Un golpe de suerte

El viaje escolar había terminado con una nota bastante alta para Shidou y Tohka, quienes vivieron toda una experiencia nueva en compañía de sus amigos y amigas, así como conocieron a dos chicas espíritu que Shidou logró crear vínculos con ambas y lograr que el de ellas se intensificara para no romperse nunca más.

Sin embargo, también habían enfrentado nuevos peligros y conocido nuevas personas que, muy seguramente, causarían muchos problemas en la vida de Shidou como sellador de espíritus; su aventura se complicó más al cruzar camino con Ellen Mira Mathers.

Alguien que después del viaje escolar, no sabía nada, absolutamente nada de su paradero, ni quién era y por qué era así.

Deseaba no tener enemigos, como cualquier persona, pero su primera impresión de Ellen no fue mala, claro, ella estaba fingiendo un papel de fotógrafa, pero Shidou no imaginaba que podría ser alguien mala, esto solo permitió que el muchacho menos deseara que ella fuera una enemiga.

«Ojalá no lo fuera». Deseó al reflexionar sobre el resultado de su aventura, no había salido nada mal, pero… siempre lograría tener quejas de todo lo que estuviera mal.

Era inevitable.

En fin, Shidou dejó la tina del baño y se enrolló con la toalla para continuar con su día, de seguro tendría que pasar algo de tiempo con Yoshino al dejarla sola tanto tiempo, aunque si la cosa era así, Tohka también la había dejado sola viendo un montón de televisión.

Mientras nuestro héroe estaba en sus labores domésticas —como una criada—, en las instalaciones de la DEM, ya se estaba trabajando desde muy temprano y en la oficina del jefe de esta división, Isaac Wescott, se encontraba atendiendo una videoconferencia, conversando en perfecto inglés mientras Ellen le asistía, a su lado.

Después de todo, no solo era la mejor hechicera de la DEM, era también la secretaria personal del señor Wescott, como era conocido por los demás altos mandos de DEM Industries.

Terminada la conferencia, el hombre se recargó en su silla ejecutiva y bebió de su taza de café que Ellen le había servido, uno momentos antes.

—A veces, creo que nos subestiman, Ike —comentó tranquilamente, pero había cierta seriedad en su tono.

—Es solo preocupación, Ellen. Todo el mundo se preocupa mucho, pero a ellos no los culpo, unidades de combate fueron destruidas, sin embargo, gracias a eso pudimos descubrir algo muy interesante: a nuestros enemigos —explicó con una pequeña sonrisa, llena de confianza, Ellen asintió a su explicación—. No obstante, no espero que todos puedan entender mi visión de las cosas, hay algo más importante que los números que a ellos tanto les preocupa.

Ellen caminó hasta sentarse en una de las sillas acojinadas en frente del escritorio de Wescott, cruzó las piernas, estas estaban cubiertas por unas medias oscuras que iban a juego con su ropa de secretaria; zapatillas oscuras, falda corta negra, una camisa blanca y encima un saco ejecutivo que daba la impresión de que sus pechos eran pequeños, pero la realidad era otra.

Era una mujer hermosa con atributos maduros, pero se veía realmente joven. Su largo cabello rubio de un tono claro y suave, así como sus ojos morados que podían expresar amabilidad o ferocidad, dependiendo de la situación, así como un cuerpo perfectamente trabajado y fuerte. Ella era consciente de sus principales atractivos, pero…

—No tardaremos mucho en por fin conseguir lo que queremos, presiento que el haber encontrado a este chico, Itsuka Shidou, es una buena señal y que nos ayudará de mucho. —Sonrió, pero no parecía de felicidad y al verlo a los ojos, Ellen tampoco podía saber lo que estaba pensando, pero era claro que no estaba ni observándola realmente.

Por alguna razón, él no parecía observarla realmente, nunca.

—Acerca de ese chico, ¿no quieres que me ocupe de él? —Expuso con algo de seriedad—. Puede poner en peligro todo lo que queremos lograr, el que tenga acceso a los poderes de los espíritus, como el de Princess, podría convertirse en una verdadera amenaza si se vuelve un maestro al dominar sus habilidades. Sé que podría encontrarlo y darle fin, antes de que se vuelva un problema mayor, Ike.

—Eso no será necesario, Ellen. Es cierto que no había considerado que pudiera existir una "persona" como él; es una entidad nueva en toda la ecuación y es cierto, sus capacidades no han sido medidas, lo cual también lo hace verdaderamente interesante… En serio lo es —explicó con cierto ánimo, pero la clase no la perdía por nada. Se levantó de su silla para ir detrás de esta, donde tenía una bonita vista de toda gran parte de la ciudad—. Pero no es momento de precipitarnos, Ellen. Este chico, presiento que es la parte faltante para conseguir el poder de los espíritus, porque de alguna manera desconocida, él tiene acceso a eso… La pregunta es cómo, y más importante, ¿por qué?

