Dos vidas después de la guerra

El timbre que indicaba el final de las clases de la mañana rechinó fuerte en la pequeña aula donde recibía las clases de pociones curativas avanzadas 3, era difícil de creer que tras la guerra el consiguiera perfeccionarse e incluso, estudiar en una academia especialista, Draco guardó sus cosas lentamente, no había apuró, aunque de cierta forma su cuerpo estaba emocionado… El entre tiempo… Él siempre llegaba en los espacios de tiempo entre clases, sonrió y se apresuró… Dioses que disfrutaban su tiempo juntos.

Sonrió solo de recordarlo, la noche anterior había sido extenuante, quien diría que después de tanto ejercicio Potter aún tuviera energía para ir a la academia de aurores, justo al otro lado del campus donde él estudiaba.

No, no eran pareja, eran ' compañeros de cuarto ' sonrió cuando lo pensó, al parecer al terminar la guerra el héroe había cambiado, por decirlo eufemísticamente, él en lo personal no conocía los detalles, pero si sabía que Potter se había alejado de sus amigos, y que estaba ' algo ' arisco… Por decirlo poco… Era rabia, descontrol, ira… No eran cosas nuevas entre el héroe y él, pero si para el resto del mundo, Potter había tenido grandes dificultades para insertarse en sociedad. .. Él suspiró resignado, eso que a Potter aún lo amaban, lo que es a él, aún había gente que le hechizaba a la primera oportunidad… Aún había gente que odiaba a su familia… Que le odiaba a él.

Por cosas del azar, terminaron compartiendo cuarto, y bueno… Él tenia veintitrés años cuando ingresó a la academia, era un chiquillo más que hormonal y por supuesto su nombre pesaba más que su aspecto físico, se sabía guapo, pero nadie ni chica ni chico … Ni siquiera… Saldría con él con sus antecedentes, así que un día viernes en la noche, cuando se disponía a encerrarse en el baño a masturbarse se topó con unos hipnotizantes ojos verdes, mirando por lo demás interesado su verga goteante de semen, Draco de ese bizarro día solo recordaba el sofocante calor que subió por todo su cuerpo, y cuando vio a Potter acercarse felinamente en su dirección 'te ayudo'No era una pregunta, Potter le empujó contra la pared y antes de que el rubio pudiera reclamar, estaba desnudo contra la pared, con su verga contra las baldosas frías (deliciosa sensación que jamás compartiría con Potter) con dos dedos en su boca, con el culo expuesto y siendo expertamente dilatado por la otra mano y la boca de Potter en su cuello exigiéndole… ' Ábrete '… Se estaba poniendo duro solo de recordarle.

—Grita Draco. —Lamió su cuello. - Porque dioses que esta noche voy a follarte. —Y si bueno… Ambos liberaban el estrés juntos, por decirlo de alguna forma, disfrutaban del sexo junto al otro a veces dormían o se duchaban juntos, solo porque hacía más fácil el follar, si el rubio se preguntaba… Sabia muy poco de la vida de su acompañante sexual, la verdad ellos no hablaban… No había tiempo para eso.

De lejos distinguió la enorme casa donde dormían todos los estudiantes de la academia, la única regla era que cada dormitorio tenía dos ocupantes, los chicos en uno, vaya uno a saber donde iban a parar las chicas (que no le hablaban así que no le interesaba) las habitaciones eran simples una pequeña (minúscula comparada con su Malfoy Manor) sala recibidor, con una aún más pequeña cocina, un baño que se compartía entre los dos ocupantes y dos habitaciones, nada más simple, Draco dejó caer su mochila en uno de los dos sillones en la sala (todo preparado para dos) cuando sentí un jalón desde la cintura.

—Tardaste. —Sintió el gruñido en su nuca.

