Llevabas viéndolo durante unos minutos detrás de la puerta entre abierta, estaba sentado en el sofá de la recámara, cubría su rostro con la mano, parte de su cabello estaba levemente arremolinado hacia atrás y apenas había desajustado la corbata.
De seguro debía estar inmensamente cansado y temías tanto molestarlo, pero no podías evitar observarlo, lucía bien así, su presencia siendo lo único que te atraía de la habitación.
Te sobresaltaste al ver que te había notado y te llamaba con la mirada, por lo que avanzaste tímidamente hasta estar de frente suyo, sus ojos devorándote con la mirada y la sonrisa cansada expectante de tus acciones.
—Vamos, bebé. No porque papi esté cansado tienes que alejarte— Agregó con una sonrisa más grande —Ven aquí
Tras extenderte los brazos te subiste encima de sus piernas y enterraste la cara en su pecho, hace más de una semana que no lo hacías, el olor era adictivo, sin duda.
Viste sus manos jugar con tus medias largas con estampas de animales adorables y jalar los bordes de tu falda juguetonamente antes de jalar tu mentón y sonreírte.
—¿Te has comportado bien, bebé? — Cuestionó mientras su mano empezaba a subir de tu muslo a tu trasero
Asentiste con una pequeña sonrisa y empezaste a jugar con su corbata, como una niña distraída e inocente a la espera que él hiciese algo.
Su vista bajó a tu pecho y los dedos que sostenían tu mentón bajaron para dar pequeños golpeteos a tu pezón.
—Vaya que te he dejado mucho tiempo sola, de seguro me has extrañado, ¿Verdad? Digo, es imposible que mi bebé esté tanto tiempo sin una polla dentro, imagino lo desesperada que te sentías— Comentó en medio de una carcajada mientras dejaba tu falda —Ha sido un día muy duro, para papi, ¿Qué se supone que deberías hacer?
Como un rayo de luz, literalmente bajaste al piso sentada de rodillas entre las piernas abiertas de Shalnark lo más rápido que pudiste, tus manos bajaron su cierre y abrieron su pantalón, tras ello, miraste la erección formándose con hambre y adoración, la excitación en el rubio se acrecentó con solo verte.
Apoyaste levemente tu rostro y acariciaste la tela que lo cubría con la nariz entretenida, te sentías ansiosa y al mismo tiempo no podías evitar subir la vista para verlo, papi lucía tan feliz y eso te emocionaba.
Bajaste la tela del bóxer liberando su prominente erección, viste el hueso de carne con la punta enrojecida y venas acentuando su tamaño salir disparada a tu rostro.
Como un pequeño gatito diste suaves lamidas en todo el tronco, tu vista subió al rubio, quien sonreía mientras lo estabas complaciendo, papi estaba feliz, tú te sentías igual, se notaba en tu rostro y en tus bragas las cuales empezaban a humedecerse, aún más cuando sus manos se posicionaron arriba de tu cabeza acariciándola.
Subiste al glande y tu lengua acarició toda la superficie, hasta que finalmente se hundió en una pequeña hendidura y luego empezaste a succionar con más fuerza.
Un pequeño grito escapó de tu boca cuando sentiste la mano de papi agarrar los mechones de tu cabello y jalarlos, junto a un gruñido que escapó de su boca, aunque eso no te detuvo por completo.
—¿Qué pasa bebé? ¿Tienes hambre? ¿Eres incapaz de hacer algo sin la ayuda de papá? ¿Quieres que te alimente?
Shalnark solo sintió que se ponía más duro al verte, cuando asentiste con ojos tímidos y de adoración, no podía negarlo, adoraba consentir a su pequeño bebé.
Una sonrisa de apariencia dulce, pero con intensiones maliciosas se instaló en su rostro, su mano libre agarró tu mentón y te hizo abrir la boca, mientras que la que estaba en tu cabello se agarró más fuerte.
