Time travel:
Summary: Quinn and Rachel's son travels back in time to reunite his family. #Faberry pluss Beth.
Descargo de responsabilidad: no poseo derecho alguno sobre el show y/o sus personajes, sólo la de esta historia que tiene perfecto sentido en mi cabeza y en todo aquel o aquella que decida compartirla conmigo.
Capítulo I:
Empezó como un día cualquiera.
- Mi abuela puede correr más que tú, y tiene una pierna amputada ¡ - gritó Sue Silvester a una de sus porristas, ellas estando corriendo a tope en la pista de atletismo.
- Mueve ese culo Quinn, que tu excusa de gordura ya se acabó, das vergüenza ajena ¡ - gritó A Quinn quién si bien estaba a la cabeza de su equipo, lo estaba haciendo muy mal ante los ojos de Sue.
Ella lo sabía, tenía que sacarles al menos 50m de ventaja, y no estar a la par con ellas.
El no hacer ejercicio durante 9 meses, le estaba pasando factura, ella hizo una mueca al recordarlo, mas la visión de su nena en su moises en su casa, le hizo sonreír enorme, su bebita era lo más precioso del mundo ante sus ojos, así sólo coma, defeque y duerma, todo en un ciclo repetitivo.
- Más rápido, más rápido ¡ - gritó Sue, las chicas siguieron corriendo, mientras que los chicos practicaban futbol americano.
Rachel en una de las banquillas del estadio miraba a su novio echándole porras, ella muy feliz, habían ocupado el segundo puesto nacional de coros, ella sabía que ganarían el primero en la siguiente competición.
Ella tenía amor y éxito, o eso creía.
Ella se iba a casar con Finn ese mismo día por la tarde.
Ella estaba radiante.
Casi todos sus amigos habían estado de acuerdo con ella, incluso el Sr Schuester que felicitó a Finn como si fuese su hijo, su favorito ya era y no lo ocultaba.
La única que se oponía era Quinn, para ella, eso era una estupidez, ambos estaban muy jóvenes.
- Naa, no me opongo, para oponerme, primero tendría que importarme y no me importa ni un solo segundo de mi tiempo – replicó Santana prometiendo a regañadientes, más que nada por Brittany, que sí estaría en su boda.
Muchas pruebas de vestidos después, Rachel eligió su vestido, Finn su esmoquin, uno que le dio el Sr Schuester.
- No puede ser más imbécil, sólo porque no piensa – renegaba Quinn, sin saber quién era el más imbécil, si Finn o Will Schuester.
Rachel desde las gradas, miraba un poco taciturna a Quinn quién seguía corriendo negándose a verla de lo enojada que estaba.
- Se ve tan adorable cuando se enoja – se dijo a sí misma después sonrojándose al haber pensado eso.
Ella recordó entonces al mirarle la discusión previa que había tenido ese mismo día por la mañana, siendo las 12pm.
Inicio de flashback…
Rachel había aprovechado la clase del señor Schuester, horas donadas por él, para que Rachel hiciera sus últimos cálculos acerca de la boda.
Rachel les estaba mostrando un power point a todas las chicas y Kurt mientras los chicos al lado de Finn lo felicitaban, estrechaban su mano, incluso bebían champán abierto por el profesor Schuester.
Rachel les mostraba cómo estaría parada en el juzgado y las damas de honor, los padrinos, la torta que iba a comprar su padre, el mantel con el que recubrirían la mesa para la recepción, cómo moverían las bancas para poder hacer la recepción y el primer baile ahí, todas esas cositas.
- No puedes casarte, es una estupidez – soltó Quinn ya cansada de haberle tratado de dialogar con ella dulcemente.
- Quinn ya te dije y te repito que me entristecería el que no vayas, pero que no pienso detener la boda, mi boda, por nadie.
- Tienes 17 Rachel y Finn casi 18, ninguno es mayor de edad, no están pensando bien, ¿dónde van a vivir? ¿de qué van a vivir? Si ninguno trabaja, ¿piensas seguir estudiando o ser una mamá a tiempo completo? Rachel por más que seas super pequeñita no puedes vivir en una cajita de fósforos o en una casita de jengibre.
- Quinn ¿por qué te opones a mi boda, es por Finn? – preguntó ella triste con ambas manos en las caderas.
