Capítulo 1: El caos y la chica.
Tenía 11 años cuando supo de ellos por primera vez.
Recuerda con mucho detalle como se encontraba cenando con su padre en aquel restaurante de ramen al que regularmente solían ir. El dueño tenía uno de estos televisores antiguos en los que solía ver algún programa de entretenimientos o las noticias.
Ese día en particular había sintonizado un programa de espectáculos, dónde había un mentalista haciendo un pequeño acto de magia en uno de los descansos, o algo así, en realidad a Senku no podría importarle menos así que no le había prestado mucha atención.
O así era hasta que la programación fue interrumpida abruptamente y en su lugar ahora aparecía una reportera con una transmisión de emergencia.
"¡Insólita aparición de una especie de seres de piedra en las costas de Estados Unidos y Latinoamérica!"
Ahora el niño de ojos rojos si tenía su total atención puesta en aquel pequeño televisor.
¿Seres de piedra?
En la pantalla se mostraron a continuación imágenes y videos tomados desde lo que la reportera narraba que era una playa de Florida.
Eran una especie de Golems de piedra de alrededor de 7 a 10 metros de altura que salían lentamente desde las profundidades del agua, caminaban de manera muy toca y lenta. Se veía como los transeúntes y la gente que se encontraba en la playa los miraban con mucha confusión y curiosidad, la reportera narra que al principio se creía que era algún tipo de publicidad para alguna nueva película o videojuego.
Pero luego pasan a otro vídeo, en donde uno de estos seres, acercándose a un hombre visiblemente confundido, levanta uno de sus "brazos" en su dirección y en ese momento un proyectil que emite una fuerte luz verde sale disparado hacia él. Cuando lo alcanza, todos empiezan a gritar de horror al ver que hombre se había convertido en una estatua.
Y el terror no hace más que aumentar cuando, a continuación, el "monstruo" de piedra sujeta la estatua del hombre, y se la come.
—¡Apague eso, hay niños aquí!.— Gritó una mujer en el restaurante, sumamente shockeada por las imágenes.
Rápidamente el dueño cambio de canal, buscando algún otro programa de farandula o algo más relajado, sin embargo, aún así se sentía un ambiente sumamente tenso y los murmullos no tardaron en colmarlo todo
"¿Qué eran esas cosas?","¿Será alguna especie de animal marino?","¡¿Enserio aquel hombre fue convertido en piedra?!, ¡Se veía como piedra!", "¡Mami, tengo miedo!".
El único que no encajaba del todo con aquel ambiente era el niño de cabello blanco y verde.
Si bien no le era ajena la naturaleza fuerte de aquellas imágenes, en sus ojos rojos podía verse como empezaba a nacer un brillo muy particular.
El canal y el noticiero por el cual se dio está trasmisión de emergencia eran unos con una reputación muy seria, no tenían historial de amarillismo. Era muy probable que aquellas imágenes fueran reales
"Interesante"
Las preguntas comenzaron a agolparse en su joven cabeza.
¡Tenía que investigar!.
Días después los reportes de avistamientos de estas criaturas no hacían más que crecer y colmar todo el internet y las noticias. Eran reales, muy reales.
Solo había casos en América, tanto del Norte y del Sur, en las cuales muchos de los países, sobre todo en las zonas aledañas al mar, no tardaron en declarar "Estado de emergencia", debido a la masiva cantidad de ataques y fatalidades causadas por estos seres.
Y para sumar más terror, las armas convencionales no eran capaces de hacerles ni un solo rasguño, ni cañones, ni tanques. Lo único que pudieron hacer muchos gobiernos fue inmovilizarlos para evitar más muertes.
En Japón, si bien no había habido ni un solo avistamiento aún, no escatimaron en medidas preventivas. Se construyeron muros alrededor de todo el país para impedir la entrada de estos seres, y todas las zonas costeras altamente pobladas tenían vigilancia militar constantemente.