—Estaba en clases. —Fue todo lo que dijo Draco, no hubo más conversación el ' entre tiempo' duraba cerca de hora y media, Potter se dedicó a guiarle a su habitación mientras luchaban cada cual con la ropa del otro, cuando Draco se sintió desnudo de la cintura hacia abajo saltó y Potter le sostuvo desde los muslos, con las piernas blancas alrededor de la cintura.

—¿Ansioso? —Se burló el moreno caminando a su cama, cargando el peso del otro que se aferraba a su cuerpo.

—Hazlo ya. —Urgió el otro moviendo las caderas para provocar fricción con el miembro del otro, Potter gimió y le dejó en la cama y se apoderó de su boca, el rubio fue a su encuentro, sus lenguas batallaron un rato, luego Potter bajó a su cuello , Draco gimió y se apretó contra él, Harry siguió bajando, sus manos acariciaron sus costados, su lengua delineó su pecho, obteniendo gemidos de gusto.

—Ábrete. —Era como un hechizo entre ellos, Draco cruzó las piernas por la cintura del moreno este le aplicó un hechizo lubricante y entró, de una sola y certera estocada, casi sin preparación previa. —Mierda… Eres delicioso. —Gimió el moreno estranguladamente contra su cuello.

—Muévete. —Al rubio le dolía, la primera estocada siempre dolía, pero amaba ese dolor, y la verga de Potter era enorme como para hacer de ese dolor algo más o menos duradero, ninguno pensaba mucho en el placer del otro, así que Harry comenzó a moverse— Si… Dale… Duro… —Draco gemia lastimosamente, esa sensación de sentirse dolorosamente lleno era demasiado buena.

Música a los oídos del ex gryffindor, quien sin decirlo nunca en voz alta se sabía adicto al cuerpo del rubio, era el único, del mil amantes, que aceptaba esas formas irremediables de placer, que estaban en el limbo entre el placer y el dolor , mezcla sadomasoquista que ambos amaban. —Dios Draco. —Se movió más rápido, Harry metió un dedo en su boca, esa docilidad en el sexo era tan opuesta a la personalidad de la serpiente, mientras le masturbaba tan duro como iban sus penetraciones. —Estas rico… —Ambos sabían que terminarían pronto… Especialmente después de la maratónica noche de sexo del día anterior. —Yo vengo. —Dijo apretadamente y ahí estaban esos ojos… Esos ojos grises de demonio que le enloquecían.

—Córrete dentro. —Mierda, Harry no podía resistirse a eso y ahí estaba, encima del rubio con una mano llena de semen y todo sudado, se recostó a su lado, ambos con las respiraciones irregulares, Draco se levantó lentamente, Harry vio como goteaba de su trasero su propio semen, buscó entre sus desparramadas ropas sus cigarrillos, volvió a la cama con ellos y un encendedor. - ¿Quieres uno? —Harry asintió, estaban uno acostado al lado del otro fumando, ambos desnudos.

- ¿Tienes clases mañana? —Preguntó el moreno, viendo las figuras que hacia el humo de su cigarro, Draco se tomó su tiempo, era su momento de relajo, estaba agotado y estaba con el culo goteando semen… Si su padre hubiera siquiera sospechado lo que le gustaba que le follaran duro, le habría desheredado por marica.

- ¿Me vas a invitar a salir? —Ambos rieron del chiste. —Solo en la mañana… Las putas plantas que se levantan con el sol no celebran navidad. —Harry asintió y se terminó su cigarrillo.

—Quiero proponerte algo. —El rubio enarco una ceja. —Estoy obligado… Por mis problemas… —Los problemas de desborde de magia producto de la rabia que casi le valido una estadía en azkaban… Porque el ministerio casi, le considera un enemigo de la sociedad, Draco había leído de eso, pero no sabia a que se había debido y nunca le había preguntado a Potter. —A ir a la ceremonia en el ministerio… Pero la verdad preferiría estar metiéndome en tu culo. —Draco sonrió y apagó su cigarro. —Así que iré a saludar, me embriagare un poco… Y me vendré aquí… Si quieres puedes venir y podemos follar, como anoche. —Le miró intensamente, Harry era consciente que Malfoy era una droga, maligna y terriblemente adictiva, pero mantenía sus crisis bajo control, como no iba a ser así si la chupaba como los dioses, Draco no respond,

