Disclamer: Todo todito de Horikoshi.

Beta: Milenrrama.

*Esta historia no hubiese sido posible sin la ayuda de Hitzuji, Nea Poulain y Milenrrama*

Portada: dmsco1803 en Twitter.

La historia se desarrolla en el período en el que Shouto y Bakugo van a las clases remediales para la licencia y, cuando los demás estudiantes y héroes aún no se han enfrentado contra Overhaul.


Midoriya no podía dormir. Daba vueltas en la cama y cerraba muy fuerte los ojos, intentando caer rendido, pero no le era posible. Todo porque había tomado una siesta en la tarde y ahora no estaba cansado.

Se levantó de la cama y se sentó en el alféizar de la ventana, recostándose contra la pared. Observó las estrellas destellantes en el cielo y, prácticamente, escuchó cómo la luna lo mandaba a dormir; parecía no estar enterada del insomnio que tenía esa noche.

«Podría ejercitarme y así agotar mi cuerpo para dormir más fácilmente».

Tenía un pensamiento rondando por su mente, pero no lograba identificar qué había dejado inconcluso durante el día, aún luego de escribir en su diario los avances que tuvo en el entrenamiento y añadir algunos datos que había aprendido de las singularidades de sus compañeros.

«No te disculpaste con él», murmuró una voz dentro de su cabeza, pero no entendió a qué se refería. Lo pensó por un momento, reviviendo todo lo que había hecho durante el día en su mente como si fuese una película:

En el desayuno se comió unos tsukemonos mientras conversaban sobre Best Jeanist y la forma en la que había controlado a Bakugo para que no destruyera su agencia durante las prácticas.

De camino a la primera clase salvaron a un gatito muy lindo, era blanco con manchitas marrón claro. De un salto llegó a la copa del árbol, pero no pudo agarrar al pequeño animal hasta después de un par de caricias. Lo tomó con delicadeza con las dos manos y se dio cuenta de que el pobre temblaba, volvió al suelo con otro salto y colocó a la criatura sobre la grama, pero no se alejó mucho.

«Quizás lo pisé antes de saltar o cuando bajé… puede que haya caído sobre su pie sin darme cuenta».

Durante las clases no podía pensar mucho en otras cosas porque se quedaría más atrasado de lo que ya estaba. Pero en el receso le había comentado a Uraraka que últimamente reflexionaba mucho sobre lo que había hecho mal durante el Festival Deportivo y cómo podía entrenarse para evitar cometer los mismos errores. En ese momento no se había percatado de que los otros muchachos que estaban en la misma mesa habían dejado de conversar y ahora lo escuchaban murmurar.

«¿Estará molesto porque todo lo que hice fue explicar nuevas formas para vencerlo a él y a Kacchan? ¿Aún intentará entender por qué lo hice usar su lado izquierdo en nuestro encuentro?».

Al finalizar las clases debía ir donde All Might para, de alguna manera, convencerlo y que fuese a hablar con Sir. Nighteye para que se reconciliaran. Ambos parecían sufrir por su separación, pero ninguno se atrevía a dejar de lado su orgullo y dar el primer paso.

Volvió al dormitorio luego de darse por vencido con su mentor, entendiendo lo testarudo que podía llegar a ser All Might. Al entrar, se sorprendió de no ver a todos sus compañeros juntos en el área común; sólo estaban tres de las chicas en un sofá, Todoroki a un lado de la puerta con la que se salía al patio y los demás afuera. Le pasó por un lado al muchacho sin prestarle mucha atención y se reunió con los que estaban sentados sobre el pasto.

«¿Habrá sido ahí? ¿Lo habré golpeado cuando salí? ¿Dijo mi nombre y no lo escuché? ¡No lo sé!».

Estudió un rato con los chicos bajo la supervisión de Yaoyorozu, con ella revisaron unos cálculos y repasaron las últimas clases de inglés.

Se levantó a contestar una llamada de Sir. Nighteye sobre la investigación del grupo terrorista Shie Hassaikai y, a juzgar por la forma en la que Kirishima, Uraraka y Asui lo miraron segundos después, entendió que lo que le había dicho Nighteye era el resultado de la investigación conjunta y parecía ser un problema difícil de resolver.

Los cuatro se juntaron a un lado para hacer una lluvia de ideas con la nueva información que poseían. Midoriya era consciente de la insistente mirada de Todoroki a sus espaldas, pero trató de ignorar el sentimiento hasta que llegaran a una posible solución lógica al problema planteado.

Justo cuando Midoriya se iba a voltear para ir donde estaba Todoroki, Eraserhead entró a los dormitorios. Les dijo que se habían cancelado las clases del día siguiente y que estaba prohibido salir del complejo hasta nuevo aviso. El profesor se veía más cansado de lo normal y hablaba con un tono distinto, como si fuese una vela a punto de apagarse.

Se retiró a su habitación para poder pensar más tranquilo pero se quedó dormido apenas su cabeza tocó la almohada. Se despertó sobresaltado unas horas después y se dio cuenta que ya estaba oscureciendo; pudo ver los últimos rayos de sol que entraban por la ventana.

