Sly fox
(A/N: algunos eventos son diferentes al canon. La inspiración, y algunos elementos me los dio Perpetual Midnight de Baryon Lancer. Este es mi primer fanfic escrito en primera persona así que estoy emocionada, espero que les guste)
Mahouka no me pertenece.
Gracias si alguien se toma el tiempo para leer esto.
(Punto de vista: primera persona: Kouichi Saegusa)
Ya me había acostumbrado a vivir como un tuerto, pero la visión era demasiado mala en la oscuridad de una noche sin luna, y aún más con mis gafas de sol negras. Pero logre cruzar el gran jardín y entrar a mi hogar: la mansión del clan Saegusa, después de un largo día trabajando en la oficina, haciendo papeleo y burocracia.
Casi es media noche, y no había ruidos de los sirvientes de la casa o de cualquier otro empleado, tampoco de mis hijas. Mayumi se mudo hace unas semanas como parte de su misión de espiar a Shiba Tatsuya, y a la magician campany. Supongo que Kazumi y Izumi ya debieron haber venido a dormir, aunque realmente no estoy seguro si vinieron.
De todas formas, voy a la cocina. Ceno un poco de estofado recalentado, en la soledad del comedor principal. Después subo las escaleras al segundo piso para tomar una ducha rápida, me voy a mi dormitorio en la habitación principal.
Pongo mis lentes de sol negros en una mesa, junto a mi cama. Me recuesto en mi mullido y gran colchón. Tendría espacio de sobrá incluso para dos adultos, aunque últimamente he tenido todo el espacio para mi solo, aunque no todo el tiempo que quisiera.
Este día entre al trabajo tan temprano, que ni siquiera desayuné con mis hijas, pero ya estamos acostumbrados a este tipo de cosas, creo que ya empecé a olvidar las siempre agudas voces de Izumi y Kasumi. Me detengo a la mitad de un suspiro solitario, del que no medí cuenta que estaba haciendo. Después de reprocharme a mi mismo que soy demasiado viejo para suspirar como un puberto, me pregunto: "¿Por que la felicidad nunca volvió?"
Después de la soledad, viene la nostalgia. No puedo evitar recordar mi infancia, no todo era perfecto, pero era más simple.
A pesar de que nací en los tiempos de la tercera guerra mundial, mis padres siempre se encargaron de que no viera la brutalidad de la guerra con mis propios ojos, y de que pudiera tener una infancia normal, en la medida de lo posible.
Mi madre se llamaba Yumichi Saegusa. Recuerdo que era una mujer feliz y cariñosa, también una maga experta con la magia de precisión remota. Igual que muchos otros, ella falleció por luchar por Japón en la guerra. Gracias a su sacrificio pude vivir en tierras seguras.
Poco después que los sujetos de prueba del séptimo instituto fueran dejados libres, ellos incursionaron en la economía, y la geopolítica, por eso fui de los pocos niños que resabian lujos en esos años.
Recuerdo que comía caramelos, jugaba con los hijos de las sirvientas, y con mis peluches de samuráis y piratas tuertos. Yo tenia el afán de impresionar a mi padre, desde que empezaron mis estudias mágicos informarles. Me esforzaba en sacar notas perfectas y mejorar mis habilidades praticas día tras día. siempre recibía elogios de mis instructores privados.
Sin embargo, los elogios y felicitaciones que quería eran de mi padre: Saegusa Kousuke. Fue el primer jefe del clan saegusa y un destacado soldado en la tercera guerra mundial. Como muchos otros niños japoneses, en especial en el caso de las familias mágicas, su aprobación hubiera sido el mayor honor que pudiera recibir.
Al igual que el caso de mi hija mayor, mi progenitor fue la razón de muchas cosas. Desde un principio, algunos pensarían que Mayumi es muy dócil cuando quiere negarse a algunas de mis ordenes, pero en su caso yo las hubiera aceptado saltarín y sonriente desde el inicio.
Un día, en mi adolescencia temprana, mi padre me llamo para una conversación que pondría mi vida en una nueva orbita. Yo sentía nervios mientras, esperaba junto a la puerta de su oficina. Pensaba que estaba en problemas por malas calificaciones o, por aún peor, que en algún momento había dicho o hecho algo que lo ofendió, todo eso solo eran mis pensamientos.
Mis nervios se desvanecieron, como la neblina de la mañana en la tarde, cuando mi padre me felicito por mis esfuerzos en la magia, tomar algo y quedarme a hablar. El me sirvió un vaso de jugo de naranja mientras, el tomaba un vaso de bourbon. Nos sentamos y charlamos. Yo estaba realmente feliz por su reconocimiento y por poder hablar con el, hasta que tocamos el tema de la guerra, que aún estaba en curso.
La guerra casi terminaba, se estaban haciendo los acuerdos de paz. El me dijo que esos no eran los únicos acuerdos que se debían hacer. Después de todo, los mejores amigos en la guerra pueden volverse enemigos a muerte en tiempos de paz, sin un enemigo en común. Si, yo intente hacer mi mejor esfuerzo en la relación con los yotsuba.
Su magia de interferencia mental siempre les dio un talento sangriento para la guerra. Algunos de sus aliados se preguntaban que es lo que los Yotsuba, liderados por Yotsuba Genzou, el temido grim reaper, harían con ese talento después que la guerra acabara.
Muy pronto se anunciaría mi compromiso matrimonial, aunque la boda tardaría años. Ese verano yo iría a Nada bajo la tutela del elder, Kudoú Retsu, y hay me encontraría con, las hijas del líder del clan Yotsuba, las gemelas yotsuba: Maya y Miya, una de ellas seria mi prometida. Claro, mi matrimonio seria otro acuerdo para garantizar la paz, esta vez con los Yotsuba. Desde ese entonces yo conocía el panorama y las cosas que estaban en juego. Lo que me sorprendió fue que mi padre me dejara escoger cual de las gemelas yotsuba sería mi esposa.
Padre me mostró en la computadora una imágen en 3D de Maya y Miya, aunque eran jóvenes, proyectaban su alta clase, y su etiqueta de jóvenes damas. Me siento patético siempre que Imagino mi rostro de adolescente ruborizado.
Le dije a mi padre que sabia lo importante que era dar una descendencia con genes talentosos, y lo mucho que ayudaría al clan Saegusa obtener la magia de interferencia mental.
Mi padre puso su mano en mi hombro. Jamás olvidaré sus siguientes palabras."Kouichi, tu madre y yo fuimos seleccionados para formar una pareja. Ella fue traída desde el segundo instituto para aparearnos, pero tuvimos suerte, nos terminamos amando y fuimos felices juntos, quiero que tu tengas esa suerte."
Cuando llego el verano, fui a Nara. La propiedad tenia unos extensos jardines delantero y trasero con césped, y algunas bancas y arboles. Aunque todo el lugar parecía un campo abierto con algunas plataformas hechas para el entrenamiento.
