Akainu y tashigi


Le dolía la cabeza, sentía cómo con solo moverlo un poco le hacía sentir una horrible jaqueca. No debió tomar mucha cerveza. Gruñe adolorida retorciéndose en la cama intentando abrir sus ojos para acostumbrarlo a la molesta brillante luz del día. Que entraba de un ventanal de cortinas violáceos, Las sabanas de ceda eran tan suaves que quería quedarse un momento más así. Espera. ¿Sabanas de ceda? ella no tenía sabanas de ceda, abre mucho los ojos incorporándose rápidamente, viendo que estaba en una habitación que no era suya. La cama era enorme al igual que la habitación, traga saliva conmocionada. Observa asustada que tenía puesto nada más que una camisa blanca enorme de un hombre. Su colonia era tan varonil, pero aun así ¿Dónde esta su ropa? levanta la vista y ve al costado de la cama en una silla su vestimenta bien dobladas. Baja de la cama apresurada sacándose la enorme prenda. Se cambia rápido avergonzada hasta que da un saltito del susto por escuchar la puerta serrarse detrás suyo. Voltea acomodándose sus lentes y ve sorprendida que trataba del vise almirante akainu sakazuki, su superior.

¿Se…señor?dijo sorprendida viendo al almirante parado de la puerta viéndola con esa mirada sería e fría.

Ya despertaste. dice serio viendo como la capitana marine se sobresalta un poco ante su voz áspera e fría.

Yo… señor, ¿esta es su habitación? pregunto tímida sabiendo que si podría serlo. El problema de eso es, cómo fue que termino durmiendo aquí.

Si lo es ¿No recuerdas nada?pregunto serio el almirante, viendo cómo la marine negaba rápidamente avergonzada.

No. señor. responde apenada e tímida. ¿Paso algo más cuando estaba ebria? no se había tomado el tiempo en revisarse si había sido tocada, por asustarse y cambiarse rápido. Bueno no sentía nada raro en su cuerpo, pero aun así…

No paso nada si es lo que piensas.gruñe muy molesto al notar cómo ella no solo no recordaba nada de la noche, si no que se pensaba que el le habría echo algo contra su voluntad. Maldita mujer. Ella solo había estado en el pasillo borracha en unas horas muy tarde en el cuartel, tuvo que amenazar algunos marines que ponían cara descaradas en querer acercarse a la chica con intenciones claramente malas. Cómo no supo ni le dio ganas de llevarla a donde corresponde se la había traído consigo. La maldita se había quejado al principió pero después se calmo al cabo de unos momentos al llegar a su alcoba.

Tashigi suelta un resoplido aliviada de que nada allá pasado en la noche, pero aun así, cómo es que termino en la habitación de su superior más temido del cuartel de los marine; antes de que ella pudiera preguntar, akainu le responde antes.

Estabas en los pasillos de dormitorio oeste. Ebria, llorando, riendo y lanzando maldiciones a un tal marine smoker, tuve que intervenir ya que unos marines querían acercarse a ti con descaradas intenciones. Cómo no supe dónde te resguardabas te lleve conmigo. Y para que sepas mujer, tu misma te pusiste mis prendas sin mis consentimientos. dijo serio viendo como el bonito rostro de la peliazul se ponía rojo. Uh ha hablado más de que acostumbraba. al final fuiste muy descarada conmigo. murmuró lo ultimo desviando un poco su mirada sería, ella no logro escuchar eso ultimo.

¡Lo siento mucho! ¡Señor no era mi intención! ¡Lo siento!la mujer paresia apunto de derrumbarse de vergüenza.

Akainu casi puso los ojos en blanco, ante lo torpe que paresia la joven capitana, tendrá que hablar seriamente con ella por andar ebria en el cuartel general, pero por el momento no puede. Sengoku había anunciado una reunión que tendría lugar en una hora.

No te preocupes por eso, hablare contigo sobre eso cuando acabemos la reunión. dijo serio dándose la vuelta y haciéndole señas para que lo siguiera. Ella izo. Caminaron en los pasillos en silenció recibiendo algunas mirada curiosas de algunos marines. Hasta llegar temprano a la reunión. Donde aun no había nadie nada más que kizaru sentado y garp comiendo sus galletas.