Sin previo aviso, se introdujo de forma completa hasta tu garganta, arrebatándote todo el aire de un segundo y produciéndote arcadas, intentaste separarte, pero el agarre en tu cabello solo te aprisionó más a estar completamente pegada a la pelvis del rubio, con su vello púbico haciéndote cosquillas en la nariz y sus bolas pegadas a tu mentón, aun así, por instinto, lograste subir al menos hasta la mitad de su pene para poder respirar.
Su semblante era más imponente y oscuro, sus ojos estaban oscurecidos por la lujuria, enamorados y excitados por tu porte débil en aquel instante, tu cabello levemente desarreglado, tu remera blanca, la pequeña falda rosa palo que se ceñía a tus muslos y tus medias blancas con brochecitos y etiquetas, sobre todo esa mirada de sorpresa y confusión.
—Papi se va a enojar si lo dejas así de la nada ¿Quieres que me enoje contigo y te deje así de necesitada bebé? — El tono de malicia en su voz hizo que su estómago se retorciera —Me sentiré muy triste ¿Lo entiendes?
Mantenías la mirada baja ante el regaño y sentiste tus ojos humedecerse.
—¿Entonces? — Su tono duro te hizo sollozar —¿No vas a responder? ¿No eres un bebé? ¿Entonces que eres? ¿Una mocosa?
Respiraste hondo antes de subir tus manos que estaban en tus muslos a los de Shalnark y te acercaste más a él arrastrando las rodillas, terminaste por tomar su miembro incluso haciendo que entrara más que antes mientras te abrazaste a su cintura.
Shalnark soltó una carcajada y luego suspiró sacando su celular, sin embargo, no te moviste, solo succionabas algunas veces y lo observabas a la espera de que dijera algo.
—Mira a la cámara— Pidió en un tono dulce a lo que tu hiciste caso
Escuchaste el sonido de la cámara haciendo una foto y arrugaste el entrecejo para luego escucharlo reír.
—Los bebés buenos no reclaman nada— Bufó y lo viste teclear en su celular —Papi tiene que hacer una llamada importante, tú tienes que seguir trabajando aquí abajo, pero en silencio ¿De acuerdo?
Tu cabeza empezó a subir y bajar, tu lengua a rodear su pene duro y palpitante, era tan grande que a veces sentías que te ahogabas, pero tratabas de ser lo más discreta posible, si no, papi estaría enojado, si papi se enojaba no podría llenar aquel vacío en tu interior y solo él podía hacerlo.
Sentías su mano jalar más de tu cabello conforme ibas más rápido o acariciabas ciertas zonas, sus pequeños gruñidos mientras hablaba y al subir la mirada lo encontrabas con los ojos cerrados, disfrutando de tus atenciones o mirándote con superioridad al alzar la vista.
—Sí, pronto tendríamos que ir a ver que tal están las cosas en Ciudad Meteoro— Comentó Shalnark asintiendo con la cabeza —Oh, ¿Qué cómo está t/n?
Su mirada se situó en ti, con la saliva y su líquido preseminal saliendo de las comisuras de tus labios, los cuales envolvían deliciosamente su polla, con el rostro completamente rojo y los ojos llorosos.
—Está muy bien, dice que te manda saludos, Chrollo. No puede saludar porque está haciendo algunas cosas... abajo— Acentúo lo último con una sonrisa y suspiró al sentir tu lengua envolver su glande
—Sabes que Uvo es demasiado estúpido, no podría hacer eso— Comentó al celular molesto —Que lo haga Phinks
Mientras aconsejaba al líder de grupo observó divertido y entretenido como la mano que no masajeaba sus bolas estaba dentro de tu falda, tal vez por eso estabas más roja de lo usual, también estabas complaciéndote a ti.
Sentiste una contracción en su cuerpo, te detuviste y elevaste la vista, probablemente estaba cerca, su boca estaba entre abierta y hacía lo posible por ocultar sus jadeos.
—Se me olvidó que tengo que hacer otra cosa, te llamaré después— Lo escuchaste decir —Sí, adiós
Shalnark cortó la llamada y te observó durante un segundo, lucías tan adorable para él así, solo para él, porque eras su adorado y pequeño bebé al que amaba consentir, aunque, tendría que hacer unas pequeñas excepciones.