Como yo era el primero en llegar, tuve tiempo para conocer a Kudoú-kaka por primera vez, también a su hija: Choutarou Kudoú, en ese entonces. Ella también me ayudaría con mis estudios, y tendríamos una amistad profesional. Años más tarde, nuestras hijas se conocerían, y Mayumi y Kyouko tendrían una amistad más personal.
Una tarde después de terminar el entrenamiento, la hija de kudoú-kaka vino para avisarme que los otras estudiantes de su padre: las gemelas Yotsuba habían llagado. Fuimos al helipuerto para presentarme en persona.
Vi un par de caras hermosas y idénticas, pero diferentes. Una de ellas tenia una expresión de la que emanaba un aura de severidad, bastante formal y seria para su temprana edad.
Por otro lado, desde la primera vez que vi la tierna cara de Maya en persona, conocí una nueva parte del mundo, y no seria solo una vez. Cuando Maya se dio cuanta que la miraba me sonrió, y yo me ruborice. Mientras me presentaba con ella, usaba toda mi volutad para mantener mi cara seria, espero haberlo logrado.
En los días siguientes, los tres pasaríamos nuestro tiempo libre después del entrenamiento, hablando y conociéndonos. Rápidamente Maya ganó mi favoritismo sobre su hermana. Miya era sería y formal. Mi relación con ella era cordial, pero parecía únicamente profesional.
Por otro lado, Maya era dulce, despreocupada y alegre. Aunque me pusiera nervioso y no supieran que decir, siempre me sentía atraído hacia Maya. Y ella no parecía disgustada en mi presencia. Todo lo contrario, ella sonreía y su expresión se hacia más dulce cuando coqueteaba conmigo y hacia comentarios picaros para avergonzarme.
Por otro lado, Maya era dulce, despreocupada y alegre. Aunque me pusiera nervioso y no supiera que decir, siempre me sentía atraído hacia Maya. Y ella no parecía disgustada en mi presencia. Todo lo contrario, ella sonreía y su expresión se hacia más dulce cuando coqueteaba conmigo y hacia comentarios picaros para avergonzarme.
Solo era cuestión de tiempo para que Miya nos diera el tiempo a solas que necesitábamos para dar el primer paso. Un día cuando estaba tomando un descanso del entrenamiento, me tope con Maya sentada en una banca del basto jardín delantero, sobre la sombra de un árbol. Ella me invitó a sentarme y platicar con ella.
Al principio, controle mis nervios y pude hacer una conversación fluida. Me preguntó si ella habrá notado que mientras hablábamos de cualquier tema trivial, yo me perdía en la dulce fragancia de una niña, que empezaba a convertirse en una mujer por primera vez en mi vida.
"¿Y, Kouichi-kun, hay alguna chica que te interese en tu hogar, o ya estas enamorado de mi hermana?"
Cuando Maya iniciaba a hacer comentarios más íntimos para avergonzarme, yo empezaba a perder el control sobre mis nervios; entonces no veía lo que ella buscaba. La conversación fue asiéndose más sugerente hasta que Maya acerco su cabeza hacia la mía, y me beso.
Yo sabia que Miya era quien había heredado la magia de interferencia mental del clan Yotsuba, yo sabia cual era mi deber como miembro de la comunidad mágica, como un saegusa y el futuro jefe del clan.
Consciente de todo eso, correspondí los suaves labios de Maya. Para ser nuestro primer beso fue haciéndose más profundo de lo que espere. Sentí su boca caliente y húmeda mientras me perdía en el momento, la euforia y los otras sentimientos.
Subí por el abdomen de Maya hasta que tímidamente toque uno de sus pechos aún en crecimiento.
Ella hizo un movimiento brusco, yo de inmediato sentí nervios y arrepentimiento, pero ella solo me rodeo con sus brazos para abrazarme y acercarnos aún más. Ella aceptó mi mano.
Y yo empecé acariciar su pecho suavemente. Maya soltó un gemido mientras nos besábamos. Cuando la oía, sentí que mi pene comenzó a cosquillar.
Maya, tan avergonzada como su hermana, se separo de mi. Yo dije la primera excusa que se me ocurrió para salir de allí... Desde esa ocasión los besos tímidos y torpes, pero dulces se volvieron una bastante entre Maya y yo. A pesar de nuestras horarios de entrenamiento y que era difícil encontrar un lugar privado, nosotros siempre buscamos un lugar donde estar los dos a solas.
Así paso el tiempo hasta la última noche antes de que nuestras tutelas a cargo del elder llegaran a su fin. Durante esa noche, nosotros habíamos salido.
Los dos nos sentamos sobre una cortina, puesta sobre el céped corto, junto a yerba del jardín delantero, el cielo estaba sin nubes, podíamos ver las estrellas brillantes y la luna arriba de nosotros; todo muy romántico para una pareja de amantes inexpertos como nosotros. Esa noche, Maya actuaba rara: distante y callada.
Cuando le pregunté si le pasaba algo, ella me volteo para mirarme con sus ojos violetas vidriosos, y con su voz casi se rota me dijo: "¿A caso eres un cabeza hueca? No sabes que nuestra tutoría termina mañana, después regresaremos a nuestras casas y nos separaremos para siempre."
Yo sentí una punzada en mi corazón. Intente convencerla de que eso no pasaría, pero ella insistía. En algún punto, unas lagrimas tímidas se asomaron por sus ojos. Si saber que ella había sido dañada era una punzada, verla llorar era una estaca en mi corazón. Arranque una yerba del jardín, y con mi otra mano tome la mano de Maya para colocar la yerba alrededor de su dedo anular como un anillo de compromiso improvisado.
"No, no dejare que nos separemos, ¿Yotsuba Maya quieres ser mi esposa?"
"¡Oh, si!"
Ella se arroja hacía mi para abrazarme. Yo sentí su calor más cerca de mi que nunca antes.
Al día siguiente, en lo que parece un plagio de una película de romance de finales del siglo pasado, tuvimos nuestra despedida de amantes antes que ella subiera a un avión en el aeropuerto. Bueno, en realidad era un helicóptero en el helipuerto.
Maya me dio un beso de despedida con tristeza y algo de vergüenza porque estábamos enfrente de su hermana, kudoú-kaka, y su hija. Vi a las gemelas irse en el helicóptero. Recuerdo a Maya despidiéndose con su pequeña mano por la ventana.
No tuve que esperar mucho antes de que llegaran a buscarme.
Me despedí de mi maestro, y su hija. Y aborde el helicóptero. Me sorprendió que mi padre me viniera a buscar en persona, pero me alegró verlo después de todo el verano. Y aún más poder darle la buena noticia yo mismo.
"Padre, ya le propuse matrimonia Yotsuba Maya, y ella aceptó."
