DISCLAIMER: Los personajes del mágico mundo de "Labyrinth" no me pertenecen, son propiedad de Jim Henson y Compañía, yo solo los he tomado prestados para crear con ellos una sencilla historia de amor.
A todos quienes pasen por aquí, ¡Muchísimas gracias por leer!
Belén
UNDERGROUND
"En medio de una complicada vida e intentando superar un accidente, Sarah ahora convertida en una joven egresada de secundaria busca refugio para escapar del mundo real en el mago de sus sueños, con el que un día dejara asuntos pendientes"
"It's only forever
It's not long at all
Lost and lonely
That's underground.
Underground..."
("Underground"- David Bowie)
PRÓLOGO
Era un noche clara, lo que ayudaba a despejar en algo la oscuridad de aquella callejuela cercana al pub donde lo había reencontrado y en donde en esos momentos se encontraba esperándolo.
El hombre alto gabardina negra no tardó en aparecer. Su delicada faz al igual que su rubio y corto cabello, iluminados a la luz de la luna dieron fe del maravilloso y mágico ser que era.
Sarah se quedó durante unos momentos sin palabras, después de haberlo extrañado tanto, de haberlo añorado como nunca se atrevería a confesarle, sobrecogida por el repentino reencuentro y dejándose arrastrar por un acogedor sentimiento parecido al de regresar a casa después de largo tiempo que le producía el volver a verlo. Por lo que fue él por lo tanto, quien se encargó de romper el silencio.
-Yo también estoy feliz de volver a verte mi cosa preciosa- profirió divertido y abriendo los brazos, de tal manera que la chica pelinegra supiera que estaba allí para ella, que seguía siendo suyo.
-¿Pero… cómo…?- fue la única tontería que a ella se le ocurrió balbucear, y que se recriminó por supuesto por dentro.
-Te hice caso- él le respondió sin complicaciones –Decidí seguir tu consejo y tomarme las vacaciones que merezco. Sólo que estas serán indefinidas, y cuento para ello con Hoogle, a quien considero mi mano derecha, no tengo porqué negarlo, como buen reemplazo en mis funciones. Él es de más raza limpia de duende que yo, después de todo-
Inexplicable fue de inmediato la alegría que Sarah experimentó al enterarse de la buena nueva, sumado al escuchar a Jareth referirse por fin a su amigo con respeto. Lo que le reiteró lo mucho que el legendario monarca había cambiado para bien en su personalidad hasta convertirse en la buena persona que ahora era.
Dejándose vencer entonces por la ternura que sentía y por el montón de sentimientos que le inundaban en el corazón, se acercó a él y una vez estuvieron frente a frente, pudo al fin liberarse de aquella invisible carga que como una tortura le había pesado durante los largos meses en que estuvieran separados.
-Yo también te he extrañado, no sabes cuánto-
Y acto seguido se abrazaron, tan fuerte como la resolución silenciosa de ambos de no dejarse ir nunca más. Al menos así ella lo sintió, y luego mientras se perdía en sus hipnóticos besos, rememoró con dulzura como había empezado en sí toda su historia. Desde el inicio con su conquista del laberinto hasta lo que ocurrió después… y que les llevó hasta allí.