El hombre se giró a Ellen.

—Incluso si llegas a cruzártelo, no quiero que hagas nada tan precipitado, pero el medir sus habilidades es algo que, sin duda, es necesario verificar.

—Entiendo.

—Ya puedes retirarte, Ellen —dijo al volver la vista a la ciudad, con las manos en las bolsas de su pantalón oscuro—. No tiene mucho que regresaste de tu última misión en ese viaje escolar y hoy estaré ocupado gestionando la sede. Tomate un descanso, Ellen.

Ella parpadeó un par de veces, pero sonrió levemente.

—Gracias, Ike, espero todo resulte perfectamente —dijo y después se levantó para retirarse, el hombre no respondió nada, ocupado en sus pensamientos.

Unas horas después, Shidou se vio en la necesidad de salir de compras al supermercado para hacer diversos mandados —como una criada—, tal como siempre lo hacía, pues desde que sus padres se habían ido a su viaje por el mundo, el chico era el "hombre de la casa" y estaba al frente de todos los gastos, de la cocina —como una madre que todos adoran—, y ahora de los espíritus.

«No puedo creer que prefirieron quedarse en casa a ir al cine, bueno, conociendo algo a Kaguya y Yuzuru de seguro hubieran escogido una película en la que Kotori o Yoshino no podrían entrar». El muchacho soltó unas pequeñas risitas al elegir una bolsa de frituras para meterla al carrito de compras. «Kotori se molestó mucho cuando lo mencioné, luego me golpeó… Supongo que herí sus sentimientos».

Y para arreglarlo, decidió comprar chocolates también, luego fue a por unas sodas y un jugo para Yoshino, estaba tan entretenido que no se dio cuenta que estaba siendo observado detenidamente.

«Itsuka… Shidou…» Pensó Ellen a punto de escoger una bebida alcohólica, el área de sodas estaba cerca y desde su posición, pudo reconocer al muchacho fácilmente. «No puede ser…»

Minutos después, Shidou se sintió algo observado, era como la sensación de tener a Origami detrás de él, de no ser por esa costumbre aterradora, no hubiera podido presentir que estaba en peligro, sin embargo, no pudo evitar para nada la potente patada que le metieron para hacerlo entrar varios metros en un callejón, su cuerpo chocó hasta un recipiente lleno de basura.

«No puede ser, ¿están tratando de asaltarme?» Shidou se levantó y se cubrió de inmediato, pero al ver a la mujer en frente suyo, los ojos cafés el chico se abrieron mucho. «¿¡Ella?!»

—E-Ellen… ¿Fuiste tú? ¿Cómo me encontraste?

—¿Esperabas a alguien más, Itsuka Shidou? —Caminó hacia a él mientras el chico retrocedía, adentrándose más en el callejón que de seguro lo conduciría a un pequeño vecindario—. ¿Qué sucede? ¿Por qué no me enfrentas? Esta vez no tendrás la ayuda de Princess, aunque su soporte fue prácticamente inútil, ¿no es así?

—Ellen, ¿por qué haces esto? Estoy de compras… —dijo bastante nervioso y casi grita de sorpresa al ver como sacó algo del bolsillo interno de su saco, lo activó y era una espada láser—. ¡Espera! ¿En serio vas a pelear conmigo aquí?

—¿Llamarás a la policía, Itsuka Shidou? —preguntó con una sonrisa burlona—. Tengo permisos para portar estas cosas, ¿sabes?

«Malditas leyes». Pensó sin esperanzas y decidió correr por el callejón, pero ella le persiguió y bastante rápido, mucho más que él. «¡Maldita sea, esto no puede estar pasando!»

Shidou tuvo que saltar para evitar un corte fatal en su espalda, rodó por el suelo y al ver que Ellen volvió a arremeter contra él, entró en la desesperación, pero se cubrió con los brazos, ya no había más salida.

Tuvo tanto miedo que cerró sus ojos fuertemente, esperando la muerte, pero antes de poder pasar por esa recapitulación de su corta vida, el dolor nunca llegó, incluso si escuchó un duro golpe y después otro fuerte golpe.

«¿Q-Qué fue lo que pasó?» El chico empezó a abrir los ojos y en frente de él vio a Sandalphon, la espada de Tohka, luego vio a Ellen en el suelo, sin poder moverse y también revisó que, en lo alto, donde estaban las partes de una casa, debajo corrían las tuberías de agua y una de ellas estaba algo manchada de sangre.

—¿Uh…? ¿Ellen…? —El muchacho dejó a Sandalphon suspendido en el aire, desapareció después de que corrió a ver como estaba la mujer—. ¡Ellen!

El chico de cabello azul la sostuvo en sus brazos, estaba completamente noqueada y con sangre saliendo de su frente, usó su playera para limpiarle algo, pero seguía saliendo más y ya estaba manchando su cabello rubio.