—Yo no te dije que pararas— Exclamó suspirando con decepción mientras se ponía de pie sacando su miembro de tu boca junto con un pequeño hilo de saliva —Oh, esto es malo, enserio que es malo, paras para papi ¿Pero para ti no?
—Perdón— Te disculpaste sentándote en tus rodillas y sacando la mano de tu falda
—Perdón ¿Qué? — Estaba tan pendiente de ti, de cada gesto, cada movimiento tuyo, la supuesta decepción en su rostro que te hizo sollozar en tono infantil
—Perdón, papi. Te prometo hacerlo mejor— Lloraste agachando la mirada
—Están tan desesperada ¿Verdad? — Soltó Shalnark limpiando las lágrimas acumuladas en tus ojos —¿Cómo puedo decir que no a esa carita de zorra? Bueno, adelante
El rubio se puso de pie y caminó unos metros, tú lo seguiste gateando hasta que se detuvo, tu arrodillándote al frente de su polla, lucía mucho más grande, deseabas tanto tenerlo en tu boca, querías ver a papi sonreír y escuchar que estaba orgulloso de ti.
—Di "a" — Ordenó y tu obedeciste sin chistar
Esta vez estabas algo preparada, cuando entró a tu boca respiraste hondo intentando no ahogarte y queriendo recibirlo de la mejor manera posible, algo que le agradó en demasía al rubio por sus maldiciones al hablar.
—Dios, olvidé lo bien que se siente estar en tu garganta— Comentó jalando tu cabello —Es tan jodidamente caliente, apretado y húmedo
Antes de que pudieses hacer algo, fuertes y rápidas estocadas empezaron a hacer fuerza en tu boca, golpeando una y otra vez, rosando con tu lengua la cual hacía lo posible por tocar y acariciar el hueso duro de papi, sus vellos chocando con tu suave nariz la cual hacía todo por respirar.
—¿Te gusta que folle así de duro tu garganta, bebé? — Preguntó el Ryusei —Papi está muy orgulloso de ti, ahora puedes con todo lo que te ofrezco
Revoloteaste en felicidad cuando la mano que no jalaba tu cabello y te estrellaba contra el pene de Shalnark acarició tu rostro, estabas tan feliz de que papi estuviera orgulloso de ti que no importaba nada más.
Pasaron minutos nuevamente donde Shalnark ya se había corrido dentro de tu boca una vez, pero no era suficiente, su bebé tenía que estar bien alimentado de su leche, hasta dejarlo lleno y satisfecho, sin importar el otro desastre que estuviese haciendo contigo, porque eso solo lo excitaba más y más.
Esa dulce carita sudorosa, con rastros de lágrimas en tus mejillas enrojecidas y manchadas por su semilla de hace unos minutos, tus labios aun rodeándolo y tus ojos observándolo con amor, como si no estuviesen satisfechos de que papi la tratara mal.
Pasó otra vez, sentiste sus cuerdas calientes disparar a tu garganta con fuerza, sus estocadas haciendo que su semen fuera más directo a tu garganta y llevándolo al resto de tu boca, tampoco paró ahí, porque al salir se derramó en parte de tu cara y muslos
—Que adorable, recibiste a papi muy bien— La alegría en su rostro te hizo sonreír de alivio —Mira a la cámara bebé y toma la polla de papi
Shalnark había tomado otra foto, adoraba tus ojos perdidos en placer, su bebé amaba complacerlo y lucía bien, aunque estuviera despeinada, con semen saliendo de su boca o en la cara, con tus adorables manos aun acariciando su pene con suavidad.
—Súbete a la cama— Soltó suavemente— Papi te ha tenido abandonada ¿Verdad?
Asentiste poniéndote de pie y echándote en la cama, observabas al Ryusei quitarse el saco, la corbata y la camisa, luego mirarte echada en la cama, con las piernas tímidamente juntas, se deleitó ante la obra de arte que hizo con tu rostro, lo ponías tan mal, tantas cosas que podía y quería hacerte en el resto del cuerpo.
