Shingeki no kyojin No me pertenece.

Claramente con el final del manga tenía que escribir algo, así que se vienen los spoilers después de aquí.

Ciclo de la vida

Eren pasa mucho tiempo de su vida (específicamente cuando todos los caminos se unen) entre el pasado y el futuro, a veces cuando solo pasa un segundo en la vida real, siente que ha pasado años viajando entre las memorias de los portadores del pasado como del futuro. Tiene mucho tiempo para revivir los momentos más preciados con sus amigos, tiene momentos para ver el posible final de su vida y las múltiples ramas posibles que pudo elegir, pero aun así sabe cuál será el destino. Entonces cuando llega el momento de su muerte, no se siente tan arrepentido como quisiera.

Claro que no quiere morir, el sueño de pasar un poco más de tiempo con Armin y Mikasa, tan solo unos segundos más, es suficiente para hacerlo tambalear. Todo en su vida siempre giro para conseguir sus objetivos, sus ambiciones, pero después solo importaba tener a sus amigos con vida en un futuro a salvo, incluso si eso costaba su vida, estaba bien, era un precio justo.

Pero no quería, no quería morir.

Entonces cuando vio como Mikasa estaba por degollarlo, solo cerro los ojos con triste melancolía, porque este era el final.

.

.

O al menos eso había pensado.

Cuando volvió abrir los ojos y descubrió que era un bebe nuevamente, sintió un gran ataque de pánico que le hizo llorar. Eren estaba completamente aterrado y para qué negarlo, cansado de su vida, así que la sola perspectiva de haber vuelto a ser un bebé y tener que revivir todo nuevamente, fue suficiente para sacarlo de orbita y hacerlo actuar como un bebé en toda su palabra. Solamente se calmó el ver nuevamente a su madre, antes de suspirar y aceptar con mucha reticencia, a hacer todo de nuevo.

Se sorprendió de la capacidad de su memoria, cada detalle aun grabado en su mente. Había pasado tanto en su vida que hubiera esperado que algunas cosas fueran borrosas, pero todas eran bastante claras en este. Pero eso no fue tan sorprendente como cuando descubrió, que no estaba nuevamente en su cuerpo de bebé con sus memorias, bueno, si era un bebé y si tenía sus recuerdos, pero algo era diferente.

Lo supo la primera vez que en su cuna vio como Zeke aparecía en su versión infantil, paralizándolo cuando este con su mono de peluche (un mono que le traía malas memorias) y sin lucir como el psicópata que sería en el futuro o que fue, también se sorprendió de verlo como un niño. Fue entonces cuando su padre apareció en la habitación para sacar al niño que no parecía molesto de ser apartado de él.

Algo está mal, algo cambio.

Eren pudo verlo día con día, pudo verlo cuando las cosas no eran como recordaba, los edificios en las calles eran diferentes, cuando no vio muros cuando sus padres lo sacaron de casa. Había muchos medios de transporte demasiado tecnológicos que no reconocía, palabras que no pudo comprender y una vida demasiado tranquila.

Entonces Eren supuso que no había vuelto a su cuerpo de niño, pero sus memorias también eran demasiado claras para parecer una mentira.

Joder.

Nunca nada era fácil en su vida.

.

.

La palabra rencarnación apareció en uno de sus libros cuando tenía cinco años, sus padres estaban algo preocupados de que fuera un niño tan serio. No le importo mucho, en esta nueva vida (que descubrió gracias a que aprendió a leer rápidamente) todo era tan sencillo, que parece un chiste en comparación a lo que tuvo que pasar antes. No existen murallas, no existen titanes y sobre todo no existe una guerra por sobrevivir. Vive en un país llamado Japón, a pesar que sus padres vienen de Alemania, ellos han comenzado aquí una nueva vida. También ha descubierto que su padre anteriormente estuvo casado en Alemania, pero como su esposa se murió, volvió a casarse, lo cual explica a Zeke a su alrededor tratándolo como un hermano menor.

