"Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano."
—Martin Luther King.
"Su destino está en tus manos, Mikasa. Te lo encargo..."
Aquel pensamiento se instaló en la mente de Levi justo en el momento en que se percató de que su equipo ya no tenía gas para continuar luchando.
El titán de Falco estaba lejos y el humo impedía que viera su inminente caída.
"¿Será que, finalmente, así es como moriré?"
Optó por cerrar sus ojos y entregar su corazón al mundo que yacía bajo él. La destrucción y el dolor lo acompañaron desde muy pequeño. Era tiempo de descansar.
Respiró profundo mientras sentía el peso ligero de su cuerpo siendo atraído hacia el suelo.
Estaba resignado.
Sin embargo, lo que pensó que sería su fin, no era tal como lo imaginó.
Sintió unas manos cálidas en su frente y la brisa fresca removiendo su cabello. Estaba seguro que era la misma sensación que tenía cuando salía de expedición junto a su escuadrón.
Abrió sus ojos y se topó con una imagen que no esperaba ver.
Fue encandilado por su recuerdo y su resplandor.
—Capitán, por fin despierta... —exclamó entre lágrimas que secó inmediatamente. Llevó una mano a su pecho, reverenciando el saludo del Cuerpo de Exploración— Lo siento mucho, de verdad.
Le costaba trabajo asimilar lo que sus ojos estaban contemplando. Era irracional.
—Eren, eres un niño... —fue lo primero que dijo y el nudo en su garganta comenzaba a asfixiarlo.
El aludido lo miró con desconcierto y volteó la vista hacia atrás. Allí se percató de todos los cadáveres que yacían a su alrededor, incluyendo titanes cruelmente desgarrados.
—¿Por qué llora, capitán? —inquirió al mismo tiempo que posó su mirada intensa sobre la suya.
Aquellas orbes que guardaban una firme determinación y la motivación para avanzar hacia sus objetivos.
Levi llevó una mano a su rostro y notó su mejilla húmeda. Efectivamente, él estaba llorando.
"¿Qué significa esto? ¿Acaso estoy delirando? ¿Cómo es que Eren está frente a mí? Aún es un mocoso, tal como lo había conocido."
—¿Por qué estoy aquí? ¿O es que estoy muerto y este es uno de los delirios de mi agonía? —observó sus manos. Estaban sucias de barro y sangre. De hecho, su uniforme estaba destrozado en varias partes, a excepción de su pañuelo.
—Los titanes estuvieron a punto de aniquilarnos—comenzó diciendo entre hipidos—. Había confiado en ellos, pero perecieron frente a mí. No tuve opción y me convertí en titán para salvarlo—dejó caer su cuerpo al suelo y daba golpes mientras lloraba nuevamente —¡Fui un inútil otra vez!
Con sus cejas temblando, sus orbes acuosas y sus manos frías, sucias y lastimadas, Levi llevó una de ellas hacia la cabeza de Eren y acarició delicadamente su cabello. El joven la levantó lentamente y miró a su capitán. Él había curvado levemente sus labios, estaba a punto de sonreír.
—Nunca sabemos el resultado de nuestras decisiones, Eren. Nadie sabe lo que nos depara el futuro, pero lo que sí podemos hacer es aprender de nuestros errores para no volver a cometerlos—el Ackerman alzó la mirada y notó la presencia de dos palomas blancas que los sobrevolaban.
Definitivamente, su corazón estaba delirando con sus sentimientos más vulnerables.
—Le prometo que... —secó sus lágrimas y continuó: —Confiaré en mí y los protegeré. No volveré a fallarle...
—Yo confío en ti, mocoso. Eres la esperanza de la humanidad y no me arrepentiré de decirlo.
¿Cuánto tiempo llevaba cuestionándose su elección? Él tampoco sabía si era la correcta, pero estaba seguro de que su corazón estaba palpitando por la mejor opción.
Eren sonrió ante las palabras de su capitán y se levantó del suelo. Suspiró y le dio la espalda a Levi.
El amanecer rodeaba su cuerpo. Era un vista hermosa de sus convicciones. La firmeza, la juventud y el arrojo hacia sus objetivos eran claros en su subordinado.
—Capitán, quiero mostrarle algo—murmuró—¿Me acompañaría? No nos tomará mucho tiempo.
—Por supuesto—sin notarlo, Levi se levantó del suelo y se percató de que sus heridas no existían. No llevaba vendajes y sus piernas respondían perfectamente.
"Definitivamente tiene que ser un sueño..."