Senku siguió los avances e investigaciones por internet de manera casi religiosa, leyendo cada artículo, cada ensayo y cada conclusión de todos los científicos de renombre mundial que trabajaban en conseguir respuestas y ayudar a la humanidad.
El más prolífico de todos ellos era el Dr Xeno, un científico estadounidense que había sido el que más avances había obtenido.
Luego de más de un año y medio, se dieron los primeras avistamientos en Europa y África. Lo cual no hizo más que incrementar el caos a nivel mundial.
En este punto, el mundo había ya acuñado un nombre para estas criaturas: Medusas.
El mundo vivía con miedo, se dieron eventos de migración masiva, familias huían despavoridas a territorios más seguros, territorios que aún no presentasen avistamientos. La ONU instó a muchos países asiáticos mantener sus fronteras abiertas sin importar que.
Seis meses después, por fin se dio a conocer el primer rayo de esperanza para la humanidad.
El Dr Xeno anuncio que había creado exitosamente un material capaz de destruir a estas "Medusas", anuncio también la creación de una brigada sumamente especial de soldados, los únicos capacitados para portar las armas creadas con este material.
Así nacieron los "Perseus".
Tuvo que rebuscarse y hacer uso de su red de información, pero luego de meses de ardua búsqueda, Senku fue capaz de encontrar más información acerca de estos soldados especiales, así como un vídeo del primer Perseus en acción.
En el vídeo se podía ver a un hombre joven, de cabello gris, con cicatrices en la cara y lo que parecía ser un cuchillo táctico militar en mi mano derecha. Frente a el se encontraba monstruo Medusa, maniatado e inmovilizado.
Senku arqueo visiblemente una ceja ante esta imagen, dudaba mucho que un pequeño cuchillo táctico pudiese hacerle frente a una bestia capaz de soportar disparos de un tanque militar.
Aunque si era verdad que el cuchillo llamó mucho su atención, no parecía estar hecho de un material metálico que el conociese. Era un de color negro muy profundo, casi como si absorbiese la luz, pero tenía también unos destellos de color violeta muy intrigante. También le llamo la atención el brazo izquierdo del hombre, cerca de un hombro parecia tener una ¿Banda brillante? Tenía forma de corona, estaba alrededor de todo el brazo y emitía una fuerte luz roja
¿Sería una especie de banda reflectiva?
Una vez el Dr Xeno dio la señal para iniciar la batalla, el hombre se abalanzó contra la criatura con una agilidad y destreza impresionantes, se le notaba sumamente instruido en batalla. No tardó en realizarle un corte en uno de los brazos a aquella criatura, la cual ante el contacto casi, casi, parecía reaccionar con… ¿Dolor?.
Senku quedó boquiabierto cuando, del corte que le había hecho segundos atrás, la piedra de la cual estaba hecha esta criatura comenzó a… ¡Desintegrarse!. Quedándose así sin parte del brazo izquierdo.
Posteriormente, el hombre volvió a atacar, está vez propinando una puñalada certera en el pecho de aquel ser, el cual inmediatamente comenzó a retorcerse y una especie de "venas" verdes empezaban a brotar desde su pecho hasta ocupar todos su cuerpo. Segundos después todo el monstruo comenzó a desintegrarse, dejando tras de sí nada más que un cúmulo de polvo y una pequeña pieza verde que caía al piso. Ahí es dónde el vídeo finalizaba.
Si bien la humanidad en general pareciera por fin respirar por primera vez en dos años desde que estos incidentes comenzaron, Senku no estaba ni por asomo satisfecho.
Estaba lleno de preguntas ¿Qué eran exactamente estas cosas? ¿Eran una especie de animal nuevo? ¿Tan siquiera tenían un origen orgánico? ¿O eran algún tipo de arma nueva? ¿Se trataba de alguna nueva guerra mundial encubierta? ¿Por qué eran capaces de "petrificar" humanos? ¿Qué era este nuevo material del que no podía encontrar ningún tipo de información?