Fue extraño, no estaba acostumbrado a tener familia, siempre habían sido Armin, Mikasa y él, si bien tuvo otros amigos, su familia eran ellos tres. Pero fue un cambio bueno, incluso aunque era un adulto por dentro, volver a sentir los brazos de su madre a su alrededor, le hace soltar leves suspiros mientras se deja cargar por esta.

¿Qué habrá pasado con sus amigos?

Suele preguntarse a menudo.

Ver a su padre sin problemas psicológicos o sin ser controlado por él (aún se siente algo culpable por ese echo), le hace parecer un buen hombre que ama a su esposa y que es un médico bastante reconocido. Su madre pasaría las tardes leyendo libros con él y explicándole cuando no comprende alguna cosa, Zeke siempre suele arrastrarlo para jugar con la pelota al aire libre y Eren siente que a veces esto es un sueño producto de su imaginación.

Tal vez su sueño se hizo realidad, un mundo libre, un mundo donde no está controlado por cadenas, un mundo donde pueda ser feliz.

Entonces en su primer año de escuela, cuando sus ojos chocan con un niño de cabello rubio, no puede más que quedarse inmóvil.

Todo es tan raro.

Pero correcto.

Cuando el niño rubio resulta ser intimidado por el resto de sus compañeros, por su extraño acento y venir de otro país, suspira antes de acercarse a este y extenderle una mano. Es jodidamente doloroso ver sus ojos esperanzados y la emoción de tener un amigo.

.

.

—Bueno en realidad no se mucho sobre el tema, pero hay leyendas y relatos en algunos libros antiguos, de un mundo en guerra, donde hablan sobre humanos gigantes y murallas—habla Armin emocionado en medio de un receso en la escuela.

Lo escucha atentamente.

Son amigos, nuevamente, como debe ser.

Sus padres y Zeke parecieron aliviados cuando una tarde llego de la escuela con Armin detrás de él, anunciando que tenía un amigo. No sabe si sentir molestia por la idea de que lo consideren antisocial, pero cuando conocen a Armin pueden entender porque son amigos (excluyendo que lo conoce de sus memorias de su vida pasada), ya que Armin en realidad es un chico muy inteligente capaz de seguir la mayoría de sus pensamientos. Además, Armin no le parece tan molesto como el resto de niños que su madre intento que fueran sus amigos.

Entonces habla con Armin sobre cualquier cosa, sobre todo del mundo en que viven. Fue cuando Armin comento sobre leyendas de gente gigante, sobre murallas que entiende definitivamente que ha vuelto a rencarnar en su mismo mundo, pero muchos años después de todo lo que paso. Eso no lo pudo haber visto en sus memorias, porque en esta época los titanes no existen, el mundo está en paz y aunque tiene sus dificultades, no son nada comparadas al pasado.

¿Cuántos años habrán pasado?

No tiene ni idea.

Vagamente pensó en que podría pensar Armin si le dijera la verdad de su interior, si le hablara sobre sus recuerdos, sobre que lo conoce.

Pero no le dijo nada.

De reojo noto que Armin hablaba sobre sus padres que eran inventores y sobre su abuelo, como su vida parece tan feliz y diferente a lo que recuerda, que solo puede sonreír vagamente a su lado. Ambos viendo al cielo en la tarde despejada, sintió la necesidad de acostarse en el árbol cerca de donde viven.

No viven en el centro de Tokio (donde sabe que todo es incluso más tecnológico que aquí) viven en una región bastante rural que le recuerda un poco a su anterior vida.

—Titanes y murallas, debió ser una vida bastante complicada—musita Eren buscando alguna señal de que Armin también recordaba su vida pasada.