El se sorprendió de que el acuerdo matrimonial prácticamente avanzara por si solo, pero más que nada, estaba feliz por mi. Después que el terminara de felicitarme por mi compromiso, me dijo que había un asunto más.
Como un acto de solidaridad con la comunidad mágica internacional y con el país de Dahan, que fue nuestro aliado en la guerra en contra de la gran alianza asiática, yo debería ir a estudiar una temporada a Dahan. Y como mi compromiso abansara tan bien, me pregunto si podía convencer a Maya de acompañarme para hacer más grande el compromiso.
Cuando me di cuenta que la oportunidad de reencontrarme con ella apareció tan rápido, pensé que me había ganado la lotería y le dije a mi padre que haría todo lo que el me pidió. Unas semanas después, mi matrimonio con Maya se había anunciado, yo le dije a Maya que podíamos reencontrarnos en este viaje político y ella, a su vez, convenció a su padre para que aceptara esta "oportunidad".
En aquella tarde de agosto, yo estaba, en el aeropuerto de Tokio, ansioso por volver a ver a mi prometida dentro de el jet que nos llevaría a nuestro destino. Pero antes de reencontrarme con Maya, me encontré, por primera y única vez, con su padre: Yotsuba Genzou, the grim reaper. Yo era un niño, cobarde y nervioso, intentando verme serio y formal, pero respetuoso enfrente de este hombre: mago alto poder y con una reputación infame, dignos de cualquier Yotsuba.
El tono de sus palabras era neutro, pero con tan solo escucharlo hizo que mi semblanza se estremeciera. "Buenos días. Tu debes ser el chico que le propuso matrimonio a mi hija, Saegusa Kouichi. Yo soy Yotsuba Genzou: el padre de Maya. Desde que regreso a casa, mi hija no parado de habla de su Kouichi-kun." me dio una sonrisa paternal, como de un suegro a su pequeño y joven hijo político.
No esperaba que el fuera tan amistoso, pero antes de que terminara de entender mi situación, el se acerco, y suavemente puso su mano en mi hombro. "Cuando yo le dije a mi hija que aceptaba este viaje, sus ojos grillaron de alegría por volver a ver a su prometido." Genzou me miro directo a los ojos. "Joven Saegusa, yo estoy consiente de todo el trasfondo político. sin embargo, la felicidad de Maya es mi felicidad. Lo único que le pido a al que será el compañero de vida de mi hija, es que la ames tanto como ella te ama a ti. Quiero que mi hija viva segura, feliz y a lado del hombre que ama, ahora ese será tu deber."
Yo dije mientras me esforzaba para que mi voz no se rompiera: "S-Si, si señor. Se lo juro."
Yotsuba-dono me volvío a sonreír, y me dio una palmada en el hombro. De ultimo, mientras el se iba, me dijo: "Saegusa Kouichi, tu serás un buen esposo. Maya y tu tienen mi bendición."
Subí al jet. Y en el vuelo, no pude esperar para recuperar el tiempo perdido. Antes de llegar, recuerdo que al principio, los dos nos sentíamos nerviosos por estar en un país extraño, con un idioma nuevo, pero también estábamos ansiosos porque tendríamos todo el tiempo para nosotros dos.
El día después de llegar, había un festival en la ciudad. Los dos fuimos, como un par de jóvenes novios. En todo el día no pude quitarle los ojos de encima a Maya, ella se vía hermosa con un vestido de verano color blanco, de mangas delgadas. La gente de Dahan parecía amable mientras paseábamos, y cuando intente hablar con torpeza el idioma para comprar brochetas de pulpo.
En algún momento Maya vio en una de las atracciones de los puestos del festival que había una antigüedad: una cabina de fotos. Y ella me pido que fuéramos para tener un recordatorio de nuestra primera cita.
Ese día se me acabo la fortuna. Cuando cayo la noche, regrese al departamento en donde me alojaba. Maya regreso conmigo, aunque ella tenia su propio departamento. Mientras nosotros nos besábamos en la cama de mi habitación, olí su aroma, que seguía siendo dulce, pero, igual que su apariencia, era aún más parecida al de una mujer entrada en la época de celo, que cuando estábamos en Nara en la tutela de koudù-kaka. Esa noche creI que seria el comienzo de algo nuevo... Tenia razon...
Viéndolo desde atrás, me doy cuenta de que todo siempre fue un chiste. Ese niño cobarde solo hacia el ridículo por pensar que de verdad podría vivir feliz con Maya. Solo era un niño, no conocía el mundo real.
Jamás di detalles de lo que pasó a continuación, y nunca hable de eso ni con mi padre, ni con mis hijos.
Supongo que una corriente de alguna especie de gas somnífero se filtro por debajo de la puerta. Lo siguiente que recuerdo es despertar, con la cabeza dando me vueltas. Abrí los ojos para ver una habitación en total oscuridad. Pase los dedos de mis manos por la suciedad del piso. Sentí como algo apretaba mis muñecas, tobillos y cuello; eran grilletes con con cadenas amarradas a el muro. Me estaban cortando la circulación sanguínea. Y la corea que tenia alrededor de mi cuello apenas me dejaba espacio para respirar. Se me fue arrebatado el privilegio de gritar por ayuda, o por simple desesperación y terror. Forcé mis pulmones para respirar y, entre el poco aire, olí el aroma agrio de la mierda y la orina añejada.
Tiempo más tarde, me enteraría de que era una habitación del instituto kunlunfang, con piso y paredes hechos de sementó grueso de color gris.
Los CAD se hicieron para que los magos lancen secuencias mágicas más rápido. Sin embargo, la magia aún puede ser utilizada sin ellos, aunque de forma más lenta. Pensé en usar magia en las cadenas que me amarraban para que los iones que unían los átomos del metal cambien a carga positiva. Es decir, que se oxiden para que pudiera liberarme.
Pero cuando lo intente hacer, de inmediato cruñó de dolor, al sentir una carga eléctrica que me impactaba. Eran como agujas clavándose a lo largo de mi columna vertebral. Mis músculos se contrajeron antes que yo cayera al piso, con un ruido sordo. Al mismo tiempo, mi secuencia fue destruida de inmediato por los sellas anti-magia en mis cadenas, puestos allí por los magos de Dahan.
A pesar que me retorcía en el piso con dolor, miedo y desesperación; pude notar unos murmullos en chino, que venían de afuera de una de los paredes, eran de mis captores.
Después de un breve tiempo, oí la voz que le pertenecía a un niña asustada, pero que tenia una tono suave. "¿Kouichi-kun, eres tu?"
