Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son de Hajime Isayama creador de Shingeki No Kyojin.
Este es un pequeño OneShot que escribí luego de leer el final del manga. No tiene mucho que ver pero espero que os guste n.n
THE LAST DREAM
El dolor, la agonía... La tristeza y la ira... Todo eso quedó atrás.Luchas, sueños, promesas rotas y cumplidas. Ya no vale la pena preocuparse de lo que queda después del desastre. Porque ahora... Finalmente se ha conseguido la libertad.Pero aún si intentase convencerse de ello, aquellos sentimientos jamás desaparecerán.
Dolor. Ahora podía sentirlo, el peso de miles de sus compañeros que cayeron frente a él. ¿A cuántos asesinó? ¿A cuántos vio morir? ¿Cuantos confiaron sus vidas a la imagen de un soldado que no era más que un sobreviviente entre cadáveres?
Agonía. Por los últimos momentos que aún sigue manteniéndose despierto. El Ackerbond se había roto, su cuerpo no era más que un resto, no le quedaban motivos para luchar, pero estaba vivo. Vivo... Tal vez a medias.
Tristeza. Porque sus emociones se habían aligerado cual peso de una pluma. Por primera vez en mucho tiempo, se permitió llorar. Se permitió liberar esa lágrima que cargaba con el pesar de todas sus emociones encerradas. Incluso a la distancia, pudo observar a sus viejos compañeros, a los soldados caídos que entregaron su corazón hasta el final.
Ira. Sentir a su persona siendo lo que es ahora. Un remordimiento a sí mismo. Cuando no tienes un propósito, tu mente solo crea pensamientos inútiles que te hacen sentir cobarde.
¿Hubiera sido posible... Encontrar otro final? Tal vez la decisión correcta nunca existió. Nadie puede saber el resultado, siempre lo ha dicho.
Sus recuerdos vagaron en una persona. El causante de aquel final. Un mocoso estúpido.
Su mocoso estúpido...
Extrañamente aún sostenía esa carta en mano. Habían pasado un par de años ya. ¿Se seguía aferrando al pasado? La respuesta era más que clara. Desdobló el papel ligeramente arrugado. ¿Cuándo será el tiempo de olvidar? Sus interrogativas no tendrían más respuestas.
En aquella hoja de papel podía dejar las últimas esperanzas de una promesa. Una que tal vez él rompió. Aún si quisiera, la libertad no era nada parecido a lo que alguna vez escuchó. ¿Realmente existía? ¿Quién podría decírseloahora?
Abrazando el papel contra su pecho, con las manos temblorosas y la garganta hecha nudo por el recuerdo. Cerró sus ojos esperando conciliar el sueño. Aquel del que por muchos años se privó.
Tal vez aún espera... Que ese sea el último sueño.
Un sonido tan suave, tan familiar, uno al que nunca prestó atención, pero que reconocía con solo escuchar. Las olas del mar, la arena suave y el cielo frente a sus ojos eran la imagen que rodeaban su entorno. Con los ojos pesados, los brazos y pierna intentando apoyarse, quedó sentado frente a la arena mientras miraba al paisaje que se le presentaba.
Temiendo mirar atrás, permaneció en su lugar esperando que esos pasos pronto se volvieran a alejar. Contrario a lo que esperaba, la figura de aquel ser solo se acercó más. Estando casi a su lado, aún se negó a mirar. ¿Podría con las emociones? No estaba seguro.
Sin decir una sola palabra, aquella figura solo se sentó a un par de metros cerca suyo. Ambos mirando el paisaje frente a sus ojos. Porque en todos sus sueños, solo estabaél. Se negaba a verlo, porque no sabía cómo. Se negaba a hablar, porque no tenía nada que decir. Pero esta vez... Solo esta vez se permitiría soltar unas palabras.
—Es hermoso...— Fue su único decir. Respiró hondo soltando el aire en su pecho. No esperaba una respuesta, porque bien sabía que solo era un sueño. Y de alguna forma... Esperaba que no lo fuera.
—No lo es— Una respuesta seca, escuchando la voz que seguía tan presente en su memoria. Seria, suave, para nada parecida al muchacho impulsivo que solía ser. —No es solo un sueño— Increíble... Mantuvo su compostura sin preguntar siquiera cómo pudo haber leído sus pensamientos. Que no era un sueño... ¿Qué significaentonces?
—Sigues siendo un mocoso— Se permitió ver. Volteando la mirada hasta encontrarse con aquel desastre semi humano. El sabor amargo se alojó, notando el rostro y las marcas que vio en su última batalla. Igual al serquedecapitadovio una vez en los brazos de la joven soldado.
—Y usted un viejo enano— Le dijo sin voltear su mirada a él. Sus ojos solo veían a lo lejos del mar. Apenas intentó retener una mueca similar a una sonrisa, porque la escena del pasado que al inicio le pareció decepcionante ahora lo veía de forma un poco graciosa. Tal vez porque ya no hay preocupaciones, tampoco inseguridades.Pensó en esos tiempos donde el joven cadete era un revoltoso adolescente en busca de venganza. Era ligeramente cómico, a veces solo insoportable.
Sus ojos perseguían su figura sin darse cuenta. Buscando en esa mirada decaída algo más que un par de ojos resentidos.
El joven le mencionó una vez que era su admiración. Pero luego de todo lo sucedido, luego de haberse convertido en adulto. Esa cercanía y confianza simplemente dejó de existir.
—¿Por qué no puedo olvidarte,Eren?— Pronunciando su nombre después de tanto, solo suspiró a la arena mientras regresaba su vista a ese paisaje.Las palabras de la carta, una disculpa y despedida. Una promesa.
