Hola chicos, aquí les dejo esta parodia de Halo. Disfruten.


San Valentín a lo Halo

(Parodia)


San Valentín

Miranda Keyes sabía perfectamente lo que hacía. Entendía muy bien lo que eran los Spartan y su razón de existir. Sin embargo, eso no le impedía el tener sentimientos por uno en particular. Sólo había un súper soldado capaz de hacer que ella sintiera mariposas en el estómago.

—Jefe. ¿Crees poder venir a la cafetería?

—Voy para allá.

—Gracias.

La comandante observaba a la IA de la estación Cairo. Hace tiempo que se conocen y ella sabía sobre sus sentimientos por el Súper Soldado que derrotó al Covenant y evitó el genocidio en la galaxia por parte de la Matriz Forerruner de Halo.

—Sabes, normalmente siento curiosidad por lo que dirá él, pero siendo sincera, me preocupa un poco—expresó la IA en un tono calmado mientras veía a la de la comandante de la estación—. Le dieron el mismo puesto que un almirante de flota, pero manteniendo su puesto de Spartan.

—Ahora entiendes porqué simplemente no puedo ir directamente a decirle que me enamoré de él después de todo este tiempo que llevo trabajando a su lado—respondió la castaña mientras dejaba caer su cabeza en la mesa, pegando su rostro a la misma—. Ni siquiera puedo ser capaz de articular una palabra frente a él.

Cortana no podía evitar sentir lástima. La hija de su creadora se había rendido sin siquiera luchar. A veces deseaba que Halsey fuera tan expresiva como lo era ella, ya que así podría ayudar a su hija.

Justo en ese momento, una idea cruzó por la matriz de Riemann de la IA. No sabía si era un plan que resolviera todo esto, pero debía intentarlo para no ver la escena que presenciaba en esos momentos. A veces se preguntaba si era bueno decirle a Miranda que ella era su madre, pero en forma de IA.

Al cabo de unos momentos apareció el Jefe Maestro. Era un almirante de flota condecorado debido a todo lo que realizó en los últimos años de la Guerra Humano-Covenant, al punto que le fue dado el puesto de embajador en los mundo que eran fieles a las políticas del Inquisidor, Thel' Vadam.

—Llegaste—dijo Cortana en un tono alegre—. Te ves muy guapo en tu armadura.

—La nueva sala de entrenamientos que diseñaste ha sido de mucha ayuda—respondió John en un tono calmado—. ¿A qué me llamaste, Cortana?

La IA no respondió de inmediato, en cambio, usó su pedestal para proyectar una imagen de Miranda la cual besaba a un muñeco del Jefe. Para John, esto era extraño y de no ser por los mensajes que Cortana le enviaba a su casco, se hubiera retirado de ahí sin más.

—¿Acaso ella…?

—Sí, al igual que la teniente París en las calles de Vieja Mombassa.

John sabía perfectamente lo que Cortana quería. Él era un soldado más que un caballero, pero si se retiraba de este combate, su IA favorita lo iba a hacer sufrir.

—Comandante—habló John en su gruesa voz—. Hoy se ve más linda que de costumbre, siga con lo que hace.

Miranda alzó su mirada para encontrarse con el Spartan-II. No había escuchado cuando llegó, pero si las últimas palabras que le había dicho. Sus ojos estaban llenos de lágrimas lo provocó que el Jefe pensara que había hecho mal al decir eso último sobre ella.

Por su parte, Cortana estaba aguantando la risa. Agradecía ser un clon del cerebro de Halsey para así disfrutar de esta escena la cual transmitía a la doctora quien desde su laboratorio secreto veía la escena con cierta curiosidad.

—Vaya, tal vez ambos dejen de ser un par de cabezas huecas.