- ¿Qué? Nooooooooooo iughhh – soltó ella haciendo una mueca de asco – no me gusta él para nada.
- ¿Entonces qué es?
- Que vas a tirar tu talento en vano, tienes una vida frente a ti, no te conformes con migajas, que eso no es para ti.
- Es mi vida Quinn, la mía si bien dices, por tanto es mi elección casarme con él, yo lo amo y él a mí, tienes que entenderlo – pidió Rachel – y si no quieres venir a mi boda y celebrar el amor conmigo te entiendo, me pone triste, pero te entiendo. Esta boda va a suceder contigo o sin ti – sentenció para limpiarse una lágrima no derramada que ni existía, las chicas voltearon los ojos ante el dramatismo de Rachel, Quinn salió cabreada del salón, en la mejor imitación de tormenta de diva que pudo hacer.
- Yo le pongo un 9 – observó Rachel, las demás chicas se miraron a sí misma, como diciendo "ésta personita dramática es nuestra personita y diva" acostumbrándose a todos sus modismos.
Rachel siguió dictando directivas, algunas chicas lo anotaban, Kurt también lo anotaba, Santana ni una mierda, ella no iba a anotar nada, mas su novia si estaba anotando, Santana le paso el brazo por la espalda a su chica y se quedó ahí fingiendo que escuchaba, asintiendo cada tanto.
- Eso es todo lo que espero de ti – reconoció Rachel.
- Y esa es toda la atención que estoy dispuesta a darte – señaló ella.
Fin de flashback.
Quinn siguió corriendo cabreadísima, Santana y Brittany detrás de ella junto a su equipo que se veían de lo más agotadas.
Stacy se desmayó, minutos después Margot, ya para cuando Laura se arrodilló de agotamiento media hora después, Sue dio por terminada la práctica, ya viendo que todas las chicas cedían ante el tremendo esfuerzo, arrodillándose, recostándose, sentándose todas en la pista.
Finn mandaba un beso volado a su Rachel.
Ella hacía que lo atrapaba.
Santana hacía una mueca de arcadas.
¿Y Quinn?
Quinn los miraba con su mirada de rayo láser, scary Quinn. Como había dicho Finn en algún momento.
Después de eso, Quinn se paró y se dispuso a correr un par de vueltas más, a ver si así podía liberar ese estrés de su cuerpo, lo suficiente para poder hablar con Rachel y seguir intentando convencerla de que no se case.
Ella corrió unos 1000 metros cuando se chocó literalmente con este chico que salió de la nada, un muchacho de unos 8 años, de tez clara, rubio, ojos color miel, hoyuelos en su carita, alto, guapo el nene.
Quinn lo chocó, saliendo volando el peque contra la pista.
- Mierda, mierda – susurró ella desde el suelo, habiendo caído hacia atrás por el golpe.
- Su culo la amortiguó – se burló desde su posición Santana riendo con las otras porristas.
Del otro lado de la pista, Quinn se levantó yendo a ver a este chico – eh venga arriba – pidió ofreciéndole la mano para que se levante.
El chico hizo una seña hacia su rodilla y Quinn le revisó, viendo que se había raspado – ah conque así es que me hice esa cicatriz – observó el chico viendo como un corte se diferenciaba de todos los raspones.
- Lo siento niño no te vi – se disculpó Quinn ayudándole a pararse.
El chico le vio, realmente le vio, ella se dio cuenta y su vista empezó a llenarse de lágrimas, con lo que se lanzó a ella para abrazarle y ponerse a llorar.
- Eh tranquilo pequeño, tranquilo, sé que parece mucha sangre, pero no lo es, no debes tener miedo – le dijo pensando que lloraba por su raspadura y corte en la rodilla.
El pequeño negó con la cabeza abrazándola más con sus manos y poniendo su carita en su vientre, él siguió llorando.
- Eh sugar mamá es muy joven para ti, rompecunas ¡ - gritó Santana causando carcajadas en sus compañeras porristas.
Quinn volteó los ojos, sabía que su puesto en las porristas estaba bailando de un precipicio, y la segunda al mando Santana estaba por quitárselo, de ahí toda su actitud.
- Un puesto de mierda de porrista – pensaba Quinn habiéndose dado cuenta que eso no era tan importante como antes sí creía, antes del nacimiento de su bebita, ya casi un año de eso.