Viste como se deshizo de tu falda tirándola al piso y luego te quitó las bragas dejándote expuesta ante él, lo viste sonreír, enamorándote de sus ojos nuevamente, quedando a la espera de que al menos te tocase un poco.
—¿Sabes...? Papi aún tenía cosas importantes que hacer, pero viendo que estabas tan necesitada, me causaste tanta pena que incluso te veías adorable, considérate muy afortunada
Shalnark se agachó y pasó su índice por tus enrojecidos labios bajos, te sentías tan mojada con solo oírlo hablar, disfrutaste tanto de que te tocara, adorabas tanto a papi sin importar que te dijera.
—¡No puedo creerlo! ¿Estás mojada tan rápido? — Exclamó con algo de sorpresa—Primero te tuve que alimentar y ahora esto, soy el único que puede hacer todo por ti, tienes mucha suerte de tenerme, ¿Qué haría una cosita necesitada como tú sola?
Observó la escena expuesta a detalle, sonrió al ver tu clítoris tan hinchado mientras se agachaba hasta quedar al frente de tu intimidad y sin ningún tipo de advertencia, Shalnark había enterrado su rostro en arrancando un grito de tus labios, su lengua buscó tu clítoris haciendo que te aferraras a las almohadas y empezaras a sollozar y gemir, sentías su apéndice húmedo acariciar aquel botón lleno de nervios, haciéndote caer en desesperación, aumentando aún más tu temperatura corporal.
—Más, por favor. Más, ahí, por favor— Lloriqueaste aun cuando el aumentaba su rapidez y fuerza en sus lamidas
La liberación se sentía tan cerca, a escasos segundos, todo el placer en cada parte de tu cuerpo iba a llegar a su límite nublando tu vista y dejándote a base de llanto y espasmos, hasta que de la nada se detuvo.
—No, por favor, papi. No, no, no— Lloriqueaste en una pataleta —No pares
—Te ves tan linda llorando, mi tonto bebé — Enternecido de forma enferma introdujo sus dedos dentro tuyo, tus paredes húmedas y calientes apretándolo de forma sublime —Necesitas a papi para complacerte ¿No?
El placer no te dejó responder, tus sentidos estaban dispersos y alborotados nuevamente, disfrutando de los dedos de papi llenarte y moverse en tu interior.
—¿Bebé? — Te llamó aun sabiendo que eras incapaz de responder, sintió como se ponía más duro al verte con la boca abierta, la saliva escapando de tus labios y los ojos levemente emblanquecidos
Shalnark movió sus dedos más adentro acariciando un punto que te hizo reaccionar en un gemido desesperado buscando más cuando se detuvo.
—Te ves tan linda así, mi pequeña bebé, lo estás disfrutando— Afirmó acariciando tu rostro —Me quieres mucho ¿No bebé? ¿Amas que papi te llene con sus dedos?
—S-sí— Gemiste
Nuevamente bajó entre tus muslos, dejando mordidas en las partes más carnosas y suaves, también algunos chupones hasta otra vez llegar a tu centro, esta vez succionándolo, haciendo que apretaras su cabeza con tus muslos, otra vez, Dios... otra vez te sentías tan cerca, con el cuerpo lleno de espasmos.
Lo odiaste tanto en aquel momento, donde otra vez te arrebató el placer al apartarse, sonriéndote maliciosamente, porque no podías bajar tu temperatura, te retorcías al verlo, con las mejillas levemente mojadas por tu excitación, el cabello despeinado, papi lucía tan feliz haciendo eso, pero tú te sentías tan miserable.
—¿Por q-qué? — Te quejaste llorando
—Aw, bebé. No me mires así— Lo viste avanzar hasta estar encima de ti, su pene rosando con tu intimidad descubierta y excitada —Papi está sacrificando tiempo importante de su trabajo por ti, tengo derecho a divertirme ¿No crees?
Asentiste con la cabeza, pero tu vista estaba abajo, viendo como las intimidades de ambos rosaban.
