Nota: Pasó que me enamoré de ellos también, ups.


¿Por qué siempre tenía que escuchar sobre Omegas sometiéndose al Alfa? Sí, sí, ya sabía que se estaba luchando por los derechos y más oportunidades para los Omegas y Betas hoy en día; pero aunque la diferencia de antes y después se notara, siempre iba a prevalecer lo antes mencionado.

Tal vez no en público, pero sí en lo privado. En las sombras como un secreto.

Y es así que Kento Nanami se pregunta a sí mismo: ¿Por qué él debería someterse sólo porque su pareja fuese un Alfa?

Que se jodan, fue lo que pensó mientras bufaba. Terminando de pasar los documentos a la computadora.

Los Betas eran considerados casi humanos, pues los Alfas no podían marcarlos o enlazarse como con los Omegas. Ellos no tenían por así decirlo, un celo como Alfas y Omegas; no se veían afectados por las feromonas que los Omegas o Alfas soltaran, y eran casi inmunes a la Voz de comando de los Alfas.

En sí, los Betas eran un punto neutro. Aun así, ellos todavía podían juntarse o emparentarse ya sea con Alfas, Omegas y otros Betas; aunque eran más comunes las parejas Alfa-Omega, y las parejas tabú eran del tipo Omega-Omega o Alfa-Alfa.

En fin, temas en los cuales no planeaba meterse.

Pero… Había un ligero detalle. Y es que él, no era un Omega sino un Beta.

Y he ahí el dilema: Seas Beta u Omega, ¿Estabas obligado a someterte al Alfa?

Entendía que un Alfa mayormente, fuese más fuerte y la cabeza de familia. Así la sociedad lo había dictado, pues era en parte biológico que el Alfa tuviese ese instinto protector con su familia y su pareja… Eso lo entendía y lo comprendía. Sólo que… Lo que le molestaba, es que gran parte de esa ideología se viese influenciada por el pensamiento de que Los Alfas estaban por encima de todos.

Y no, los Alfas serían fuertes, sí. Pero no eran superiores o mejores, sólo eran Alfas y ya; pues, lo más seguro es que nadie le creyese que en su relación, Satoru le tratase como su igual.

Que sí lo fastidiaba o lo molestaba, pero no llegaba al punto de faltarle el respeto. Ni siquiera cuando estaba molesto o peleaban; y aunque él, a veces llegaba a decirle que era un idiota a Gojō cuando de verdad, se lo merecía, nunca llegó a los golpes u otras contestaciones hirientes.

Era una relación basada en respeto y confianza… Bueno, Nanami confiaba en Gojō pero respetarlo seriamente, pues no.

Era un desastre armonioso, o eso Haibara le dijo una vez cuando se reunieron en un café a conversar. Pues a pesar de que Satoru lo sacara de sus casillas, extrañamente, no pensaba cambiarlo.

Le gustaba que fuese él mismo, y que él, le permitiese ser él. Sin limitaciones, sólo siendo ellos.

Pues, ¿No una relación entre dos es porque ambos se quieren tal cual son?

Gojō nunca tomó sus relaciones pasadas en serio, siendo estas sólo encuentros casuales. Mientras que él, tenía en su mente el deseo de casarse, de tener una relación estable; todavía no terminaba de comprender cómo es que ellos dos se metieron en una relación.

Que aunque existiesen sus altibajos, pudiese mantenerse a flote. Era hilarante pero, de cierta forma, le terminó agradando.

Aunque sigue planteándose bien la idea de casarse con Satoru Gojō.

(Él no quiere ser Kento Gojō, ni de chiste… Pero no sabe si a Satoru le guste ser Satoru Nanami.

Probablemente ambos sigan conservando sus apellidos).

Se soba el puente de la nariz, no debería estar considerando siquiera la idea. Satoru no es una persona –y un Alfa– que permanezca con una sola persona. Sólo se dio esta casualidad que él, quiso una relación él y ya.

Aunque eso también es un misterio.

- Debería descansar llegando a casa – murmura para sí, fastidiado y exhausto. Comenzando a sentir dolor de cabeza.


- Bienvenido a casa, Kento~.

-… Estoy en casa. Pensé que llegarías más tarde – comenta, quitándose el chaleco de la oficina para colgarlo en el perchero y quitarse los zapatos.

Gojō, que sostiene un cucharon en mano y viste un mandil, hace un puchero –. Al parecer alguien no quería verme.

Tan infantil como siempre.

- Sólo me tomaste por sorpresa – sabe que Satoru no lo va a dejar así, por lo que abriendo los brazos, lo invita en silencio a abrazarlo (o más bien cargarlo) como siempre. Algo que obviamente hace sonreír a Satoru como el niño mimado que es.

Realmente no importa que Satoru sea más alto, más fuerte o un Alfa. Satoru Gojō no es el típico Alfa, y claro, él no es el típico Beta tampoco.

(Siempre son Satoru y Kento).

- Nanamin.

- ¿Hmm?

- Aquí se suponía, debías besarme.

(Y eso es algo que no va a cambiar, al menos por ahora).