Pero incluso cuando hizo algunos comentarios extraños, Armin nunca reacciono como si recordara nada, solo actuó como un niño de 7 años normal e incluso algo infantil para lo que recuerda. No se enojó, ya que en realidad le agrada este Armin que no debe cargar con el peso de sus acciones, solo es un niño.

Solo un niño.

.

.

No había estado esperado para ver a Mikasa, es el pensamiento de Eren cuando su padre aparece una tarde con la niña a su lado. Su rostro se transforma a un semblante de horror al verla con la mejilla sangrienta y con sus pies descalzos, su madre corre rápidamente a la niña que se aleja antes que llegue a tocarla y algo dentro de Eren crece repleto de oscuridad. En este tiempo matar no es algo mucho más sencillo que en su vida anterior, todo lo contrario, muchas más leyes y problemas, pero eso no elimina que dentro de su ser en su anterior vida fuera un genocida con tal de salvar a sus amigos, entre ellos a Mikasa.

Verla herida, despertó uno de sus más grandes instintos y sintió el deseo de arrancarle el cuello a alguien.

Escucha vagamente a su padre comentar que cuando recibió un llamado de la policía, descubrió que la niña había sido secuestrada (tan similar en su vida pasada que quiso vomitar por no haberlo pensado), mientras su padre había estado muerto y su madre fue violada frente a ella. Un vecino había podido ayudar a la niña y los bandidos habían escapado, dejando a la niña que casi sufrió el mismo destino que su madre, pero se había salvado por muy poco.

Eren puede ver como sus brazos tienen marcas de agarres, al igual que su cuello, que le hacen ver todo rojo. A su lado Zeke quien está por cumplir los 19 años, debe sujetarlo algo incrédulo cuando él ha comenzado a gruñir, sus padres también dejan de hablar para verlo preocupado, pero él se zafa del agarre de Zeke violentamente para caminar donde Mikasa. Los ojos sin vida de esta, le hacen sentir algo dentro de él ardiendo por venganza, por deseo de acabar con quien le hubiera hecho daño a la niña.

Toco la bufanda en su cuello, que había usado desde que su madre la tejió para él el año pasado por su insistencia, tal vez desde entonces con el deseo de volver a ver a Mikasa una vez más. Entonces la quito de su cuello y la rodeo en el de la niña con cuidado de no tocarle, viendo como sus grandes ojos brillantes lo veía casi al borde del llanto.

Si, deseaba matar a alguien en este momento.

—Hace frio, debes tener hambre—dice tomándola de la muñeca para obligarle a entrar por completo a la casa.

De reojo ve como la niña toca su bufanda con lágrimas que se niega a derramar, antes de encogerse un poco en ella y seguirle como recuerda. Desea destruir a quien quiera que le hiciera daño, pero sabe que no será posible, no en esta vida al menos, no en este cuerpo, porque no sería tan fácil de salir con la suya. Aun así mientras la ve seguirle como un pequeño pollito con su madre, no puede evitar que sus ojos se vuelvan algo más suaves cuando ve la bufanda en el cuello de esta.

Donde siempre debe estar.

.

.

Eren se sorprende de su propia torpeza frente a Mikasa, lo cual lo hace sentir avergonzado, ya que es un adulto en el cuerpo de un niño. Su padre como se esperaba, movió rápidamente sus hilos para convertirse en el tutor legal de la niña, que ahora no tiene familia biológica. Entonces Mikasa se vuelve un miembro oficial de la familia e incluso tiene una habitación al final del pasillo para esta. Mikasa es bastante seria, lejana y madura para su edad, como alguien que pasa un evento traumático, pero al mismo tiempo se pega a él de forma automática todo el tiempo, excepto cuando ayuda a su madre en la casa.

Es casi como recuerda y es doloroso, pero al mismo tiempo es cálido verla hacer pequeñas cosas, al mismo tiempo que ve a Armin con un libro. Ambos, Armin y Mikasa se hacen amigos gracias a él, volviendo a formar el trio al cual estaba acostumbrado, pero aun así es diferente.

