-No puedo creerlo, lo pierdo de vista un momento y decide meterse quién sabe dónde-. La celebración era justamente por él, por su regreso, aunque en realidad todos ya habían pasado el límite de alcohol que les permitiera recordar porqué estaban festejando. Incluso él ya se sentía un poco ebrio.

-¡Laxus! Por Mavis, ahí estás, ¿necesitas ayuda?-Solo está recargado pero no parece verse bien. Se de sobra que tiene resistencia al alcohol pero lo veo un poco… ¿decaído?

–No necesitabas buscarme, regresa con los demás-

-Los demás estarán bien, anda te acompaño a casa- Intenté acercarme pero se dio la vuelta dispuesto a irse. Y me hubiera quedado ahí si no fuera porque enseguida trastabilló y por poco cae al suelo.

-No seas necio, no me cuesta nada- Dije pasando uno de sus brazos por mis hombros y sujetándolo de la cintura, puede que no sea capaz de cargar con su cuerpo totalmente, pero al menos podía darle estabilidad. No pude evitar disfrutar más de la cuenta de la sensación de su "abrazo", lo había extrañado tanto y ahora tenerlo así... diablos, solo yo me emociono por cosas como estas. Bueno, al menos terminó cediendo, está más borracho de lo que aparentaba. Caminamos hasta su casa, sacó sus llaves, pero al no poderlas introducir adecuadamente en la cerradura me vi en la necesidad de abrir, y pasarlo hasta su sala.

-Bien, llegamos, sabes, te vi un poco ausente y me gustaría hablar de eso, pero lo mejor será que te deje descansar-. Me preocupa que aún se sienta culpable por lo del festival o peor aún que no se sienta bienvenido. Sin embargo no creo poder exigirle una conversación tan seria en ese estado. Lo mejor será esperar a mañana. Me disponía a irme así que giré sobre mí mismo cuando…

-Freed-. Maldición, esa forma de pronunciar mi nombre me había hecho respingar y detenerme al instante.

-¿Qué sucede?- Volteé de nuevo hacia el sofá para ver qué se le ofrecía pero ya no se encontraba allí, estaba mucho más cerca, demasiado cerca.

-Mhmm- ¿Qué rayos estaba pasando? Laxus, él… ¡¿Laxus me está besando?! Debido a mi sorpresa abrí un poco mis labios y no dudó en introducir su lengua en mi descuido, no solo eso, ya tenía una de sus grandes manos en mi nuca y la otra sosteniendo firmemente mis caderas. –Uhmm- No pude evitar gemir cuando me acercó más a su cuerpo y empezó a ¡¿masajear mi trasero?!, debo parar esto. Definitivamente no está bien, Laxus no está consciente de lo que hace y si no pongo un alto ahora mismo, no seré yo el único lastimado, ¿con qué cara lo vería mañana?, ¿seguiría siendo mi amigo? ¿Seguiría confiando en mí? Corté el beso e intenté poner distancia con mis brazos sobre su pecho pero no me esperaba lo que diría a continuación.

-Freed, te necesito-… diablos, su voz ronca y la mirada de deseo mezclado con ternura con la que lo dijo mientras acariciaba mi mejilla, me desconectó de mi parte racional en ese momento, y bueno, el que me haya hecho "sentir" su dura necesidad abultada en sus pantalones no me ayudaría a recuperarme. Tal vez, solo tal vez no pase nada si me dejo llevar por mis instintos al menos por esta ocasión, quiero disfrutarlo. Joder, sabía que me arrepentiría después, pero podría consolarme la idea de que en la mañana no se acordara de nada. En verdad yo también lo necesitaba, deseaba dejar que hiciera lo que quisiera conmigo. Al fin y al cabo ese siempre había sido mi cometido.

-Esta bien, haz lo que quieras, estaré bien con eso- Le dije sonriendo pícaramente para después besarlo con desenfreno.