De la nada viste la cabeza de Shalnark bajar hasta la altura de tu pecho, tus pezones erectos sobresaliendo llamativamente debajo de la remera, dio una lamida suave por encima de la tela haciéndote suspirar.
—P-papi, es...— Gemiste arañando las almohadas
No pudiste agregar nada más, Shalnark estaba mordiendo y succionando tu pezón cruelmente junto con la tela haciendo la fricción incluso dolorosa mientras su otra mano jalaba el otro pezón y lo movía entre sus dedos, finalmente agregaste frotar tus piernas entre sí.
Tan cerca, otra vez se apartó y tú te encogiste en la cama llorando por tanto que te había negado, papi era malo, te estaba haciendo sufrir y no podías con la desesperación.
—Mi pequeña, no me mires así— El contrario enterró su cara en tu cuello y empezó a lamerlo —Papi te quiere mucho, no dudes de eso
La sensación de sus dedos enterrándose otra vez dentro tuyo te hizo gemir desesperadamente, cosa que excitó más a Shalnark, verte tan a su disposición era sublime, hermoso, se sentía duro con ver a su bebé rogar por más y gemir.
—Dime bebé ¿Quieres a papi dentro tuyo? ¿Quieres que llene ese pequeño coñito descuidado de mi semen? ¿Me imaginas dentro tuyo? Entrar y salir de ti ¿Quieres que mi polla haga eso dentro tuyo?
—S-sí, por favor— Rogaste ansiosa
—Más fuerte bebé, papi también quiere, pero debes decirlo claro para que te sientas bien— Susurró subiendo a tu oído —Papi quiere hacerte sentir bien
—Por favor, quiero... Quiero que papi me folle duro, duro hasta correrme y hasta que él se complazca, que me haga sentirme feliz llenándome de su semen tanto como él quiera— Pediste desesperada, imaginando la sensación, lo querías tanto, sentirlo dentro tuyo
Viste esa sonrisa y otra vez sentiste todo tu ser volcarse, todas esas intenciones corruptas en sus ojos turquesa te sofocaban, omitiendo la elevada temperatura y escasa distancia.
Eras un trapo, una muñeca, su pequeño bebé, no importaba, él siempre tendría el control y lo disfrutabas.
Shalnark jaló tu remera hacia arriba liberando tus pechos y empezó a aplastarlos con agresividad arrancándote gemidos nerviosos y él empezó a soltar pequeñas risas.
—Bebé, estás tan desorientada, realmente necesitas que te guíe ¿No?
Solo asentiste, ya no aguantabas más, odiabas tanto que te estuviera torturando de aquel modo, era cruel, lo peor era que sabías que se divertía haciéndolo.
Otra vez suspiraste al sentir como se restregaba en tu entrada, acariciando tu hinchado e hipersensible clítoris con su glande poniendo a flor de piel todos tus nervios.
—1...2... ¡3! — Finalmente se introdujo de manera agresiva y rápida arrebatándote todo el aire el cual fuiste incapaz de recuperar
Antes de poder gemir, quejarte o poder decir algo, Shalnark mantuvo un juguetón beso contigo, donde su lengua mantenía el dominio y sus labios devoraban con fuerza los tuyos, al punto de succionarlos y morderlos hasta que casi dolía.
Sus estocadas eran tan duras al golpearse dentro tuyo con fuerza, aunque el dolor que ocasionó en tus caderas prácticamente pasó de largo, tu gemías fuertemente ante el golpe en tu punto dulce, te sentías en el cielo, te sentías tan llena, tan completa, era fabuloso tenerlo tan adentro tuyo.
Shalnark solo te observaba divertido, te sentías jodidamente bien, sin importar cuantas veces lo hicieran, las tantas veces que te haya llenado con su semen, la sensación de tus paredes era sublime, desde la forma en que apretabas y calentabas la dura polla que entraba y salía reiteradas veces de ti, tus pechos moviéndose al ritmo de sus estocadas con el resto de tu cuerpo que era precioso a su vista.