Esa mano seguía moviéndose, era embriagante, por un minuto Harry imaginó su vida si no hubiera rechazado al rubio en primer año… Probablemente sus primeros años no hubieran tenido gran diferencia… Pero al cumplir los quince, con la revolución de las hormonas, se imaginó peleando con Malfoy en los pasillos y sus peleas siempre acabarían en una mutua masturbación, al principio ambos negarían ser gay, ambos negarían que amaban la sensación de su pene en la mano de otro hombre, que sabía exactamente en los lugares donde entregar más placer… Pero con el tiempo no sería suficiente masturbarse, Harry se ilustraría con los libros muggles, y en sexto año, esperaría a Malfoy bajo la capa de invisibilidad. —Gimió fuerte, Malfoy había cambiado su mano por su boca, y esa pervertida lengua estaba delineando su pene a la perfección. - Lo esperaría fuera de la sala común de Slytherin, para darle más morbo. —Harry abrió los ojos, la cabeza del rubio perdida en su entrepierna, el moreno se sentó y jaló a Draco, tomó su rostro y con desesperación le besó, lenguas, boca, labios, saliva… Reconocimiento del cuerpo del otro, Harry le recorría entero, tocaba cada rincón y se desesperaba por poseerlo… Nuevamente. Se posicionó detrás del rubio y le indicó que se pusiera en cuatro patas.

—Ábrete el culo… Quiero probar algo. —Draco le hizo caso, puso su pecho en la cama y separó sus nalgas con las manos, Harry no perdió tiempo y metió la lengua, el grito de placer del rubio le extasió, sentir su propio sabor en el culo del otro era raro… En su imaginación, su primer encuentro habría sido asquerosamente hormonal y sexual… Como todo Draco… Tan sexual, Draco llegaría acompañado hablando estupideces, Harry le jalaría delicadamente una manga y el otro entendería de inmediato '¿Qué quieres Potter?' diría enojado una vez que se hubiera deshecho de sus acompañantes, aún sin aceptar que le gustaba ser tocado por él, Harry no diría nada, solo le aplicaría un hechizo que le dejaría desnudo, Draco se asustaría e intentaría cubrirse, no por vergüenza a estar desnudo, sino por la evidente excitación ante la situación, pero Harry de su imaginación y el real harían lo mismo, chupar, lamer y lubricar el ano del otro, y Draco haría justamente lo que estaba haciendo, gemir y lloriquear por más. —Ohh Draco… Voy a entrar. —Diría en sus dos mundos, el Draco de la escuela estaría excitado, pero un poco más asustado, y Harry entraría con más dificultad, pero le penetraría de todas formas, bajo la capa, deteniéndose ocasionalmente cuando sintieran muy cerca a algún estudiante, follarían por primera vez… Y no podrían detenerse más…

Harry real embistió duramente, Draco se arqueo. —Oh joder… Me voy… Me corro… —Harry aumentó el ritmo y apretó las nalgas del rubio, escucharon el timbre que anunciaba el inicio del bloque de la tarde, el moreno sería castigado nuevamente por llegar tarde, Draco no alcanzaría a llegar a pociones para problemas mentales… Harry se corrió dentro de otra vez… Draco manchó las sabanas, esta vez no hubo descanso, ambos se limpiaron y se vistieron con magia y salieron corriendo a sus respectivas clases.