«Sandalphon me protegió de nuevo, pero por alguna razón, Ellen salió disparada y debió chocar contra el tubo y cayó al suelo… ¿Debería dejarla aquí? No, eso podría ser…»

—¡Oye, chico! ¿¡Cuál es tu maldito problema?! —gritó un hombre viejo desde una de las ventanas, Shidou empezó a sudar—. ¿¡Estabas intentando asaltarla?!

—¡No, no! ¡Es un malentendido, señor! ¡Ella se cayó y se lastimó! —explicó desesperado el chico y sudando por toda la cara, ¿así es como terminaría? ¿Cómo un violador?

—¿Qué es todo este griterío? —preguntó ahora una mujer, que recién abrió la ventana, provenía de la casa de enfrente, mientras el chico estaba en medio de ambas casas—. ¿¡Qué está pasando aquí?!

—¡El chico la estaba asaltando, yo lo vi! ¡Llama a la policía!

—¡No, no, es un malentendido! ¡Estoy diciendo la verdad, por favor!

—¡Voy a llamar a la policía, maldito rufián!

«¡Maldita sea!» Estaban hablando de cárcel y con ella ensangrentada y él con la ropa manchada de sangre, ¿qué más pruebas necesitaban? Cargó a Ellen y se la llevó corriendo de ahí.

—¡No huyas, desgraciado! —le gritaron los dos señores desde sus casas, bastante molestos.

Una vez estuvo a punto de dejar el callejón, tuvo que ocultarse cerca del basurero que había visto antes, como un completo rufián. El chico recordó entonces que sí traía el auricular del Fraxinus, así que se lo puso desesperadamente y lo activó.

—¿Alguien me escucha? Necesito ayuda, ¡Reine-san, Kannazuki-san! Por favor, que alguien responda, ¡tengo un problema serio por aquí!

—Shin, ¿qué sucede? El nivel emocional de las chicas están todos estables, ¿cuál es el problema?

—No son ellas, soy yo… Tengo una… situación aquí… ¿Podrían transportarme al Fraxinus?

—De acuerdo… —respondió un poco confundida, Shidou suspiró.

Tiempo después, Shidou fue transportado al Fraxinus y después de tratar la herida de Ellen, mientras el muchacho le explicaba todo a Reine, fue inevitable que Kannazuki no le informara nada a Kotori, así que no pasó mucho tiempo hasta que pusieran a la mujer encerrada en la zona de asilamiento, la cual parecía una sala de una casa.

—¿Y lo primero que se te ocurrió fue traerla aquí, Shidou? —preguntó la chica de coletas, algo molesta, pero sonreía levemente por la historia de su hermano—. Sí que eres todo un rufián.

—¡Kotori, estaba realmente asustado! —contestó con el ceño fruncido—. Además, no podía dejarla ahí…

—Kotori, Shin, parece que está despertando…

—¡Oh!

Miraron que, efectivamente, Ellen se sentó en la cama, pero rápido vieron que algo estaba completamente mal, la mujer miró a todos lados, incluso se tocó a sí misma como si no se conociera o estuviera ocupando otro cuerpo, luego se tomó de la cabeza y se arqueó por el dolor.

—Parece que no tiene idea de dónde está —comentó Reine sutilmente, pero Kotori y Shidou abrieron más los ojos—. Tal vez deberían entrar para comprobarlo, antes de que haga una locura.

—Bueno, vamos, rufián —dijo con una pequeña sonrisa, Shidou le miró con disgusto.

Entraron al cuarto y Ellen se asustó que se cubrió con la sábana, les frunció el ceño y se alejó.

—A-Ah… —Shidou soltó con una gotita en la cabeza.

—¿Quiénes son ustedes? ¿Qué es lo que quieren? ¿Dónde estoy? —preguntó seriamente y mirándolos con mucha desconfianza.

—Um… ¿E-Ellen? —preguntó Shidou, bastante confundido, quien sí sabía que estaba pasando, era su hermanita comandante.

El rostro de la mujer se suavizó y parpadeó un par de veces, también dejó de estar tan a la defensiva.

—¿Cómo sabes mi nombre? ¿Quién eres tú?

—Ah, bueno, sobre eso… Um…

—Cielos, Ellen-san, me sorprende que no reconozcas a mi tonto Onii-chan, es todo un rufián, pero es tu novio —contestó con una sonrisa fingida totalmente, Shidou se sonrojó y miró a su hermanita como si estuviera completamente desquiciada.

—¿Qué? —preguntó la "pareja" al mismo tiempo.

—Oh, cierto, tuviste un pequeño accidente —explicó rápidamente y Ellen se puso a pensar sobre eso, pero le dolió la cabeza.

—Sí, Ellen, ¡tuviste un accidente y bueno…! ¡Dame un momento! —Tomó a Kotori y la alejó bastante de la cama para tomarla de los hombros—. ¿¡Qué crees que haces, Kotori?!

