DIOS, AL FIN EL ÚLTIMO DÍA.
diría que nunca más hago esto, pero el lunes empiezan la eremika week jaja goodbye sanity.
DEDICADO A MIMI, QUE FUE LA QUE MÁS ME PUTEÓ ESTOS DÍAS.
Los personajes no son míos, si lo fueran, sería un todos con todos.
Gracias a todos los que leyeron todos estos días jsjsa perdón por el sufrimiento(?
Última historia del itafushi week 2021. Day 7: free.
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Advertencia: spoiler sin contexto del manga? o no, porque en realidad esto no pasa en el manga. mejor dicho, se menciona un hecho del manga. Ese sería el spoiler.
Disfruten.
—Oye, pendejo —susurró Sukuna—. ¿Estás viendo esto?
Yuuji abrió un ojo y después abrió los dos veloz. Había movimiento en la habitación, pero no había escuchado nada.
—Quédate quieto —dijo Sukuna, tranquilo y un poco irritado.
—¿Qué es eso?
—Es la Técnica Maldita de Megumi —respondió—, o una variación de ella. Estamos viendo lo que está soñando.
—Oh —murmuró Yuuji. Se volvió a las figuras en la pared.
Eran siluetas, pero distinguía que eran ellos, Fushiguro y él. Lo que había alrededor no lo distinguía. Tampoco entendía bien qué pasaba.
Pero se daba cuenta que a Fushiguro no le agradaba.
—Oye —le puso una mano en el pecho al otro y lo movió apenas.
—No lo despiertes —murmuró Sukuna, pero lo ignoró.
—Fushiguro, despierta —lo movió con más fuerza y él abrió los ojos—. ¿Estás despierto?
—S-sí —se aclaró la garganta y se pasó una mano por la cara. Yuuji estaba apoyado sobre su codo y lo observaba. Se veía abrumado. Pensó en quitar su mano de su pecho para darle espacio, pero antes de hacerlo, sintió el calor de la mano de Fushiguro, manteniéndola en su lugar—. Pesadilla.
Aguafiestas, susurró Sukuna dentro de su cabeza, pero Yuuji se concentró en Fushiguro.
—Sonaba a eso.
—¿Hablé dormido?
—Murmurabas mucho —mintió y se volvió a acostar, pegado a Fushiguro—, sonaba a que sufrías.
Fushiguro cerró los ojos y respiró profundo. Se giró a él y Yuuji lo recibió en su pecho, pasando una mano a su espalda.
—¿Estás bien? —murmuró contra su sien. Sintió a Fushiguro acercarse más y acomodarse, acariciando su cuello con su nariz.
—Sí —dijo apenas.
Yuuji acarició su espalda suavemente, confortándolo, hasta que sintió su respiración suave contra su cuello.
Una semana pasó de eso. Le parece curioso a Yuuji todo esto, la representación de los sueños en su Técnica Maldita. Quiere preguntarle a alguien que sepa, alguien que no sea Sukuna, pero no se siente bien compartirlo cuando ni siquiera Fushiguro lo sabe.
Megumi, recuerda. Él le dijo la segunda noche que lo llamara así, algo gracioso porque a él le cuesta decir Yuuji.
Los días siguientes son iguales. Megumi de verdad tiene un problema con las pesadillas. No es como que le moleste, tal vez todo lo contrario, porque puede abrazarlo con más razón cuando despierta así, pero eso no le quita la preocupación que le provoca. La angustia de Megumi cuando despierta atraviesa su corazón y sus ojeras se lo recuerdan el resto del día.
Una noche, casi dos semanas después de comenzar a dormir juntos (por las pesadillas, no porque ellos quieran) (también quieren, pero eso no viene al caso), Megumi tiene una pesadilla especialmente fea. Lo siente en la forma en que jadea y se mueve, además de que, cuando Yuuji abre los ojos, ve en la pared formas más claras.
Todo es muy rápido y no llega a entender qué es lo que pasa, pero sí se reconoce a sí mismo y sí entiende que está tirando en el suelo, sangrando. Megumi está a su lado, presionando la herida y llorando, pero es claro que él murió.