Harry estaba terminando de limpiar un pasillo de la academia de aurores, por llegar tarde por quinta vez esta semana, su profesor había gritado y bufado, había dado un discurso sobre el compromiso con la institución… A Harry le valía verga, el viejo podía decir lo que quisiera, el sabía que llegaría tarde otra vez si se ponía a follar con Malfoy… Y bueno que se podía esperar de él, que estaba en la academia obligado…

Suspiró, el culo de Malfoy había sido la solution a todos sus problemas, sonrió de medio lado, mientras seguía limpiando el corredor, al terminar la guerra y ver que el ministerio no había aprendido nada de ella, que seguían los mismo imbéciles inservibles, Umbridge , Fudge, Smith, Bagman… Se había apoderado de él una rabia, ira ciega por destruirlos a todos, los Weasley se spantado, Harry había hecho volar la nueva cúpula del ministerio cuando anunciaron que Umbridge sería el juez a cargo de los mortifagos, casi había destruido la manzana entera… Fue cuando comenzó a circular los rumores de que él podía transformarse en un nuevo (y más poderoso) lord oscuro, Harry si era honesto consigo, lo pensó… Tenía tanta rabia,que terminó enemistándose con todo el mundo… Primero con la sucia rata mentirosa de Ginny Weasley quien le había dicho a todo el mundo que ellos se casarían, y eso fue un detonante en cadena, Ron y toda su familia se molestaron por la supuesta promesa sin cumplir.

Harry había intentado explicarles, pero nadie escuchaba… Todos le decían lo que tenía que hacer; más magia descontrolada, la madriguera al suelo.

Nunca más hablaron. —Harry miró a su alrededor, normalmente recordar estas cosas habría generado una pérdida del control de su magia, pero había follado con Malfoy, sonrió, eso era desestresante… Terapia pura…

Hablaba con Hermione ocasionalmente, pero ella estaba lo suficiente complicada sin sus problemas, había tenido que dedicarse a estudiar psiquiatría muggle y mezclarla con magia para buscar una forma de recuperar a sus padres, seguía queriendo a su amiga, pero ella tenía suficiente sin él.

Entonces las cosas empeorado, sentenciado a mucha gente inocente y Harry explotó, al parecer había sido mucho para el ministerio, la sentencia fue tajante, o Potter obedecía o se llevaba de plano una segunda guerra, Harry no tenía problemas con luchar; pero Kingsley le convenció, estudiar en la academia de aurores le ayudaría a liberar tenciones, trabajar un año o dos como auror y retirarse joven… Aludir a terapias y traumas de guerra, nadie criticaría eso, y como el hombre salió democráticamente electo ministro, Harry transó, la otra opción era monitoreado las 24 horas del día por el más fuerte de los dementores, a Harry le gusto la alternativa de Kingsley.

Al principio funcionó, los entrenamientos eran agotadores y casi le drenaban toda la magia, pero como siempre ocurrió con él, terminó acostumbrándose, y cuando se encontró con Percy Weasley en un corredor, casi vuela la academia completa; entonces le vio, el jodidamente sexy Slytherin a quien quería follar desde hace años, Draco Malfoy había entrado en la academia… Se calmó, estaba caliente.

Le exigió a Kingsley que se lo asignara de compañero de cuarto, y de ahí vino todo lo demás. Suspiró y mojó el trapero para terminar de limpiar, si le daban a choose a él, se quedaría todo el día follandose al rubio, si de él dependiera, Malfoy estaría clavado a su cama tiempo completo.

¿Amor? No lo creía, pero había tenido tan malas experiencias con mujeres que solo querían un anillo, y la promesa de amor eterno ¡joder! Él necesita algo práctico, sexo por ejemplo, y por Merlín que Malfoy era el sexo hecho hombre, sonrió… Insaciable y enérgico, él no necesita nada más.


Por suerte para Draco, alcanzó a llegar a su clase de pociones mentales, le dolía el culo y se sintió sucio a pesar de aplicar el hechizo de limpieza, es que no era lo mismo bañarse a lanzarse un hechizo, pero bueno, ya se ducharía más tarde, esa clase en particular le gustaba, era la parte práctica por lo que no había que hablar, él era más que feliz sino tenía que hablar… Su padre había sido un gran orador, some dirían un gran mentiroso, pero a él no se le daba, a él gustaba tener la boca ocupada en otras cosas, chupando vergas por ejemplo; su santísima madre se santiguaría si escuchara las cosas que le gustaban… Que le gustaban de verdad.