Es diferente porque no es un niño.

Es diferente porque esto es lo que tanto había querido, volver estar al lado de ambos sin preocupaciones, parece tan bueno que le da miedo de despertar y que todo sea un sueño antes del final.

Pero no lo es.

Aun así, es torpe frente a Mikasa, incluso como adulto, se siente avergonzado de algunas cosas que ella hace o lo que ella representa. Cuando estaba en su anterior vida, incluso cuando poco a poco fue consciente de sus sentimientos por su amiga (incluso con los titanes en su vida, no pudo negar sus sentimientos por esta cuando a los 14 años no dejaba de intentar que le viera como un hombre) nunca hizo nada, entonces cuando desesperadamente quiso que ella por fin lo viera de esa forma, ya era demasiado tarde para poner un pie atrás.

Ahora eso no era necesario, pero eran niños, niños de 10 años.

Era desesperante tener sentimientos tan fuertes por su mejor amiga, porque esos sentimientos pasaron de su antigua vida y solamente crecían con cada acción de la niña. Entonces a pesar de tener la mente de un adulto, también tiene el cuerpo torpe de un niño de 10 años, que le hace actuar estúpido cuando la niña toma asiento a su lado.

Se sonroja por el amor a un Dios.

Se sonroja como un crio, lo cual tiene sentido, porque es un crio, pero no es menos vergonzoso. Está completamente seguro que Armin, Zeke y sus padres están al tanto de sus sentimientos, por las miradas divertidas que ve que le lanzan en ocasiones o como en alguna ocasión su hermano mayor literalmente lo empujo a los brazos de Mikasa (que sigue siendo extremadamente fuerte en esta vida también) y estuvo a un paso de convertirse en hijo único por matar a su hermano.

Bueno tendría que aprender a vivir con esos sentimientos por ahora, eran demasiado jóvenes, demasiado.

—Toma Eren debes comer—dice Mikasa colocando tranquilamente el paquete de galletas en sus manos, como si fuera un niño.

Lo cual era.

Pero.

Eren solo pudo suspirar algo resignado a ser tratado como un hermano menor por ella por el momento. Le dio un gracias a la chica que asintió antes de sentarse a su lado y no pudo evitar pensar que se veía bastante bonita con el cabello largo ahora, aunque también lo era con el cabello corto.

Fulmino con la mirada a uno de los niños del vecindario que veía como enamorado a Mikasa, haciendo que este saliera corriendo por su aura asesina.

Si bueno, él siempre fue egoísta en lo que a Mikasa y Armin se respecta.

Al otro lado escucho a Armin reírse divertido por su anterior acción, le ignoro por su salud mental.

.

.

Ser adolecente estaba siendo considerado peor que ser un niño, lo único bueno fue cuando cumplió trece años y al entrar a su salón, muchos rostros conocidos le saludaron. Incluso cuando era considerado alguien indiferente y antisocial, fue bueno ver rostros como los de Jean y Connie, también sintió algo dentro moverse inquieto cuando vio a una Sasha comiendo en medio del salón de clases. Crecer no era tan difícil como recordaba, en esta nueva vida no debe luchar por conseguir algo de comer, no debe pensar en donde dormir o que deparara el futuro, no hay venganzas que planear y un mundo por descubrir.

Armin se sienta a su lado como de costumbre en el salón de clases y Mikasa se sienta delante de forma recia, ignorando de forma olímpica a Annie a su lado, no es que hubiera esperado nada diferente de ambas, incluso cuando en su anterior vida parece que al final hicieron las pases, era un largo camino en este mundo.

Pero fue reconfortante, en alguna parte de él, volverlos a ver. Sus personalidades no habían cambiado mucho, sus amigos siguen riendo y haciendo tonterías que puede reconocer, la mayoría de ellos tienen a sus familias a excepción de Ymir que vive en un orfanato o de Christa que sigue manteniendo ese nombre en lugar de Historia. Pero todos parecen reír como jóvenes, sin el peso del mundo en sus hombros.