Solo se sentía más duro al ver a su pequeño bebé ser complacido, la cara de placer en tu rostro, desde tus orbes nublados, tus mejillas sonrojadas a más no poder y la boca que no podías cerrar al gemir tanto por tenerlo dentro tuyo al punto de casi romperte, sin olvidar los leves rastros de semen que se mezclaban con tu sudor decorando tu linda cara.
Sabía cuales puntos tocar y era entretenido ver como cada vez su bebé se acercaba más y más al límite y él estaba lejos de estarlo, lo ponías tan mal que esta no era la única de tantas cosas que planeaba hacerte.
Nuevamente te hizo besarlo, sus labios que anteriormente soltaban maldiciones por el placer de estar en tu interior, bajaron de tus labios, dejándolos abiertos y empezaron a dejar mordidas y chupetones por toda tu zona pectoral haciendo que chillaras.
—Aw, eres un bebé muy ruidoso ¿Te gusta lo que papi hace? — Preguntó con malicia mientras mordía otra vez la carne de tu pecho
—S-sí— Respondiste con la vista nublada, no podías pensar
Era ridículo que otra cosa que no fuese el pene de papi golpeando hasta lo más profundo de tus paredes cupiera en tu mente, solo era aquel inmenso hueso de carne dentro tuyo, llevando a tu cuerpo a tambalear cuando golpeo con más fuerza, así mismo todos tus orgasmos antes negados pero que te dejaron más sensible hicieron que tu orgasmo fuera más largo y fuerte dejándote en un estado de placer súbito, gimiendo descontroladamente mientras tus ojos lagrimeaban.
—Oh, ¿Ya viniste? — Orgulloso observó como tu crema bañaba su polla —Sí que me necesitabas, sin duda lo hacías, mira cuanto es... Que bebé tan sucia
Tras soltar una risita traviesa levantó una de tus piernas poniéndola en su hombro haciendo que estuvieras de costado y más apegada a su torso.
—¿Mi lindo bebé aún no se recupera de su orgasmo? ¿Podrás con un segundo? ¿Crees que tu pequeño coño puede tener a papá más tiempo? — No respondías, pero él fue suficiente afirmación verte en las nubes
Te retorciste y lloriqueaste al sentir la primera estocada, más profunda que antes por la nueva posición e incluyendo fricción sobre tu clítoris, suficiente para hacerte reaccionar, pero poco para que tu cuerpo dejase de temblar cosa que no hizo más que excitar a Shalnark, por supuesto que parte del trabajo de papi era llenar a su bebé hasta el tope, ya que era el único que podía tenerte así.
Mordió y succionó el muslo encima de su hombro haciendo que mordieras tu labio y luego gritarás al recibir otra estocada, a este paso vendrías otra vez, ansiaba tanto ver ello, su pequeño bebé hecho un lío sudoroso y más necesitado que nunca.
—¿Quieres que papi continúe? — Preguntó el de orbes turquesa
—Por favor— Rogaste viendo un hilo de tu saliva en la almohada donde tenías pegada la cabeza
Esas estocadas, eran más fuertes, llegaban más profundo haciendo que tus quejidos aumentaran el volumen, sintiendo tu cuerpo como trapo, tus pechos moviéndose descontroladamente, sus bolas resonando fuertemente en tu entrada al punto en que te preguntabas si a él podía dolerle.
—Más... más... más...— Rogabas con varias lagrimas bajando de tus ojos —Papi, más... quiero venir, quiero venir... otra vez, más fuerte, es ahí— Balbuceaste aun viéndolo a los ojos
—Mi tonto bebé— Soltó el Ryusei bajando hasta estar encima de ti aún con tu pierna encima de su hombro y golpeando tu interior, de la nada aumentando la velocidad— ¿Amas que papá te llene con su polla? ¿Quieres venir otra vez en la polla de papi? Eres una bebé tonta que no puede hacer nada, apuesto a que ni podrías correrte sola ¿Verdad?