—Megumi —dice con fuerza. Las sombras desaparecen de golpe y él abre los ojos, agitado.
—¿Qu–?
—¿Estás bien? —interrumpe urgente. Se muerde el labio y sonríe apenas—. Tenías otra pesadilla, ¿no?
Megumi asiente, se frota un ojo y bosteza. Está acostado sobre su espalda y sus ojos entrecerrados observan el techo. Yuuji se acerca más a él y apoya su cabeza en su pecho, mirándolo.
—¿Recuerdas qué soñabas?
No le molestaría un poco de contexto para lo que vio.
—No, la verdad.
Está mintiendo, dice Sukuna en su cabeza. Insiste.
—¿Estás seguro? Dijiste, uh, mi nombre.
Megumi lo mira y sonríe apenas, para nada la reacción que esperaba.
—Entonces, soñaba contigo —murmura y acaricia su mejilla con un dedo.
Insiste bien, idiota.
—Vuelve a dormir —dice Yuuji y se acomoda, reposando su cabeza en el pecho de Megumi. Siente su brazo acariciar su espalda y hacer círculos en su brazo hasta que se vuelve a dormir.
Eres un idiota.
—Eres insoportable.
Se está mirando al espejo o, bueno, está mirando a Sukuna por el reflejo. No puede estar tanto en el baño, lo demás lo esperan para desayunar.
—Y tú, un idiota —devuelve.
—¿Por qué su técnica hace eso? —no puede más con la curiosidad.
—¿Por qué no debería hacerlo? —Yuuji abre la boca y la vuelve a cerrar—, las técnicas son complejas, no trata solo de quién tenga mayor cantidad de energía maldita.
Yuuji asiente.
—Lo que deberías preguntarte es, ¿por qué sueña siempre con lo mismo?
—¿Por qué sueña siempre con lo mismo?
Sukuna bufa—, ¿y qué mierda sé yo?
—Suena a que sabes.
—Puede ser que tenga una teoría.
Sukuna parece tener ganas de hablar hoy.
—¿Entonces? —insiste, luego de un momento de silencio.
—Un pendejo tonto como tú no lo entendería —bufa otra vez y Yuuji frunce el ceño, pero sigue hablando—, así que, presta atención, porque no lo repetiré.
Sukuna toma aire, mientras elige sus palabras, irritando más a Yuuji—. Se solía decir que quienes heredaban la Técnicas de Sombras de Diez Tipos tienen conexiones con otros planos.
—¿Otros planos?
—Otras realidades, universos alternos, como sea. Megumi debe tener esa conexión y se refleja en sus pesadillas.
—¿Y por qué siempre estoy yo?
—Muchas veces, los planos son bastante parecidos. Antes se usaban para predecir qué pasaría en el futuro.
—O sea que–
—Es probable que mueras.
—Ya tengo sentencia de muerte —se encoge de hombros—, y esto de pelear con maldiciones es bastante peligroso.
—También te puedo matar yo —agrega Sukuna y Yuuji frunce el ceño, ignorándolo.
La idea de morir, después de haber muerto, no suena tan terrible. Es decir, de poder evitarlo, le encantaría, pero tampoco es algo de lo que se va a preocupar si pasa.
No le da más vueltas al tema.
Por la noche, sigue durmiendo con Megumi.
No solo duerme con Megumi, también besa a Megumi, abraza a Megumi y charla con Megumi.
La realización de que le gusta Megumi no es sorpresiva, sino el darse cuenta de que le gusta mucho.
Cómo ríe, cómo se queja, cómo es él.
Son unos meses maravillosos. Hasta que llega el treinta y uno de octubre.
Y si bien la idea de morir después de haber muerto no suena tan terrible, el hecho de perder a Megumi sí lo es. Atraviesa su corazón de lado a lado y le hace preguntarse, ¿de qué sirve ser poderoso si no puede salvar a quien más ama?
Sabe que son gajes del oficio, pero no es justo.
Perder a Megumi no es parte del plan. Nunca lo fue.
GRACIAS POR LEER.
sí, la idea siempre fue que megumi muriera en el último JAJA quería que se acostumbraran a que yuuji muriera en todos los otros para que sufrieran más este ahre
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saludos.