Es bueno.

Incluso cuando sabe que en su anterior vida la mayoría de sus amigos tuvieron un buen futuro, verlos nuevamente disfrutando de su entorno como jóvenes sin preocupaciones, aliviaba un poco el peso de su alma.

Se sentía bien.

—¿No vienes Eren? —pregunta Armin muy emocionado de ir a su club de ajedrez, al tiempo que a su lado esta Mikasa lista para ir a su club de artes marciales.

Si bien le hubiera gustado la idea de algún club deportivo de mayor impacto, se ha negado a entrar a cualquiera. Es un guerrero y un asesino, si cierra los ojos puede recordar cada una de sus batallas en su vida pasada como si estuviera viviéndolas. Temía que, si entraba en alguna batalla, se dejara llevar por sus recuerdos de supervivencia y terminara matando a alguien. Este mundo donde no era necesario la lucha, era algo confuso para su persona, acostumbrado a luchar hasta el final con puños y garras con tal de un día más de vida.

Entonces el club de historia le intereso, para averiguar más del pasado y saber que había sucedido en los años anteriores, donde sus vidas ahora son leyendas que nadie recuerda o cree.

Detiene sus pasos cuando Jean aparece frente a él, luciendo claramente incómodo y con su cara de caballo, que le hizo suspirar. Había notado que últimamente parece molesto con su persona y no le tomo mucho averiguar que es por Mikasa, en esta vida parece que no fue el único que volvió a caer por su amiga y era claro que Jean estaba molesto de su cercanía.

Igual que antes.

Era incluso nostálgico verlo sujetar su cuello con molestia.

—Oe Eren, no olvides lo que tenemos pendientes—comenta Jean ignorando que están en la mitad del salón, aprovechando que el profesor se ha marchado.

Era bueno, ver nuevamente a Keith como su profesor, era un recordatorio turbio del hombre que lo había entrenado en su vida pasada.

Ignoro a Jean incluso cuando lo sujetaba por el cuello.

Alrededor vio como Connie parecía molesto diciéndole a su amigo que se detuviera, mientras Sasha estaba ahí con un poco de pan en la boca y Reiner parecía dudando entre intervenir o no. La falta de su respuesta hizo crispar a Jean quien apretó un poco el agarre de su cuello, pero aun sin lastimarlo realmente, solo luciendo molesto.

Se apartó la mano de un manotazo, casi aburrido por la falta de acción, decepcionante.

—Vamos Mikasa—comento ignorando a Jean listo para salir.

El chico había estado toda la semana molesto desde que Mikasa había llegado al salón con el cabello corto, no entendía porque, para Eren ella seguía viéndose igual de bonita con el cabello corto como largo. Había comentado sobre que su cabello probablemente debía molestarle en su entrenamiento de forma casual, solo para verla nuevamente horas después con el cabello corto cortesía de su madre.

Le había parecido nostálgico la acción tan apresurada, pero no comento nada.

Cuando Jean se enteró sobre el hecho, parecía hervir y querer pegarle por algún motivo, que no tenía sentido. Era tan volátil y hormonal, que le hizo extrañar un poco al Jean que había conocido casi al final de su vida, un hombre diferente y bastante serio en muchas cosas, pero que había ayudado a guiar a sus amigos todo el tiempo.

De reojo noto a Marco que parecía incluso a punto de entrometerse por su amigo.

No fue necesario, cuando este puso una mano en su hombro, su cuerpo se movió por instinto. Sus movimientos eran instintivos, su cuerpo se giró en un movimiento que recordaba haber hecho tantas veces antes, para hacer a Jean volar con facilidad sobre su cuerpo y caer de espaldas al suelo. Todos en el salón soltaron jadeos entre horrorizados y sorprendidos, pero no hizo ningún movimiento.

