Poder, supremacía, tenía muy en claro el significado de esas simples palabras, inconscientemente y sin conocer más allá de un sentimiento de alter-ego, creí que ese sería el destino que estaba dispuesto a aceptar y llevarlo a cabo con la misma fuerza inigualable heredada de mi padre.

Jamás imagine que sería poseedor de nuevos sentimientos, poco a poco el vacío de la rutina se fue convirtiendo en la magnífica y placentera sensación de querer proteger a alguien que no fuera yo mismo, experimentar el dolor y desesperación al no tenerla a mi lado y la alegría de ver esa sonrisa dedicada solo para mí.

Mi vida junto a Rin fue yendo en un intenso crecimiento, como para ella que apenas comenzaba a vivir, como para mí. Fui cayendo por alguien tan "simple", una humana con una simple apariencia, con una simple personalidad pero con un gran corazón que termino cautivándome de manera involuntaria.

Buenos días, Señor Sesshomaru – comienza mi día con esa dulce voz característica.
Buenos días, Rin – tan serio y frio como acostumbro a ser.

Trato de cambiar mis pensamientos y creer que estoy haciendo lo correcto, si este paso logrará que mi felicidad sea completa. La amo, la amo demasiado … es de lo que por el momento tengo más que en claro, las desventajas son inminentes, somos completamente diferentes, punto en donde el amor no bastaría y en donde la respuesta de Rin valdría más que la mía.

Han pasado algunos años desde que comencé a vivir con ella, conforme iba madurando, quiso independizarse y a vivir por cuenta propia, idea que no me desagrado del todo, mientras estos sentimientos aumentaban, más era mi deseo de estar el mayor tiempo con Rin, pero también, quería que experimentara la vida como era, con sus altibajos, su crueldad y su felicidad; vivencia que quizás para ella resultaba normal para lo que sufrió siento tan solo una niña indefensa. Anhelaba que se convierta en una mujer fuerte y segura sin perder su infantil y dulce esencia que tanto adoraba.

Mi presencia era ocasional como siempre lo había sido, regalos y consejos, era lo que ella esperaba de mis visitas, conforme pasaba el tiempo, pude sentir que Rin esperaba algo más de mí y extrañamente lo mismo pasaba conmigo, ¿Hasta dónde quería llegar con ella? ¿Qué era este maldito sentimiento?. Mis visitas ocasionales se convirtieron en rutinarias, me sentía "VIVO" a su lado, era increíble ver como creció tan rápido ante mis ojos … sus cambios físicos, su madurez y su belleza eran tan notorios. Rin ahora era una mujer y yo era un hombre que pedía a gritos pasar su vida al lado de ella.

Si, yo estaba … ENAMORADO, no encontraba otra palabra que definiera mejor lo que en ese momento sentía, lo que comenzó con un sentimiento transparente y sin importancia terminó siendo un sentimiento más profundo y desesperante … ¿Cómo?¿Cómo encontraría las palabras correctas para definirle lo que mi corazón me daba a entender? Jamás me había sentido tan agobiado por algo, era una sensación diferente así que era predecible que no supiera cómo reaccionar.

En una de mis visitas rutinarias, Rin me preguntó algo que cambiaría nuestra relación para siempre.

Señor Sesshomaru, ¿Le gustaría vivir conmigo? –
Su sinceridad ha sido unos de sus mayores atributos, aunque también se convertía en solo uno de sus defectos en momentos que requerían seriedad, principalmente con Jaken.

Si … si quiero – en mi mente estaba la respuesta que ansiaba por decir, pero mi boca no soltaba ni un respiro.
Vamos, díselo – me repetía una y otra vez, pero no funcionaba.

Rin al darse cuenta de mi tardía respuesta, lo asumió como un rotundo NO de mi parte y se fue alejando de mi poco a poco.

"Esa sensación … No puedo permitir que se aleje … No, no quiero … No lo permitiré … Jamás … Yo … La amo."

Y antes de perderla de vista, sostuve su delicada mano y la atraje hacia mi nuevamente. Con delicadeza para no lastimarla, mi otra mano se acercó a su bello rostro y la mire fijamente.

Si, si deseo vivir contigo Rin – Nunca … nunca había estado tan seguro por algo como lo estoy ahora. Yo, estaba FELIZ.

Ella sorprendida por mi respuesta, solo se abalanzó en un gran abrazo, abrazo que fue correspondido por mí. Esa primera noche juntos, fue mágica, llena de amor y placer. Yo, era muy FELIZ.

Actualmente, mi vida con Rin es perfecta, pero no podía evitar sentirme intranquilo, tenía miedo, yo el gran Sesshomaru tenía miedo … miedo a perderla, miedo a que se vaya, miedo a que me deje. El tan solo pensarlo, me rompía el corazón, me sentía débil ante estos pensamientos, tenía que encontrar una solución lo más pronto posible.

Decidí tomarme una noche para poner en orden todos mis pensamientos, pero lo más irónico era que en todos mis pensamientos estaba Rin, se había convertido en una parte importante en mi vida y no pensaba en nada más que en ella. Llegue a la conclusión que deseaba pasar el resto de mis días a su lado, quería que fuera mi esposa, el imaginarlo provoco que una pequeña y sincera sonrisa adornara mi rostro. Si … era la decisión correcta.

Cuando volví a casa, la encontré plácidamente dormida, al verla tan hermosa y serena, confirme la veracidad de mi pronta decisión, en lo que quedaba de noche planee el escenario perfecto, tan sencillo como ella quisiera pero tan especial como yo esperaba que lo fuera.