—La verdad, pensé que no se la iba a creer, jeje. —Pero Shidou le agitó algo fuerte.

—¿Planeas que me mate? ¿Estás loca?

—Oh, vamos, rufián, no seas tan roñoso. —Shidou se quedó con la boca abierta, Kotori sonrió de lado—. ¿Es que no lo ves? Esta es nuestra oportunidad, ha perdido la memoria, no sabemos si será permanente, pero por ahora, tenemos que ganarnos toda su confianza, ¿o acaso quieres tenerla de enemiga el resto de tu vida teniendo esta oportunidad?

—Kotori… —Reflexionó—. ¿Quién eres y qué hiciste con mi hermanita?

Ellen les miraba muy confundida, como discutían entre ellos, pero solo podía observar al muchacho de cabello azul, preguntándose quién diablos era.

«¿En serio es mi pareja? ¿Alguien tan… joven? Pero me llamó por mi nombre como si nada, y no tengo idea de cómo llegué aquí, ¿tuve un accidente…?» Se sobó la frente, bastante confundida. «Pero si es verdad… Si tan solo todo se comprueba… Me sentiré realmente mal de haberte olvidado… Como quiera que te llames».

Ellen se sintió un poco feliz, sin saber por qué.

—Más te vale que mantengas esto hasta pensar en un mejor plan.

—¿No pudiste decir que somos amigos?

—En parte, también era una prueba, si hubiera sido la verdadera Ellen, nos hubiera atacado sin pensarlo dos veces, también estaba midiendo su capacidad de respuesta actual, y es estable.

—En serio… ¿Quién eres y qué hiciste con mi hermanita? —preguntó bastante confundido, era como si estuviera hablando solamente con la parte vil de su hermanita, la comandante.

—No seas tan dramático, solo actúa, sé que estás preparado.

El joven, solo miró a su hermana, ciertamente con fastidio, menuda situación, solo soltó un suspiro.

—Está bien, pero debes explicarles la situación a las chicas; supongo que me quedaré, tendré que intentar convencerla.

—Así se habla, rufián —respondió con una sonrisa socarrona.

—Lo que digas, Tsundere-chan.

Le devolvió el chiste, para gran disgusto de esta, él no le prestó mucha atención y fue con Ellen.

—Este, discúlpame, tenía que hablar con Kotori —dijo con una sonrisa, aunque trató de ser lo más natural posible, se sintió algo forzado, pero apenas se notaba.

—No, está bien… espero que no te moleste, pero ¿Cuál es tu nombre? —le preguntó, algo apenada.

—No te preocupes; mi nombre es Shidou.

—Bueno, tortolos, yo me retiro. Ah, cierto, toma, Onii-chan —dijo al dejarle la bolsa de las compras, luego se retiró para dejarlos solos.

La atmosfera, apenas se fue Kotori, se tornó algo pesada e incómoda.

«Uy, qué incómodo, ¿qué debería hacer ahora?».

—Shidou. ¿Podrías contarme como nos conocimos? —le cuestionó, intentó entablar conversación.

—Bueno, nos conocimos en… —Empezó, buscando como responder, tenía que intentar que sonara creíble—. En la playa, jeje, fue algo raro, ¿sabes? Nunca me imaginé como terminaría todo.

Ella, lo mira, se sintió extraña, pero le agradaba la situación, se sentía ciertamente feliz, él estaba ahí por ella, y aunque no tenía recuerdos… le agrada la compañía de este. Después de pensar en eso, el estómago de la mujer sonó, no fue exagerado, pero sí audible para el joven, esto le causo pena.

—Debes tener hambre. —Buscó en la bolsa que le entregó Kotori; la misma que tenía cuando fue "asaltado" por Ellen, y saco la bolsa de papas—. Toma.

Al ver la bolsa, solo le dio más pena, le estaba dando comida, se mostraba que se preocupaba por ella. Esto, solo le daba pie a creer que realmente eran pareja.

«Bueno, si realmente es mi pareja… Es natural que se preocupe por mí, aunque preferiría algo más saludable». Mira, por un segundo la bolsa, para tomarla.

—Gracias —dijo, antes de proceder a abrirla, y comer de ella, se veía que tenía hambre, aunque mantenía la apariencia de una joven y bella dama.

Pare el joven, fue inevitable quedar levemente embobado por la mujer, ciertamente hasta hace poco era su, por decirlo de forma alguna, "enemiga", pero ahora que la veía a detalle, era realmente hermosa.

«Que hermosa». Piensa, para sacudirse esas ideas.

Ella, nota la mirada del joven, se sentía raro tener esa mirada sobre ella.

«¿Por qué me mira?, se siente algo extraño… ¿Podrá ser… que también tenga hambre?». Sus miradas se encuentran y ambos voltean la cara con pena.

—Shidou, ¿tienes hambre? Si es así, come algo conmigo, sería injusto.

