El fandom de Mo Dao Zu Shi, The Untamed, así como sus personajes, pertenecen a MXTX, yo solo los ocupo como entretenimiento y sin fines de lucro.
Lullaby
Existía una rutina ya establecida entre ambos, se había dado con naturalidad y los dos parecían estar de acuerdo: Wei Ying dormía a A-Yuan.
No era que él no fuera capaz de hacerlo, a pesar de que la primera vez que se conocieron el pequeño terminó llorando por su cara siempre inexpresiva (o aquella había sido la conclusión a la que llegó Wei Ying después de terminar de reír y ayudarlo a calmar al pequeño), aun así, con el tiempo, el infante y él habían logrado tener una relación bastante buena.
No obstante, Lan Zhan le permitía a Wei Ying tener aquellos momentos con el pequeño; su esposo tenía al niño que habían adoptado hace un año entre sus brazos, A-Yuan sostenía con sus propias manos el biberón con leche tibia que él previamente le había preparado cuando fue consciente de que la hora de dormir del pequeño ya se acercaba. En su hogar, el único que no podía acostumbrarse a un horario de sueño era, precisamente, su esposo.
Se quedó en el marco de la puerta de la habitación del menor, escuchando con atención como Wei Ying tatareaba una canción que él se sabía de memoria, porque él era el compositor de la misma. Era incluso la canción que le había elaborado a su esposo años atrás, incluso antes de que este fuera su novio; aquella canción había sido su mayor forma de expresión cuando sintió que los sentimientos que había estado albergando en secreto por el pelinegro amenazaban con explotar dentro de su interior.
Y a Wei Ying le encantó desde la primera vez que le escuchó tocarla en aquella sala de música en la universidad, cuando por capricho del destino habían terminado encerrados juntos en aquella habitación. En aquel entonces maldijo su suerte, tratando de mantenerse en calma como siempre, no obstante, el destino siempre tiende a ser caprichoso y cuando su acompañante le dijo que estaba aburrido y que él debería de tocar algo, el impulso de tocar aquella pieza fue demasiado grande como para ignorarlo.
Pero ahora, su canción parecía ser la canción de cuna de A-Yuan, el niño parecía disfrutarla al igual que ellos dos; Wei Ying había empezado a tararearla una noche cuando parecía que el menor no quería dormirse, habían hecho todo lo humanamente posible y su esposo, en medio de casi un ataque de desesperación, empezó a tararear la canción, dirigiéndole una mirada de vez en cuando para saber si estaba de acuerdo con eso.
Él asintió, la escena que se había desarrollado enfrente de sus ojos, con A-Yuan completamente embelesado con la melodía, mientras Wei Ying se movía con él en brazos y este poco a poco empezaba a cerrar los ojos, había sido digno de ver; una sensación de calidez había embargado su interior.
Las personas a su alrededor conocían al Wei Ying parlanchín, el chico extrovertido que podías encontrar de un lado a otro o rompiendo alguna regla de los lugares que frecuentaba (ya sea por ignorancia o por voluntad propia); era lo más parecido a un alma indomable. Aun así, él tenía el privilegio de conocer aquella faceta de su esposo: la de un padre amoroso que buscaba que su hijo durmiera, podía observar su paciencia y delicadeza. Y Lan Zhan no podía estar más enamorado de aquel hombre.
La melodía que estaba llegando a sus oídos poco a poco fue bajando de ritmo, como si estuviera a punto de terminar de manera abrupta cuando ya la había repetido dos veces previamente: normalmente eso era lo que tardaba A-Yuan en conciliar el sueño. Incluso, en ocasiones, la medición era el contenido del biberón, una vez este se terminaba, los ojos del menor se encontraban completamente cerrados.
Observó como Wei Ying le quitaba el biberón de las manos a un dormido A-Yuan para proceder a ponerlo en la mesa de noche que ambos habían elegido para la habitación del niño antes de adoptarlo. Si bien al principio A-Yuan dormía con ambos en su cama, acordaron que ya era tiempo de que el menor empezara a dormir en su habitación; todavía lo hacía esporádicamente. Él estaba seguro que al día siguiente A-Yuan compartiría la cama con ellos.
Después de dejar aquella mamila en la mesa de noche, Wei Ying se agachó lo suficiente para depositar a su hijo en la cama, todavía tarareando un poco con la esperanza de que no despertara; lo acomodó y rodeó de almohadas en caso de que el pequeño despertara en la madrugada y fuera a caerse de la cama. Aunque el riesgo era bajo debido a que este ya caminaba y empezaba a explorar todo su alrededor sin tanto miedo como cuando empezó a dar sus primeros pasos.
Tan pronto terminó de arroparlo, se quedó unos segundos admirándolo para después dejar un beso en la frente del niño y tomar la mamila con sus manos para llevarla a la cocina dónde seguramente le tocaría a él lavarla antes de ir a la cama. Cuando Wei Ying levantó la vista y lo vio parado en el marco de la puerta, fue como si la burbuja en la que se sumergía siempre que dormía a A-Yuan terminara de romperse; tan pronto sus ojos se encontraron, le sonrió abiertamente para después arrojarse a sus brazos.