—Le pedí que lo hiciera— La respuesta no le satisfació en absoluto. Sabía bien que el mocoso tomaba aquellos sentimientos a la ligera. Porque no era capaz de corresponder esa emoción estúpida que había en él.
Cuando el momento llegara, sería él quien lo matara. Le devolvió su fuerza, pero tal vez él ya no quería seguir. ¿Por qué todo concluía en muerte? No podía matar a ese joven. Por lo que solo abrió paso para que la persona indicada lo hiciera.
—En ese mundo, soy feliz de haber conocido el amor. Aunque nunca pude dejarlo ser. Y usted, ahora que nada lo ata, debería encontrar el amor también— Amor, la palabra se le hizo curiosa. En un mundo podrido el amor no era algo en lo que se preocupó. Ahora que nada lo ata... Es verdad que podría buscar su felicidad. Pero duda poder continuar.
—Solo he tenido este sentimiento por una persona y lo sabes bien, mocoso de mierda— Los ojos esmeralda se posaron esta vez sobre su persona. El Ackerman también lo miró. Una conexión tan suave entre dos personas. En realidad no era nada.
—Nunca pude corresponder sus sentimientos, capitán. Nunca lo vi más allá de un soldado respetable. No creí que mi imprudente cercanía sería algo para usted— Sus ojos lo veían, peligrosamente. Ese brillo furioso que le llamó la atención cuando lo conoció, ese brillo nunca desapareció.
Aquel sentimiento que burbujeó en su pecho alguna vez, solo pudo aclararse con el pasar del tiempo. El chico fastidioso se volvió un adulto casi desagradable. Y cuando tuvo la oportunidad le envió esa molesta carta junto a las demás.
—Ya no importa— Porque en verdad ya no importa nada. El chico ya estaba muerto de todas formas. Solo se conformaría en hablar con ese reflejo del verdadero Eren. —Era estúpido en realidad. Tampoco quiero ser un pedófilo— El chico rió. Al fin, una sonrisa que no había visto y que muchas veces se preguntó cómo se vería en el rostro del joven. Agradece tener la oportunidad de verla en ese momento.
—Tal vez en otra vida capitán. No... Levi— Ciertamente ya no era su capitán, pero era extraño escucharlo llamar por su nombre. Otra vida, dijo él. No serviría de nada, no podría recordar siquiera quién es o quién fue Eren Jaeger. —En otra vida... Intente mostrarme sus sentimientos. Haga que me enamore de usted como no pude hacerlo en esta vida— Es absurdo, se repetía de nuevo. Si no pudo amarlo en esa vida, ¿cómo lo haría en otra?
—Como si algo así pasara— El castaño metió la mano en su bolsillo, revelando un objeto que le sorprendió un poco. La llave del sótano...
—Será un amuleto. Cuando nos veamos de nuevo, espero pueda cumplir esta promesa— Colocó la llave en su cuello, como alguna vez el chico portó en el pasado.
Repentinamente, se vio a sí mismo, y al muchacho como alguna vez fueron en el pasado. Sus extremidades se sentían fuertes, ya no tenía ese dolor persistente. Solo el cuerpo de un joven soldado igual al de él.
El castaño se paró de frente, mirando atentamente a su mayor. Colocando el puño en su pecho, el saludo que muchas veces observó. Imitó su acción, porque solo a él le entregó el corazón en ese momento.
El joven castaño, dando un último vistazo alcielo, pronunció sus últimas palabras como una despedida.
—Hasta siempre, capitán Levi— Y mientras lo veía desaparecer, adentrándose al mar, observó su cuerpo encogerse, mostrando los años que dejó atrás. Un mocoso, un niño.
Al final solo vio un ave volar sobre él hasta dirigirse al horizonte. Desapareció para siempre en el hermoso paisaje. Así que consiguió la libertad.
En ese momento, donde cerró sus ojos esperando despertar, su mundo se hizo negro, y su cuerpo comenzó a disolverse hasta no quedar nada.
Al abrirlos, solo pudo ver a sus compañeros. Soldados que le sonreían como si celebraran un triunfo. Se encontró con su madre, sus antiguos compañeros y viejos amigos, supo que ese había sido verdaderamente el adiós.
Ese día, Levi Ackerman, el soldado más fuerte de la humanidad, falleció tras encontrarse muerto en su habitación. Sosteniendo una carta en su pecho, con un contenido que nunca nadie reveló.
La vida de Levi Ackerman continuó, tras 2000 años en el futuro.
Nadie creería que la reencarnación era posible. Pero en ese mundo, el recuerdo de los titanes desapareció por completo. Y tal como esperaría, no recordaría nada de lo que alguna vez fue su vida.
Solo... Sintiendo que algo faltaba en ella.
Observando a las orillas de la playa, tomando la mano de su madre. Un niño pequeño, jugueteaba con el agua bajo sus pies.
Su madre dijo que podían buscar alguna caracola bajo la arena. De cierta forma, no podía terminar de sentirse feliz del todo. Porque el mar le traía un sabor amargo, aunque nunca haya tenido nada que lo causara.
Buscando entre la arena, se preguntó cuán profundo había rasgado. Encontró una llave, bastante familiar para él, pero que nunca había visto en su vida.
Decidió quedársela. Era una bonita llave.
Una voz resonó en su cabeza, suave cual susurro. Pronunciando unas palabras que él en ese momento no entendió. "Tal vez en otra vida capitán". Lo ignoró y continuó con lo que hacía.
Un gusto, aquí Flower reportándose nwn
Aún no puedo creer que Snk haya llegado a su final, han sido tantos años que ahora ya no sé qué será x'0
Bueno, espero que les haya gustado, sé que es algo corto pero necesitaba desahogarme de alguna forma TwT
Me despido y nos vemos en alguna otra historia x)
By~F.F