El shock eléctrico fue tan desagradable que yo aun seguía en el piso, con la respiración pesada, pero cuando oí la voz de mi prometida, me senté y, con las cadenas pesadas en mi cuello, dije con la voz más calmada que pude poner. "Si, Maya, soy yo. Estoy aquí."
oí un tintineo, que debió haber sido de las cadenas de Maya. "¡Kouichi!" En su voz se notaba que sus emociones se estaban desbordando. Lo que quería más que estar allí para consolarla y calmarla, era abrazarla para que ella me consolara a mi. Mis pesadas cadenas eran lo suficientemente largas como para que me acercara a la pared en donde se oía la voz de Maya. Sin pensarlo, puse mi oído contra el muro para escucharla mejor.
"¿Maya, estas bien?, ¿alguien te hizo daño?"
"No, estoy bien. Kouichi, ¿Dónde estamos?"
"No lo se... Lo ultimo que recuerdo." Suspire con frustración. "Y después desperté aquí." Golpee mi mano contra el muro.
"Kouichi-kun... "
"Que."
"Tengo miedo."
"Todo estará bien. No voy a dejar que nada te pase, te lo juro." Mis ojos me empezaron a arder cuando las lagrimas amenazaron con salir. "... Yo también tengo miedo."
Mientras intentaba que mi voz no se rompiera, hablaba con Maya. Y la intentaba tranquilizar, haciendo que pensaremos en cualquier otra cosa, como que iríamos de compras cuando regresáramos a casa, en que película quería ir a ver al cine, y que canción quería bailar conmigo.
"¿Kouichi-kun, te gusta bailar?"
"Si, si es contigo."
Los dos nos reímos un poco, antes que oyéramos unos pasos acercándose. Yo me quede en silencio, y Maya siguió mi ejemplo. Mientras en mi celda los pasos se oían cada vez más cerca. Yo, en mi cabeza, suplicaba que no entraran . El ruido desapareció, pero no tuve tiempo para respirar aliviado. Poco después, note por un hueco en la pared de sementó, que la luz se había encendido en la habitación de Maya. Oí el ruido de una puerta de metal abriéndose. Mire atreves del hueco para ver a la pequeña Maya asustada, y con cadenas alrededor de sus pies, manos y cuello, igual que yo.
Unos hombres entraron a la habitación, al frente había un hombre en sus cuarenta y tantos años de edad, tenia algo en sus rasgos faciales que siempre me resultaba nauciagundo. Su cabello era negro, y usaba un corte de tazón. Llevaba una camisa y pantalón en verde pálido, debajo de una bata blanca, pero por alguna razón tenia una pinza plateada y gruesa, que colgaba mientras estaban enganchada a su cinturón. Y detrás del había varios hombres que vestían los uniformes militares de Dahan.
En ese entonces Maya y yo éramos magos con un largo camino que recorrer, pero desde niños nuestros padres nos habían instruido las bases de la magia del séptimo y cuarto laboratorio. Esa magia era codiciada por muchos países.
El tipo parecía calmado, pero sentí más asco cuando su mirada complacida recorrió el cuerpo de Maya y, en especial, por sus ajustados grilletes y corea alrededor de sus manos, pies y cuello. Maya se veía extremadamente incomoda. Y aún más cuando el empezó a hablar con un asentó chino muy notorio. "Buenos días. Soy Jiang. tu eres Maya, ¿verdad?" Ella parecía sorprendida por su presentación.
Jiang dijo: "Sabes que no hay necesidad que tu o tu novio salgan heridos." el mordió su labio inferior antes de decir: "Se una buena niña y enséñanos tu magia."
Ella bajo la cabeza, y se quedo un tiempo en silencio, como si lo estuviera aceptando. Cuando alzo la mirada, Jiang acerco su cara para recibir su respuesta. Lo único que recibió fue un escupitajo de Maya. "Jodete. ¿Sabes lo que mi padre te hará cuando se entere de esto?"
Oí algunas murmullos y risas entredientes de los hombres que estaban atrás de la celda. Jiang saco su lengua para limpiar algo de la saliva de Maya que estaba cerca de su boca, parecía que el realmente lo disfrutaba. "oh, parece que no quiere ser una niña buena. Eres una niña mala, y vamos a tener que domesticarte. Muchas gracias, Maya."
Cuando Jiang jalo hacia arriba la cadena en el cuello de Maya, alzo su cuerpo de un solo movimiento. Por su expresión parece que su garganta se serró de golpe, hasta que soltó el aliento por un golpe en el vientre. Creo que Jiang no quería dejar marcas en su cara. Maya cayo al piso sobre sus pies y manos. Sentí que mi corazón se cógelo del miedo cuando vi que le hacían daño a Maya. No había olvidado lo que paso la ultima vez. Sin embargo, hice otro intento de usar magia. Tan pronto como di el primer paso, empecé a retorcerme del dolor. Mi secuencia mágica fue hecha pedazos, pero la lance una y otra vez, así continuamente. Aún cuando olía el aroma de la carne quemada con la poca conciencia que no se me había nublado.
Tuve la sensación de que perdí el conocimiento por un tiempo, hasta que llegaron dos soldados a mi celda. No tuve fuerzas para pelear cuando me quitaron las cadenas, y me arrastraron hasta la celda de Maya.
"¡Kouichi!" Grito Maya cuando me vio que llegaba arrastrado de los dos brazos. Los soldados me dejaron caer en el piso a unos metros de ella.
Jiang me jalo del cabello para alzar mi cabeza, me miro, y dijo: "Maya, por lo visto, tu novio no puede esperar su turno."
El soltó mi cabello, en esa misma mano activo un hechizo de energía eléctrica. Electric caresses: un hechizo con el efecto de multiplicar la electricidad estática, pero la energía solo podía romper la tención con los objetos o personas que el mago le permitiera. Dicho de forma rápida, electrocutar a voluntad.
Podía ver como la electricidad pasaba entre sus dedos de Jiang: "Maya, si no quieres hablar, vamos a empezar a ser malos con tu novio."
Yo hable con el poco aliento que tenia. "Maya, no le digas nada."
Le di a Maya una torpe sonrisa, en un intento desesperado de calmarla. En ese momento, la corriente de electricidad se clavo en mi espalda por medio de los dedos de Jiang.
Nada más seria el inicio de un largo día. Maya vio que me revolcaba de dolor en el piso, ella intento usar magia para salvarme, pero tuvo el mismo resultado que yo. Cuando recupere el suficiente control sobre mi, le suplique que no usara magia, ya que yo no soportaba verla sufrir. Maya miraba al piso mientras oí sus lloros hasta que un soldado la jalo de su largo cabello y abría bruscamente sus parpados con sus dedos para obligarla a mirar.
por un tiempo, me consolaba saber que por lo menos pude aurarle a mi prometida un mínimo de sufrimiento. Sin embargo, Jiang empezó conmigo, pero después de un tiempo, alternaría entre Maya y yo varias veces, para darnos descargas a uno enfrente del otro. Después de todo, si solo torturaban a uno constantemente, los posibilidades de un infarto subirían mucho. Y muertos no les seriamos de utilidad.
