de la semana, las cosas vuelven a la normalidad entre ellos.

Pero justo cuando Kaito comienza a bajar la guardia, una vez más, se encuentra con un bombardeo de sentimientos que lo confunden. Esta vez, el catalizador es una toma que Gakupo hace con Luka, donde se supone que debe interpretar el interés amoroso de la otra mujer. El hecho de que Gakupo esté enamorado de otra persona no es algo nuevo, pero lo que irrita aún más a Kaito es cómo su amiga interpreta el papel tan bien, de manera tan exasperadamente convincente, y al ver los ensayos, Kaito se siente extrañamente irritado.

Estos sentimientos de molestia persisten hasta que los ensayos de esta película finalmente terminan y las cosas vuelven a la normalidad. En realidad, Gakupo y Luka no se llevan muy bien. Luka siempre ha tenido una personalidad mezquina y desagradable, y Gakupo nunca se molestaría en tratar de complacerla o acomodarse a ella cuando sabe que encontrará algo por lo que ser una perra con él de todas maneras. En cambio, Gakupo generalmente la evita cuando puede, y hace sus tomas juntos bien a la primera para que no tengan que pasar más tiempo juntos del absolutamente necesario. Así que, aparte de interpretar el papel del joven enamorado durante los ensayos, Gakupo y Luka siempre tomaban caminos separados tan pronto como las cámaras dejaban de grabar.

Un hecho por el que Kaito se siente muy aliviado.

Estos sentimientos son desconcertantes para Kaito: tanto su enfado al ver a Gakupo y Luka juntos, como su alivio por la mirada de reojo que Gakupo le da a la mujer después de los ensayos y antes de irse a su propia habitación. Para cuando Kaito y Gakupo tienen su siguiente oportunidad juntos, Kaito todavía no se ha reconciliado con sus nuevos y complicados sentimientos, y casi salta cuando sus pensamientos son interrumpidos por el suave 'Hola…' de Gakupo en su oído.

"¿Has visto la coreografía para esta próxima toma?" pregunta Gakupo, su expresión y voz tan niveladas que Kaito sabe que es un velo para algo; alguna emoción que Kaito no puede detectar del todo.

"Aún no lo he hecho" responde Kaito con sospecha.

"Mmm" es la única respuesta que da Gakupo antes de levantarse para irse "Deberías venir a los ensayos y empezar a prepararte" añade antes de irse.

Y los primeros ensayos son todo lo que hace falta para que Kaito comprenda el comportamiento anterior de Gakupo; a pesar de que la mayoría de los movimientos de baile están sincronizados, Kaito se sorprende de lo sensual que se vuelve la coreografía cuando los involucra a los dos haciendo algo juntos. El rubor de Kaito se profundiza cada vez más mientras observa a los coreógrafos demostrar el baile, sabiendo que cada caricia y cada rutina tendrá que ser repetida por él y Gakupo durante los próximos días, preparándose para la toma.

La situación no mejora cuando el estilista les muestra sus atuendos. El atuendo de Kaito consiste literalmente en nada más que una chaqueta negra desabrochada, un par de – también desabrochados – pantalones negros y ajustados y zapatillas negras.

El atuendo de Gakupo no es una gran mejora, consiste en un par de pantalones negros de cuero metidos en botas con hebillas hasta la rodilla. Su camisa negra abotonada a medio abrir es la única otra prenda de vestir, además de los medios guantes negros y una gargantilla de cuero negro con un amuleto en forma de cruz colgando al frente. La mitad de su largo cabello índigo debe ser recogido en una coleta parcial, dejando el resto libre. Como si el contacto cuerpo a cuerpo ya no fuera lo suficientemente incómodo, Kaito no puede detener el cosquilleo de anticipación cuando ve a Gakupo completamente vestido con este nuevo atuendo. Kaito intenta con firmeza luchar contra la creciente ansiedad, diciéndose a sí mismo que este es su trabajo y que va a hacer lo que tenga que hacer para que sea una grabación exitosa.

El baile sincronizado va bien, como siempre – tanto Kaito como Gakupo entienden los movimientos bastante rápido. Pero la resolución de Kaito casi ha disminuido por completo el día de los primeros ensayos donde él y Gakupo realmente tienen que tocarse. En un momento de la coreografía, Gakupo debe sostener a Kaito por la cintura contra él mientras Kaito se inclina hacia atrás y Gakupo pasa sus dedos por el pecho de Kaito.

Cuando comienzan, Kaito es muy consciente de la sensación de las caderas de Gakupo presionadas contra las suyas y la mano de su amigo en su espalda baja. En esta posición, Gakupo está peligrosamente cerca. Kaito puedo sentir los mechones sueltos del largo pelo de Gakupo cayendo sobre su propio pecho y cuello mientras Gakupo se inclina sobre él, el breve aliento del hombre más alto pasa como un fantasma por los labios de Kaito a solo unos centímetros de distancia, sus ojos azul verdoso perforando los de Kaito, demasiado lujuriosos como para que pueda ser solo un acto. Cuando Kaito siente que los dedos largos y delgados de Gakupo comienzan a deslizarse entre sus pectorales, retrocede en estado de shock.