Desde el suelo Jean parecía adolorido, pero en una rápida inspección y el recuerdo de sus movimientos, sabe que no está herido de gravedad o con algún brazo dislocado.

Este le da una mirada de muerte, él lo ignora por salir fuera del salón con la mochila en su espalda con Mikasa a su lado que no parece perturbada, en cambio Armin debe apresurarse a seguirlos luciendo bastante sorprendido.

—No apruebo esa conducta, pero fue un buen movimiento ahí atrás, tal vez deberías reconsiderar el comentario de tu hermano mayor y unirte algún club de artes marciales—comento rápidamente Armin a su lado viéndolo con grandes ojos emocionados.

Siempre parecía emocionado de su talento por las luchas. Para su desgracia en esta vida Mikasa sigue teniendo una mejor destreza en su cuerpo y fuerza que ambos, aunque no tanta para ser considerada un súper soldado como en su vida pasada, probablemente porque en su sangre no debe quedar muchos rastros de los experimentos. Aun así, en esta vida él ha podido ayudar a defender a Armin o él mismo en varias ocasiones, los recuerdos de sus luchas aun presentes lo guían.

Hace un tarareo de haber escuchado la oración, pero sin indicios de dar una respuesta necesaria.

No lo haría.

Punto final.

—Parece ser que le desagradas a Jean—comenta ahora Mikasa viéndolo de reojo, pero le ignora para formar una mueca en su rostro.

—Él está enamorado de ti, claramente me odia por que pasamos mucho tiempo juntos—musita con ambas manos en sus bolsillos.

—Bueno yo también paso tiempo con Mikasa y a mi claramente no me odia, incluso hablamos sobre la tarea todo el tiempo—comenta Armin con tranquilidad a su lado.

Bueno, eso es cierto, Eren sabe porque Jean lo odia. Todos parecen estar de acuerdo de sus sentimientos por Mikasa, incluso cuando nunca lo dijo en voz alta o incluso cuando se aleja de todos de forma notoria (excepto por Armin y Mikasa), lo cual le hace bufar por bajo. La sensación de que todos sepan sobre sus sentimientos es molesta, pero en su anterior vida Armin también parece que siempre lo supo, aunque también tenían muchos más problemas entonces.

Ahora no es que lo niegue, nunca ha negado sus sentimientos por Mikasa, pero tampoco los ha alimentado con palabras o expresiones.

Además, Mikasa sigue diciendo…

—Eren y Armin son mi familia, me molesta que se metan con ustedes—comenta la chica con rostro molesto, haciendo a Armin reír nerviosamente y a él suspirar aburrido.

Odiaba esa palabra.

Bueno no, pero sí.

Toda su anterior vida había vivido bajo la sombra de la palabra familia de Mikasa, tan molesto como sonaba, odiaba esa palabra que sabe lo significa todo para Mikasa, quien lo ha perdido todo nuevamente y se ha aferrado a ellos como su segunda familia. No puede culparla, la entiende, pero al mismo tiempo aborrece por eso mismo, porque la entiende bien y acepta que lo diga. Nuevamente debe vivir en ese recordatorio constante de que no es su hermano menor a quien proteger, que es un chico que puede valerse por sí mismo, incluso en esta vida que puede defenderse mejor y no ser tan emocional de lanzarse a las batallas, Mikasa sigue denominándolo como familia.

No es que no quiera a Mikasa como una familia, claro que es una de las personas más importantes para él, pero el termino familia de ambos es diferente.

Mikasa lo ve como un hermano, incluso cuando presiente que tiene sentimientos por él como antes, mientras que él la ve como el futuro a su lado en este mundo.

Si resulta que esto no es un sueño, la quiere a su lado.

Pero ella sigue usando esa palabra.

Molestia.

