Disclaimer: Twilight y sus personajes le pertenecen a Stephenie Meyer, yo sólo juego con ellos.

Erasing the Bounds.

Capítulo 1

Iban camino a Forks. Emmett estaba tocando una batería imaginaria y movía la cabeza de un lado a otro mientras escuchaba música en sus audífonos. Rosalie iba a su lado, masticando goma de mascar y hojeando una revista. Jasper estaba mirando por la ventana, reposando su cabeza en su mano y con gesto ausente.

Bella miró los árboles verdes que se sentían como casa y suspiró. Su aliento empañó la ventanilla del auto y dibujó un corazón con su dedo. Mientras observaba cómo el dibujo desaparecía, volvió a pensar en él.

En Edward.

Él no estaba ahí.

Él simplemente había dejado de estar. Se había evaporado tan pronto como llegaron a California. Se fue antes de tiempo, o tal vez se fue justo cuando debía irse, pero Bella seguía pensando que fue muy pronto.

El primer semestre de la universidad se había terminado. California finalmente les había dado un descanso y ahora volvían entusiasmados a Forks. Habían extrañado la lluvia y el frío (quién diría que después de vivir toda su vida en Phoenix, ahora Bella echaría de menos el verde y gris de Forks). Jasper se había vuelto loco las primeras semanas que estuvieron en California. Un día llegó diciendo que posiblemente verían nieve caer.

— ¿Pero qué estás diciendo, rubio?—dijo Rosalie—nunca cae nieve en California.

—Error ahí—Jasper la señaló con su largo dedo índice—la última vez que nevó fue en enero de 1962. Hay esperanza.

—Y esa nieve se derritió apenas tocando el piso—Bella dijo, mirándolo desde su sitio en el sillón. Jasper entrecerró los ojos—Si, Jasper, yo también he estado leyendo los archivos públicos de la biblioteca.

Él se dejó caer a su lado y puso su cabeza en el hombro de ella.

—Extraño la lluvia.

—Pronto iremos—lo animó Rosalie.

Ahora sólo echaba de menos a Edward.

Bella había estado ocupada los primeros días de universidad y Edward también, por eso no notó su ausencia al inicio. Luego, su cumpleaños llegó.

Emmett y Rosalie estaban entrelazados en el sillón. Ella seguía usando el gorro de cumpleaños y Emmett le estaba besando el cuello.

—Consigan un cuarto—dijo Jasper, echando humo por la boca. Sip, había sucumbido a la marihuana.

El apartamento estaba hecho un asco. Había vasos rojos por todas partes, confeti y Bella seguía sin saber a quién diablos se le ocurrió lanzar glitter. Tenía el cabello lleno de eso y sonrío mientras Emmett y Rosalie se levantaban tambaleantes.

— ¡De acuerdo!—dijo Rose—pero no dejes a Bella sola. Tenemos que hacerle compañía ya que el bastardo de su novio no está aquí—Bella ocultó el dolor que le causó el comentario bebiendo lo que quedaba del vaso.

Luego sonrió.

— ¡Largo, Hale!—le dijo y le arrojó confeti, le cayó en la falda.

Emmett llevó a su novia arrastrando hasta su habitación y Jasper se levantó de su lugar en el suelo con un quejido.

—Recogeré esto—habló sosteniendo su porro entre sus labios apretados. Tenía el ceño fruncido.

—Está bien—ella dijo.

Suspiró y miró alrededor. Se miró a sí misma. Tenía confeti y brillo por todas partes y la blusa que Jane le había prestado estaba llena de betún. Si, Jane, la misma rubia psicópata que la había llevado a Seattle cuando huyó de Phoenix.

Edward no estaba ahí. No había ido a su fiesta de cumpleaños ni la había protegido de Emmett y Jasper cuando la arrojaron al pastel.

Se levantó y arrojó el gorro de cumpleañera al sillón. Jasper hacía ruido en la cocina y Rosalie se estaba riendo en su habitación. Sonrío ebriamente y tambaleándose, se fue a la suya.

Las luces colgantes estaban prendidas así que se desvistió en parcial oscuridad. La puerta de la habitación se abrió después de un momento y giró lista para arrojarle un cojín a Jasper cuando Edward apareció en la puerta.

—Hola—él murmuró.

—Hola—Bella susurró.

—Siento no haber podido venir.

— ¿En serio lo sientes?