Recordó una vez que Snape, los Zabini y los Greenglass les visitaron en la mansión, su padre le dijo que fuera particularmente deferente con los Greenglass… Era posible que una de las niñas fuera su futura esposa, pero cuando Draco las vio lo primero en que pensó era que se parecían a sus elfos domésticos; quien si le resultó interesante fue Blaise Zabini… Un negro, alto, de cabellos oscuros… Y la primera verga en su boca… Tenia quince años, y para ellos, ambos, había sido una gran experiencia…

Después de chupársela hasta aprender… y que Zabini le devolviera el favor, ambos llegaron al salón de té, donde estaba la gran comitiva que a Draco le tenía sin cuidado, entonces Astoria pregunto

— ¿Qué cosas te gustan Draco? —El Draco de quince años al que solo le preocupaba enorgullecer a sus padres respondió.

—Me gustan los negocios, las pociones, las fluctuaciones económicas… El quiddicht. —Simple, y concordante con la alta sociedad, si hubiera sido sincero habría dicho. —Me gusta chupar vergas, pero en realidad también me gusta que me las metan duro por el culo, joder es sensacional, especialmente cuando el semen escurre por las piernas... Ahora si la verga es enorme y te rompe al entrar mucho mejor. —Si hubiera dicho eso, habría sido azotado por su madre, castigado por su padre… Y hubiera perdido la virginidad antes con Snape.

Miró los ingredientes en la pizarra, poción para sedar el cerebro, era para las personas que habían sido torturadas y no eran capaces de ver la realidad, suspiró, era una poción difícil, pero bueno, miró el laboratorio y notó que era muy similar al que usaban en la mansión donde Snape le daba clases. Donde se lo había follado por primera vez.

Iba a cursar su sexto año y le pidió a su padre ayuda con una poción, le gustaba pociones, incluso había pensado en hacerlo su carrera, aunque su padre jamás se lo permitiría, estando vivo.

Lucius tenía un dicho 'no importa si no tienes el conocimiento… debes saber quien si lo tiene' por lo que esa misma tarde llamó a Severus Snape para que le diera clases particulares en el laboratorio (que estaba de adorno en la mansión pues nadie lo usaba) las primeras clases fueron geniales, Draco las disfrutada, eran muy avanzadas y se sentía especial (chiquillo estúpido había sido) entonces un día la poción explotó, Snape la controló rápidamente… Pero era una poción deshinibidora y pronto dijo algo que no debió decir

—Me caliento cuando lo veo preparar las pociones. —Draco se tapó la boca con las manos, Snape era una serpiente usaría el comentario para chantajearlo, pero lo que hizo fue cogerle de la cintura y sentarle en una mesa, le dio una sonrisa torcida y le separó las piernas.

Se lo folló y con ello abrió las puertas del paraíso para el joven e inocente Draco… Cuando Snape iba a casa practicaban pociones y luego follaban, y dios que la verga de Snape era enorme; Draco sentía como le partía en dos en cada ocasión, el rubio no podía controlar los gemidos y gritos de dolor y placer... Era maravilloso.

Pero bueno, la guerra, Voldemort, sus padres, Potter… Todo se había ido a la mierda, incluido su lívido; hasta que se topó con los ojos verdes de Potter en el baño, bendito el día, creyó que tendría que revivir a Snape para volver a sentir la sensación de chorrear semen.