A la mañana siguiente, todo transcurría con normalidad, no quería levantar sospechas así que actúe a mi manera habitual, llego la tarde y me despedí de ella, necesitaba encontrar el regalo perfecto, necesitaba un anillo que profesara todo mi amor hacia Rin, volando por el bosque, decidí adentrarme y mantener atenta la mirada, la piedra perfecta tendría que aparecer sin recurrir a la búsqueda y para cuando estaba a punto de rendirme, algo brillo desde los árboles, sentí curiosidad y descendí hasta el inicio de ese resplandor.

Por alguna razón, este lugar se me hacía conocido, ¿Por qué tenía mi aroma y el de Rin?, aun sin tener una respuesta concisa, solo atiné a recostarme por un momento, fue cuando una imagen vino a mi mente, era Rin de pequeña con una inocente sonrisa, pero ¿Qué hacia la pequeña Rin aquí?. Al aparecer progresivamente esas imágenes en mi memoria, junto con nuestros aromas, pude recordar que fue aquí donde nos conocimos por primera vez, ambos habíamos sido lastimados en aquel entonces, y fue ahí el inicio de nuestra historia. Por segunda ocasión y en un corto tiempo, demasiado corto diría yo, otra sonrisa invadía descaradamente mi rostro, contemple por un largo tiempo ese lugar especial y cuando estaba a punto de retirarme, esa luz volvió a resplandecer, era la razón por la cual me dirigí hasta aquí, un bello diamante se encontraba entre las raíces, era pequeño, pero tenía el tamaño ideal que necesitaba, sin perder más el tiempo, tome el diamante y volé hacia donde se encontraban Jaken y Totosai, al llegar, pude notar que el trabajo estaba finalizado.

Entregue la piedra y se procedió a unirla con el resto de la base.

Aquí tienes Sesshomaru – exclamó Totosai.
Todo listo Amo Sesshomaru – finalizó Jaken.

El anillo era espectacular, definía a Rin en todos sus aspectos, delicada y sencilla como la base, pero bella y única como el diamante.

Con un simple gracias, me alejé rumbo a donde se encontraba mi amada, pero esta vez ella no me esperaba dentro de la casa, por cuestión del destino, Rin se encontraba pacíficamente sentada mirando el cielo, cuando me vio llegar, se levantó y con una hermosa sonrisa me dio la bienvenida.

Esta vez, quería ser yo quien tomara la iniciativa, debía ser directo, solo tenía esa noche para confesarle mis verdaderas intenciones, era una oportunidad que no podía desperdiciar.

Rin, siéntate conmigo –
Supo de inmediato que deseaba hablar con ella, sin ninguna queja, se acomodó junto a mí, al tenerla tan cerca mi corazón empezó a latir a un ritmo incontrolable, las palabras no salían de mi boca, pero no … tenía que demostrar mi valentía y determinación, esta era la prueba más dura que me había tocado vivir, pero, al fin y al cabo, ella era lo más importante para este gran y frio Demonio.

El silencio no era incomodo, más bien era libre y sin prejuicios, mi corazón se fue tranquilizando, su simple presencia hacia un efecto tan grande en mí, que cualquiera que me viera aprovecharía el momento para atacar debido a mi baja guardia, pero ahora era diferente, solo me encontraba contemplándola bajo la luz de la luna, solo éramos ella y yo, y no existía una mejor escena que esta.

Entre risas y cuentos, la noche avanzaba y supe que el momento había llegado. Tomé su mano y dirigí mi mirada hacia ella, Rin sin saber lo que ocurría solo me miro confundida.

Ella acostumbraba a entenderme con la mirada, pero esta vez era diferente, mi mirada no evocaba nada más que nerviosismo, debía ser una noche especial, así que decidí que sea mi voz la principal protagonista.

"Rin … no soy una persona de palabras, nunca pensé que fueran necesarias para mi estilo de vida, pero hoy quiero que sean las palabras las que te representen el amor que siento por ti.

Han pasado muchos años juntos y mi corazón empezó a experimentar sentimientos muy alejados a mi personalidad, no le encontré la concordancia a lo que estaba viviendo, pero fui comprendiendo algo con el paso del tiempo … Rin, en mi vida no existe nadie más que tú, contigo he aprendido muchas cosas que nunca pensé conocer, y ahora quiero retribuirte todos esas maravillosas enseñanzas que me has brindado.

Al ser completamente diferentes, no creí que este sentimiento evolucionara, sin embargo, contra todo pronóstico si lo hizo y ya no puedo imaginarme una vida en la que no estés tu presente en ella. Esto es algo nuevo para mí, pero ten la certeza de lo que siento ahora es profundamente verdadero.

TE AMO RIN"

Ella continuaba con la misma expresión que del inicio, era la primera vez en donde he sido tan expresivo, así que aprovechando la sorpresiva situación, me moví de su rígido cuerpo, la mire con ternura y me incline hacia su hermosa persona.

Rin, ¿Quieres casarte conmigo? –

Los latidos de mi corazón no me dejaban contemplar la paz que requería para escuchar su respuesta, esta espera era interminable para mi, en ese momento, frágil corazón, pero que finalmente acabo cuando ella sostuvo mi rostro.

Si, si quiero casarme con usted Señor Sesshomaru – Respondió finalmente.

Unas pequeñas lagrimas brotaron de sus hermosos y grandes ojos, odiaba verla llorar, pero entendí que esas lagrimas no eran de sufrimiento sino de felicidad, su rostro emanaba alegría y el mío también, sin nada más que decir todo finalizó con un fuerte y sincero abrazo.

Desde hoy, puedo volver a jurarte mi amor, te protegeré, te respetaré y sobre todo, te amaré hasta que la muerte nos vuelva juntar.