El líquido de rodillas de la casa Matou


—Shinji, yo...—Sakura no sabía cómo empezar a disculparse. Ni explicarle a su hermano que no había caso con esa extraña empresa que se le había ocurrido leyendo diarios tercermundistas y comentarios de trolls en foros.

—¡Cállate! Vas a ir y le dirás al médico exactamente lo que te dije, ¿entiendes? —le gruñó el hijo de débil sangre Matou.

—Y-yo lo hice ya, hermano —susurró ella, al borde de las lágrimas.

—¿Y bien?

Shinji había armado jaleo, usando el seguro social del abuelo, para que le dieran una cama en el hospital. Lo único que faltaba era que Taiga, quien voluntariaba ahí, los viera.

Sakura no quería enfrentarse a Shinji, ni siquiera en un tema tan ridículo. Pero todo se había salido de su control. Tuvo que hacerlo. Inhaló y exhaló profundamente, como había aprendido a hacer durante las meditaciones del club de arquería.

Se hizo una con su causa, poco a poco.

Alguien tenía que hacerlo.

Shirou no podía estar en todas partes y siempre para defenderla. Odiaba ser una víctima y un estorbo.

Aprendería a ponerle un alto a Shinji.

Incluso ahí, si fuese necesario.

Y lo era.

Vaya que sí.

Su hermano ya hasta había molestado a las enfermeras, pellizcó a una y llamó "idiota" a otra.

Tenía que decírselo. Antes de que lo descubriera de otra manera y encima la culpara por eso.

—Hermano...el médico dice que...no hay "líquido de rodillas", eso fue un meme extranjero que se salió de control...

Shinji apretó los dientes y puños. Le gruñó, con los ojos desorbitados y golpeó el colchón de la cama del hospital.

—¿Qué? ¡Díselo bien! Lo entendiste mal. Voy a ser más rico que Zouken, ¿sabes? ¿Por qué tengo que soportar a una niña tan tonta como tú?

Sakura se cubrió el rostro sonrojado. Shinji se puso en pie para buscar al médico.

No valía la pena. Su hermano ya estaba gritándole al personal del hospital otra vez. Sakura decidió que si había un pie para que desapareciera, era ese.

Y sin líquido para rodillas porque eso o no existía o no valía nada, ni aunque fuese de Shinji.

Especialmente, si era de Shinji, de hecho.