Recuerdo que en un momento vomite, pero siguieron dando me descargas sobre un charco de mi propio vomito. Perdí la noción de cuanto tiempo paso y de cuantas veces habían alternado turnos. en alguien momento, dejaron de torturarme, me arrastraron de regreso a mi celda, me dejaron caer en el piso, amarraron mis grilletes a las cadenas, y serrano la puerta.
Todo volvió a estar oscuro. No sabia si era de noche o de día, pero ya sentía sueño. Mi corazón se sentía pesado. Mi estomago estaba hecho un nudo. Y mi mente estaba nublada. Tenia la sensación de que ni siquiera podía levantarme. Con esfuerzo, me voltee para no estar sobre mi espalda, que me ardía por todas las descargas eléctricas, aún podía oler la carne quemada.
Lo único que escuchaba eran mis lentas respiraciones hasta que volví a escuchar la voz de la persona que amo, con un tono lloroso y bajo. "¿kouichi-kun?"
Me obligue a mi mismo a acercarme al muro para decirle: "Maya, perdóname. Te mentí, no pude protegerte." sentía las lagrimas cruzando por mis mejillas.
oí los sollozos de Maya antes que ella me respondiera: "Perdóname. Soy tu prometida, tu me elegiste para compartir una vida. Y no he hecho nada por ti. Kouichi, te prometo que no dejare que nada te vuelva a pasar."
No sabia si íbamos a regresar a casa, pero no quería que nos pasáramos el tiempo que nos quedaba, sea el que sea, sufriendo. Le pregunte a Maya ¿Cómo quería la boda que nos esperaba en unos pocos años? ¿Cómo quería su vestido de novia? y en lo hermosa que se vería con el, ¿ Y cuantos pisos quería que tuviera nuestro pastel de boda?
Maya y yo hablamos hasta quedarnos dormidos. La verdad es que era reconfortante consolarla, tener una compañera, y saber que ella se preocupaba tanto por mi, como yo por ella.
Al día siguiente. "aahh." Abrí los ojos cuando note la voz de Maya. Ella grito cuando recibió una descarga después de ser arrastrada hasta mi celda.
No tuve tiempo para pensar antes que Jiang hablara. "Me alegra que sigas vivo, niño, ayer parecía que no respirabas mucho. No quiero que pienses que soy un hombre sin paciencia, pero hoy me gustaría dar un paso hacia a delante en nuestro interrogatorio. Desafortunadamente para ti, niño, mis superiores me confirmaron que la magia del cuarto instituto tiene prioridad sobre el séptimo."
Jiang saco su pinza. Lo acerco a mis ojos, lo suficiente como para poder ver el brillo plateado. "Eso, niño, se traduce a métodos más trasticos." Volteo a mirar a Maya. "Zorra miniatura, será mejor que hables antes que tu novio deje de tener lindos ojos."
Podía ver las lagrimas caer de los ojos de Maya mientras era forzada a verme. Por otro lado, yo había perdido la capacidad de sorprenderme, todo era tan aterrador que no lo creía.
Jiang dijo: "¿No?, ¿No hay algo que quieras decir me?"
Maya, igual que yo, era consiente de su compromiso como una de las descendientes de un instituto mágico. Ella sollozo mientras Jiang la miraba. "Bien."
Tuve la sensación de cerrar mi ojo en el momento exacto que la pinza se incrusto. El metal duro estiro mi parpado, y entro para poder agarrar mi globo ocular de una mejor parte. Yo estaba sufriendo como un maldito por mi ojo derecho. Toda mi visión se volvió roja, o esa impresión me dio. Sentí la pinza mutilando mi ojo y abriéndose paso hacia dentro.
Jamás había sentido algo que tocaba la parte de atrás de mi ojo. La pinza se india un mi cuenca al mismo tiempo que sentía como iba más adentro de mi. Se hundió tan profundo, que tenia pánico que llegara a mi cerebro. Estaba perdido en el dolor y el miedo, pero pude notar como Maya grito de horror cuando Jiang saco su pinza con cuidado de tener la suficiente brusquedad para arrancar mi ojo.
Escondí mi cabeza, mirando el piso mientras que la sangre de mi cuenca vacía y las lagrimas de mi único ojo caían al piso. Pensé que era inminente que el procedimiento se repitiera de inmediato con mi otro ojo. En vez de eso, oí la voz molesta de Jiang dirigida hacia sus subordinado, el estaba hablando en su idioma natal. Voltee para ver a Maya, que parecía que estaba ahogándose con la corea alrededor de su cuello.
No creí que pudiera sentír más miedo, a aún, pero lo sentí. Cuando uno de los subordinados le quito la corea, Maya lo sujeto, y lo mordió, con sus pequeños dientes le hizo un hueco en la mejilla. El tipo la agarro de una parte del vestido, cerca del cuello, y la empujo hacia atrás para separarse de ella, haciendo que una parte del escote se desgarraro.
Maya puso sus brazos alrededor de su pecho. Tuve la sensación que todos voltearon haber a Maya. Todo el mundo estaba en silencio. Jiang se acerco a ella.
Maya tenia la cara pálida cuando Jiang extendió su mano, y acaricio algo de su cabello que estaba sobre su cara. "Eres una chica linda y joven, justo como me gustan. ¿Sabes que amputarle los ojos a tu prometido solo era el inicio? Tu puedes salvarlo de eso. Se que eres una niña muy dulce... Muéstranos tu dulzura."
Sentí como mi acido estomacal regresaba por mi garganta, pero esta vez pude contener mi vomito. Jiang rodeo el cuello delgado de Maya hasta llegar al sierre de su vestido. su vestido cayo al piso. Durante mi estadía en el instituto kunlunfang, no volvería a ver a Maya vestida. Volví a intentar usar magia, esta vez la electricidad se sintió como un yunque de hiero que estaba sobre mi pecho.
Entre lagrimas, Maya me suplico. "¡Kouichi-kun! No lo hagas, detente. Esta es la única forma en la que puedo protegerte." Maya me sonrió. "Todo estará bien."
Jiang se bajo el pantalón. Y puso a Maya en una posición, en frente de mi y con la espalda hacia el. Jiang me sonrió antes de entrar en Maya. Oí que ella pruñó justo en ese momento. Después que pusiera un vendaje en mi cuenca, uno de los soldados me obligo a ver como Jiang perforaba Maya, una y otra vez, salía y entraba de ella. El único ruido que retumbaba en las paredes eran los gritos, pruñó y suplicas de piedad de Maya. No recuerdo en que pensaba, creo que solo lloraba, y sentía dolor por algo que se estaba rompiendo en mi pecho.
Cada tanto tiempo, podía oír los sonidos de placer de Jiang, y como halagaba a Maya, y la felicitaba por su interior. No se cuanto tiempo paso, hasta que por fin estuvo satisfecho... Por ese día. Hizo un ruido sordo, cuando soltó a Maya, y la dejo caer al piso.