Este se sorprende, fue como un deja-vú, esa mirada le recordó un poco a Tohka, y era extraño, sí; Tohka también le decía que comiera, pero viniendo de Ellen, no sabía cómo tomarlo, solo niega con la cabeza de forma amable.

—Estoy bien, come tú —respondió tranquilamente, pero su estómago lo traicionó y sonó igual que el de Ellen, se sonrojó. «Qué momento para que me de hambre».

Ellen, solo suelta una risita.

—Creo que tu estómago ya habló, ven, siéntate, después de todo, no sería la primera vez que comamos juntos, ¿no? —Sonrió.

Le fue imposible reprimir un sonrojo potente, se veía tan linda, tierna… Solo se sacude las ideas.

—Jeje, perdón no quería interrumpirte, y tengo más, come con calma, ¿está bien, linda? —dijo y entonces se dio cuenta. Esa frase se le fue de volada, no sabía cómo iba a reaccionar.

Al escuchar eso, solo puede sentir sorpresa.

«¿Se referirá siempre a mí de esa forma?», era lo que pudo pensar, su corazón se aceleró levemente, y se sintió cálido; esa sensación la embriagó en ese momento.

Shidou, solo pudo esperar la reacción, que para su suerte no fue más que un ligero tono carmesí en las blancas mejillas de la mujer.

—Entiendo, pero por favor, siéntate, que me tienes algo incómoda, ¿y no tendrás algo de beber en esa bolsa? —preguntó, sin que se quite el color de su cara.

Shidou solo asiente y se va a sentar junto a ella, mientras en la residencia Itsuka, Kotori, acaba de ser tele-transportada a la entrada, al entrar es recibida las chicas, las cuales se notaban algo agitadas, por la tardanza de Shidou.

—Kotori, ¿sabes qué pasó con Shidou? —preguntó una muy alterada Princess; mejor conocida como Yatogami Tohka, hermosa joven de un cuerpo curvilíneo, hermosos ojos morados y pelo largo atado con una cinta de color rojo.

—Sí, ¿sabes dónde está? —Después fue Yamai Kaguya.

Ella era una chica de pelo anaranjado y ojos azules, se diferencia de su hermana por: peinado, actitud y cuerpo; Yuzuru tiene más pecho.

—Chicas. Por favor, cálmense ya, tengo noticias de Onii-chan, pero necesito que entren y me dejen explicar; ahora tenemos… cierta situación.

Ella les explica la situación, cosa que les sorprende; y que decir de las reacciones, todas fueron celosas, a excepción de la de Yoshino y Yoshinon.

—Oh, Shidou-kun arrasando de nuevo, jajaja —mencionó la marioneta de forma burlona—. Lástima por ustedes; Tohka-chan, Kaguya-chan, Yuzuru-chan y Kotori-chan, es obvio que aun después de estar con Ellen-chan, siempre preferirá a Yoshino, pero de ustedes no puedo decir lo mismo.

Semejantes palabras, causan la ira de las otras tres chicas.

—Yoshinon, por favor, abstente de decir esas cosas. —dijo la loli de pelo azul, mientras le tapa la boca a la marioneta parlanchina.

—¿¡Que dijiste!? —dicen tres de las cuatro chicas, siendo Kaguya, Tohka y Kotori.

—Enojo. Shidou no le haría esas cosas a Kaguya y Yuzuru, aun así, Shidou es propiedad compartida de Kaguya y Yuzuru.

Esas palabras, le picaron el orgullo a Kotori, y decide sacar su teléfono celular, para llamar a Reine y saber de la situación.

—Reine, ¿Cómo van las cosas, por allá?

—Ah, Kotori, que bueno que llamas; tengo buenas noticias, parecen presentar un buen avance, extrañamente parece que Ellen disfruta de la compañía de Shin.

Semejante respuesta, le causan un mar de celos y decide ir a "inspeccionar" personalmente la situación actual.

«No pienso perder a mi Onii-chan ante esa anciana». Fueron los pensamientos de Kotori.

—Reine, transpórtame al Fraxinus, quiero verlo con mis propios ojos.

—Está bien —respondió, para irse a los controles y ordenar que trajeran a Kotori.

Al llegar, se aproxima rápidamente a la sala de aislamiento.

Al llegar, nota que estaban ambos hablando tranquilamente y se sonreían, pero lo que más le molestó del asunto es que Shidou parecía no tener ninguna incomodidad. Hizo esto porque pensó que no llegaría a nada y que no vería esta situación.

Solo pudo morder el palo de su chupa chups, con cierto enojo.

—Reine, abre la puerta.

—Kotori, ¿estás bien?

—Sí, abre, por favor.

La analista, solo procede a abrir, la joven entró e intentó calmar sus celos.

—Bueno, Ellen, ¿cómo te sientes? —le pregunta Shidou.