Tuvieron una pelea en la que Bella utilizó argumentos muy tóxicos e inmaduros pero que en ese entonces sonaban razonables en su boca y cerebro ebrios.

Había comenzado a gritar y los tres restantes se aparecieron en la puerta de la habitación.

— ¿Qué diablos?—preguntó Emmett, que ya estaba sin camiseta. Rosalie estaba envuelta en su sabana rosa con estampado de cactus y al parecer ya estaba desnuda. Jasper estaba detrás de ellos.

—Todo está bien—dijo Edward—vayan a hacer sus cosas.

— ¡Wow, Bella!—Jasper aplaudió sonriente—mi imaginación no te hace justicia.

Fue entonces que se dio cuenta de que estaba en ropa interior.

— ¡Largo, Jasper!—le dijo Edward, molesto y sin ganas de seguirle la broma. Les cerró la puerta en la cara.

Edward había estado trabajando mucho y estaba ocupado. Antes de ir a California, sabía que las cosas se pondrían difíciles, que él estaría ausente pero no se imaginó que dolería tanto.

—Dijiste que estarías para mí, ¿recuerdas? Que me querías ver feliz—él dijo mirándola a los ojos mientras Bella se derretía en sus brazos.

—Sí pero… nunca estás—lloriqueó.

—Es sólo por ahora—le dijo y entonces la besó.

Fue un semestre ocupado para Bella y unos meses ajetreados para él.

Para cuando Octubre llegó, Jasper se había convertido en su mejor amiga. Rosalie y Emmett estaban siempre que podían juntos y eso los dejaba a Jasper y a ella solos. Algo bueno que salió de eso fue que aprendieron a hacer cocteles y Jasper se interesó por el cuidado de su piel.

Otro día, cuando Bella y Edward estaban discutiendo, Bella le restregó en la cara que Jasper siempre estaba con ella, que ahora era su amigo y su confidente, además quiso causarle celos.

Edward se quedó callado por un momento después de eso, al parecer lo de los celos había funcionado porque durante los siguientes días él fue grosero con Jasper. Al rubio no le importó y siguió pasando tiempo con Bella.

—Si hubiera querido saber con quién te la pasas cuando no estoy, te hubiera preguntado—le dijo Edward a Bella cuando esta le reclamó sobre su actitud.

Por otro lado, Alice estaba en la costa este del país, muy lejos de ella.

Ella la animaba lo más que podía a través de la pantalla de su celular y Bella sólo asentía. Diciéndole que estaba bien, que estaría bien, pero simplemente estaba tratando de convencerse a ella misma. Alice sabía eso y Alice sabía que Bella lo sabía pero fue algo que mantuvieron constante, nunca intentó culpar su conducta inmadura, simplemente estaba ahí para darle consejos y no la juzgaba. Alice se había convertido en su Freud.

Cuando Jasper la escuchó hablar con Rosalie en la cocina sobre el nuevo "novio" de Alice se enojó muchísimo.

—Creí que la habías superado cuando comenzaste a salir con Lauren—Bella le dijo esa noche mientras veían el cielo, sentados en el balcón de su apartamento.

—Lo hice pero… Dios, ella dijo que no estaba lista para eso. Que no estaba interesada en eso—exhaló humo por su boca.

—Eso fue hace meses, Jasper, vivíamos en el insignificante Forks. Está en Nueva York ahora. Todo es posible en Nueva York.

Se quedaron en silencio y luego volvieron a entrar por insistencia de él.

Alice y su "novio" terminaron dos semanas después. Ella dijo que sólo había sido sexo, Bella no le creyó, se veía algo triste.

.

— ¡Llegamos!— festejó Charlie cuando pasaron el letrero de Bienvenido a Forks.

—Extrañaba esto—dijo Emmett, sacándose los audífonos de las orejas y mirando alrededor, como si no conociera el lugar.

Llegaron a casa. El olor a madera y a pino de la casa de Charlie la recibió y respiró profundamente. La ayudó a subir sus cosas a su habitación y no duró mucho tiempo ahí. Volvieron a bajar las escaleras y Bella esperó a que todo el mundo se fuera.

Cuando los padres de Jasper llegaron, fue con él hasta la puerta y lo despidió.

— ¿Estás lista para la cena de mañana?—preguntó Charlie.

—Claro—le respondió mientras se sujetaba el cabello en una coleta— ¿todo el mundo estará ahí?