Ambos subieron al mismo caballo, el que pertenecía al Jaeger.
Con sumo cuidado, Levi se aferró al cuerpo de Eren y notó que estaba más corpulento y menos delgado de lo que solía ser. Mientras cabalgaban, el Ackerman cerró sus ojos para evitar llorar. Estaba seguro de que sería un sueño, pero el tocar a Eren le dejaba claro que no lo era.
El viaje fue corto. El sonido era particular y sabía que lo había escuchado antes.
—Llegamos—indicó al voltear.
Eren tenía el cabello un poco largo. No era el mismo mocoso quinceañero que había conocido. Era más grande y su rostro denotaba signos de tristeza.
Eren ayudó a Levi a bajar del caballo al tender su mano y caminaron a la par hasta quedar frente al mar.
Las olas eran tranquilas y el sol reflejaba sobre el agua creando una espectacular vista.
Concentrado en el horizonte, el Jaeger suspiró antes de hablar.
—Me da gusto que haya venido hasta este lugar conmigo. Sé que no tengo mucho tiempo, pero quisiera aprovecharlo para agradecerle por haberme enseñado a confiar en mí mismo —espetó sin quitar la vista del mar.
Lo notaba más seguro, pero también atemorizado. Eren siempre había mostrado sus sentimientos, pero esa faceta comenzaba a incomodar a Levi porque sabía que ocultaba algo muy doloroso.
—No te he enseñado nada. Simplemente fue algo que aprendí con el tiempo... —Levi cerró sus ojos al recordar las muertes de sus camaradas, amigos y familia.
¿Cómo alejarse de la muerte si siempre convivió con él?
—Su pasado debió ser muy duro. Usted es un hombre muy fuerte y admirable, realmente muy admirable—giró su rostro y volvió a llorar —. Los golpes de la vida te enseñan a ser frío y esconder los sentimientos para poder avanzar, ¿usted qué piensa?
¿Para qué mentir?
—Mi experiencia fue difícil, pero pensaba en todas esas personas que consagraron sus corazones para que un tipo como yo continuara con vida—apretó su mandíbula. Le costaba asumir sus sentimientos—. No me di el lujo de llorar por nadie más después de que mis hermanos perecieron frente a mí—decidió ver el horizonte al igual que él. Era pacifico y sereno.
La sensibilidad de Eren regresaba. Él no podía evitar llorar al imaginar su situación. Además, sabía que Levi tenía una increíble devoción por su comandante Erwin y jamás lo vio derramar una lágrima por él después de su fallecimiento. Eso le demostraba la fortaleza mental de su capitán ante el deber como soldado.
—Hágalo, por favor... —susurró —El mar se llevará nuestra tristeza y las lágrimas se mezclarán aquí. Nadie más sabrá esto.
Levi lo miró de soslayo y notó que había crecido nuevamente. Estaba mucho más alto y muy delgado. Su rostro estaba demacrado y sus rasgos mostraban la angustia que acarreaba su ser.
Lo que realmente le dolía era ver cómo se esfumaba su juventud y energía. En sus ojos ya no yacía la esperanza, sino la desesperación. No brillaban ni tenían un rastro de vida.Estaba enojado e impotente.
—Has crecido mucho, mocoso—comentó y volteó en su dirección—. Tu mirada es igual a la gente que se está pudriendo en la ciudad subterránea.
Aunque eso ya se lo había dicho anteriormente, necesitaba saber qué le respondería Eren en ese momento.
—El pasado, el presente y el futuro... —espetó. Su voz era más grave—Todos se mezclaron y acabaron con todo lo bueno en mí. Creo que soy mucho más patético que antes y lo admito.
Era el momento ideal para hablar...
—Siempre has sido mediocre en tu carácter, Eren. Pero hay algo que nadie más posee y eso te hace único entre todas las personas de este maldito mundo—acotó y se ubicó frente a él.
Tenía el cabello suelto, desaliñado y sucio. Claramente estaba muy abandonado.
—¿Qué es aquello que sólo yo puedo darles? El sufrimiento que hoy y mañana tendrán es por mi culpa y lo sabe—bajó la cabeza.
Levi sostuvo sus mejillas y lo miró con firmeza. Tenía el ceño fruncido y muchas ganas de apalearlo, mas no era el momento.
—Tú les diste esperanza a esa gente. Les mostraste que si pelean, pueden ganar su libertad. Tus amigos, camaradas... —bajó la mirada—Incluyo yo. Aposté a ti y lucharé hasta desfallecer para ganar y demostrarte que tú eras lo que siempre supuse, el hombre que nos enseñaría a romper nuestras cadenas de esclavitud eterna.