—Mejor, gracias por estar al pendiente de mí, sé que puedo llegar a ser algo torpe —dijo, algo apenada.

—Cof, cof. —Carraspeó falsamente la garganta Kotori, llamando la atención.

—Kotori…

—Es bueno ver que te sientes bien, Ellen-san. Por cierto, Onii-chan ¿cómo dijiste que se lastimó Ellen-san?

—Bueno, se cayó en su baño, al parecer se lastimó; ya le expliqué que estamos en… Unas instalaciones médicas, un tanto particulares…

Esta respuesta pone en alerta a Kotori.

«¿En qué demonios piensas, Shidou? Decirle eso… Aunque, puede ser una escapatoria más sencilla para sacarla de aquí».

—Bueno, Ellen-san, me dijeron que ya estás bien, pero no creo que sea buena idea que te retires todavía —le dijo, con una sonrisa fingida. «Genial, ahora gracias a Shidou, vamos a tener que conseguirle hospedaje, aunque… creo que igual habría tenido que conseguírselo, para mantener la mentira».

—Bueno, la verdad estar aquí sola, no es del todo cómodo, pensé que podría irme con ustedes unos días…

Semejantes palabras sorprenden a los hermanos, esto sería problemático.

—Además, podría volver a lastimarme, y fue una suerte que Shidou-kun estuviera conmigo.

"Shidou-kun", esas palabras prendieron la llama de los celos en la pelirroja, definitivamente, estaba tratando de quitarle a su amado Onii-chan, y no lo iba a permitir.

Shidou, por su parte, sintió cierta calidez, ahora que conocía a Ellen, o al menos a su forma sin memoria, era una muy dulce mujer; además de lista y alguien con quien pasar un buen rato, y era innegable que era muy hermosa, quizás… que su hermana lo haya metido en esta mentira de ser novios, no fuera tan malo.

—Pues… Ellen-san, no sé si sea buena idea… Es decir, ¿qué dirían mis padres? —le cuestionó, con esta podría asegurar que no se acercara tanto a su hermano. «No pienso dejártelo tan fácil».

—Pero Shidou-kun me dijo que sus padres están fuera del país. Sí, quizás está algo mal… Pero no tengo memoria, así que, no sé a dónde acudir más que ustedes, Shidou-kun… ¿Acaso… sería una molestia en tu casa? —le preguntó, mirándolo con ojos suplicantes.

Verla así, fue un punto crítico.

No podía dejarla así, era raro decirlo, pero le dolía bastante ver esos ojos suplicantes. ¿Quizás era porque le recordaban a los de Tohka, o había algo más? No lo sabía, pero no podía dejarla.

—Pues, por mí no lo hay, el detalle, sería Kotori.

Esas palabras, fueron como un flechazo para la comandante, ¿en serio su hermano estaba actuando así? Cuando hace tan solo casi una hora, no le agradó la situación, esto realmente le molestaba.

«Demonios, ya no me queda otra carta para jugar».

—Bueno, está bien, vámonos —respondió derrotada.

Después de esto, la nave desciende a un punto algo alejado de ciudad Tenguu, para dejar bajar a los tres pasajeros, se dirigen a la casa de los hermanos y al llegar…

—Shidou/san.

Los espíritus, salieron a recibir a su héroe, encontrándose con una "sorpresa" nada agradable.

Sus caras sufrieron un leve fruncimiento al ver a la hermosa rubia, de enorme belleza, rivalizando con las de ellas, la sorpresa de verla ahí fue grande, y desagradable.

Ellen, las miró por alguna razón, la de ojos morados le parecía conocida, sin embargo, no le agradó eso de que fruncieran la cara.

«¿Quiénes son? Bueno, la niña puede ser amiga de Kotori, pero las otras tres… No me agrada que estén aquí».

—Este… Tadaima (Estoy de regreso), me sorprende verlas —dijo ligeramente nervioso, esto podía ser peligroso. «Se me olvidó que estaban aquí».

—Shidou, ¿quiénes son? —preguntó su "novia".

—Unas compañeras de Onii-chan, Ellen-san, vinieron a pedir unos apuntes, y como no estaba, decidieron pasar a esperarlo.

Ellen mira de manera inquisitiva a las chicas; buscando algo que no cuadrara, pero parecían de la misma edad de Shidou, y bueno… Según le dijeron, él es su novio, y no tendría a otras.

—Como dijo Kotori, bueno, este… pasemos. Chicas, ¿se quedan a comer? Estaba por preparar la comida.

—¡Hai (Sí)! —respondieron ella, muy alegres.

Todos entraron a la residencia, Shidou se dirige a la cocina, para preparar algo, y ahora que tenía una invitada extra, menos quería tardar más.

Mientras en la sala, el ambiente era algo tenso, los espíritus no quitaban su mirada —discreta—, sobre Ellen.

—Este, discúlpenme si no fui muy cortés antes, mi nombre es Ellen Mira Mathers, un gusto. —Se presenta, quería ser la más madura.