El director corta la escena y Gakupo frunce el ceño a Kaito con desconcierto, como si acabara de hacer algo incomprensible "¿Estás bien, Kaito?" pregunta Gakupo en voz baja. Kaito todavía no tiene el aliento para responder y ver a Gakupo – su pelo cayendo sobre sus mejillas levemente sonrojadas y contra la subida y bajada de su pecho desnudo – no ayuda a su situación. Al final, se encuentra huyendo en un intento fallido de evitar una mayor vergüenza.

Solo unos minutos después, Gakupo alcanza a Kaito, interrumpiendo sus tumultuosos pensamientos "¿Te sientes mejor ahora, Kaito?" Kaito escucha la voz de Gakupo, sonando más curioso que preocupado "Estoy bien" miente Kaito, y cuando Gakupo se sienta a su lado, lo suficientemente cerca como para que Kaito pueda sentir el calor de su cuerpo y el leve roce de su pierna contra la suya, su corazón comienza a latir demasiado rápido una vez más.

"Entonces, ¿me dirás qué te ha estado pasando?" pregunta Gakupo, su voz baja y tranquila irresistiblemente seductora en el oído de Kaito.

A estas alturas, Kaito ya no puede negar lo obvio sobre sus pensamientos hacia Gakupo. Kaito nunca pensó que Gakupo pudiera estar interesado en otros hombres. Ciertamente, tiene el pelo largo y, a menudo, luce pinta uñas morado, pero no hay nada particularmente femenino en su apariencia, incluso con estas peculiaridades. De hecho, más comúnmente (para el propio disgusto de Kaito) es Kaito quien es visto como el más femenino y juvenil entre los dos.

Pero incluso reconociendo sus sentimientos, Kaito no está seguro de cómo formular las palabras – cómo decirle a Gakupo sobre los pensamientos que ha estado teniendo sobre él desde ese beso accidental. Kaito mira a Gakupo, al principio con la intención de dar algún tipo de explicación. Pero toda la racionalidad se pierde cuando Kaito se gira hacia él, a solo unos centímetros de distancia. Y como si fuera la primera vez, Kaito realmente lo ve – sus ojos azul eléctrico, su pelo color amatista cayendo como hilos de seda alrededor de su cuerpo, su camisa parcialmente desabrochada exponiendo la gargantilla negra que acentúa la cantidad justa de su piel color crema de debajo. Se apodera de él una especie de instinto anima reprimido durante mucho tiempo.

El siguiente de los pensamientos de Kaito está solo en los labios de Gakupo, su cuerpo y su necesidad de sentirlos de nuevo como lo hacía durante los ensayos. Esta vez es el turno de Gakupo de quedarse atónito e inmóvil mientras Kaito lo besa completamente en los labios, una mano serpenteando alrededor de los hombros de Gakupo, los dedos enredados en su pelo violeta; la otra, más abajo, acariciando sensualmente a lo largo del muslo de Gakupo y alrededor de su cintura. En la parte lógica de la mente de Kaito que se encoge rápidamente, se encuentra sorprendido consigo mismo por su propia agresividad, las semanas de frustración sexual reprimida se liberan mientras literalmente fuerza su lengua en la boca de Gakupo, este último todavía demasiado sorprendido para devolver el beso o alejar a Kaito.

Pasan varios segundos antes de que la lujuria de Kaito se sacie lo suficiente como para que su lado racional tome el control y se obligue a sí mismo a detenerse. Una vez que se ha calmado hasta el punto de pensar con claridad, el efecto completo de lo que acaba de hacer finalmente lo golpea como una tonelada de ladrillos. Y si la expresión aturdida de Gakupo es algo a tener e cuenta, se ve tan sorprendido por las acciones de Kaito como el mismo Kaito se siente.

Kaito apenas logra jadear una disculpa descuidada antes de ponerse de pie, con la plena intención de huir de la escena antes de que las secuelas de su locura momentánea lo alcancen. Pero antes de que se las arregle para llegar a alguna parte, la huida de Kaito se interrumpe cuando siente que Gakupo lo agarra del brazo detrás de él. Congelado en su lugar, Kaito se permite darse la vuelta y es arrastrado pecho contra pecho con el hombre un poco más alto.

Kaito se tensa cuando siente las manos de Gakupo deslizarse por su espalda, intoxicado por la sensación del cuerpo de Gakupo presionado contra el suyo, el olor de su pelo, la mira lasciva en sus ojos color zafiro "Me sorprendiste, pero no es necesario que te disculpes. No tienes que disculparte ni pedir permiso" ronronea Gakupo "Puedes usarme como quieras"

La última parte susurrada directamente en su oído, Kaito siente un temblor recorrer todo su ser. A pesar de su beso apasionado y dominante momentos antes, el joven repentinamente regresa a ese yo intimidado y tímido al que se ha acostumbrado.

"Lo siento… Y-Yo no tengo experiencia en… ese tipo de cosas" dice Kaito. Ya bloqueando mentalmente los últimos sesenta segundos de su vida y ese vergonzoso momento de pasión.

"Mmm, ¿sin experiencia…?" Gakupo alza la barbilla de Kaito con un dedo de uña pintada de color púrpura y, en un solo movimiento que provoca un segundo estremecimiento del día a Kaito, desliza su lengua lenta y seductoramente a lo largo de los suaves y ligeramente entreabiertos labios de Kaito "… Estoy dispuesto a cambiar eso"