Nuevamente, Eren volvía a llorar. Ese muchacho guardaba mucho dolor en un frágil cuerpo. Su mente estaba atormentándolo y no tenía escapatoria.
Levi soltó su rostro y le dio la espalda. Estaba a punto de llorar, pero no quería darle el gusto hasta no decirle todo lo que guardó por tantos años.
Respiró profundo y dio media vuelta. Allí vio a Eren con su cabello recogido, arrodillado en la arena mientras limpiaba su sangrado nasal. Estaba más pálido de lo normal.
El Ackerman quitó el pañuelo que llevaba puesto en su cuello y rápidamente le ofreció al joven.
Asombrado por el gesto, Eren intentó negarse ante la preocupación de su capitán. Aquel pañuelo representaba su pasado y todo lo que su corazón guardaba. Los recuerdos de cada uno de ellos se entretejían para darle la forma característica que el Ackerman llevaría a donde fuera que vaya.
Se ubicó en cuclillas frente a él y ante la insistencia, Eren tomó el pañuelo.
—No me queda mucho tiempo, capitán... —tosió y resopló mientras se limpiaba—Necesitaba hablar con usted una vez más, aunque fuera de esta manera.
Ambos debían dejar el pasado atrás para continuar adelante.
—Eren, tú hiciste mucho daño a todos a tu alrededor—debía hablar o todo volvería a foja cero—. Tus amigos sufrieron mucho por ti después de que te alejaste y más cuando los lastimaste con tus palabras. Quisiera creer que eres consciente de lo que hiciste.
En un tono de regaño, Levi siempre lograba persuadirlo.
—En mis memorias futuras vi sus muertes. Tenía pesadillas y cada noche despertaba llorando porque aborrecía la idea de ver cómo caían frente a mí —confesó—. Sin embargo, existía una opción y esa era convertirme en el villano que todos necesitaban. Esa era la única salida para que sobrevivieran...
Un enemigo común. Una alianza que acabaría con su vida y obtuviera la libertad.¡Qué extraña manera de luchar!
—¿¡Por qué no hablaste conmigo!? ¿¡Por qué decidiste luchar en soledad!? Hubiera hecho más por ti si me contabas lo que te pasaba... —estaba enojado, pero la angustia tomaba más terreno.
—No quería continuar involucrando gente preciada y usted merece ser feliz, continuar con vida—confesó y llevó una mano hacia la mejilla de Levi—. Después de tanta lucha, de haber sufrido tanto, tiene que ser feliz y descansar de este mundo cruel.
Ya no soportaba la carga emocional. Las lágrimas borbotearon de inmediato. Una tras otra, bañaron cada centímetro de su piel.
—Eso es... —Eren fue secando sus lágrimas y, al mismo tiempo, él también rompía en llanto—Usted y yo necesitábamos este momento y dejar atrás todo.
—Tú no entiendes—sollozaba—. Eres demasiado joven para sacrificarte de esta manera, ¿por qué tuvo que ser así?
Levi se dejó caer sobre la arena. Su cuerpo comenzaba a doler. Sus piernas hormigueaban y sus manos ardían.No quedaba más tiempo. Tenía que irse de ese lugar.
—Luché por todos ustedes y estoy seguro de que podrán ser felices cuando todo acabe... —pese a que sus ojos estaban hinchados, su sonrisa regresaba para regalársela una vez más a su capitán.
—¿Esto es...? —levantó su mirada hacia el Jaeger, notando las marcas de transformación de su rostro—¿Esto es a lo que tú llamas libertad? ¿Sacrificar tu existencia por una paz que no sabemos si podrá ser posible?
—Así es. Estoy seguro de que Armin podrá construir ese mundo de armonía que todos necesitan. Usted rehará su vida, su cuerpo descansará y podrá cerrar sus ojos sin miedo a que algún titán vaya a devorarlo. Esa es mi meta y podré irme en paz, sabiendo que todo valió la pena, incluso todos los sacrificios de cada soldado de la Legión.
—¡¡No estoy de acuerdo, Eren!! —gritó. Sus labios temblaban de rabia e impotencia—¿No existe otra opción?
—Capitán, mi tiempo es corto—espetó —. Sólo quiero agradecerle por su apoyo, por su confianza y por guiarme en este mundo. Seré siempre su mocoso problemático al cual intentará detener. Si hubo una razón por la cual no volvimos a hablar después del ataque a Liberio fue precisamente porque usted es la única persona que logra persuadirme para que no me equivoque. Sabía que tarde o temprano iba a arrepentirme, por eso traté de esquivarlo...