- Eh niño, ya no llores, no ves que los hombres no lloran – repitió ella el concejo que siempre le había dicho su padre o se lo había oído a su madre y eso que no tenía hermanos ella, sólo una hermana Frannie.
- No soy hombre soy un niño – se defendió el pequeño limpiando con ambas manos sus lágrimas – y mami dice que está bien llorar, no es signo de debilidad, sino de una inmensa valentía al reconocer que te duele tanto para llorar y hacerlo.
- Tu mamá es muy sabia – observó Quinn acariciando el cabello del niño - ¿ya estás mejor? Prometo que la herida no es grave amigo.
- No lloro por mi herida y sí sé que no es grave – dijo el peque más calmado.
- ¿Entonces? – preguntó Quinn, ambos ahora caminando de regreso dada por finalizada la hora de deporte, todos los chicos y chicas volviendo también, la mayoría a las duchas y de ahí al almuerzo para después seguir sus clases por la tarde.
- Lloro porque vas a sufrir mucho y es necesario que lo hagas, porque si no todo cambiaría.
- ¿Qué? – preguntó Quinn mirando de reojo al pequeño – espera, espera, soy Quinn, ¿cómo te llamas?
- Kyle.
- ¿Sin apellidos Kyle?
- Kyle Fabray sólo puedo decirte mi primer apellido mamá – dijo mirándole seriamente.
- ¿Estás de coña? – soltó Quinn sin creerle – yo tengo una sola hija y es Beth, además si te tuviera, ¿qué? Me hubiese embarazado a los 8 años, eso es imposible – razonó Quinn.
- Mami dijo que ibas a decir eso – soltó el niño con gran sonrisa – ella te conoce muy bien.
- Haber, para para, ¿dices "mami" a tu abuela o a tu otra madre? – preguntó Quinn.
- Mami es mi mami, tú eres mi mamá, y sí estás casada con una mujer y tienes tres hijos – dijo el pequeño y Quinn abrió la boca grande al no creerle o por la sorpresa misma.
- No soy gay – susurró fuertemente mirando hacia todos lados.
- Está bien tener miedo mamá, mami me lo ha explicado, ella me dijo y cito literalmente "tu mamá pasó por muchas cosas en la escuela secundaria, por tanto, si parece imbécil, es porque lo era, sólo un poquito"
- ¿Quién te pagó para que me hicieras esto, quién fue? ¿Puck? ¿Finn? ¿Sam? ¿Santana? ¿quién? – preguntó mirando hacia todos lados pensando que era una broma y alguien le estaba filmando.
- No es una broma mamá, yo existo – dijo él firmemente dando un pisotón fuerte con ambas manos en puño a cada lado de su cuerpito. Un gesto tan de Rachel, se hubiese dado cuenta ella si es que hubiera estado prestando atención, más todo el hecho de mamá, le había sacudido – soy tu hijo del futuro y vine a… - decía el nene mas Quinn se desmayó.
- Y ya te caíste mamá, mami dijo que esto ocurriría – dijo él arrodillándose a su lado.
- Hey, hey Quinn ¡ - gritó Rachel desde las gradas, preocupada corriendo a su alcance.
Kyle al verla venir, se fue corriendo, su mami no la tenía que ver todavía, no vaya a ser que estropee los planes, además que ella era la más perceptiva de ambas.
El pequeño corrió tras unas gradas y ahí se escondió para ver el desenlace, esperando que su mami no lo cogiera aún.
- Quinn, Quinn ¡ - gritó Rachel llegando hacia ella con Sam siguiéndola, Finn y Puck se habían ido al camerino, ni cuenta del desmayo de Quinn – Sam ayúdame – pidió ella y así se hizo, él la cargó a la enfermería con Rachel caminando a un lado.
- ¿Qué ha pasado? – preguntó la enfermera - ¿otro embarazo? – preguntó abriendo grandes los ojos – sí que son muchachos precoces.
- No, nada de eso, ¿nada de eso? – preguntó a Sam novio de turno de Quinn.
- ¿Qué? Noooooooo – soltó él negando con la cabeza – sólo me deja coger su mano y así no se puede embarazar a nadie, eso espero – soltó él pensativo, Rachel volteó los ojos dramáticamente, la enfermera asintió añadiendo – eso espero también.
- Pero usted es enfermera – observó Rachel.