Como una manada de lobos que solo estaban esperando que el macho alfa terminara de alimentarse para ir a tomar su parte, los subordinados fueron a tomar sus turnos con Maya. Ellos fueron aún peores. A veces eran dos, a veces eran tres, a veces eran cuatro, y incluso cinco sobre mi pequeña prometida, pero siempre podía oìr los ruidos de sus embestida como si lo hicieran en mi cara.
En algún momento, Maya dejo de gritar y suplicar piedad, solo se quedo allí mientras entraban en ella. La manejaban de una forma tan brusca, que parecía que su objetivo era dañarla. Entre turnos, los subordinados se burlaban de mi, diciendo que con una prometida como esta iba a tener un matrimonio muy feliz, y que mi novia se había vuelto su ramera.
No se cuantas veces tomaron turnos, pero sentí que fue todo el día. Cuando acabaron con ella, arrastraron su cuerpo desnudo de regreso a la celda de alado, mientras lo hacían pude notar la sangre que fluía de entre las piernas de Maya. Apagaron las luces, y de nuevo me dejaron en la oscuridad. Los gritos de Maya deambulaban por mi cabeza, no podía sacarlos, igual que los flechazos de las imágenes de ella siendo mancillada por esos hombres.
Volví a llorar mientras, me lamentaba en silencio, ¿Qué pensaría mi padre de mi cuando supiera que no pude proteger a mi prometida?. ¿Qué pensaría el padre de Maya cuando se entere que fracase en lo único que me pidió, cuidar a su hija?. ¿Maya podría amar a un hombre tan patético?
Volví a escuchar la tierna voz de la persona que amo. "kouichi-kun."
Por alguna razón, sentí que no era capas de responder.
Maya volvió a preguntarme en un tono más bajo, como si estuviera a aún más dolida. "¿Kouichi-kun?"
Me quede en silencio en la oscuridad.
Ella no volvió a llamarme, esa fue la ultima vez que oí su voz.
La ultima vez que oí la voz de Maya Yotsuba, la verdadera Maya, la chica que yo ame.
Sentí la humedad de las lagrimas que cayeron de mi único ojo, por mi cara, hasta que finalmente se estancaron en el piso. así fue hasta quedar me dormido.
Al día siguiente, desperté al oír un par de golpes en la puerta, poco después una bandeja, con una botella de agua medio llena y una barra de pan y medio. Yo llevaba dos días sin comer o beber, así que me lance por la bandeja, con mis pocas energías. Bebí toda el agua de la botella de un sorbo, fue un pequeño alivio sentir el liquido pasando por mis labios secos.
Cuando termine de beber, comí el pan sin preocuparme de masticar demasiado. Cuando acabe con mi desayuno, físicamente me sentí un poco mejor, pero para este punto, ya no tenia voluntad para resistirme cuando los asistentes del instituto kunlunfang vinieron a arrastrarme hasta la celda de Maya. No antes de ponerme un bozal de perro, por lo visto mis lloros les arruinaban la atmosfera.
Yo estaba ahí de nuevo, viendo como Jiang tomaba su turno matutino, esta vez parecía más duro, que tenia más energía para Maya, y que fue aún más violento con ella. Después de el, siguieron todos los de más. Y cuando ellos empezaron con Maya no fueron para nada gentiles con ella. En todo momento podía oír los ruidos de la carne impactando entre si. Parecía como si quisieran hacerla sufrir, tanto como usarla para darse placer.
A veces tantos tomaban sus turnos con ella, al mismo tiempo, que ella desaparecía de mi vista. Entre los hombres que estaban en su turno con Maya, y los que esperaban, recuerdo a ver visto que algunos usaban uniformes militares, y otros batas blancas, como si fueran científicos, pero pocas veces tuve el valor para mirarlos a la cara. De todos modos, lo único que recuerdo son caras borrosas.
Lo único que podía hacer por mi prometida era soltar lagrimas, quejidos aguados por mi bozal, y mirarla. Veía como Maya estaba siendo destruida, veía como su interior cada vez sangraba más mientras se desgarraba. Por un tiempo esas imágenes pasarían por mi mente, como pedazos de vidrio rotos que se incrustan en mi cerebro. Esa seria la rutina día tras día: ser arrastrado hasta la celda de Maya para mirar como ella Moria lenta y dolorosamente.
Un día desperté, y no me moví, solo espere a que me arrastraran hasta la celda de maya. mi mente estaba tan oscura como mi celda. Habían muerto mis fuerzas para vivir, y lo único que hacia era estar en el piso sucio como un muerto. No se cuanto tiempo espere, pero me quede en el piso esperando desde que desperté, hasta que me volvió a dormir.
Al día siguiente desperté cuando oí el ruido de la puerta de mi celda abriéndose. Y Jiang entro, con sus asistentes atrás, pero también con un plato de arroz frito en las manos. El puso el plato a un lado de mi. paso sus manos por mi cuello, y desamarro las correas de mi bozal de perro.
Jiang dijo: "Sabes, creo que hemos empezado con el pie izquierdo ¿Te sientes mal por tu prometida? No la vamos a dañar nunca más, vamos a mudar a los dos a una habitación de verdad, y no esta celda de mierda, vas a poder abrazarla, llorar juntos, y consolarla; lo único que tienes que hacer es darme la magia del séptimo instituto, ¿Aceptas?"
Las lagrimas empezaron a salir de mi ojo. "No."
Jiang tiro el plato de arroz al piso, cerca de mi. "Eres un idiota o un niño inútil. ¿Por lo menos, sabes por que estas peleando? ¿por que lo haces?"
Me agarro del cuello de mi camisa. "¿O es que lo estoy viendo desde la perspectiva equivocada? Ya no tienes ningún interés en ella, ¿verdad? No me extraña, un chico de la alta clase, en tu posición, no tiene que conformarse con una vagina de segunda mano, y tan usada, puedes con seguir una nueva. ¿A quien le importa la ramera esa verdad?"
Yo dije mientras las lagrimas seguían fluyendo despacio de mi ojo "Su nombre es Yotsuba Maya. Y su padre es Yotsuba Genzou, the grim reaper. El te asesinara a ti a todos los hombres que hayan tocado a su hija."