Ágilmente quitó mi abrigo del camino y empezó a desabotonar mi camisa mientras repartía besos lascivos sobre mi cuello. No supe en qué momento pero su ropa también comenzaba a desaparecer, pude pasar mis dedos sobre su bien esculpido torso, tomé su rostro entre mis manos y volví a besarlo, a morderlo. Este hombre me volvía loco pero por eso mismo debía disfrutarlo, si al final esta noche quedaría en el olvido, al menos haré que valga la pena, iba a matarlo del placer. Lo empujé hasta su sofá e hice que se sentara para empezar a desabrochar sus pantalones. De verdad me alegro de haber bebido lo suficiente como para atreverme a ser tan osado, si no estaría muerto de la vergüenza al mostrarme tan impaciente. Me causó gracia ver un rastro de asombro en su perfecto rostro mientras yo me arrodillaba en el suelo entre sus piernas para terminar de bajar su bóxer y liberar su erección.

Magnífico, así como todo de él, era más grande de lo que había imaginado, en definitiva no sería tarea sencilla pero al diablo con eso, la vista que tenía justo ahora, su imponente polla frente a mi rostro con él de fondo mirándome, esperando ansioso a que continuara con mi travesura, hacía que mi propia erección palpitara de la excitación. Empecé a lamerlo desde la base y me encantó sentir como se tensaba, paseaba mi lengua por toda su longitud para después juguetear con su glande, lo masturbé un poco más antes de meterlo todo a mi boca, o bueno, en realidad la parte que cabía. Mi cabeza subía y bajaba mientras él acariciaba mi cabello, y yo estaba disfrutando enteramente de cada gruñido contenido que emitía, saber que lo estaba haciendo disfrutar me llenaba de sobremanera.

Empezó a aplicar más fuerza sobre mi cabeza, mi mandíbula ya estaba algo adolorida pero sé que estaba a punto de terminar, cuando de repente hizo que me detuviera, creo que algo le molestó. –Freed, ya basta, no voy a dejar que termine así-, diciendo esto me levantó del suelo con suma facilidad, me subió a su hombro y me arrojó a su cama. No pude evitar sonrojarme por sentirme expuesto tan de repente, pero no me dio ni tiempo para pensar cuando empezó a tocarme, besaba mi pecho, mi abdomen, grité un poco cuando pellizcó mis pezones pero la sonrisa que me dio a cambio era más que suficiente. Desabrochó mis pantalones y al final consiguió que ambos estuviéramos desnudos. Me avergoncé demasiado cuando se detuvo a mirarme desde arriba. -¿Qué estás mirando?- En definitiva no era yo esa noche. –A ti, eres hermoso- Sentí como mi sangre se aglomeraba por todo mis rostro pero enseguida sentí también sus dedos dentro de mi boca. –Mójalos, rápido-, luego de cumplir con su orden empezó a introducirlos uno por uno por mi entrada mientras volvía a besarme y a acariciar mi pelo con su otra mano. Parecía tan consciente de lo que hacía, sin embargo el sabor a alcohol me recordaba que estábamos en medio de un arrebato. –¡Ah, Laxus!-el tercer dedo había dolido. –Tranquilo, con esto debería bastar, pero aún te noto bastante tenso-, -Ah, es porque… tus dedos… ah, no son cualquier cosa-, -Tendré que acelerarlo-, -¿Qué? ¿a qué te refie…? AHH, No espera, Laxus, no lo hag…Mhmmm- Había levantado mis piernas hasta mis hombros y comenzó a lamer mi entrada, maldición no puedo evitar temblar ante la sensación. –Ahh, ahhm, mhmm- Mordí mi mano pero aún podía escucharme, mis ojos empezaron nublarse, estaba a punto de correrme, pero el muy sádico no me dejó. –Ahh, ahh- mi respiración estaba muy agitada, pero estaba molesto, lo vi con cara de pocos amigos, pero en eso entró con una profunda estocada. -AHHH-, -Ahí tienes tu corrida- Dijo para comenzar a moverse.