- Y usted una alumna, no veo su proceso de racionamiento – dijo la enfermera y Rachel volvió a voltear los ojos.
- Ella estaba haciendo ejercicio, hablaba con un niño y después se desmayó, ya está.
- Ahhh agotamiento, eso debe ser – concluyó la enfermera felicitándose a sí misma por acertarle.
Sam asintió serio por la conclusión, Rachel abrió la boca con un gesto de "en serio ¿ese es su diagnóstico y es el mío, no el suyo"
- Déjenla reposar y estará bien – concluyó la enfermera retirándose, Sam asintió y se fue, Rachel se quedó un pelín más, con su pañuelo húmedo se puso a limpiar el sudor y la arena del rostro de Quinn qué había impactado en la pista.
A los minutos, Quinn empezó a reaccionar, a soltar los más bonitos ruiditos que Rachel presenció en mucho tiempo, pudiendo ser comparados sólo con esa vez que Beth nació y hacía unos gorgoteos de lo más adorables.
- Eh Quinn, despierta – susurró Rachel y como guiada por su voz, Quinn despertó entrecerrando los ojos primero por la luz, Rachel le bajó a tenue y no a superbrillante como estaba – te desmayaste.
- ¿Dónde está el niño? – preguntó Quinn mirando hacia todos lados.
- ¿Qué niño, el de la pista? – preguntó y Quinn asintió – no sé, él estaba en la pista y después ya no ¿por qué?
- No sé – replicó Quinn pensando si había imaginado toda esa interacción o fue real.
- Pareces un poco confundida – susurró Rachel acariciando su carita, riendo dulcemente cuando Quinn se apoyó en su tacto, como quién acaricia un gatito – eres adorable Quinn – afirmó Rachel muy sonrojada, Quinn igual de rojita asintió, ella sintiéndose muy feliz cuando estaba con Rachel.
- No me gusta pelear contigo, lo siento – se disculpó Quinn y Rachel asintió añadiendo – la boda igual va a pasar.
- Eres muy joven Rach.
- Es mi destino, Finn es todo para mí Quinn, quiero casarme con él.
- ¿Por qué no esperas? A tener más años, una carrera, una casa primero.
- Quinn quiero casarme con él y quiero, no, necesito que estés ahí por favor – rogó Rachel y tan azotada, aunque no lo sabía, era Quinn que terminó asintiendo.
- Iré a mi casa a cambiarme y los alcanzo – dijo sonriendo cuando Rachel asintió, dando unos saltitos y aplausos re adorables, Quinn se derritió de amor por ella, ese sentimiento le ganó a la aprehensión que sentía en el pecho.
- Debe de ser porque no estoy del todo de acuerdo – se dijo a sí misma.
Rachel muy feliz se retiró antes de mirar el abdomen de Quinn, cuadraditos aún se distinguían – bueno, bueno - soltó antes de irse sonrojada.
Quinn miró hacia su abdomen y luego a Rachel, sólo para sonreír como idiota al adivinar el porqué.
Después ella se retiró a su casa a por el vestido, Rachel se iba a casar a las 3pm en el juzgado de Lima en el centro.
Ella se montó en su carro, y apareció el nene a su lado sorprendiéndola – hola mamá – dijo un poco preocupado.
- Hey, mira chico, no soy tu mamá, ¿o bien me confundes con alguien o esto es una broma elaborada?
- Ninguna mamá, sólo vengo a pedirte que no uses el cinturón.
- ¿Qué?
- Pues que no lo uses, si lo usas te vas a hacer más daño al quedar atrapada en los fierros, no lo uses, confía en mí mamá, jamás te haría daño.
- Esto ya me está asustando chico, ya para – pidió volteando un segundo la cara, cuando giró a mirarlo el pequeño ya no estaba cerca de su carro.
- ¿Qué mierda? – se preguntó ella saliendo del carro para buscarlo – me debí haber golpeado la cabeza muy fuerte al desmayarme – pensó ella subiendo al auto, un mensaje de Rachel llegando.
- ¿Dónde estás? Ya va a empezar la ceremonia – decía el mensaje
- On my way – replicó Quinn subiéndose a su auto.
…
Nota:
- Esta historia tendrá 7 capítulos.
- #Always Faberry
- Déjame saber lo que piensas y si debo continuar con la historia.