La verdad… Severus había sido MUY ilustrativo, no solo en pociones le había enseñado mucho del sexo también, pero además… suspiró… le había heredado todos sus bienes y a pesar de no ser muchos, Draco valoraba mucho los escritos del profesor de sus invenciones, Severus había sido un genio, lástima que casi nadie lo supiera (además de haber sido un dios en la cama, si Severus se follara a sus mejores estudiantes como premio, todo el mundo se habría esforzado mucho más en su materia)

La poción que tenía que preparar hubiera sido difícil, sino supiera que las pociones que afectan al cerebro tienen que revolverse de una forma especial, dos veces al reloj, tres en contra… No como decían las instrucciones, siempre revolviendo de acuerdo a la agujas del reloj, escuchó como dos calderos explotaban y claro tampoco sabían que las pociones tenían que hacerse a fuego bajo, Draco levantó la mano y el profesor se le acercó.

—Necesita algo joven Malfoy. —Preguntó el anciano mirándole con simpatía, todos los maestros le adoraban, como no, era el mejor estudiante de su generación.

—Ya termine, profesor… Necesito ir a mi cuarto a…

—Sí, tranquilo anda… Poción perfecta como siempre. —Alabó, Draco guardó sus cosas y se fue, mientras caminaba no dejaba de pensar en su vida, había tenido varios compañeros sexuales, incluso un par de chicas y aún así… siempre volvía a dejarse follar por Snape… Él había sido tan bueno, lo hacía como le gustaba, le dominaba, lo abría, lo llenaba… él sabía que tenía una personalidad fuerte, y odiaba ser opacado, pero increíblemente en el sexo le gustaba ser domado, le gustaba ser llenado, Snape hacia eso y por eso Draco se dejaba follar… Se imaginó que hubiera pasado si su padre los hubiera visto, habría muerto antes de tiempo, eso seguro.

Recordó su cumpleaños dieciséis, el de Hogwarts, el que habían hecho en la mansión había sido tedioso y protocolar, pero en la escuela… Se había tirado a Theodore Nott en el baño, le había obligado a chupársela, y luego se lo había follado, y recordaba que Nott había gemido y lloriqueado por más, y a pesar de correrse no se había sentido satisfecho, y de muy mal humor se había ido a dormir, ahí había llegado Zabini, ya mayor y mucho más 'preparado' habían forcejeado Zabini le había desvestido a la fuerza y lo había penetrado de una vez, esa enorme verga negra y dura le había abierto a la mitad y amó la sensación, Zabini gimió como un cerdo embistiéndole, y cuando se había corrido el rubio le había obligado a chupársela hasta dejarle el culo limpio, sonrió de las estupideces que hacía, al día siguiente por fin… Por fin… El regalo que él quería.

—Malfoy quédate después de clases. —Era cierto, había hecho explotar el caldero de Finnigan ¿Pero no le castigarían por eso verdad? Escuchó la risitas satisfechas de los leones y los quiso matar a todos, al terminar la clase Draco se cruzó de brazos esperando el sermón, Snape le miró desde su pupitre. —Detrás de esa puerta. —Le indicó un pasillo donde no se veía ninguna puerta y donde jamás había repasado. —Está mi habitación, te quiero desnudo y preparado en cinco minutos sino quieres que le quite puntos a Slytherin. —La sonrisa de Snape era poco conocida, pero a él le estaban diciendo que tendría una doble navidad, se fue desnudando mientras caminaba, no alcanzó a mirar la habitación del profesor, cuando fue lanzado a la cama, Snape gateo por ella, desapareciendo sus últimas ropas. —Voy a follarte. —Draco gimió. —Al parecer estás de acuerdo. —Tocó su miembro ya erecto y goteante. —Y como regalo… —Metió su lengua en su oreja. —Voy a prepararte con la lengua. —El profesor sopló sobre su oreja y Draco se pudo correr solo con eso, Snape metió su cabeza entre sus piernas y a pesar de que casi no lamió su verga, se entretuvo en su ano, para cuando le penetró, Draco ya gritaba de éxtasis, hizo que le montara, hizo que se abriera, le jodio de pie y en cuatro patas… Y era uno de sus mejores recuerdos… Antes de que llegara Potter.