Las chicas miraron con cierta sorpresa a la rubia, parece ser… una mujer normal, pero el hecho de que Kotori dijera que Shidou intentaría enamorarla para que fuera una valiosa aliada, no evitó que sintieran celos.

«Bueno, Shidou nunca nos abandonaría, y bueno; todos merecen segundas oportunidades».

—Discúlpame tú también Ellen-san, mi nombre es Yatogami Tohka.

—Me disculpo, mi nombre es Yamai Kaguya.

—Presentación. Mi nombre es Yuzuru.

—Un gusto, díganme chicas, ¿de dónde conocen a Shidou? ¿Y qué es para ustedes?

Esas palabras… las deja fuera de base, no se esperaban esa pregunta; buscaban como responder, claro que les gustaría responder que son sus novias, pero…

"Chicas, Ellen ha perdido la memoria, por lo tanto, ¡aprovecharemos esta oportunidad! Deben calmarse, le dijimos que es novia de Shidou. Así que, deben mantenerse tranquilas, y si les llega a preguntar eso, decir que no son más que amigos". Esas fueron las palabras de Kotori.

—Bueno, lo conozco del instituto, recién me integré hace no mucho, él fue uno de los que me abrieron las puertas y ayudaron en ese comienzo —respondió Tohka.

—Podemos decir lo mismo, hasta nos ayudó con… Problemas personales. —Esta fue la respuesta de Kaguya, reflexionando un poco.

Ellen, solo puede abrir los ojos de sorpresa, Shidou no solo era bueno con ella, sino que todas las personas a su alrededor, esto le agradó.

—Ya veo…

—Este, espero que no te moleste, pero ¿cómo conoces a Shidou? ¿Y qué es para ti?

Ahora, era el turno de los espíritus, y Ellen se coloró de inmediato, se notó algo apenada, aunque se calmó, después de que tomó una bocana de aire.

—Respondiendo a su primera pregunta; lo conocí en la playa, estaba trabajando de fotógrafa, y lo segundo, Kare wa Atashi no Kareshi desu (Él es mi novio).

Esa respuesta, las dejó en frío, pudo decirlo sin pena y hasta parecía gustarle la idea.

Las chicas, se calmaron y buscaron tener una conversación trivial con la rubia; gustos personales, más que nada, ya que, no tiene memoria, pero durante la misma, Ellen sufre de pequeños dolores de cabeza, producto de fragmentos pequeños de memoria que recupera, solo sus gustos y esas cosas.

—Kotori…

—¿Sucede algo, Ellen-san?

—Disculpa, ¿dónde está el baño?

—Subiendo las escaleras, a mano derecha, segunda puerta.

—Gracias…

Se retiró mientras hacía una pequeña mueca de dolor, que pasa desapercibida por las chicas, mientras se va al baño, Shidou sale de la cocina y nota a Ellen, quien subía las escaleras, este se preocupó ligeramente por ella y decide seguirla, para ayudarla si se cae.

Ellen llega al baño y se mira al espejo.

«Ugh, este dolor de cabeza, que molestia». Pensó al lavarse la cara, para refrescarse. «Debe ser producto de la caída de hoy, debo preguntar si no tienen algo para esto».

Después salió para encontrarse con la mirada preocupada de Shidou.

—Ellen, ¿te sientes bien?

—Solo tengo algo de dolor de cabeza, ¿tienes algo para eso?

—Sí, déjame ayudarte a bajar y te doy algo.

—Gracias. —Sonríe sinceramente y hace que él se sonroje.

—Este… Tengo, la comida casi lista, pero ¿Gustas algún postre en específico? —dijo desviando la mirada.

—Bueno, me gustaría una tarta de fresa…

—Ya veo.

Los dos bajan y Shidou le da una pastilla para el dolor —la cual, fue recibida con gusto—, este regresó a la cocina y se puso manos a la obra para el pedido de Ellen, pasaron unos 35 minutos, y todo ya estaba listo.

—Chicas, pongan la mesa, por favor.

Ellas asienten y ponen la mesa.

La comida pasa con relativa tranquilidad… en parte, porque grande fue la conmoción de Ellen, al ver como comía Tohka, fuera de eso, todo fue de lo mejor, charlas a menas y diversión. Cosa que le agradó al joven sellador, ver la buena convivencia, hizo que le fuera inevitable pensar en un futuro con esta imagen repitiéndose, no puede reprimir una pequeña risita de diversión.

Dos semanas pasaron, las cosas estuvieron bastante movidas para el joven, su "novia", Ellen, le pidió ir de compras, cosa a la que no pudo negarse, además la premura de Kotori por conseguirle donde vivir a la rubia, le causó dolores de cabeza.