El dio una risa entredientes. "Ya sabia de quien era hija. Su poniendo que el señor grim reaper, o cualquier otro Yotsuba, sea lo suficientemente estúpido como para atacar al instituto kunlenfang, por ende declararle la guerra a Dahan, y que sea tan poderoso como para ganar; aún así, que se vaya a la mierda. Profane a su hija, y saboree su dulzura cuanto quise. Todo mis hombres la montarrón una y otra vez, hasta convertir a esa potranca salvaje, en nuestra dócil yegua. Todo el instituto Kunlunfang sintió la calidez de los tiernos y inocentes labios de Maya. Pisoteamos a los Yotsubas, y nos reírnos de ellos desde el infierno"
El siguió riendo. Cuando termino, saco algo, de un bolsillo de su bata blanca, y lo dejo caer sobre mi. Eso era una pequeña bolsa de plástico con restos de sangre y dos pedazos de carne, que no reconocí lo que era hasta que Jiang me lo explico: "Tu prometida es igual de necia que tu. Eso de ahí son su ovario y su trompas de falopio, recién se las extirparon ayer. Si ella no me dio lo que quería, la magia del cuarto instituto, entonces le quite otra cosa. Que curioso que una mujer tan tocada nunca vaya a sentir a un hijo creciendo dentro de ella."
No sabia que decir, o que hacer. Solo sentí más dolor por Maya
Dijo Jiang cuando salía de mi celda: "La carne de Maya sea desgarrado mucho últimamente, pero si Genzou me va a matar por lo que le voy a hacer a su hija, hare que Volga la pena." A continuación dimos otra vuelta a la rutina.
Paso unos pocos siclos más de despertar, ver, y dormir; hasta que un día llegaron los subordinados a mi celda, pero en vez de arrastrarme hasta la celda de alado, me quitaron el bozal, y me arrastraron hasta un helicóptero, en el techo junto con Maya, a quien no tuve el valor para mirar a los ojos. El helicóptero despego, y voló hasta llegar al mar. Bajamos a una lancha militar por un arnés, y después la lancha nos llevo hasta un porta aviones japonés.
Ni maya, ni yo, celebramos o demostramos alguna felicidad cuando nos reencontramos con nuestros padres, que estaban esperando nos. Las emociones que mi padre soltaba conmigo siempre fue con cuenta gotas, excepto en una ocasión. Cuando me reencontré con el, me abrazo mientras lloraba desconsoladamente. Pensé que se habían acabado, pero las lagrimas volvieron a salir de mi único ojo. Voltee para ver a Maya. Sus padres también están llorando igual que el mío mientras la abrazaban. Sin embargo, ella no demostró ninguna emoción, sus ojos estaban muertos.
Los dos abordamos helicópteros diferentes. Yo fui con mi padre, rumbo hacia un hospital en Tokio para ser internado. Pase 3 días allí mientras me recuperaba de mi desnutrición, las infecciones en las quemaduras en mi espalda y la cuenca de mi ojo amputado. Durante mi hospitalización, me entere que había pasado seis semanas secuestrado por el instituto kunlunfang.
Solo seis semanas... Pierdes la noción del tiempo cuando cada día parece una eternidad. Regrese a mi casa sin ninguna sonrisa, nada más camine por la puerta principal mientras mi padre tenia su mano en mi hombro. Esa noche vino Yotsuba Genzou a visitarnos. Años más tarde, me enteraría que fue mi padre quien movió sus influencias para presionar al gobierno de Japón para que presionara el gobierno de Dahan y que liberar a Maya y a mi. A diferencia de Yotsuba-dono, quien quería invadir Dahan para rescatar a su hija.
Aún me costaba trabajo mantenerme parado mientras, estaba oculto en una esquina, oyendo a mi padre y a Yotsuba-dono discutir.
Yotsuba- dono le pregunto si el clan saegusa le iba dar alguna ayuda,
MI padre le respondió que era un irresponsable, que se dejaba llevar por la ira, y no veía las consecuencias para su propia familia y todo Japón si iba a atacar al instituto kunlunfang.
Yotsuba-dono replico que mi padre era un cobarde, o que su hija y su propio hijo solo fueron herramientas para el, y que nunca le importaron realmente
"¡Esos perros le arrancaron un ojo a tu hijo!"
Sus voces sonaban como si en cualquier momento fueran a darse golpes, el uno al otro. Y creo que en algún momento lo hicieron. Cuando yotsuba-dono termino de hablar, oí el sonido de un puño golpeando contra una cara, y forcejeos de varias personas, Como si los otros miembros de los clanes saegusa y yotsuba intentaran separar a sus jefes de entre si.
Unos segundos después, se oyeron los ruidos de los pasos pesados de yotsuba-dono, marchando hacia fuera de la casa. Una parte de mi quería ir tras el para suplicarle disculpas por no haber cumplido mi promesa, pero al final se impuso la parte del niño cobarde.
Cuando me entere de lo que Miya le hizo a Maya, no me enoje con ella. Aunque nunca estuve de acuerdo con el mal manejo de cadáveres. Miya no mato a Maya, ella regreso muerta de Dahan. Se que no tengo derecho sentirme indignado porque fui yo quien permitió que esto pasara, pero igual lamento que el cuerpo de Maya no recibiera respeto, y tuviera que ser profanado en vida y muerte.
Los días pasaron, en una de ellos empecé a oír sobre las ataques en Dahan, la destrucción del instituto Kunlunfang, y las desapariciones o muertes de todos su personal. El director: Jiang Jinping se le dio por muerto, aunque su cadaver nunca fue encontrado. Y su fallecimiento jamás fue confirmado.
Una parte de mi entendía lo que mi padre dijo la noche que yotsuba-dono nos visito, pero la otra parte de mi, la parte que sentía un vacío gigantesco en el pecho, para esa parte la destrucción del instituto kunlunfang fue un pequeño consuelo, por más pequeño que fuera.
En un cielo nublado, los días se volvieron años, y los años se volvieron aire, siendo arrastrados por un tornado. Yo estaba en medio, mientras me sentía sin aliento, aguaugadome en el ojo del tornado, viendo como todo el aire pasaba. No regrese muerto de Dahan, solo regrese mutilado, sin un ojo, y herido con un hueco en el pecho, una herida que me dejo tirado en el piso para morir lentamente.
Yo le dije a mi padre que no quería un ojo artificial. Vivir tuerto seria un recordatorio de la promesa que no cumplí. Una semanas después de la cirugía reconstructiva en mi parpado, quitaron los vendajes de mi cuenca vacía. Supongo que mi padre intuyo lo incomodo que estaría al ser visto con un solo ojo. Ese día, el me regalo unos lentes de sol negros, que conservo hasta el día de hoy.
Crecí mientras sentía como moría. Supe de la muerte del padre de Maya en Dahan. Pocos años después, mi padre enfermo, su condición empeoro, y murió. El nunca me volvió a sonreír como cuando me felicito por mis calificaciones, o cuando le dije que Maya había aceptado mi prepuesta de matrimonio, y tampoco volvió a llorar en mi hombro como cuando nos reencontramos. Yo tampoco llore, ni siquiera arrugue mi frente, cuando estuve en su funeral, cuando tome el puesto de jefe del clan saegusa, o cuando estaba sosteniendo su mano cuando el momento llego.