Cuando acabó la reunión akainu apretaba los dientes, molesto antes las preguntas, payasadas y caras picaras de garp e kizaru. Por verlo venir acompañado de una hermosa marine. Ya se había alejado de ellos, eran un dolor de cabeza cuando se proponían en meterse donde no les concierne. Había visto que la chica había salido junto con smoker que después de ellos se había reunido también en la reunión. No le gusto mucho, pero no dijo nada.

Caminaba en los pasillos hasta parar en una ventana, veía a fuera notando entre los marines una cabellera azul oscuro en la plaza de entrenamiento central.

Recordó lo de la noche, ella no recordaba nada algo que lo molesto. Intuitivamente toca sus labios recordando como la descarada marine, cuando estaba ebria, se atrevió a besarlo. Sus labios eran tan suaves y dulces contra los suyos.


Flashblack

¿Qué crees que haces? decía serio intentando intimidar a la marine al ver que esta se desvestía y lo ignoraba.

Me pondré mi pijama.farfulló bajo la chica tambaleándose torpemente y agarrando en uno de los asientos una de las camisas grandes de el y blanca hasta colocárselas, ella estaba muy desorientada de si misma.

La mira viendo como el rostro ruborizada de ella además de su mirada tan suave, la hacía ver peligrosamente atractiva, ya con el cabello suelto agitándose en suaves ondas azules brillante ante la luz de la luna entrando por su ventanal, había intentado no verla pero es un hombre, no puede evitar ver a una hermosa mujer joven usando una de sus camisas, aunque esta camisa le cubría casi todo el cuerpo pero mostraba su fino cuello y su clavícula. Ella lo había mirado a los ojos y le sonreía dulce.

Akainu-kun ¿Que hace en mi habitación? le pregunto torpemente la mujer: Frunce el ceño ante la estúpida pregunta de la joven marine.

Estas en la mía.gruñe molesto acercándose y llevándola al sofá, pero esta se retorcía quejándose que solo quería dormir en la cama ¿como no la mataba ante esa maldita actitud hacía el?

Mi respuesta es no, mujer, conoce tu lugar.gruño molesto sosteniéndola del brazo y arrastrándola al sofá blanco sentándola.

No quiero. izo un puchero la marine hinchando sus mofletes. Ella se veía muy adorable y linda, aun que no lo diría.

Después de esos minutos ella al fin se había acostado en el sofá, tapada en las sabanas que le había traído. Después de eso se fue acostar en su cama agotado. Se había despertado después al sentir movimientos en la cama. Vio que era ella acurrucándose a el. Iba a demandar ante su imprudencia, que es lo que hacía pero ella no le había permitido hablar cuando de repente lo había besado. Estaba petrificado ante esta acción, sus labios sobre los suyos causándole una extraña y vieja sensación que había perdido hace mucho tiempo, saliendo de su shok siente sus dos manos pequeñas e delicadas deslizándose en sus mejillas. La sensación era tan placentera e dulce. Coloco sus grandes manos en la cintura pequeña de ella, respondiendo a la vez el delicioso dulce beso.

La había acostado poniéndose sobre ella besándola y profundizando el beso. Sintiendo sus dulces gemidos en su boca. Después de ese beso largo, se había separado viendo sus brillantes ojos chocolates alumbrados por la luna y su bello pelo azul parecido a un diamante y un océano brillar ante la luz blanca. Su rostro ruborizado era bellísima. Veía cómo esos hermosos ojos se serraban lentamente con cansancio hasta que ella se durmió.

Maldita sea.gruñe bajo pero un poco molesto consigo, por casi hacer algo indeciso a una mujer indefensamente ebria. Se acuesta al lado y la rodea con un brazo hasta que también se había dormido.

Fin de Flashblack


_Te veré cuando estés sola marine._pensó viendo celoso como la hermosa chica de anteojos rojos, se sonrojaba por el maldito smoker que ni notaba la obvia actitud de la capitana. Ese humos no se la merece, pero el podría, claro que si.

Después de ese día akainu veía o mandaba a buscar a la capitana tashigi casi todos los días, con solo querer verla e cortejarla con algunos regalos como katanas algo que descubrió que esta era fanática de estos pedazos de metal.