—Puedo defenderme solo—señala de forma tranquila, haciendo que Mikasa se encoja en su lugar y Armin le dé una mirada preocupada, lo ve directamente a los ojos—aun así Armin sería de gran utilidad que idearas un plan por si Jean habla con algún profesor, no puedo llevar otra llamada de atención a casa—le solicita con amabilidad, pero al mismo tiempo temor de su madre.

La última vez no había estado feliz.

Se escalofrió al pensarlo.

—No creo que Jean diga algo, su orgullo o Marco no lo dejarían—expresa este con diversión.

Tiene un punto.

.

.

Llegar a los 16 años no es tan malo, aún sigue siendo algo pequeño para su gusto, pero cuando se ve en el espejo, se reconoce mejor que en sus anteriores años de vida. A pesar que sabe que ha pasado demasiado tiempo y que no puede convertirse en Titán (en los primeros años de vida no ha dejado de morderse para intentarlo), tiene miedo cada mañana que, al despertar, todo esto sea un sueño. Pero cada vez es menos el miedo, cada vez todo parece más claro y su vida parece acomodarse a su alrededor. No todo es fácil, pero en comparación a su vida pasada, cada problema parece resolverse con mayor facilidad y sin involucrar tantas muertes.

Lo cual es bastante bueno desde su perspectiva.

O eso pensó hasta que llegaron a la pubertad y ahora debe luchar con Armin viendo de reojo a Annie, frustrante.

Su amigo es un idiota enamorado.

Lo peor es que compite por la atención de la rubia (de forma inconsciente) con Bertolt por la atención de una indiferente Annie. No está seguro cual faceta de su vida prefiere, si la de torpes e ingenuos niños, o la de problemáticos y hormonales adolecentes.

Eren no es como los adolescentes normales, nunca lo ha sido, siempre ha vivido de manera tranquila y alejada de todos, con los recuerdos de su anterior vida. Claro que se ha ganado una gran cantidad de problemas y luchas a lo largo de su vida, tampoco es que pueda controlarse del todo, pero para él no tienen mucha importancia. En general se comporta bien para complacer a sus padres y aunque no está seguro de que quiere estudiar en su vida adulta, por ahora está bien con el pasar de los días.

Cada día parece un pequeño regalo que no pensó que tendría.

Una nueva oportunidad.

—Deja de pensarlo tanto Armin, te gusta Annie y estas celoso—corto a su amigo mientras los tres descansaban en el parque cerca de su casa, había estado escuchando a su amigo despotricar sobre algo que paso con Bertolt y Annie, que se había cansado de no decir nada.

El chico rubio giro a verlo con grandes ojos atormentado, como si no creyera esa posibilidad.

Lo ignoro con un bostezo.

Por la forma en que Mikasa sigue comiendo su emparedado, supone que debe haber conocido también los sentimientos de su amigo rubio desde antes, lo cual está bien, no es un secreto para la mayoría de personas. Lo cual provoca que Armin comience a decir cosas sin sentido, antes de ponerse de pie gritando que debe traer más bebidas por el calor que hace, una excusa bastante pobre para el chico tan inteligente, antes de desaparecer de la vista.

Suspira.

Tal vez lo llevo un poco al borde, pero estaba algo cansado que este no aceptara sus sentimientos. Su suspiro atrajo la mirada de Mikasa, quien parece imperturbable como siempre, lo que lo hace ver en la dirección que tomo Armin de manera algo exasperada.

—No entiendo porque se preocupan tanto por el amor o el gusto, es algo normal de la vida de un ser humano, querer alguien con quien pasar el resto de su vida—explica con calma acostado aun contra el árbol, sintiendo la similitud de cuando lo hizo en su vida pasada.

La vista no era la misma, pero este árbol le recordaba mucho aquel.

—No espere que pensaras de esa forma, siempre pareces alejado de los demás—admite Mikasa con confianza, mientras sujeta levemente la bufanda alrededor de su cuello.