Entró a su habitación tomó sus útiles de aseo y se metió en el baño, tenía una erección de campeonato, se masturbó un rato… ¿Cómo le iría a Potter?


Cerca de las seis de la tarde tocaron a su puerta, Draco estaba estudiando en la sala y se sorprendió, nunca nadie iba a visitarlos (lo que era sorprendente, pues siempre pensó que a Potter le visitarían mucho) abrió la puerta y se encontró con Ronald Weasley y Neville Longbottom.

—Malfoy. —Escupieron los dos, el levantó una ceja y cerró la puerta, que harían esos dos llamando a su puerta, volvieron a llamar insistentemente.

—No tengo asuntos con ustedes lárguense. —Gritó desde adentro, sentándose nuevamente frente a sus cuadernos y los libros de Snape.

—Necesitamos hablar con Harry. —Dijo Neville, Draco giró los ojos, los leones eran estúpidos, era innegable… A pesar de haberse follado a un par y disfrutarlo, Potter era el único Gryffindor que lograba domarlo, Draco abrió la puerta nuevamente.

—No está, vayan a la academia…

—Ya fuimos… ¿Podemos esperarlo aquí? —Casi suplicó Longbottom con los ojos, Draco suspiró sin mucha paciencia, pero les dejó entrar, el rubio caminó a su recibidor y tomó todas sus cosas, estaba ordenando cuando Potter llegó, con su mochila al hombro y ese olor masculino a cedro y madera que tanto calentaba al rubio.

—Malfoy traje—¿Qué hacen ustedes aquí? —El moreno había llegado tranquilo, con varias bolsas en las manos, Draco se quedó congelado con sus libros en las manos, la mirada del moreno se había vuelto glacial al ver a sus antiguos compañeros de casa, los dos leones se vieron intimidados, mientras el rubio sentía una sensación de calor por todo el cuerpo.

—Ha—Harry necesitamos hablar contigo —Habló Longbottom, Draco siguió en su lugar, sin entender muy bien porque, tal vez por pura curiosidad, y porque no atinaba a reaccionar.

—tiene que ver con la fiesta en el minis…

—no me interesa… Váyanse ya. —Dijo molesto dejando las cosas en la mesa, Potter se veía cabreado y más que irritado… Jodidamente sexy a los ojos del albino.

— ¡Potter! —Grito Weasley. —Deja de comportarte como un crío… El ministerio está dividido se ha hablado de un golpe de Estado, se requiere que des tu opinión para saber a qué facción apoyarás. —Sonó como una orden, el rubio pensó que Weasley había desarrollado algo parecido al carácter, si hubiera sido así en la escuela tal vez se lo hubiera tirado, una lástima, se habían demorado demasiado en crecer.

— ¿Y eso me importa porque…? —Harry le miró glacial desde su sitio, esos ojos, Potter se mostraba como un mago fiero, poderoso, justo como le gustaban. —Me importa una mierda… Por mi todos los putos políticos corruptos del mundo se pueden ir a la mierda… ¡largo! —Los dos leones se quedaron un momento en silencio, pero finalmente desaparecieron, Potter les había teletransportado, el león le miró, su mirada seguía igual glacial, fría, dura y Draco sintió como su cuerpo se paralizaba, dios, estaba excitado, se sentía en peligro, se sentía indefenso… Y aún así… Estaba jodidamente caliente, Potter se detuvo frente a él y el rubio solo levantó la vista, Potter era dos o tres centímetros más alto, que para el rubio en ese momento le hicieron sentir pequeño, simplemente le besó, con hambre, con desesperación, lengua contra lengua, sintiendo la saliva del otro invadir su boca, las manos del otro jalar y rasgar sus ropas, no podía respirar, Potter le estaba absorbiendo entero, no supo cuando (o si había sido transportado) pero estaba en la cama de Potter completamente desnudo y el moreno estaba en igual situación sobre el, tocándole, recorriéndole, abriéndolo.