Había algo sospechoso en todo esto, algo que no cuadraba, había muy poca información respecto a lo que se supone era la nueva salvación de la humanidad.
Sonrío con una mezcla de malicia y determinación.
El joven científico sabía que algo se traía Xeno entre manos.
Y estaba seguro al diez billones por ciento de que él iba a averiguarlo.
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5 años habían pasado desde el primer avistamiento, desde que todo esto había empezado.
Hacía 10 meses que Japón había tenido su primer avistamiento de un monstruo Medusa.
Japón no contaba aún con sus propios soldados Perseus, y no era tan fácil convertirse en uno, al parecer. Solo había 20 en el mundo hasta la fecha y la mayoría se encontraban concentrados en América, que seguía siendo el epicentro de todo el caos, sobre todo en Estados Unidos, dónde el Dr Xeno tenía sus bases científicas, debido a que esas eras las instalaciones dónde las armas eran creadas.
Un Perseus estadounidense se hizo cargo del monstruo Medusa que apareció hace 10 meses, pero por más que Senku intentó presenciar en vivo el enfrentamiento, militares japoneses habían cerrado la zona a 10 km a la redonda. Muy a su pesar y sumamente frustrado, le fue imposible acercarse.
Había pasado estos últimos años sumamente enfrascado en investigaciones y experimentos para encontrar respuestas al respecto de los monstruos Medusa y de los Perseus. Sin embargo, no había avanzado demasiado.
Probó miles de materiales y aleaciones posibles para ver si podía replicar con la mayor precisión posible aquel material que había visto en los vídeos, aquel negro profundo con destellos violetas.
Aún tras incontables intentos y varias explosiones menores pero lo suficientes como para llenar de humo el laboratorio del club de ciencias, no tuvo éxito.
Aunque tampoco es que tuviera muchos recursos, la información que podía encontrar en línea era demasiado limitada y ni siquiera había podido ver a Perseus en vivo. Mucho menos analizar el material de las armas en persona.
Pero Ishigami Senku nunca fue del tipo de persona que se rindiese fácil, todo lo contrario, cada error y cada desacierto solo lo llenaba con más motivación.
Tenía sus esperanzas puestas en un nuevo ensayo que sostenía la hipótesis de que el material de las armas de los Perseus podía tener algún tipo de origen orgánico más que mineral y se la paso leyendo dicho ensayo de camino a casa en su teléfono.
Tan enfrascado estaba en su lectura que no estaba prestando atención a sus alrededores.
—¡Cuidado!.
El grito de lo que el identificó como una voz femenina sumado a el estruendoso ruido de la bocina de un auto lo sacaron completamente de aquel estado de concentración absoluta.
auto estaba justo enfrente suyo, a segundos de llevárselo por delante.
Oh.
Justo al último instante, sintió como una enorme fuerza lo tiraba al piso.
Todo pasó demasiado rápido, lo siguiente que supo es que se encontraba tirado en el piso, cerca de aquel auto que había chocado contra un poste de luz.
Y frente a él, también en el suelo, había una chica.
Era una chica rubia con el cabello amarrado en una alta coleta, parecía de su edad y llevaba puesto un uniforme que el reconoció como el de una preparatoria femenina conocida, con la falda a cuadros de un color azul muy claro y la parte de arriba del seifukku en color blanco con el cuello y la corbata también con un patrón a cuadros y del mismo tono de azul, encima llevaba una chaqueta de lana blanca.
—¿Estás bien?. —Preguntó ella, con la voz cargada de preocupación.
Está pregunta rápidamente lo saco del estupor, se hizo un auto-chequeo mental de extremidades y torso, no sentía ningún dolor más allá de la molestia en su espalda debido al golpe de la caída, si, estaba bien.
—S-sí, estoy bien.