Si alguien le preguntara que parte de su rutina le gustaba más, sería esa sin duda alguna.
Eran las seis de la tarde cuando el teléfono de la casa, sonó. Si bien no era extraño recibir llamadas a su hogar, si lo era a esa hora en particular. Hizo el intento de levantarse cuando Wei Ying se le adelantó y contestó. Al principio no encontró nada extraño en aquella llamada y siguió preparando la comida para A-Yuan mientras este se mostraba bastante entretenido mirándolo, en espera de que lo alimentara.
Levantó la vista cuando escuchó a Wei Ying gritar, preguntando si estaba hablando en serio, la persona del otro lado de la llamada pareció decirle que sí y que se apresurara en llegar; debido a que el teléfono de la casa era inalámbrico Wei Ying no colgó la llamada, sino que se llevó el teléfono a la habitación que compartían mientras el sonido de los cajones donde guardaban la ropa se escuchaba.
No supo en qué momento colgó, tampoco fue consciente de todo el movimiento que su esposo había hecho para terminar de cambiarse con una ropa bastante simple pero que hacía notar que iba a salir en ese momento.
—¡Lan Zhan! —Él levantó la mirada, encontrándose con los ojos contrarios que se encontraban emocionados y asustados al mismo tiempo—. ¡Mi hermana está a punto de dar a luz! —Finalmente entendió todo lo que estaba pasando, probablemente quién había llamado fuera Jiang Wanyin, hermano menor de Wei Wuxian.
»Iré a verla —le dijo, si bien Jiang Yanli no era hermana de sangre de Wei Ying, así como Jiang Wanyin, los tres se habían criado juntos y se consideraban verdaderamente hermanos, por esa misma razón, sabía que Wei Ying había acordado con ellos que cuando su hermana estuviera en labor de parto, iría a hacerle compañía—. ¿Puedes hacerte cargo de A-Yuan hoy?
Lan Wangji lo miró con atención, anteriormente habían hablado del asunto, tan pronto Wei Ying le prometió a su hermana que estaría en ese momento importante para ella, ellos dos habían llegado a un acuerdo, pero aún así, su esposo no dejaba de ser un padre preocupado. Asintió y cargó al menor entre sus brazos para despedir a su esposo con la promesa de verse en la mañana a primera hora.
A-Yuan pareció a punto de llorar cuando vio a su papá entrar en su auto, pero Lan Wangji en seguida lo acunó entre sus brazos, logrando distraer a su hijo con facilidad y diciéndole que volvieran para terminar de comer. Eso pareció ser suficiente, por ese momento.
A-Yuan siempre fue un niño tranquilo y adaptar su vida de pareja a la presencia del niño no fue una labor titánica, tanto Wei Ying como él habían platicado previamente sobre adoptar un niño y tuvieron la dicha de encontrarse con el menor y enamorarse a primera vista de él, siendo completamente correspondidos.
Por eso, el cambio de rutina se sintió más natural de lo que hubieran imaginado, no obstante, en ese momento, con Lan Yuan entre sus brazos, con un biberón a punto de terminar y viendo que los ojos del niño no se cerraban por completo a pesar de mostrarse somnoliento, Lan Wangji supo que no sería una labor fácil por ese día; también le había cantado a A-Yuan la misma canción que compartía con Wei Ying, el niño se había mostrado feliz de escucharlo y había cooperado entre sus brazos. No obstante, no parecía suficiente para hacerlo dormir, para dejarse vencer por el cansancio del día y por la rutina de sueño.
El infante se terminó el biberón, pero sus ojos seguían tan abiertos y atentos a la puerta de la habitación, como si esperase que en cualquier momento su otro padre entrara para tomarlo en brazos y terminar de dormirlo. Lan Wangji cambió de posición a A-Yuan, acostándolo sobre su hombro izquierdo y empezó a darle palmaditas en la espalda, mientras seguía cantando y lo movía de un lado a otro con el fin de arrullarlo.
Pero después de varios minutos, aquello no fue suficiente. El pequeño Lan empezó a moverse dentro de los brazos de su padre, denotando su incomodidad, deseando que lo bajara de sus brazos por ese momento.
Lan Zhan movió nuevamente a su hijo, volviendo a colocarlo en la posición que Wei Ying siempre ocupaba para arrullarlo. El menor aún no estaba contento y lo miró con sus ojos expresivos que parecían esperar poco para empezar a derramar lágrimas.
—Mamá —mencionó, de forma baja. Había escuchado esa palabra una sola vez, gracias a Jiang Cheng quién había bromeando con su hermano diciéndole que parecía toda una madre, una tarde que fue a visitarlos.
Lan Yuan parecía bastante encantado con la nueva palabra y la había repetido, específicamente para dirigirse a Wei Ying y su esposo estuvo realmente encantado con ello, riendo ante el hecho de ser la madre de A-Yuan.
—Lo veremos por la mañana —prometió.
Lo siguiente, probablemente fue un acto casi desesperado como el que ambos habían tenido antes de descubrir que Wangxian era la canción de cuna perfecta para el infante; Lan Wangji volvió a acomodar a A-Yuan sobre su hombro, porque de otra forma, maniobrar para sacar su celular de su bolsillo, hubiera sido una tarea imposible.