No había podido recuperarme, estaba temblando todavpia pero él no dejaba de moverse, sentía su pene abriéndose paso una y otra vez, cada vez más profundo; ahí pude darme cuenta de todo lo que había estado conteniéndose. Me penetraba con fiereza, mientras amasaba mi trasero. –Joder, me aprietas tan bien- Salió completamente haciéndome jadear de la desesperación, pero no duró mucho, me dio la vuelta y levantó mis caderas para volver a entrar en esa posición. –Nnahh, ¡Laxus!- Estaba haciendo un completo desastre de mí, solo podía gemir y gritar con mi rostro entre las sábanas. Aumentó la velocidad y la profundidad lo había hecho con el cambio de posición, ya no sabía cómo iba a terminar, me estaba ahogando de placer, ya no podía aguantar mucho más. –Laxus, yo… ahh, ya no…- Decía llorando. –Yo también estoy cerca- Siguió golpeando y jaló mis brazos hacia atrás levantándome sobre la cama, más rápido, más duro, frenéticamente. –¡Mmhgn!- Derramó todo dentro de mí. Yo quedé en blanco luego de tremendo orgasmo, todo mi cuerpo se estremecía y me dejó caer nuevamente sobre la cama para salir y repartir besos por mi espalda mientras se recostaba a mi lado. Si él olvidaba esta noche, yo por el contrario, jamás lo haría.

Odié volver a ser consciente de mi cuerpo y de donde me encontraba, aún no terminaba de amanecer pero debía esfumarme de ahí lo antes posible, y así lo haría si no fuera por el brazo sobre mi cintura. –Ok, solo lo retiraré lentamente-Vaya fue más sencillo de lo que creí. Comencé a salir de las sábanas cuando… -¿A dónde vas?- No puede ser, me quedé estático. No sabía cómo responder. – ¿No dirás nada?-, -Laxus tú,… bueno yo-. –Si quieres irte hazlo, pero tendrás que olvidarte de todo lo de anoche y de nuestra amistad, ¿es eso lo que quieres?- ¿Qué está diciendo? Volteé furioso para encararlo. -¡Eso es justamente lo que trato de proteger! ¿Enserio crees que me gustaría simplemente irme y hacer como que nada ha pasado? Te amo Laxus, pero siempre he antepuesto nuestra amistad. Está bien si solo yo salgo afectado, pero esto también afecta al equipo, a Ever, a Bickslow, tu abuelo, te afecta a ti- Terminé bajando la mirada, no pude seguir viéndolo a la cara. -Repítelo-, -¿Qué?, que… todo esto te afecta-, -Ja ja, eso no, repite que me amas-. -¡¿QUEE?!, yo no…- Demonios, ¿en qué momento lo dije?, no sabía dónde meterme en ese momento. Se acercó velozmente a mí para darme un beso y sonreírme tiernamente. -¿Y tú enserio crees que a mí me afecta que sepan de lo nuestro?-, -¿Lo nuestro?-Ahora sí no estaba razonando en absoluto. –Sí, lo nuestro. Yo también te amo Freed. En la taberna anoche estaba un tanto disperso pensando en que no podía decírtelo, me sentía aún culpable de haber defraudado la imagen que tenías de mí-. –Jamás pensaría eso, Laxus-, -Lo sé, y me lo demostraste anoche, el hacer todo ese tipo de cosas y gemir de esa manera a pesar de ser tan correcto-, maldición, solo se está burlando. –Ja ja, tranquilo, fue increíble-. –Pero entonces, ¿qué va a suceder?-, -Nada, se irán enterando de a poco, tal vez se asombren al principio, pero terminarán por acostumbrarse, además, el viejo, Ever, Bickslow, todos, lo único que quieren es vernos felices. A menos que quieras que hagamos un anuncio oficial a todo el gremio, tampoco tengo problema con eso-, -¡No! No, no. No hace falta. Es solo que todo esto… es demasiado bueno- Le dije sonriendo. –Lo sé, por eso ahora descansa, que no te dejaré ir en todo el día- Sentenció mientras me pegaba más a él para abrazarme y cerrar sus ojos.