Sumado a… DEM, sí, empezaron a buscar a Ellen, fue raro que no regresara al día siguiente, Wescott, la mandó a buscar, ya que era su "mano" derecha, más no porque realmente le importara la seguridad de la mujer, esto solo le causó mayores problemas a Kotori; tenían que sacarla con cautela, cosa difícil, cuando ella alegaba que: "quería divertirse afuera con su novio", esto solo le causaba enojo a Kotori y las chicas, pero debían tragárselo.

Mientras, por el lado de Ellen; se divertía bastante, salir, tener con quien pasar el rato, reír, jugar, cocinar, todo iba muy bien, pero no todo es miel sobre hojuelas, durante la noche… Era asediada por pesadillas; una aldea destruyéndose, muerte.

Luego un plan: "cero humanos", sin saber lo que realmente necesitaba, y lo que más le perturbaba; se veía a ella misma, con un extraño traje, apegado; que hacía justicia a su escultural cuerpo, bastante atlético y muy bien torneado. Sin embargo, esto solo la perturbaba, y no quería decirle nada a Shidou, ya que consideraba que ya era demasiado; estaba en su casa, a su cuidado, le cocinaba, la cuidaba viendo siempre que estuviera bien, era como su caballero en armadura plateada y brillante.

Era feliz, pero conforme esos sueños continuaban, se daba cuenta que era su realidad, hasta que… Llegó el recuerdo de la playa, donde conoció a Shidou, ahí fue que supo la verdad; su verdad. Sin embargo, quería que no fuera así, quería mandar al diablo a DEM y quedarse junto al peli-azul, quien lo había tratado mejor que "Ike" en dos semanas, que él en toda una vida, odiaba esto.

Preferiría nunca recordar nada y quedarse a su lado…

Ahora, ella se encontraba en casa de Shidou, quién estaba cocinando para ambos, estaban solos, los espíritus fueron a hacerse un chequeo. Ella solo estaba pensativa, ¿qué debía hacer? Quedarse o irse, esa decisión la carcomía, estaba tan absorta que…

—Ellen… —Intentó tomarla de su mano, pero esta la quitó y lo miró.

—¡Déjame, Itsuka Shidou! —Después fue que se dio cuenta, había hablado como antes; se maldijo por lo bajo, hubiera preferido no haberle respondido.

Shidou solo pudo abrir los ojos de sorpresa, podía jurarlo, las memorias de Ellen habían regresado, caminó hacia atrás con temor, era notable en su mirada.

—Shidou… Yo…

Sus hermosos ojos se llenaron de lágrimas, ya no podía seguir mintiendo, quería seguir ahí junto a él, no le importaba si tenía que hacerle frente a DEM, su felicidad y un futuro junto a ese chico, lo valía.

—Por favor, no me temas… —dijo de forma temblorosa.

Él, al escuchar semejantes palabras y mirar su rostro, solo pudo sentir pena; y se detuvo, bajó la mirada.

—Ellen, tú…

—Sí, recuperé la memoria, y como deseo no haberlo hecho.

Al escuchar eso, solo pudo mirarla con sorpresa.

—Preferiría no recordarlo, si significa una vida tranquila… Si significa no perder la felicidad que he tenido aquí, la cual creo que nunca tendría en DEM.

—Ellen… —murmuró.

—Por favor, no le digas a Kotori, seguro que termina haciendo que regrese a ese lugar, no quiero regresar, quiero quedarme aquí, junto a ti —dijo mirándolo, en sus palabras y ojos, la sinceridad era absoluta.

—Yo… No puedo hacerlo, perdóname.

Esto, la entristece, tendría que regresar; que maldita era la suerte, la vida y el destino, dándole la felicidad, para luego arrebatarla sin piedad.

—Sin embargo, eso no significa que tengas que regresar; puedes quedarte, sí realmente lo deseas.

Un brillo de esperanza estaba en sus ojos.

—¿En serio?

—Claro.

—Shidou, ¿qué soy para ti?

La pregunta hace que se medió atragante con su saliva, y retrocede un poco.

—Como era de esperarse, entiendo, no soy una buena persona, que me des otra oportunidad para vivir, no significa que me correspondas…

Otra revelación que le sorprende. ¿Qué le "corresponde"? Eso significaba que…

—¿Ellen, te gusto?

—Como… no tienes una idea, Shidou-kun —respondió—, pero es obvio que yo no a ti.

—No digas tonterías, quizás… no pueda decir un "te amo", todavía, pero estas dos semanas han sido muy buenas, y admito que me has comenzado a encantar.

Esa respuesta, hace que su corazón se acelere.

—Significa que…

—Me gustas, y quiero que esto continúe, Ellen-chan.

—Shidou... —Pequeñas lágrimas de felicidad salen de sus ojos—. Gracias, gracias por la nueva oportunidad, por quererme.

—No me tienes que agradecer, tú me has traído gran felicidad, también.

Este se acercó a la joven mujer, para tomarla con delicadeza del mentón y le dio un pequeño, pero tierno beso.