—No soporto a la gente que se arroja a la muerte sin más. No las voy a entender nunca y me da mucha rabia que todo esto acabe así, Eren.
—Capitán, lo admiro mucho y realmente deseo de corazón que nuestra despedida sea lo menos dolorosa posible... —suspiró.
—¿Es una maldita broma? Estoy llorando por tu culpa, mocoso—las lágrimas continuaban fluyendo por sus mejillas.
De pronto, su cuerpo sintió una fuerte calidez gracias al abrazo que el joven Jaeger estaba dándole. Se aferraba con fuerza y trataba de contener su angustia lo mejor posible.
—Por favor, olvide todo lo que vivió conmigo. Entiendo que nuestro vínculo fue especial y lo fue para mí, pero la vida continúa—alejó su rostro y miró fijamente a los ojos de Levi—. Por favor, capitán...
—No podré hacerlo tan fácilmente. Eres muy preciado para mí. Me duelen las despedidas, maldición...
—Por favor, capitán—suplicó una vez más—. Olvídeme y sea feliz. Es mi último capricho.
Aquella silueta se desvanecía. El dolor persistía, pero el peso que cargaba sobre sus hombros se aligeraba.
—Está bien, pero no pretendas que sea ahora—respondió—. En fin, eres libre, Eren.
Su sonrisa resplandecía más de lo normal. Sus lágrimas se habían esfumado. No existía rastro de dolor en su expresión.No deseaba el perdón, sino que pudiera saber lo que pensaba y que jamás se atrevió a decirle.Eren admiraba a Levi y lo respetaba más que a nadie en el mundo. Él sabía que el Ackerman haría todo lo posible para detenerlo y, por esa razón, alejarse de él también fue una drástica decisión.
—Adiós... —el hilo de voz era dulce.
Levi odiaba las despedidas. Sin embargo, en ese momento pudo soltar su angustia gracias a Eren. Lo extrañaría, eso era seguro. Pero estaba conforme con saber que él podría marcharse en paz.
De pronto, al cerrar y abrir sus ojos, el panorama había cambiado por completo. Su cuerpo estaba adolorido y casi no podía moverse.
Se arrastró hasta una roca y trató de sentarse. Debía asimilar las palabras de Eren y recuperar fuerzas.
Al alzar la mirada, Levi divisó a todos sus compañeros, a Hange, Erwin y los miembros de su escuadrón. Se sentía avergonzado porque aún guardaba rastros de sus lágrimas.
—Ustedes... —suspiró—¿Estaban viendo?
"Él dijo que debía vivir..."
Las voces de aquellas personas que habían sido convertidas en titanes le devolvía la esperanza. El sacrificio de Eren no fue en vano.
Estaba confirmado: acabó con la maldición de los titanes.
—Consagraron sus corazones hasta el final—exclamó con un deje de añoranza.
Le costaría mucho trabajo olvidar. No podría hacerlo porque gracias a la Legión, Levi tuvo una nueva oportunidad de vida. Erwin confió en él, así como el Ackerman lo hizo con Eren.Antes que sus siluetas se perdieran en la bruma, llevó su mano al pecho y reverenció con su saludo. Era la última muestra de respeto que daría a los caídos.
"Por ustedes, por él... Mi nuevo objetivo será vivir y contar la historia que nos negaron.Por ti, Eren...Así es, continuaré adelante. Sin arrepentirme y sin olvidarte. Sé libre. Nunca te olvidaremos, mocoso.Gracias por consagrarnos tu corazón."
—Fin.
Aquí su servidora vuelve a reportarse!!
En fin, como todos sabemos, el manga de Shingeki no kyojin llegó a su fin y como parte del fandom Ereri/Riren, me quedé con muchas ganas de ver la última conversación que tuvieron Eren y Levi.
Espero que haya sido de su agrado y perdón si los hice llorar, pero realmente necesitaba canalizar este sentimiento que, hasta el día de hoy, sigue doliéndome.
En fin, quiero agradecer a la artista que creó el dibujo que está en la portada.
tortugaconejo_k, de verdad, gracias por tremendo regalo y por ser la musa que me inspiró a escribir.
Pueden encontrar sus trabajos en instagram:https/tortugaconejo_k/?igshid=n81i6k7a6u0n (Kejatona)
Muchísimas gracias por leer y recomendar mis obras!!