Para ese entonces las firmes a cargo del clan saegusa habían crecido mucho, yo ganaba muy bien como director, y podía pagar el habito de prostitutas de lujo en mis tiempos libres. Esas mujeres servían para matar el tiempo libre. Jamás sentí su calor tan fuerte o tan cerca como el de Maya en Nara. pero aún así, llegue a gastar mucho dinero y mucho tiempo en ellas, no me arrepiento, valió todo eso. Por dinero me dejaban estar con ellas sin protección, yo con gusto les daba el dinero extra, eso también se había vuelto un habito muy frecuente.
Un día, una de ellas vino a decirme que había quedado embarazada, y que lo mantendría en secreto si le daba el dinero para el aborto y un poco extra.
Yo le respondí que le iba a dar el dinero, pero que no quería que lo abortara, y también quería todo la custodia de mi hijo cuando naciera.
8 meses y medio después, conocí a mi primogénito, y lo llame Tomokazu, Saegusa Tomokazu. Sentía algo raro cuando sostenía en brazos a mi hijo , ¿era el calor del amor que ya había olvidado?
En ese entonces, tenia que dividir mi tiempo entre mis deberes con mi trabajo, deberes con la sociedad mágica, y, el pasa tiempos que aún tenia, las prostitutas caras, pero siempre tenia tiempo para mi hijo. A veces pienso que mis hijas me resintieron tanto por no hacer tiempo para ellas igual.
Después que Kouijirou naciera, por la misma historia, decidí casarme. En vez de la boda soñada con Maya a mi lado, "mi boda" fue una reunían de burocracia. En vez de ser con la mujer que amo, era con una mujer cualquiera, que nada más escogí por tener los genes correctos. Más allá de la apatía mutua, los dos logramos llevar una relación cardial, lo suficiente como para hacer una descendencia.
Cuando Izumi y Kasumi dejaron de ser bebes lactantes, "mi esposa" se mudo a una de las propiedades del clan saegusa. Solo la vio un par de veces al año, para las reuniones de navidad y de año nuevo. De todos modos, jamás conocí su personalidad, fuera de un evento profesional, nunca estuve familiarizado con su cara, y mucho menos sentí en ella, el calor que sentí en Maya, ni siquiera cuando estábamos haciendo nuestra descendencia. Ahora que lo pienso, así debe sentirse estar casado con Miya.
Los años pasaron. Vi como mis hijos crecieron muy rápido, y como yo envejecía. No me veo muy diferente de lo que mi padre se veía a mi edad.
En la primera reunían de los díez clanes maestros, la tención entre la jefa del clan yotsuba: Yotsuba Maya y yo no se hizo esperar. Después de la reunían, ella se acerco a mi, y los dos quedamos en ir a un hotel para follar.
Supongo que Maya, igual que yo, siempre quiso dar un paso hacia adelante en nuestra relación. Y los restos de esa idea quedaron en los restos de Maya. Una razón más para que toparme con el cadaber poseído de ella sea mas incomodo.
Mentiría si digo que no disfrute de su cuerpo, aunque estaba vacío, los dos pasamos un buen momento. Pude notar que ella había perdido esa fragancia dulce, lo única que tenia era un aroma acido, pero no era desagradable del todo. Nuestras encuentras casuales se volverían una tradición al terminar una reunían de los diez clanes maestros. A pesar de que siempre que terminábamos, yo quedaba con el pensamiento de haber abusado del cadaber profanado de mi ex prometida.
Todo esto comenzó porque quería ganar la aprobación de mi padre, compelido con la tarea que el me encargo. Mis esfuerzos continúan hasta el día de hoy. Aunque parezca paradójico, mi ayuda a los movimientos anti-mágicos fue en pro de los magos. La gente sin talento siempre se sentirá resentida, y lo mejor que se puede hacer para limitar su impacto dañino, hasta cierto punto, es darles una oportunidad de desahogarse. Supongo que le hice honor a mi apodo: "sly fox", como me nombro mi hija, que apodo más patético. Aún que fue más vergonzoso cuando fui expuesto enfrente de los otros clanes.
Los Yotsuba, de la mano de Shiba Tatsuya, son un peligro para el orden y la paz mundial, como ya lo demostró Yotsuba Genzou cuando le declaro la guerra a Dahan, o su nieto hace tres años cuando mato a Igor Bazobrazzoff.
Mayumi puso su cara de niña enojada cuando le ordene infiltrarse en la magician compiny de Shiba-san, pero acepto de mala gana, como de costumbre.
Después de que ella se graduara de la first high school, constantemente le he arreglado entrevistas de matrimonio, como su padre a mi tampoco me gusta.
Entiendo que ella odie tener sexo con gente que no conoce, por razones que no acepta. Sin embargo, no es la primera saegusa que tiene que hacer sacrificios, y sufrir por ellos. Desearía que Mayumi entendiera sus deberes, no conmigo, no con el clan saegusa, no con la comunidad mágica de Japón, si no con la paz del mundo.
¿Ella va llorar el día que yo muera o va estar tan muerta por dentro como yo?, el día que mi padre murió. Tal vez ella misma me mate... así es la muerte, tan amarga como la vida.
Ya saboree mucha a amargura con mi ex prometida, Yotsuba Maya, pero amargura no fue todo lo que saboree.
Muevo mi cabeza en la almohada de mi cama, de un lado a otro, antes de sentarme y encender la luz de la lampara sobre el mueble. Abro un cajón del mueble y saco una foto física, la foto del festival de Dahan, cuando Maya y yo éramos niños sonriendo a la cámara. Mi único recuerdo de ella.
¿Por que aún no he quemado esto? supongo que por que sigo siendo un niño cobarde
"¿Por que nunca volví a ser feliz?"
"No, no dejare que nos separemos."
"Ahora ese será tu deber."
"S-Si, si señor. así será."
"Es la única forma que pudo protegerte, kouichi-kun"
"¿Kouichi-kun?"
"Yo me quede en silencio, en la oscuridad"
"¿Maya, por que no fui capas de protegerte yo mismo?"
"¿Maya podría amar a un niño tan patético ?"
así que, es por eso que nunca volvió la felicidad, porque no la tengo a ella, por un chiste cruel y enfermo de un niño que de verdad creía que podía ser feliz.
porque Maya no esta a mi lado. La perdí.
Siento un ardor en mi ojo, pero puedo detener las lagrimas. Apago la luz, y vuelvo a acostarme en la cama. Ya es media noche, ya debería dormir. No puedo ver la foto en la oscuridad, tan solo tenerla en la mano me da la paz suficiente como para sentí que mi conciencia se esta nublando.
Buenas noches, Maya, donde sea que estés.
(A/N: Si el fanfic te gusto escribe tu reseña y dale click al botón para seguir el canal, se significaría mucho para mí. Te a hablado Mila Saint Preux, y te deseo buenas noches)