—Sí... Sí... quiero venir... quiero que papi me haga venir... solo papi puede— Imploraste antes de que volviera a besarte, sumisa a su lengua y a sus labios, limitando tu respiración mientras su pene seguía golpeando duramente en tu interior haciendo que gimieras en su boca
Tras separarse de ti empezó a morder tu oreja, cada chillido tuyo lo excitaba más, era imposible no querer venir él también, tu cara de excitación, la sensación de tus paredes esponjosas alrededor suyo, el que rogaras porque te penetrara más y más hasta venir.
Recordar cómo te hizo un lío, el pasar de tu ropa tan linda, rosada e inocente a estar debajo suyo gimiendo como una zorra, ver el desastre que eras con los ganchos que sujetaban antes tu cabello en las almohadas o apunto de soltarse, tu faldita y remera en el piso, solo tus medias con dibujitos y etiquetas quedando al final cubriendo tus piernas, haciendo que su bebé se viese más profanada y adorable.
—Compraré más ropa así para ti, más juguetes con los que te divertirás o nos divertiremos ambos y cada vez que papi venga cansado del trabajo te follaré y te llenaré con mi semen hasta desestresarme y tú lo recibirás gustosa ¿Entiendes bebé? — Gimió en tu oído mientras sus estocadas iban más y más rápido
—Sí... sí... por favor... quiero que papi me llene más y más con su semen— Soltaste a pesar de tener la mente en blanco y si en caso no lo fuese ¿Realmente te negarías?
—Oh, realmente lo quieres, que buen bebé— Shalnark te sonrió y tras algunos segundos más volviste a correrte encima suyo, apretando aún más a su alrededor y haciendo que te siguiera.
Gemiste y salivaste complacida al sentir sus cuerdas calientes llenar tu interior, bajar hasta el exterior por tus paredes mientras él salía, para Shalnark esa vista fue tan bella, ver su semilla salir de tu intimidad hecha mierda especialmente por él.
—Buen bebé— Te felicitó besando tus labios —¿Se sintió bien?
Asentiste con tu cuerpo cubierto de espasmos, la respiración agitada y contemplado su hermosa mirada, papi lucía tan orgulloso de ti, eso significaba que lo hiciste bien.
...1
...2
...3
Habías perdido la cuenta que cuantas veces Shalnark se había corrido, seguías sorprendida por lo erecto que podía seguir en tus paredes, a pesar de no sentir parte del cuerpo por el cansancio, sentías como él invadía cada barrera tuya con los segundos, como vaciaba tu mente de otro pensamiento que no fuesen él y su polla enterrada completamente en ti.
—Dios... recibes tan bien a papi, estás tan estrecha a pesar de haberme corrido dentro tuyo tantas veces...
Te observó, tan rota, tan hecha mierda con sus manos y su polla, era imposible que tuvieses algo más en la cabeza, lo sabía al ver tus ojos perdidos en el placer que gustoso te brindaba con su miembro una y otra vez, le encantaba tanto como la sensación tus paredes apretándolo y tu cuerpo cayendo una y otra vez encima de su polla, tu trasero golpeando sus bolas y tus pechos brincando descontroladamente a causa de los golpes que daba para llenarte una y otra vez.
No se detendría, al menos no en un par de horas, quería memorizar cada momento en que nuevamente te hacía suya, como ahora que estabas montándolo y tantas cosas que podría intentar hasta hacer que olvidarás tu nombre, hasta ver todas las maneras que podría tu coño escurrir su semen.
—¿Otra vez? — Preguntó divertido haciendo más fuertes los golpes que su pene daba hacia arriba tras sentir como cremabas otra vez—No ha pasado ni un minuto, te excita tanto la polla de papá que no te importaría estar unas horas aquí ¿Verdad?
No necesitaba otra respuesta que no fuesen tus gemidos y la desesperación de tus ojos cuando disminuía la velocidad, Shalnark cuidaría de ti, tan bien que no necesitarías nada que no fuesen a él y su pene rompiendo y llenando tu interior, eras su bebé después de todo... Su pequeño y tonto bebé.