— ¡Harry! —gimió, el león estaba mucho más controlado que él, Draco se sentía sobrecogido, pequeño… domado… Completamente domesticado, jamás se había sentido tan indefenso, Potter metió un dedo en su boca la que lentamente fue abriendo, las pupilas del rubio estaban dilatadas, el cuerpo de Draco estaba excitado al cien, su corazón bombeaba demasiado, no escuchaba… Draco estaba seguro que moriría de placer, entonces Potter hizo algo extraño, le sentó sobre su regazo, ambos desnudos, Draco podía sentir la excitación del otro, pero aún así no se movió.

—Respira. — ¿fue una orden? Ese dedo en su boca le ayudó a recuperar su capacidad de pensar y sus pulmones por fin comenzaron a funcionar, ahí estaba él, sentado en las piernas de Potter sintiéndose el hombre más pequeño del mundo, con un dedo recorriendo su boca, su lengua, sus dientes… Potter le besó, Draco ya más tranquilo. —Mío… —¿sentencia? —Dilo — ¿Orden? Su voz era suave, hasta delicada, mientras las manos del león recorrían y excitaban su cuerpo.

—Tuyo. —Dijo el albino entre sus brazos, Harry sonrió, pero no era la sonrisa de autentica perversidad que había visto al echar a los ex compañeros, estaba complacido.

—Siempre has sido tú. —Harry lamió su cuello con hambre, lo dejó húmedo, le tomó de las caderas y le levantó para que las piernas de Draco le rodearan. —Nunca pude pasar de ti en la escuela. —Acarició su miembro, lento, suave, el rubio dejó caer su cabeza hacia atrás. —Y aún así… Eres la cura para todos mis males. —Acarició sus testículos. —Tan hermoso, Draco eres tan hermoso. —Volvió a besarle, dominándolo dentro del beso, y él cedió… Como no hacerlo… Si estaba siendo completamente domado. —Y ahora eres solo mío. —Los ojos verdes se vieron casi completamente negros. —Mío… Tan mío… —Le levantó un poco y le hizo comenzar a descender, lentamente… Era una mezcla rara pensó el rubio, estaba siendo domado, pero estaba arriba. —Siénteme Draco. —Agarró sus caderas y apuró el ritmo de la penetración, Draco gimió.

—Más. —dijo casi ahogado, aún así sin cerrar los ojos, hipnotizado por los de su 'compañero de cuarto', Harry se lo concedió y agarrándole un poco más fuerte de la cintura empujó hacia arriba, Draco fue penetrado de una vez, su espalda de arqueo. — ¡Sí!

—Qué bueno que te guste. —Susurró Harry comenzando a moverse, Draco aferrado a sus hombros ayudando al moreno en las embestidas, el león tomó su erección. —Porque tomé mi decisión contigo. —Draco que no había notado cuando había cerrado los ojos, abrió solo uno. —Eres mío. —Duro, esa vez fue más brusco Draco gimió fuerte, Harry le acostó y se puso las piernas del albino en los hombros para entrar más duro y más profundo.—Mío. —Siguió repitiendo como un mantra, mientras seguían las estocadas y volvía a masturbar a Draco, hasta que ninguno aguantó más, Draco tensionó todos los músculos de su cuerpo, mientras eyaculaba fuertemente en la mano del otro. —Ahí va. —Gritó el moreno sobre su cuerpo, haciendo que el rubio sintiera todo su interior lleno de semen, Potter se dejó caer entre sus brazos, y Draco comprendió su situación, estaba cagado hasta el cuello, se ovilló, seguía sintiéndose pequeño… Pero ahora además se sentía miserable… Estaba jodido… Enamorado.

ALETA


Ok esta historia la escribí hace varios años y tenía mil faltas de ortografía ... traté de corregirlas ... pero siempre puede quedar alguna.
Comenta si te gustó 😄 aunque es muy para mayores de 18 XD.
Saludos