Salió de la habitación, notando que empezaba a hacer frío y se reunió con sus compañeros.

«¿Será que lo interrumpí? Quizás él quería decir algo y yo no lo dejé por adelantarme con algún otro tema. No recuerdo que hablara mucho en todo el día».

A Midoriya le hubiese gustado poder contarle a los demás sobre los traficantes de droga, explicarles la razón por la que estaba tan distraído y hablarles sobre la pequeña Eri, pero Eraserhead le había hecho prometer que no le diría nada a los que no participaban en las residencias. Sabía que tenía que hacer algo para volver a ganarse la confianza del profesor y ese sería el primer paso.

Luego fueron a cenar; tenía mucha hambre aunque no terminó comiendo tanto porque seguía pensando en la llamada de Sir Nighteye. Era consciente que ponía nerviosos a sus compañeros cuando se quedaba mirando fijamente el plato de sopa miso con la mirada perdida. Él no quería hacerlo, pero tampoco era fácil concentrarse en otra cosa con la imagen de Eri llorando y alejándose paso a paso de él dando vueltas por su mente constantemente.

Todoroki comenzó a explicarle algo sobre un movimiento especial que había estado practicando pero no era capaz de hacer memoria para saber exactamente qué fue lo que le dijo. Lo vio irse a su habitación unos segundos después.

«Puede haber sido ahí. Seguro se dio cuenta que no le estaba prestando atención y se fue a su habitación. Ya no lo volví a ver después de eso».

Estaba casi totalmente seguro de haber llegado a la conclusión correcta. No había caído en que él había sido el problema y que le había faltado el respeto al no escucharlo. Bajó el rostro, abochornado por su comportamiento. Sus ojos se llenaron de lágrimas y decidió que debía intentar disculparse antes de dormir.

«Sólo tengo un problema… ¿No estará dormido a estas horas? No lo voy a despertar para pedirle que me perdone, ¿o sí?».

Caminó en círculos por la habitación sopesando sí debía ir en ese momento o esperar a hablar con él en la mañana, deliberando si no le haría más daño a Todoroki yendo en la mitad de la noche a su cuarto para molestarlo con su presencia. «Quizás me estoy preocupando demasiado por las consecuencias».

Pasaron un par de minutos hasta que decidió que no tenía nada que perder y que sería mejor si hablase de una vez y sin interrupciones con Todoroki para resolver el inconveniente, aceptando que quizás él se estaba equivocando y no tuviese nada de qué preocuparse ni tener una razón totalmente segura sobre por qué debía pedir perdón.

Antes de abrir la puerta de su habitación se dio cuenta de otro problema que tenía: ¿Qué le iba a decir a Todoroki? ¿Cómo planeaba averiguar si había tenido algún problema con él? Una parte de su mente le decía que entrara a su cuarto y conversara normal con él hasta que pudiese sacar el tema a acotación. Pero también estaba la parte calculadora y lógica, que le pedía que pensara las palabras que usaría para así descubrir si tenía que pedir disculpas por algo o no.

Ganó la parte impulsiva porque no quiso darle más vueltas al asunto así que salió de su habitación en el segundo piso y se detuvo frente al elevador antes de decidir que subiría por las escaleras.

Subió los escalones de dos en dos hasta el quinto piso y dobló a la izquierda para llegar a los cuartos de los chicos. Sabía que la puerta que señalaba la habitación de Todoroki era la tercera porque esa no era la primera vez que pasaba por ahí de noche; aunque esa vez era diferente.

Podía ver que Todoroki tenía la luz encendida debido al débil brillo que salía por debajo de la puerta. «¿Le habrá pasado otra cosa? ¿Empeoraré su situación estando aquí?». Se quedó unos segundos de pie en medio de la oscuridad aún sopesando si era buena idea lo que iba a hacer.

«Nunca lo dejo descansar y mañana se le va a notar en el rostro que no ha dormido bien». Midoriya seguía indeciso y además le preocupaba que sus compañeros pudieran hacerse ideas erróneas sobre lo que pasaba dentro de esas cuatro paredes y, por eso, siempre terminaba corriendo de regreso a su cuarto antes de que amaneciera.

Tocó tres veces la madera de una forma específica, esa era su manera de hacerle saber que era él quién llamaba a la puerta, y giró el pomo lentamente antes de empujar un poco hacia adentro:

—¿Puedo pasar? —preguntó, con los ojos cerrados, metiendo la cabeza en el hueco que se había creado.

—Sólo cierra la puerta detrás de ti —susurró Todoroki unos segundos después.


Este fue el primer capítulo...

Soy demasiado fan de estos dos juntos. Sé que no vimos casi a Shouto en este capítulo pero ya habrá más de él en los siguientes cinco capítulos.

Muchas gracias por haber leído, espero sus reacciones en la cajita de comentarios.

¡Hasta la semana que viene!