—Sí, es lo que se planea.

—Genial—le respondió mientras lo veía hacerse un sándwich—iré a tomar una ducha y dormiré un rato.

—De acuerdo.

Bella subió las escaleras de dos en dos y después de tomar las cosas necesarias de su maleta, fue al baño.

Hizo una nota mental de acomodar de nueva cuenta algunas cosas que se había llevado a California. Se dio cuenta de que sus decoraciones de Forks no combinaban con su habitación nueva y decidió regresarlas a su sitio original.

Cerró los ojos bajo la regadera, retrasando ir a su habitación y se tomó su tiempo cepillándose los dientes.

Ahí había muchos recuerdos, muchos recuerdos sobre Edward y no estaba de humor como para seguir pensando en él.

Ese bastardo.

La televisión de la sala se escuchaba demasiado alto y cuando abrió la puerta de su habitación, Bella sostuvo la toalla contra su cuerpo por el susto que se llevó.

La miraba desde la cama.

—Estás aquí—dijo en un susurro.

—Hola, Bella—él dijo y se acercó a ella.

Bella se pegó a la puerta, poniéndole seguro en el proceso.

— ¿Qué haces aquí?—le dijo sin mover los labios.

Se inclinó con intención de besarla. Bella alejó su rostro. Él suspiró y apretó la mandíbula. Bella se escapó por un lado y fue a su maleta.

—Sabías que estaba aquí

—Sí, lo supe desde hace días, cuando compraste un boleto de avión antes que nosotros.

Él resopló.

— ¿Te has cansado de evitarme?—Bella preguntó, mientras revolvía la ropa, fingiendo no encontrar algo que usar.

—No te estoy evitando—dijo detrás de ella, podía sentir el calor de su pecho en su espalda—sólo volé antes. Garret compró el boleto por mí.

Bella no dijo nada más y dio un respingo cuando Edward le tocó el brazo. Acarició desde su hombro hasta su mano. Entrelazó sus dedos con los de ella.

—Sabes que te quiero, ¿verdad?—dijo.

Bella no respondió. Luego sintió su respiración en el cuello y luego un beso ahí. Delineó su quijada con sus suaves labios.

—Se hace tarde. Iré a vestirme—Bella salió de la habitación sin mirar atrás.


Y bienvenidas a la secuela de Mocking The Bounds. Debo admitir que esta historia es más ligera que MTB, creo que esa está llena de dramas. Decidí escribir Erasing The Bounds porque simplemente estos personajes gritaban un final, el final que se merecían. Muchas gracias por haber leído MTB en aquel tiempo y también gracias si la leyeron cuando anuncié la secuela. Si creo que es importante leer MTB para entender ETB, si la leyeron y algunas cositas no las recuerdan pueden dejar su review y les responderé en una nota de autora del siguiente capítulo.

También les dejaré los nombres de las canciones de Edward por si desean escucharlas (ESCUCHENLAS) igual no es como si tratara de imponerles mis gustos lol y cuando esto termine les mostraré la lista completa, ya saben, para endulzar la historia y darle más contexto.

Muchas gracias por esta oportunidad. La historia ya está terminada así que las actualizaciones serán MIÉRCOLES y DOMINGOS, SIN FALTA, LO JURO.

Pasen a leer mis otras historias y dejen review, quiero saber lo que piensan, muero por saberlo.

Por cierto, quiero explicar los nombres de las historias (no recuerdo si alguna vez expliqué el de MTB) pero bueno, aquí va:

Mocking The Bounds: Burlando Los Límites. En esta historia conocimos a nuestros personajes, llenos de inseguridades, y nos enteramos de que ellos también pueden afrontar sus miedos y burlar los límites que se han autoimpuesto. En especial, Bella, con sus límites hacia Edward y hacia todos en general, llegando a sentirse arruinada para todos y para ella misma.

Erasing The Bounds: Borrando Los Límites. Aquí aceptaremos que es posible sanar y cambiar, que la vida es lo suficientemente maravillosa como para dejar ir el pasado y aceptar que siempre lo vamos a recordar pero que ya es hora de crecer y de elegir que ya no nos afecte, de darnos la oportunidad de ser felices otra vez (o por primera vez). Estoy demasiado orgullosa por cómo Bella logra manejar sus emociones, ya lo verán.

Ahora si, dejaré de hablar y nos leemos el domingo!

G R A C I A S