—¡Que alivio! Por un momento pensé que no iba llegar a tiemAUCH!.—De repente, cuando la chica intentó pararse, su expresión cambió completamente a una de dolor. Al parecer ella si se había lastimado.
—¿Necesitas ayuda?. —Preguntó él.
—¡N-no! No es nada. —Rió nerviosamente. —Solo un pequeño golpe en el pie, estoy bien.
Intento nuevamente pararse para demostrar que no le pasaba nada… Solo para caer inmediatamente al piso de nuevo, soltando un quejido de dolor.
—Más que un "pequeño golpe", parece más bien que eres una terrible mentirosa.
—¡Hey! ¡Esa no es forma de hablarle a quien te acaba de salvar la vida, idiota!. —Respondió ella mirándole con molestia, allí en dónde el pudo apreciar los profundos ojos azules de la chica.
¿Extranjera? Aunque su japonés era fluido, no tenía acento.
—Pues con más razón déjame pagarte el favor. —Respondió Senku con un poco de fastidio mientras se acercaba a ella. —Permíteme ver tu pie.
Al examinarla, apenas tocar el tobillo, ella volvió a reaccionar con otro quejido. Se notaba bastante inflamado, ella tenía puestas unas bucaneras negras hasta el muslo así que no podía verificar si tenía algún hematoma, pero estaba bastante seguro que se había roto o dislocado algún hueso.
Suspiró irritado. No le hacía ni un milimetro de gracia la idea de que está chica se haya lastimado por distracción suya.
—En el mejor de los casos, te dislocaste, hay que llevarte al hospital. —Le comento secamente. —¿Cuál es el número de tus padres? Tendrás que avisarles.
A todo esto ¿Dónde había ido a parar su teléfono?
—Ehmm.— Se retorció nerviosa, a lo que él arqueaba una ceja. —Vivo sola, no tengo familiares aquí a quienes avisarles.
—Oh.
Genial, dejaste inválida a una chica huérfana ¡Bravo, Senku!
—Bien, te acompañaré al hospital, ven. —Le tendió una mano, ofreciéndole soporte para que pueda levantarse.
—N-no es necesario, voy a estar bi-
—Corta con la condescendencia ¿Quieres? Me irrita. —Interrumpió él, bruscamente. —Ya te dije que eres una pésima mentirosa, además si te dejo aquí tirada, aparte de quedar como el irresponsable que no mira por dónde va, quedaré como un bastardo sin compasión, lo que no me hace mucha gracia que digamos.
—Wow, todo un caballero.— Contestó ella con sarcasmo mientras aceptaba tomar su mano.
De inmediato el notó que llevaba guantes, aunque estos eran de los que solo cubrían la mitad de la palma de su mano para abajo, perdiéndose en la manga de su chaqueta de lana
Aparte de notar que, aún con guantes, su mano se sentía muy… fría.
Curioso.
—Por cierto. —Hablo al fin ella luego de ayudarla a pararse con dificultad. — ¿Cuál es tu nombre? Sí es que no quieres que te llame Señor Irresponsable que no mira por dónde va.
—Ishigami Senku. —Respondió con una media sonrisa un poco altanera. — Ese salto de último minuto fue bastante parecido a de un león lanzándose a atacar, si me lo preguntas, así que yo te llamaré Leona.
—¡No soy una leona! .—Gruño ella. —Me llamo Hizashi Kohaku.
—Lo que digas, leona.
En ese mismo momento se ganó un codazo.
Bueno, tal vez no la dejó tan inválida después de todo.
Continuará.
¡Holi!
Este es mi primer fanfic en años, no escribo desde 2016 masomenos aaaa. El anime y el manga de Dr. Stone me encantaron tanto que tuve que desempolvar el teclado ajsjsj
La idea para este fic me estubo rondando la cabeza por semanas! Perdón si me lie demasiado con explicaciones complejas, prometo que más adelante habrá más momentos con los personajes uwu
Espero les guste!
Nos vemos en el cap dos!
Alló