Ve un momento la bufanda antes de ver a la cima del árbol, el viento mueve sus ramas de forma bastante relajante.

No, Eren no había pensado eso en su vida pasada, hasta que ya fue mucho mayor y cuando conquistaron los muros, había estado tan preocupado por su venganza y mantener a todos con vida, que la idea de una pareja parece bastante lejana en ese entonces. Lamentablemente para él, ahora con una vida más relajada, bastante tiempo libre y además un cuerpo hormonal, no se sorprende de las veces que ha despertado algunas noches con un sueño muy subido de tono.

Había tenido en su vida pasada, pero siempre tuvo su propósito por el cual luchar.

Ahora.

Era simplemente incómodo.

Ser un adolecente de nuevo era muy incómodo en es parte de su vida.

—Lo pienso—dice en voz baja ahora bajando la mirada, recordando sus últimos minutos de la batalla en su vida pasada contra Mikasa—pienso en cuando sea mayor, pienso en tener a una persona a mi lado, tener una familia…vivir una vida tranquila y lejos de todos—habla ahora con una leve sonrisa, ante los recuerdos que Mikasa y él compartieron en su última vida pasada.

Una vida de lo que pudo ser, pero no fue.

Una vida que quiso entonces y no se le permitió.

—Ya veo—dice Mikasa con algo de amargura viendo a otro lado, le ve de reojo antes de suspirar sin creer que, de todas las personas, la única que no sepa de sus sentimientos sea la chica por los cual los tiene.

Irónico.

Deja su posición tranquila para acostarse en el suelo, con su cabeza en el regazo de Mikasa. Puede ver los ojos de esta lucir inusualmente sorprendidos, mientras que él admira por unos momentos la tranquilidad de su nueva posición y la calidez contra su cabeza.

Si.

Probablemente esta va ser su nueva posición favorita en su vida.

Tan cómodo.

Una parte dentro de él, añora y maldice el no haberlo hecho en su vida pasada, pero como mucho en su vida entiende que no hay arrepentimientos que valgan por algo que no puede cambiar, ahora solo puede disfrutar. Cierra levemente los ojos disfrutando de la brisa contra su rostro, la sensación de paz y tranquilidad que tiene alrededor de Mikasa. Ya saben, la sensación de que no va aparecer un titán de la nada y destruirlo todo, de nuevo.

No hay necesidad de luchar más.

—Tan cálido—susurra casi al borde del sueño.

Entonces una mano se posa en su cabeza, acariciando levemente su cabello, haciéndolo que abra un ojo de forma algo aburrida y disfrutando de que Mikasa ha comenzado acariciar su cabeza con un adorable sonrojo en sus mejillas. Está bien, es correcto, ella está aquí para él. No sabe si en su vida pasada ella había elegido a otro chico, si alguna vez llego a olvidarle, pero no puede importarle menos, porque ahora está aquí con él y es egoísta.

Egoísta porque la quiere solo para él.

En esta vida no puede dejarla.

Con una de sus manos toma la otra mano de Mikasa que había estado en uno de sus costados inertes, haciendo que esta parezca sorprendida incluso más cuando entrelazada sus dedos con los suyos. Aun así, no deja de acariciar su cabellera y no puede estar más feliz por ese simple detalle. Admira un poco la mano de la chica, que es bastante suave a pesar que practica todo el tiempo artes marciales, apreciando lo pequeña que parece entre las suyas.

Si.

Eso se siente bien.

—Sí, esto es lo que quería, estar así para siempre—musita cerrando los ojos nuevamente y disfrutando de la calidez del momento.

Y sonríe.

Porque este es el ciclo de su siguiente vida y le encanta.

Fin

Espero les gustara.

Dios este final ha roto mi corazón de mil formas y no puedo dejar de escribir por aquello que mi interior no deja de gritar que necesitábamos.

Nota:

Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi página en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime, manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.

Sayonara sexys lectores.