Abrió la galería y busca el vídeo que grabó de forma discreta de Wei Ying meciendo a A-Yuan; fue un pequeño arrebato, el deseo de guardar de una forma más tangible el recuerdo de su esposo e hijo antes de dormir. El mismo video que le ha dado paz los días que ha tenido que pasar lejos de casa por trabajo, el mismo video que Lan Xichen descubrió por casualidad y que hizo que le brindara una sonrisa más amplia que la que portaba con normalidad.
Seguido de un «me alegro que seas feliz, hermano» que él respondió con un simple gracias, porque las otras palabras se quedaron atoradas en su garganta.
Reprodujo el vídeo y la voz de Wei Ying inundó la habitación mientras Lan Zhan continuó meciendo al menor, quién primero pareció buscar el origen de la voz, sin éxito. Pero fue suficiente, tan siquiera por ese momento, porque la voz de Wei Ying y los brazos de su padre fueron todo lo que necesitó para finalmente rendirse ante el cansancio, media hora después de lo acostumbrado.
Cuando el peso de A-Yuan se hizo notablemente más pesado, señal de estar completamente dormido, Lan Wangji no tuvo corazón para dejarlo en su habitación, por ese día lo dejaría dormir a su lado. Suficiente tenía el pequeño con tener que estar separado de Wei Ying por esa noche.
Faltaban diez minutos para la media noche cuando su celular vibró en la mesa de noche que estaba al lado de su cama. A-Yuan estaba profundamente dormido y él contestó tan pronto vio el nombre de «Wei Ying» en la pantalla iluminada.
—¡Lan Zhan! ¡Pensé que estarías durmiendo! —le saludó, sin embargo, anteriormente Wei Wuxian le había comentado que conciliar el sueño sin el otro era prácticamente imposible. Quién iba a decir que Lan Zhan sufría el mismo mal.
—Estoy leyendo. —Comentó
Wei Ying emitió un "oh" para después recordar porque había llamado en primer lugar. —¡Jin Ling es el niño más hermoso! —informó, completamente orgulloso del primogénito de su hermana—. Por supuesto, lo heredó de mi hermana.
Lan Wangji sintió el inicio de una sonrisa tirar de su labio, podía imaginarse a su esposo completamente feliz hablando por teléfono, alardeando de su sobrino. La imagen inundó su corazón de una forma inexplicable.
Wei Wuxian siguió hablando del bebé, de su hermana y de cómo la habían dejado descansar mientras Jiang Cheng y él buscaban algo para beber y soportar la noche entera. Jin Zixuan (el esposo de Yanli) había prometido cuidarla y les había dicho a ambos que no era necesario que se quedaran. No obstante, ¿cómo podrían ellos como hermanos dejar sola a su hermana en ese momento? Y al final, Jin no tuvo más razones para rechazarlos.
Yanli, antes de ceder al cansancio, les había agradecido e incluso le había mandado saludos a Lan Wangji, esperando verlo por la mañana.
—Te extraño —le dijo su esposo antes de colgar y terminar su larga plática.
—También te extraño.
—Te veré por la mañana, Lan Zhan. —Prometió. Parecía querer agregar algo más cuando la voz clara de Jiang Cheng apurándolo se escuchó con claridad.
Wei Ying pareció agregar un comentario burlesco sobre qué su hermano no entendía su sentir porque era el eterno hermano soltero de la familia, cuyo comentario terminó con una maldición de parte del menor y una risa bastante escandalosa de parte de Wei Wuxian.
Escucharlo tan feliz volvió a inundar de calidez el corazón de Lan Zhan y después de otros minutos, ambos colgaron después de recordarse el uno al otro que se amaban; el sueño llegó a él minutos después de aquella llamada, como si la preocupación se hubiera ido de su cuerpo al saber que su alma gemela estaba bien y haber escuchado su risa. Lan Wangji incluso pensó que si wangxian cantada por Wei Ying era la canción de cuna ideal para A-Yuan, la risa de él junto con sus interminables pláticas, parecían ser la propia.
¿Quién iba a pensar que ambos necesitarían de Wei Ying para dormir? Su ausencia pesaba más de lo que imaginaban, a pesar de estar a sólo unos cuantos kilómetros de distancia.
Besó la frente de su hijo antes de descansar correctamente en la cama.
Todo volvería a la normalidad por la mañana, se dijo. Podía incluso imaginarse la alegría de Wei Ying cuando los viera en la entrada del hospital, como su sonrisa se ensancharía y cargaría a A-Yuan con suma delicadeza para después robarle a él un beso como sino se hubieran visto en años y no por unas horas.
No podía esperar por ello.
Fin.
¡Hola! Gracias por la oportunidad a quién haya llegado hasta aquí. Después de ver un fanart de ambos cantándole a A-Yuan para dormir, esta idea no me dejó en paz y fue hasta hoy que la "amable" universidad me permitió tener un momento para terminar de escribirlo. Me he divertido bastante, espero les haya gustado tanto como a mí fue escribirlo.
7/04/21
